HOOOOLA
disculpad mi falta de actividad aquí, pero... bah no sé que decirles más que inspiración no tenía. Pero, ahora sí, por ello, lo más probable es que suba algún otro one-shot

Y sí, ya sé que a algunas personas les debo pero es que estoy TAAAN desorganizada con ello que ahora mismo iré a ver quienes me faltan

Ahora sí, disfruten

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"Admitelo"

-¡yo lo soy!

-¡no, yo soy el más guapo de la prisión!

-de hecho, ese es Seitarou...

-¡¡NO TE METAS!!

La mejor visita al ala 3 para el británico, no era. Este y el estadounidense tenían sus puntos de vista MUY diferentes sobre quien era más atractivo, y era obvio que ambos pensaban que ellos lo eran. Se debe agradecer que el francés no se les uniera a esa disputa, pero hay que quejarse del hecho de haber opinado a favor del guardia de celestes cabellos.
Ambos atacaban diciendo sus mejores cualidades, las cuales eran muchas, sus formas de cuidado de cabello y piel y demás cosas de gente egocéntrica
Su público, es decir, el francés no tolerará más aquella estúpida discusión por ver quien es el segundo más atractivo, porque claro, el primero es él

-si les digo que hay una forma de descubrir quien es más atractivo ¿dejaran de pelear? -preguntó Trois y rápidamente sus compañeros le volvieron a ver

-¿cuál es? -preguntaron al unísono

-ambos admitan que el contrario es atractivo -dijo con simpleza, a lo que ambos responieron indignados

-¡¡primero muerto!! -al unísono gritaron

-ppr favor, solo deben decirse, al mismo tiempo, lo atractivo que es el contrario -dijo Trois, cansado

De mala gana, ambos aceptaron y se colocaron frente a frente, listos para admitir la belleza del contrario

-a la cuenta de tres -indicó el peliverde de mechas amarillas- uno...

El rubio sintió una picazón en sus fosas nasales, dando aviso a lo que vendría

-dos...

Se hacía más potente esa picazón, cuando finalmente desapareció al provocar que el rubio estornudara un instante antes de que el francés terminara su cuenta

-¡tres!

-eres demasiado puto -se escuchó decir al pelimorado aun con aquel estornudo por parte del rubio, quien se incorporó rápidamente a encarar, molesto, al estadounidense

-¡¿DISCULPA?!

-ups -soltó sin ninguna expresión de arrepentimiento real

-¡maldito tramposo! -gritó Uno al tiempo que se lanzaba contra el mayor y comenzaba a jalarle sus cabellos que se habían vuelto puntiagudos

Trois suspiró con pesadez mientras se masajeba las sienes. Mientras, en el suelo se encontraban Uno y Honey peleando y gritandose todo tipo de cosas hirientes
En un momento, fue Honey quien estaba encima del rubio, tomándolo por los hombros

-¡no entiendo como un idiota como tú ha conseguido tantas chicas lindas! -ladró furioso

Uno se enfureció por aquel comentario y, de un momento a otro, se posicionó sobre el pelimorado, encarandolo molesto

-te lo demostraré, my lady -dijo aun molestó pero de modo sedutor antes de unir sus labios en un apasionado beso

Esa era su arma secreta. Un beso candente y apasionado, que deja a cualquiera perplejo antes de caer en aquel sensual juego. Y Honey, la excepción no era
Se dejó guiar por aquellos labios expertos, mas no tanto como los propios. Se extraño cuando el rubio se separó de la nada y lo miró a los ojos

-admite que soy el mejor -sonrió con arrogancia

Aquello enfureció a Honey y, de un momento a otro, volvió a tomar lugar arriba del británico

-te enseñare como es que se hace, mocoso -habló para luego besarle con más intensidad

Uno mal decía al contrario por ser tan bueno besando, pero más se mal decía a sí mismo por dejarse
Mientras tanto, Trois les miraba perplejo por... eso. Por aquella forma tan inmadura por parte de ambos
Luego de un sensual beso por parte del pelimorado, este se separó y le miró a los ojos

