Uno×Jyugo
Bienvenido a este libro con la pareja más famosa y querida del anime
Ujuju
Disfruten de este capítulo ya editado
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"Sálvame de mis pesadillas"
No sabría decir cuanto tiempo pasó desde aquel encuentro entre el chico de grilletes y el rubio; semanas o, inclusive, meses. Solo sabría decirles que el primero, no dejo de tener pesadillas cada noche
Aquel encuentro lo había dejado tan marcado. Aquel dolor era real ¿y las heridas? No habían, lo que le confundía batante. Mientras más le daba vueltas, más se confundía
Durante el día meditaba sobre ello, de noche vivía de horribles pesadillas
Todo era tan oscuro, solo lograba escuchar el cómo le llamaban a lo lejos de forma cariñosa para ir subiendo la intensidad y llegar a gritos de dolor, pidiendo entre lágrimas que le ayudará, mas Jyugo no podía
Se quedaba estático mientras un gran espectáculo se presentaba frente a él:
Como presentador a aquel hombre de la cicatriz con una máscara, reía macabramente mientras chasqueaba los dedos y aparecía Elf arrastrando una jaula, en cuyo interior se encontraba cualquier personal de la prisión. Luego de ver con sus ojos el cómo era asesinado de una manera cruel y sanguinarea, le seguían más. Uno por uno de todos sus conocidos en Nanba eran ejecutados de maneras brutales, una más que la otra, siempre había un modo de pasar al siguiente nivel. Pero...
Hasta ese día la muerte que siempre miraba y que le provocaba despertar de golpe era la de su mejor amigo, quien lo colocaban en una plataforma a varios metros de altura con una soga al cuello, todavía floja, el rubio le empujaba y su amigo caía al vacío sin poder hacer nada para evitar su muerte
Solo escuchaba aquel sonido de la cuerda poniendose tensa y un crujido para luego despertar con lágrimas en los ojos y la respiración agitada
Despertaba alrededor de la media noche y, en adelante, no dormía hasta las diez de la noche siguiente, en total dormía menos de catorce horas a la semana
Como es de esperarse, su personalidad cambió, tenía unas grandes ojeras bajo sus bellos ojos, dejó de intentar escapar, su mente nunca estaba en la tierra, siempre volando en las nubes
Obviamente todos le miraban preocupados, inentaban hablarle, pero Jyugo respondía con un "estoy bien" y el resto se retiraba, claro estaba que no le creían en nada
Esas pesadillas lo mataban lentamente y nadie lograba decifrarlo, y mientras tanto, Jyugo sufría en silencio cada noche, y esta, no es la excepción.
Sangre
Gritos
Lágrimas
Jyugo quería ayudarles a todos ellos, pero en su cabeza, él estaba inmóvil, y eso le molestaba, sentirse tan... inútil
Aquel espectáculo, que fue más largo que de costumbre, esta por finalizar con el acto de la noche:
El """suicidio""" del prisionero 1311
Jyugo temblaba desde el suelo mientras le veía como se preparaba para ser empujado a su muerte
-N-no... -logró susurrar al ver como Elf, con una sonrisa perturbadora, se acercaba lentamente por detras de su mejor amigo y posicionaba sus manos en la espalda del rubio
Algo había de diferente. En aquellos ojos celestes, logró notar un toque de tristeza en esas cuencas acompañadas de una sonrisa tan... plástica
No era él...
no era él...
no no...
¡no! ¡ese no era su amigo!
-¡¡Uno!! -exclamó el azabache mientras se movía con dificultad, pues a cada movimiento, un mar de dolor sentía en su cuerpo
Corría hacia la base de la plataforma para tratar de salvarle, pero... no lo logró
Elf empujó al vacío a aquel prisionero, esperando ha que la cuerda que rodeaba su cuello se tensara y terminase con aquello
Casualmente Jyugo quedó bajo él.
¡Podía salvarlo, por fin le sería útil!
Estaba con las manos extendidas hacia arriba, esperando atrapar a su mejor amigo, evitar esa muerte tan horrible. Pero simplemente le dio una peor. Sus manos cambiaron su aspecto original para mutar a unas enormes cuchillas que apuntaban al prisionero número 11
Jyugo trató de quitar sus "manos" pero ya era tarde, esas cuchillas habían atravesado el esbelto cuerpo de Uno, quien escupía sangre y otras sustancias asquerosas. El rubio dirigió su mirada a su amigo, se veía decepcionado. Le dedicó una última sonrisa triste para finalmente cerrar sus parpados.
~●~
Jyugo se incorporó de golpe. Nuevamente otra pesadilla y peor que el resto. Tenía la respiración agitada y lágrimas salían a montones
Miró a su alrededor, seguía en su celda y a su derecha estaban sus tres amigos plácidamente durmiendo
Intentó tranquilizarse, en vano. Dobló sus rodillas, las abrazó para luego undir su rostro en éstas y sollozar en silencio
Lo sintió tan real, el cómo la persona que pretendía ser su amigo era asesinado. Sí, no era él en verdad, pero le fue casi imposible no creérselo, mató a su amigo...
