Los niños despertaron por el grito de Kagome, anunciando el desayuno, a medio dormir bajaron viéndola feliz haciendo hotcakes con miel encima, se sentaron y Sesshomaru les sirvió leche de chocolate con malvaviscos.

–Parecen de buen humor– dijo Sota viendo el desayuno– ¿algo bueno?

–Cuando estemos con mamá lo diré– les sirvió a los dos menores y ellos alegres comían– ahora coman, iremos a comer comer con Toga y mamá

Sesshomaru se sentó junto a Shippo y Kagome frente a Sota, tomaron desayuno en silencio, uno muy agradable, después Kagome limpió todo y tuvo que ponerse el vestido otra vez, fueron a casa para cambiarse de ropa y después se juntaron con su madre en el parque.

Naomi iba de la mano con Shippo y Toga llevaba a Rin, tras ellos, Kagome caminaba de la mano con Sesshomaru y Sota le contaba a este último los juegos que tenía y que debían jugar juntos un día.
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Pasaron un agradable paseo en el parque, ahora caminaban a un restaurante para almorzar, allí Sesshomaru les diría que se llevaría a su novia y su hijo a Tokio.

–Bien ¿ya decidieron que comer?– dijo Toga bajando el menú, todos asintieron y tomaron su orden, para los menores pidieron refrescos y los mayores bebieron vino– ¿cuando te iras?

–En cuatro días– dio un sorbo a su copa y tomó la mano de Kagome– me llevaré a Kagome y Shippo conmigo

–¡Hasta que dices que si!– celebró Naomi sonriendo y alzando su copa– yo hablaré con Inuyasha y le diré que Rin estará con nosotros

–Debes cuidar a mi hermana– amenazó Sota mirandolo mal– y a Shippo hazlo feliz

–Volveremos en unos meses– le respondió alzando una ceja– Claro que cuidaré de ambos

–¿Puedo probar el vino?– preguntó mirando a su madre, quien negó– pero si ya tengo 15

Sesshomaru le dio de su copa, diciéndole que solo un poco.

–¡Sesshomaru!– reclamó Kagome quitando la copa de las manos de su hermano– ¡aún es pequeño!

–¿A que edad bebiste por primera vez?– le pregunto sabiendo la respuesta, su madre la miró mal y ella solo agachó la mirada– solo fue una probada, no volverá a beber

–Es asqueroso– dijo Sota tomando todo su refresco– Claro que no volveré a tomar.

–Hija...– todos quedaron quietos ante el tono usado por Naomi– ¿a que edad bebiste?

–Te mataré– le susurró a Sesshomaru, después se volteó a mirar a su madre– pues...eh...veras...fue con Sango a lo...catorce

–Yo a los trece– dijo Naomi haciendo a todos mirarla– mi abuela me dio a probar frente a mi madre, ese día me castigó– recordó sonriendo– aún que mi abuela me sacó a escondidas de casa esa noche y me llevó a pasear.

–¿Entonces por que no puedo probar?– todos rieron ante la duda de Sota.

Así pasaron su tarde, entre risas y recuerdos, también brindaron por la nueva pareja.
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Bankotsu había pedido verse con Kagome, ella no se negó y se juntaron en la noche en un pequeño parque cerca de su casa, al verse se abrazaron, hace un mes no sabían nada del otro, lo último que recordaba era que Bankotsu logró hacerse novio de Yuumi.

–¿Como va todo en tu relación?– se sentaron en los columpios y se movían lento.

–Bien, gracias– sonreía mientras la miraba– me dijo Sango que Sesshomaru esta aquí– ¿Que relación tienes con él?

–Somos novios– dijo como si nada– ¿te molesta?

–Hay opciones mejores ¿no crees?

–¿Por qué lo odias?– preguntó levantándose– apenas y llevamos un día, siquiera y lo conoces

–¿Y se puede saber hace cuanto lo conoces tu?– se bajó también y la tomó de los hombros– Kag, tienes mucho tiempo para seguir buscando

Kagome le sonrió y abrazo, diciéndole que por favor la dejara vivir, no era una niña, Bankotsu suspiró y la abrazó, no muy lejos de ahí, Sesshomaru veía todo con ganas de querer golpear a Bankotsu. Y se habría contenido de no ser por qué lo vio darle un beso en la mejilla.

–Quitale las manos de encima– puso a Kagome tras él– vete de aquí

–Que celoso Taisho– se burló el moreno– ¿Que pasa? ¿inseguro de tu relación?

–¿Inseguro? Jamás– abrazó a Kagome y la besó– solo alejó al idiota que fue a amenazarme hace tres meses

–¿Te amenazó?– interrumpió Kagome y Sesshomaru río victorioso– ¿Por qué?

–Cree que solo te quiero para el rato– le puso un mechón tras la oreja– y me amenazó

–¡Cierra la boca, solo cuidó a Kagome de un idiota!

–¿Pueden dejar de cuidarme todos?– gritó exaltada– ¡no soy ninguna niña!

Se fue dejándolos solos.

–Ahora estarás feliz, ¿se puede saber que te dijeron de mi?

–Conozco a los de tu clase, solo usan a las mujeres

–Y todo se debe a que tengo dinero– rodó los ojos y lo miro mal– ¿sabes con cuantas mujeres he estado?– Bankotsu lo miró mal y negó– solo dos, mi ex y Kagome

–¿La quieres?

–Mucho, ella es quien me ha enseñado a mejoras– miró la casa, aquella donde sintió calidez y felicidad– y no pretendo lastimarla.

–Espero lo cumplas– estiró su mano en un acto de paz, Sesshomaru la estrechó e hizo una reverencia– adiós Taisho.

Sesshomaru suspiró, ahora debía ir y encargarse de una mujer enojada, no era muy bueno para eso, pero si no iba, también se molestaría, revolvió sus cabellos y caminó a la casa viendo a Sota con Shippo en la entrada.

–Mi hermana llegó reclamando y Shippo tiene miedo.

Les asintió y entró escuchando a Kagome pelear con ella misma.

–¿Sabes que asustas a Shippo?– ella volteó enojada– ¿Por qué te enojas conmigo?

–¡Todos me tratan como niña!

–Sabes que yo no– se acercó y la tomó de la cintura– ¿te lo demuestro?

Kagome se sonrojó recordando la noche anterior, negó y escondió su rostro.

–Vamos, dile a Shippo que estas bien y que no estas enojado con él– la llevó afuera, viendo como Sota calmaba a su pequeño.

–Shippo, cariño– se agachó a su altura y le estiró la mano– no quería asustarte, solo estaba molesta con un amigo

–¿No hice nada malo?– preguntó parándose y jugando con su pies.

–¡Claro que no!– le dio un abrazo, besando su cabello y pidiendo perdón.