POV ISABELLA:

Sentí una lágrima caer por mi mejilla al recordar los tiernos momentos que vivió junto a su amado estarrosa, él siempre fue un amor, irónicamente por su mandamiento, siempre se preocupaba por mi bienestar, siempre regalandome una sonrisa...y todo resultado ser una farsa, todo un plan para llegar a mi maestro mael y asesinarlo, todo para debilitarme y a mi clan.

Isabella: ese idiota, como es que aún sigue tan metido en mi alma?-pense con nuevas lágrimas en mis ojos

De pronto, un quejido me saco de mis pensamientos, seque mis lágrimas, vi al frente y compredi que él quejido había salido de arthur quien se había lastimado los nudillos por él uso excesivo de la espada.
Que tonto, se lo dije...
Me levante y fui a su las para asegurarme de que estuviera bien.

Isabella: te lo dije, a ver, dejame ver.-dije tomando su mano

Arthur: n-no es nada.-dijo tratando de soltarse de mi mano

Le sonríe y mire su mano, no era nada grave solo debía descansar un poco y ya.
Bese sus nudillos con suavidad y juraría que vi un diminuto sonrojo en sus mejillas.

Isabella: te lo dije, nada en exceso es bueno. Mira nada mas.-regañe con mas cariño que con enojo

Arthur: lo siento.-respondió apenado

Isabella: esta bien, vamos adentro, date un baño y te preparare algo de comer vale?

Arthur: si.-resopondio mas animado

Lo ayude a levantarse y lo mande nuevamente a tomar un baño en lo que yo iba a la cocina donde me encontrar a mi nana.

Adelaida: hola cielo, como están todos?

Isabella: bastante bien, nana, que haces?

Adelaida: solo reacomodaba algunas cosas, necesitas algo?

Isabella: pues fruta, pan y leche.

Adelaida: merienda?

Isabella: arthur se esforzó de mas en su entrenamiento.-explique

Adelaida: tu siempre cuidas del rey, le quieres mucho cierto?-pregunto con una expresión extraña

Isabella: pues claro, porque no lo querría?

Adelaida: por nada, no me hagas caso nena, mejor ve a llevarle esto al rey, debe estar muy hambriento.-dijo entregándome una bandeja con lo que le pedí

Le Sonreí en agradecimiento y me dirigí a la habitación de arthur, toque dos veces pero no contesto, lo cual me resulto extraño así que entre y casi suelto la bandeja al verlo.
Juraría que mi cara estaba de los mil tonos de rojo en ese instante...la razón? Arthur estaba alli parado solo con una toalla alrededor de su cintura, dejandome ver su perfecto abdomen marcado, con gotas de agua resbalandole del cabello lo que resaltaba mas sus hermosos ojos violetas, y claro que él también tenía él rostro sonrojado al verme al parada.

Arthur: i-sabella...

Isabella: etto...yo..perdona.-dijo torpemente

Deje la bandeja en la cama y sali casi corriendo de la habitación, mi corazón latía a mil por minuto y tenia los nervios a flor de piel.

Isabella: hay no...esto no.-Murmuré aterrada al darme cuenta de lo que pasaba en realidad-madre, maestro, lizy, diganme que no estoy cometiendo él mismo error.

Continuará...