Solo era un sueñor, un horrible y real sueño, pero ¿y si se vuelve realidad? ¡puede volver a descontrolarse y cobrar alguna vida! Al fin y al cabo, para los demás, para Elf, para Uno, para el mismo... es solo un mounstro ¿cierto? Un completo inútil que lo único que sabe hacer es escapar y descotrolarse
Los momentos pasaban en completo silencio, sin que el joven dejara de llorar en completo silencio. Las lágrimas no cesaban y su mente parecía cada vez más perder la cordura, la poca que poseía en esos momentos
-Jyugo... -escuchó un susurro
Levantó la mirada y vio, al lado suyo, incado y con una expresión preocupada, aquel rubio de ojos azules
-joder, Jyugo -exclamó al ver el estado del menor, tan vulnerable, una faceta que no lo ha visto más allá de tres veces en su vida- ¿Qu-? -no logró finalizar la pregunta pues el azabache se lanzó a abrazarlo con todas las fuerzas que él poseía, lo cual no era mucha, mientras hundía su humedo rostro en el pecho del mayor
No dijo nada, solo le dedicó a rodearle con sus brazos mientras escuchaba pequeños sollozos
Hacía ya dos semanas que despertaba a media noche por los gritos de su amigo, pero nunca se acercó. Esta noche, sus gritos eran más desesperados y se sorprendía que los demás no se despertaban
Pronto, sintió su pecho humedo por las saladas lágrimas que dejaba escapar el menor. Poco a poco dejó de escuchar esos sollozos y la respiración se relajaba
-¿Jyugo? -llamó Uno, y recibió un pequeño ronquido por parte del mencionado
Se había quedado dormido. Su rostro reflejaba tranquilidad, por primera vez en varias semanas, a parte que se quedó dormido muy rápido teniendo en cuenta sus problemas últimamente
Uno sonrió al verlo tan sereno, así que, con mucho cuidado lo recostó en su colchoneta y se colocó a su lado, sin soltarse del todo del abrazo
Admiró el rostro de Jyugo hasta cerrar sus ojos y caer nuevamente en los brazos de Morfeo
~●~
El azabache despertó entre los brazos de Uno y sintió una tranquilidad enorme
Después de haberse vuelto a dormir, no tuvo pesadillas esa noche. Se sintió protegido entre los brazos del rubio
Alzó la mirada y encontró el rostro de Uno a tan pocos centímetros de distancia. Examinó cada facción de su amigo
Jamás entendió por que a él le llovían las mujeres, estando fuera de prisión, y en esos momentos lo entendió tan bien: Uno era hermoso, en todos los aspectos posibles
¿por qué hasta ese momento se daba cuenta de aquello? Se golpeaba internamente por eso
Sus ojos bicolores repasaron todo su rostro una y otra y otra vez, hasta finalmente fijarse en los labios. Esos labios tan perfectos a simple vista, se veían tan... apetecibles...
¿y qué tal si...?
Comenzó a quebrar esa poca distancia entre ellos. Quería, necesitaba probar esos labios
Pocos milímetros más y...
-¡¡BASTARDOS, LEVANTENSE!!
¡¡Maldito seas, Hajime!!
Inmediatamente Jyugo se separó lo más que pudo, antes de que el rubio recobrara la conciencia, cosa que tardó pocos segundos
-¡ahhh! ¡Hajime déjanos dormir! -pidió Nico un tanto adormilado
-¡¡nada de dormir, malditos!! ¡arriba que Yamato los llevará a su entrenamiento!
-Pero, Hajime~ -renegó el rubio con los hombros caídos
-¡¡ahora!!
No alargaré más esto. Solo diré que a patadas los sacaron de su celda, sin siquiera poder arreglarse un poco
Iban caminado con flojera unos pasos delante de su guardia. Jyugo se mantenía alejado de los otros mientras analizaba lo sucedido. Casi besa a su amigo, amigo que le salvó de su última pesadilla
Se sintió protegido, sereno, finalmente se sentía bien, gracias al británico
-¿y si...?
~●~
-¿ah? -dejó salir el rubio- ¿Qué...?
-duerme conmigo -pidió Jyugo
Llegó a una teoría: dormir junto a él le ayudaría a calmar esos sueños desastrosos
Y allí estaba él, parado frente a Uno
-¿no estarás demasiado grande para dormir acompañado? -preguntó con humor, aunque al azabache no le hizo gracia- mejor duerme con Rock o con Nico -recomendó soltandose el cabello
-yo quiero dormir contigo -dijo Jyugo desanimado mientras daba media vuelta y caminaba a su funda de dormir
El rubio solo le miró confundido
Los minutos antes de la hora de apagar las luces fueron agradables en la celda 13. Por primera vez, luego de varios meses, veían a Jyugo sonreír. El porqué no lo sabían, solo querían aprovechar el ver a su amigo con los ánimos arriba
-¡¡a dormir, pendejos!! -se escuchó aquella sarcástica voz para que después cada luz de las celdas se apagara
Los cuatro amigos se acomodaron después de darse las buenas noches y caer dormidos, o al menos la mayoría
Jyugo, fue la excepción. Tenía miedo, ahora se sentía tan desprotegido.
