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Honey×Tsukumo

Vale, pues les diré el motivo de mi felicidad:
-el libro llegó a las 1K de estrellas y eso me pone tan HAPPY
-anduve de cumpleaños
-MI PLATONIC ME FELICITO!! <333

Bueno bueno, dejo de llamar la atención y disfruten

●~~~●~~~●

"Cumpleaños"

Los medios de comunicación, las redes y demás estaban que explotaban de los múltiples mensajes, dibujos y fotos que se dirigían a uno de losa actores más queridos de Japón. Mandaban sus mejores deseos para aquel ninja para aquel día tan especial, mas parecía que sus mensajes no eran ni revisamos, aunque era de esperar pues el actor llevaba desaparecido poco más de cinco meses

¿dónde estará?

La respuesta para pocos, era Nanba. Allí estaba el de cabellos rosados, desayunando como cada día, aun sabiendo la fecha.
No había mucho que decir o que esperar de ese día ya que nunca lo disfrutó en realidad. Su vida era trabajo, trabajo y trabajo gracias a su estricta "madre".

Asi que ese día lo consideraría como cualquier otro en su vida.

Estaba desayunando con los reclusos de la celda 13, quienes desconocían la fecha, de hecho, todos lo hacían.
No fue hasta que la puerta de la cafetería se abrió de golpe cuando todos dejaron de comer y se giraron a ver. Menuda sorpresa la que se llevaron al comenzar la música
Una melodía bastante alegre de origen mexicano inundó el sitio, transmitiendole su aura alegre, gracias a aquellos hombres con instrumentos
El motivo por que llegaron no sabían hasta que entró, en movimiento con la música, un sonriente pelimorado que exclamó a todo pulmón:

-¡¡feliz cumpleaños, ninja kamikaze!!

El nombrado actor sintió todo su cuerpo temblar y sus mejillas calentase y sus nervios aumentar ante aquellas palabras
Más temprano que tarde comenzaron los aplausos hacia aquel ninja

-¿Tsukumo? -llamó el japonés al ver tan pálido al contrario y temblando

-¡ninja kamikaze! -exclamó Honey, alarmado, al ver como su ídolo caía inconsciente

~●~

Abrió lentamente los ojos y agradeció que aquello fuese un sueño

-vaya manera de celebrar tu cumpleaños ¿o no, recluso 99? -preguntó el doctor con ironía

Ve como el recluso palidece y rápidamente le pasa unas pastillas. Necesitaba calmarse, pero no podía, no sabiendo que así eran las fiestas, escandalosas y demás. Y más sabiendo que era su acosador quien le festejaba.

No, definitivamente no quería celebrar su cumpleaños

-¡¡Ninja Kamikaze!! -exclamó un estadounidense de morados cabellos al entrar escandalosamente, lo cual asustó al ninja- ¿estás bien? Lo lamento tanto, te prometo que esos mariachis no vuelven a tocar hoy ¿escuchaste? -hablaba muy rápido y Tsukumo apenas podía seguirle el paso

Parecía muy emocionado al hablar sobre todas las cosas que harían ese día por el actor, pero este estaba taaan incómodo y nervioso por todo lo que le esperaba. Quería escaparse en ese momento

-Honey -llamó el pelirosado

-¿sí, ninja Kamikaze? -preguntó con una sonrisa de saber que su ídolo lo llamó

-solo dime Tsukumo -inició- y te agradezco por... todo lo que has hecho, pero... -permaneció un momento en silencio ante la mirada ansiosa del estadounidense- no quiero hacer nada este día -dijo lentamente esperando que el contrario se lo tomara bien

Tal vez no fue así. Su rostro se deformó a... decepción, tal vez, o regañado, o molesto, la verdad, es que era difícil de decribir. Tsukumo se sintió tan mal por el que rápidamente prosiguió:

-nada... que no sea estar con ¡mi mayor fan! -exclamó con una sonrisa, tal vez lo disimuló bien

-no soy tonto -habló con su pésimo humor habitual- no digas tantas m-

-¡es en serio! -exclamó rápidamente mientras lo tomaba de la mano- ¡sería el mejor regalo que podría pedir! -vaya vaya, a veces me pregunto si no se atragataria con esas mentiras

A menos que no sean mentiras.

Vio como el rostro del contrario volvía a irradiar de alegría

-entonces vamos a comer -dijo mientras guiaba al ninja fuera de aquel consultorio, aun con sus manos entrelazadas

~●~

Finalmente llegaron al ala 3, naturalmente, siendo escoltados por el supervisor, claro.

Durante todo el recorrido, Tsukumo y Honey mantenían una agradable conversación en donde el estadounidense no hablaba de sí mismo, tampoco del actor y lo bueno que era, sino de cosas tan triviales. Conversación que extrañaba

Se dirigieron a la cafetería y allí fueron a la mesa más alejada, y mejor arreglada, solo ellos dos
No pasaron ni dos minutos en aquella mesa cuando varios meseros se presentaron y les sirvieron un plato japonés llamado Soba, y con tan solo verlo, al ninja se le hizo agua la boca.

