Prólogo reescrito.

Kim Namjoon debió estudiar psicología y no derecho.

No, Kim Namjoon debió buscarse mejores amigos cuando notó que algo no andaba bien con los que tenía. Sí, eso es lo que debió hacer; buscar amigos con una salud mental más estable, que estableciesen relaciones de pareja más sanas y equitativas. O, simplemente, amigos que no te llamasen a la 1 de la mañana para invitarte a tomar porque han peleado con su novio.

Sí, eso es lo que Namjoon debió hacer hace cinco años atrás, sin embargo, ya era demasiado tarde. Ya eran sus amigos más cercanos y él ya estaba sentado en una mesa del fondo de uno de los bares de mala muerte del distrito de Gangnam con un vaso de whisky en la mano derecha y la mejilla apoyada en la mano izquierda, escuchando la agonía emocional de uno de esos amigos.

.- Es un i-imbécil – se quejó con 16va vez Jeon Jungkook, dándole un sorbo a su octava botella de cerveza mientras recostaba su frente contra la sucia mesa – D-dime que es un imbécil, hyung. Sabes que es un i-imbécil, yo sé que es un imbécil... ¡maldito imbécil!

Jungkook, tres años menor que él, estudiante de artes, novio desde hace tres años de otro de sus amigos (Kim Taehyung) y uno de sus amigos más cercanos, uno de sus favoritos, uno por el cual Namjoon sentía una debilidad lo suficientemente grande como para contestar el teléfono, arrastrarse fuera de su calientita cama donde dormía junto a su novio y salir al frío de Seúl para buscarlo en el mismo bar de mala muerte de siempre.

Y todo eso tan sólo para encontrarlo a punto de un coma etílico.

¿Qué hacía ahí Namjoon cuando podía estar leyendo un libro de Nietzsche o viendo alguna serie de bajo presupuesto en televisión o, mejor aún, follando con Jimin al ritmo de alguna canción de rap? ¿Por qué había contestado el teléfono? ¿Qué había hecho en su vida pasada para ser tan buen amigo y tener que cargar con ese karma? ¡¿Qué castigo estaba pagando?!

.- ¿Por qué Taehyung me hace esto, hyung~? – alarga el menor la última sílaba, mirándole con los ojos cristalizados por el alcohol en su sangre y el llanto que, seguramente, derramó estando ahí sentado en soledad – Yo he sido un b-buen n-novio... ¿es p-por qué me q-quedé a dormir con Yugyeom el fin de s-semana? O... ¿es q-que ya no le g-gusta t-tener sexo c-conmigo y se b-buscó a otro? ¡T-tengo más c-culo que ese n-niñito!

Namjoon quiere suspirar de cansancio, conoce bien el círculo vicioso de Jungkook.

Sabe que su amigo seguramente lleva dos o tres horas ahí sentado, tomando en silencio mientras masculla alguna maldición en su mente contra su novio y el tercero en discordia de la ocasión. Lo siguiente en la lista es haberlo llamado a él o a Yoongi, quienes tienen más debilidad por Jungkook y prácticamente tratan de pintar su mundo con arcoíris y unicornios como si fuese un bebé y no un muchacho de casi 22 años.

Luego de ello, venía la etapa de sollozar en voz alta y en compañía. Con ella venía el momento de hacer conjeturas irracionales y destructivas sobre qué estaría haciendo su novio, Taehyung y con quién. También esas preguntas dañinas del por qué está haciendo lo que sea que su mente se imagine que está haciendo, provocando más llanto desconsolado y, posteriormente, un deseo de venganza irrefrenable.

Venganza que Jungkook materializaba de dos formas: iba a buscar a Kim Taehyung, su novio, a dónde sea que estuviese y le hacía un show tipo Las Vegas o, peor aún, decidía que estaba bien aceptar bailar, restregarse y coquetear con quien se le atravesara antes de llamar a su incondicional mejor amigo (y principal causante de celos en Taehyung) Kim Yugyeom para que le dejase dormir con en su casa, en su cama y a su lado.

Si, un círculo vicioso.

¿Quién era el tercero de la ocasión? La respuesta es sencilla, ni siquiera necesita adivinarla porque Jungkook lo único que hace es maldecir el nombre.

Kim YoungHoon era ese nombre.

No era un chico desagradable ni de lejos, Namjoon lo identifica como un chico siempre efusivo que disfruta casi con demasiada pasión el tiempo que pasa con Taehyung, puesto que es su tutorado en algunas materias de la carrera que ambos siguen y en la que su amigo es su senior. Además del obvio hecho de que debían relacionarse por estar en la misma facultad y carrera, para ninguno (excepto Taehyung) era secreto que el chico estaba interesado en Tae.

Tal vez más de lo normal y ciertamente, más de lo que Jungkook estaba dispuesto a soportar.

.- Kook, creo que ya has bebido suficiente – dice al fin, dejando su vaso mientras trata de quitarle la botella al menor, quien la abraza como si fuese un peluche – Vamos, Kookie. Ya es tarde y mañana tendrás una resaca horrible si sigues así.

.- N-no me importa~ - responde con la voz arrastrada, mirándole con los ojos entrecerrados con molestia – Yugyeomnie dijo que v-vendría por mí, que p-podría dormir con é-él.

Namjoon suspira, masajeándose el puente de la nariz: .- No creo que eso sea una buena idea.

Jungkook niega, sus mejillas sonrojadas por el calor sofocante del lugar: .- S-si lo es.

Por un momento busca las palabras para adecuadas para que Jungkook desista y regrese a su propio apartamento, con su novio (quien le ha estado marcando insistentemente, de lo que ha sido testigo desde que llegó y vio al menor mirar con resentimiento su celular cada vez que le entraba una llamada. ¿Cómo Taehyung era tan tonto que no conocía la rutina de su novio en ese tipo de casos?) y no en la cama de otro, que por muy que fuese su mejor amigo también era... su ex.

Si, Namjoon debió de haberse conseguido otros amigos.

Reafirma ese pensamiento cuando ve a Kim Yugyeom atravesar el bar en su dirección, alto como él solo, con su cabello castaño despeinado con estilo, una sonrisa adormilada y una chaqueta de cuero sobre sus ropas oscuras. Tan parecido a Jungkook en estilo y personalidad, que Namjoon algunas veces se preguntaba sí ese par no era hermanos separados al nacer o algo así (lo cual sería perturbador, dado que, según Nam sabía, esos dos habían follado infinidad de veces en el pasado).

.- ¡Gyeomie~!

Si... Namjoon debió tomar mejores decisiones en su vida.

Hola, ¿cómo están?

Como se habrán dado cuenta para quienes leyeron el anterior prólogo, lo cambié por completo. Creo que el anterior no daba cuenta del sentido real de la historia, que pretendo que tenga drama, pero también comedia. Así que considero que este prólogo lo refleja mejor y de manera más fiel. ¿Ustedes qué opinan? 

Por favor, no olviden dejarme sus opiniones porque son muy importantes para mí. 

Gracias y nos leemos pronto.