Los minutos pasaban lenta y tortuosamente, al punto que pensó que ya habían pasado horas sin dormir. Estaba acostado de lado. Sus párpados caían torpemente, su mente no funcionaba, debía resistir, no dormiría, no dormiría...
Estaba por caer dormido, con miedo... pero, fue entonces que sintió unos brazos rodearle y una respiración en su cuello. Su cuerpo se tensó ante aquel contacto
-Jyugo -susurraron en su oído- ¿Cómo es que siempre me convences de éstas cosas? -preguntó con una sonrisa
El rubio sentía el corazón del menor latir con violencia. No dijo más y quedó dormido rápidamente abrazando Jyugo, y éste... dormía en paz...
~●~
Nuevamente, no sabría decirles cuanto tiempo pasó desde aquello, solo les he de decir que Jyugo estaba mejor
Durante el día era el más energético y positivo, con más planes de escape, obviamente todos fallidos. Ahora era feliz
¿pesadillas? Quedaron en el pasado. Ahora solo quedaba profundamente dormido, y todo ello se lo agradecía a Uno, quien cada noche se encontraba a su lado
Su corazón latía con fuerza y sus mejillas se calentaban al estar cerca de él, esa sensación... le agradaba, quería más...
Era de noche y ya era obligación de ambos estar juntos en una misma funda, conversando como amigos mientras Nico, a una distancia prudente, les miraba con una mirada pervertida al tiempo que imaginaba miles de historias entre ellos dos. Ay Nico... Nico... NIII
Sin aviso alguno, las luces se apagaron y cada quien se posicionaba en sus respectivas fundas, menos Uno y Jyugo, claro está
Sin duda alguna, el tiempo estaba volando y en un abrir y cerrar de ojos, ya era cerca de la media noche y extrañamente a Jyugo le dio un ataque de insomnio, mirando el techo como si fuese lo más entretenido del mundo
-¿no puedes dormir? -escuchó a su amigo, quien no mostraba señales de haber dormido
-no -respondió secamente
Ambos estaban en completo silencio, bueno... supongamos que los ruidos de sus amigos no existían. El uno junto al otro, disfrutando de su compañía
-Jyugo, quiero que me respondas algo -habló en susurro el mayor
-¿el qué?
-¿Qué es lo que soñabas hace unos meses? Hablo, de tus pesadillas -dijo inseguro
A Jyugo le dio un pequeño escalofrío al escuchar aquellas palabras. A pesar de haber pasado meses desde su última pesadilla, las recordaba con todo detalle y no estaba listo para poder hablar de ello. Tenía miedo de volver a ver aquel espectáculo del horror
Estaba por decirle rotundamente que no quería hablar de ello, cuando sintió como Uno colocaba su mano sobre la suya, acariciandola con su pulgar. Aquel contacto, le dio seguridad
-soñaba con aquel hombre de la cicatriz que me maldijo con los grilletes -habló sin titubear- él, junto a su asistente mataban frente a mi a cada uno de ustedes... todo sin que yo pudiese hacer más que presenciar sus muertes... pa-para finalmente acabar... contigo... con tu suicidio... -hizo una pausa para tranquilizarse un poco
El miedo lo volvía a invadir, como si en ese momento lo estuviese viviendo. Sus ojos comenzaban a cristalizarse. Estaba por dejar salir sus lágrimas cuando sintió como Uno entrelazaba sus manos con fuerza, dandole fortaleza
-una y otra vez te veía morir de la misma forma... ahorcado... asesinado...por mi...me sentía frustrado por ser tan inútil, por no poder salvar a nadie... por no poder salvarte a ti... es... algo horrible -confesó
Uno no respondió, solo se colocó sobre él, a tan solo centimetros del menor, mirándolo a los ojos, a esos heterocromaticos ojos que tanto le gustaban
-yo estoy aquí, todos estamos aquí... ya no debes preocuparte por ello, no dejaré que eso te vuelva a hacer daño -le dijo con toda seguridad y una sonrisa
Vio como de sus ojos salía una lágrima y se formaba una pequeña sonrisa. Las manos del menor rodearon delicadamente el cuello del mayor y sin pensarlo lo atraía hacia el, uniendo sus labios de forma torpe
Uno sonrió de lado para después darle forma al beso en un apasionado, besaba como un dios
El menor se sintió en el cielo al finalmente sentir esos labios tan dulces, joder se estaba volviendo loco con ese beso
Finalmente el beso acabó, Uno se separó lentamente y miró nuevamente a los ojos a Jyugo
-asi que finalmente te animaste ¿eh? -preguntó con una sonrisa coqueta
-cállate -dijo Jyugo con sus mejillas rojas
El mayor solo río y se acerco a plantarle un beso en la frente
-descansa, Jyugo
-gracias...
Mientras tanto, Nico ponía toda su atención mientras imaginaba todo tipo de fanfic entre ellos dos y cuanto ganaría si publicaba mangas en base a ellos
[FIN]
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