Kenshiro×Musashi
Pareja pedida por: ax100pre y NicoBelandria4k
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"¿sientes eso?"
Era otra tarde en la prisión de Nanba. Todos hacían lo que les gustaba, ya sea, fumar, maquillarse, escaparse y demás. Pero, había un solo guardia que no estaba bien del todo.
Aquel hombre de piel morena se encontraba en el subnivel de su ala, frente a la celda, leyéndole al recluso 634. No era su actividad favorita el convivir con aquel sujeto que si bien ya no era peligroso, si se comportaba un poco raro
Acabó la lectura y el pelirrojo volvió a ver al moreno quien se encontraba con la mirada perdida y en el suelo, parecía pensativo
-¿qué te sucede? -preguntó el menor
-no es nada -mentira
Musashi sabía que Kenshiro no quería estar allí, no con él. Lo sabía pues lo sentí, y eso le dolía. Era esa la razón de su rostro. Aun asi no dijo nada más
-estoy cansado -habló el menor- quiero descansar, por favor, déjame aquí -pidió Musashi
Kenshiro alzó una ceja por aquella respuesta tan... espontánea, por así decirlo. Aún así no le daría vueltas al asunto. Suspiró para después levantarse y caminar rumbo a las escaleras para subir y dar por acabada su jornada laboral y poder ir a descansar, pues mañana sería un nuevo y mejor día ¿cierto?
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-¿qué te sucede? -el pelirrojo volvió a pregunta al ver a su guardia tan distraído con su lectura de hoy
El hombre de blancos cabellos se sobresaltó por aquella pregunta tan repentina a media lectura. El guardia suspiró cansado y frustrado
-no es nada -mentira
Ese día no había sido para nada bueno. A aquella mujer de azulados cabellos le había dejado en claro sus sentimientos. Todo el amor que le tenía fue declarado y rechazado y claro que no de una manera sutil.
Sus ánimos y su corazón fueron quebrados violentamente con la realidad y encima tenía que estar con su recluso """favorito"""
-mentiroso -dijo Musashi alzando la mirada para poder mantenerse cara a cara- ¿qué te sucede? -volvió a preguntar seriamente
-no es nada -volvió a responder el guardia con el ceño fruncido- no me llames mentiroso si no sabes que en verdad estoy mintiendo. No tienes ojos como para verme y demostrar lo contrario -habló irritado y de inmediato se arrepintió
No le gustaba cuando otros reclusos, o el mismo Musashi, se burlaba de su falta de visión por culpa del recluso 15. De hecho, una vez le defendió de otros presos que iban a golpearle por aquella ausencia de sentido y se juró, le juró al pelirrojo que no le haría nada así, por nada del mundo lo haría
Estaba por pedir disculpas cuando fue el menor quien la palabra tomó
-¿sientes eso? -preguntó con una sonrisa calmada, a lo cual el albino negó- es... algo que se puede palmar en el aire. Un aura que traes contigo, si lo quieres ver así
Kenshiro le miró sorprendido. Era el hecho de que él, aun sin visión, pudiese notar aquello lo que le sorprendía
-¿Qué te sucede? -volvió a preguntar con una sonrisa compresiva
-... -estaba dudando si decirle o no su situación.
De todas formas, no tenía a nadie más que le escuhase y no se burlase de él
-ha sido la alcaidesa -respondió bajando la cabeza- ella... -trataba de articular las palabras, de verdad, pero simplemente no las quería decir pues sabía que en cuanto lo dijera lo golpeará la realidad- e-ell-la... -sentía como su voz comenzaba a quebrarse y sus ojos se humedecian
Se arrepentía por haber respondido a la pregunta del recluso. Ahora hacía sus mayores esfuerzos para no dejar caer una lágrima y ser fuerte. Falló
Sintió como sus piernas se debilitaban, asi que se apoyó en los barrotes de la celda aún con su cabeza gacha. No quería verse vulnerable, no frente a él...