-es tu platillo favorito ¿o no? -preguntó el estadounidense mientras veía al ninja devorar aquel plato

La pregunta se respondió sola

Tsukumo se delitaba con aquel sabor que muy pocas veces había llegado a probar pero tanto le había llegado facinado.
No le bastó con haberse atravesado un plato, le siguieron otros tres y medio mientras era observado por Honey, quien disfrutaba ver a su ídolo el sonreír
Acabaron su almuerzo y el guardia adjunto del ala 13 llegó a recoger a su recluso y, antes de que eso pasara, Honey le dijo:

-espero vuelvas para la cena, tengo otra sorpresa

~●~

Aquellas horas antes de que la noche cayera fueron muy tranquilas para el ninja. No había hecho nada extraordinario, esos eran sus planes desde un principio, mas se sentía tan vacío, tan osioso, tan... deprimido haciendo nada. Le hacía falta aquel estadounidense que le escuchaba atentamente.

Estuvo esperando ansiosamente hasta la hora de la cena para que el guardia del ala 3 llegara a recogerlo

Finalmente las horas eternas pasaron y aquel guardia, de dudosa sexualidad, se presentó a la celda, pidiendo llevarse al ninja

Lo guió hasta el ala 3 y mientras, Kiji le arreglaba de vez en cuando el cabello, el traje, hacía lo posible para que se viera decente, lo cual logró mientras soltaba comentarios diciendo lo bien parecido que era.
Finalmente, llegaron a la misma cafetería de ese día más temprano, pero al abrir esa puerta, solo se vio una mesa en el centro, con una blanquesina luz que le iluminaba y a un pelimorado aguardando al lado de ella, quien no dudó nada en acercarse al ninja

-buenas noches, sir Kamikase -saludó mientras tomaba su mano y lo guiaba a la mesa mientras Tsukumo sentía sus mejillas arder

Ambos tomaron asiento y Honey notó cierta sensación en el contrario

-¿es muy elegante? -preguntó Honey- disculpa si así es

-no no no -se apresuró a decir Tsukumo- es solo que no esperaba esto, algo tan grande -contestó avergonzado

-te lo mereces -le sonrió mientras veía al ninja sonrojarse

Después de una cena bastante completa -con carne, arroz y ensalada- con una plática muy animada, comenzó a sonar una música bastante lenta

-no son los mariachis ¿verdad? -rió Tsukumo con nerviosismo

-no, solo es la música que bailaremos -respondió Honey mientras se levantaba y se pocisonaba al lado del pelirrosa

-¿a-ah? -antes de preguntar algo más, el estadounidense lo tomó de su mano y lo levantó y lo guió hasta una parte vacía, donde fue Honey quien tomó el control del asunto y sujeto al más alto por los hombros mientras Tsukumo lo tenía por la cintura, a una distancia que decía mucho de la situación

Comenzaron aquel bals, lento y cercano. Ni uno decía nada, solo se veían y bailaban al son de la música, disfrutando ese momento

-muchas gracias por todo en este día, Honey -susurró el ninja mientras abrazaba al contrario- jamás me habían dado tanto en este día, ni mi propia madre. Ojalá pudiera agradecertelo como te mereces

-no me lo agradezca, te lo mereces

-lo haré, Honey

~●~

Habían pasado 3 meses desde el cumpleaños del ninja, y parecían más unidos él y su fan.

Pero ahora, nos enfocaremos en el pelimorado, quien iba junto a su compañero de celda a la cafetería del su ala, y por cierto, el frances no dejaba de felicitarle mientras Honey recibía todos esos comentarios con arrogancia, aunque la verdad, estaba muy feliz

Al abrir las puertas de su comedor, los recibió una música muy alegre por parte de aquellos mismos hombres con instrumentos

-¡Feliz cumpleaños, Honey! -exclamó un pelirrosa que se hizo presente ante el mencionado

Honey solo rió y lo abrazó mientras le agradecía. Luego de un animado baile entre todos los reclusos, finalmente se dispucieron en una mesa a desayunar, amboa reclusos de aquella ala y el invitado. Conversaciones triviales mientras comían.

El tiempo pasó volando y Tsukumo ya debía irse, pero antes de que Kiji lo escoltara a su ala, Honey le pidió un momento a solas en el pasillo, y claro, se lo concedió. Allí estaban ellos dos, viéndose sin decir nada, hasta que Tsukumo el silencio rompió

-lamento darte tan poco y no lo que tú me diste -se rascó la nuca- pero entiendeme, me gasté todo con los mariachis ¿sabes cuánto cobran esos malditos? -rió

-a mí me hiceron descuento -rió- sin embargo, te lo agradezco, me has dado mucho

-quiero darte más -se apresuró a decir- pideme lo que quieras

No pasaron ni 5 segundos cuando Honey se abalanzó sobre él a besarlo tanto con desesperación como pasión, mientras el ninja, solo se dejaba. Al cabo de segundos que fueron eternos y hermosos para ambos, termonaron por separse

-feliz cumpleaños

[FIN]

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