-admite que te gustó -habló seductoramente

El rubio sentía sus mejillas arder, mas no se dejaría intimidar. Volvió a posicionarse sobre Honey y comenzó a besar el cuello del contrario. No solo besarlo, sino lamerlo, chuparlo, haciendo que Honey suspirara

-te gusta ¿no? Admitelo -habló entre beso y beso

Honey seguía suspirando y no estaba dispuesto a admitir en voz alta que le gustaba, pero aquello era juego para dos
Volvió a tomar lugar sobre el rubio y, rápidamente, le despojó de su camiseta negra para luego acercar sus labios a uno de sus pezones y comenzar a chupar uno mientras con su mano libre jugaba con el otro pezon. Uno soltó un leve gemido por ello, pero al momento se llevó una mano a su boca. Honey logró escuchar aquel sonido que tanto le hizo gracia

-te gusta, y lo sabes -habló con humor aún sin dejar los pezones ajenos-admitelo

Ya no estaban que admitían la belleza ajena, ahora debían admitir lo bueno que eran en la cama. Maldita sea
Uno no dijo nada, trataba de reprimir cualquier sonido que de su boca quisera salir. No pudo colocarse sobre el pelimorado, pero sí pudo desplazar su otra mano al pantalón del mayor. Le desabrocho el pantalón y comenzó a acariciar la entrepierna contraria con un poco de brusquedad. Aquello sorprendió al pelimorado, quien dejó escapar un sonoro gemido, a comparación de Uno, quien le dio gracia aquello

-a-admite que-e te gu-usta... -susurró el británico- a-admi-ite que te gu-usto

-pu-udrete-e moco-oso -le respondió, pero en su voz se notaba lo excitado que estaba, y sin contar que el bulto en su entrepierna hacía su esfuerzo por no levantarse

Trois no podía estar más sorprendido por aquello, trataba de no soltar un grito mientras presionaba el botón de la celda repetidas veces, lo que le mandaba una señal a su guardia de que debía ir, pero ya llevaba asi un rato y nadie llegaba
Uno deslizó su mano, la que estaba en la entrepierna ajena, hacia el interior de su pantalón y la guió hasta el trasero -bien redondo- de Honey. Comenzó a acariciarlo, sobre la tela, de arriba a abajo, dando la forma circular. Se detuvo la entrada del contrario y fue allí donde uno de sus dedos simuló embestirlo aún sobre la tela, lo cual le excitaba mucho más a mayor, quien de inemdiato unió sus labios con los ajenos en otro beso

¿acabarían cogiendo?

-¡¿Qué demonios sucede aquí?! -de no ser por aquel guardia que ingresó de golpe a la celda, liego de tantas llamadas por parte de aquella celda

Su miedo se transformó en sorpresa y enojo al ver la escena erótica que montaban los reclusos 82 y 11 en medio de la celda

-¿¡QUÉ MIERDA LE ESTÁS HACIENDO A MI RECLUSO!? -gritó mientras se acercaba al rubio, lo tomaba de su cabello y lo arrastraba fuera de la celda mientras le gritaba todo tipo de cosas

-¡Kiji, por favor! -le habló el pelimorado, aun en el suelo

-¿¡por favor qué!? ¿¡me vas a decir que te gustó lo que te hizo este pedazo de mierda!?

-pues sí, me gustó -respondió seguro, pero rápidamente se arrepintió y se cubrio la boca

Uno le miró sorprendido y con una sonrisa arrogante. Él había ganado aquella batalla

-vuelvo cuando quieras, corazón -se burló Uno antes de ser escoltadonduera de la celda

Honey gruñó y golpeó el suelo con ambas manos luego de que la puerta se cerrará

-Honey -llamó su compañero

-no estoy de humor -le contestó molesto sin siquiera volver a verle

-¿qué es lo que te gustó? -preguntó con curiosidad, y un poco traumado

El silencio se apoderó del sitio por varios minutos antes de que el estadounidense le volviera a ver

-esto no sale de aquí -le advirtió- fue ese atractivo mocoso, lo admito

-FIN-