No escuchó ningun sonido por parte del menor, solo llegó a sentir unos brazos rodearle. Alzó la mirada y se topó con el pelirrojo abrazandolo con dificultad a través de los barrotes. Tembló por aquel contacto y volvió a sentirse débil. No lo soportó más y se hecho a llorar en su hombro entre los barrotes mientras le correspondía el abrazo. Era eso lo que tanto necesitaba: un abrazo de cualquier persona que en verdad le interesase
Solo se escuchaban los sollozos del albino y las leves palmadas en su espalda seguido de las palabras "calma, todo estará bien" por parte del recluso
El guardia dejó de llorar luego de varios minutos eternos para darse cuenta de la situación en la que se encontraba con su preso. Inaceptable, simplemente aquella muestra de cariño era inaceptable. Pero... le estaba gustando. Extrañamente sentía un calor tan... cómodo junto al latir acelerado del recluso ¿o era el suyo?. No quería separarse, no lo haría...
-Oye, perro -escucho una tercera voz proveniente de su dispositivo de comunicación especial de Nanba. Vaya nombre
Suspiró pesadamente antes de separarse a regañadientes del menor para rápidamente darle la espalda y contestar la llamada
-¿Qu-ué sucede? -preguntó algo nervioso
-reunión de superiores en el ala 1, en quince minutos. Apurate -habló aquel hombre que había robado el corazón de su amada antes de cortar la comunicación
Kenshiro se volvió a su preso quien le dirigía el rostro con una pequeña sonrisa y un leve rubor
-terminaremos la lectura después -habló a secas para luego volver a girarse y dirigirse a la salida no sin antes escuchar por parte de Musashi
-aww te ves muy lindo sonrojado -lo había susurrado y aún asi el mayor le escuchó y su sonrojo aumentó
~●~
-¿Qué te sucede? -volvió a preguntar el pelirrojo apoyándose en los barrores
-no... no sé -respondió el albino
Este se sentía tan raro. Hacía ya más de un mes del rechazo de su único amor y sus visistas al subsuelo de su ala eran más frecuentes con cada día que pasaba. Simplemente necesitaba ver al recluso pelirrojo, el cual siempre que algo le sucedía era el primero en preguntar por su estado
Tal vez fuese solo el sentimiento vacío que quedó después del rechazo el que hizo que se sintiera más cómodo con él, tal vez solo fuese la desesperación
-¿qué sientes está vez? -preguntó Kenshiro mientras se levantaba de su silla y se coloca frente a la celda
-jum... -se quedó pensativo con la mirada perdida por varios segundos para después decir con el mentón en alto- acércate y te digo -habló con una sonrisa asomando su cabeza por entre los barrotes
El albino le miró confundido para después acercarse más a la celda
-un poco más -pidió Musashi
Kenshiro dio un paso adelante
-un poco más -volvió a pedir
Y Kenshiro dio otro paso adelante
-un poco... olvídalo, te ayudaré -dijo mientras sacaba sus brazos entre los barrotes y alcanzaba la capa del mayor para luego atraerlo hacia si de forma brusca
Kenshiro no podía estar más nervioso y sonrojado que nunca, y con razones, estaban a tan solo centímetro, no, milímetros de distancia el uno del otro. Podía sentir el cálido aliento del menor chocar con el suyo
-¿sientes eso? -preguntó calmadamente el pelirrojo
-n-no... -murmuró con sus ojos clavados en los labios ajeno- ¿q-qu-é e-es?
-no sé -respondió sin perder su sonrisa- ven y descubrelo tú
El apodado perro supo a lo que se refería, asi que lenta y nerviosamente fue matando la distancia entre ellos hasta unir lentamente sus labios en un suave y tierno beso. Sentía el calor en los labios ajenos, se sentía tan bien aquella sensación que inclusive olvidó todo, ya nada le importaba
Por la falta de oxígeno terminaron separándose y viendose a la cara, bueno, Kenshiro a Musashi
-¿sientes eso? -preguntó el pelirrrojo
-s-sí
-FIN-
HEY
I HAVE A QUESTION
CON QUIÉN SHIPPEAN A MITSURU!?
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