— Entonces, por esa razón, mi cliente es completamente inocente.

— Joven Jin... –Llamó el juez.

— ¿Si?

— Estuvo los últimos 50 minutos diciendo sus recetas favoritas de cocina y el porqué las calcetas de su madre huelen mal.

— Ajá, ¿Y eso qué? –NamJoon se golpeó su cara.

— Que en ningún momento mostró pruebas para decir que su cliente no hizo nada de lo que está acusado.

— Oh, ¿Se supone que tengo que hacer eso? –Todos los presentes se golpearon la frente.

— ...

— Si, joven Jin, tiene que dar pruebas que muestren lo contrario de lo que se le acusa a su cliente –Le respondió el juez, que ya estaba empezando a estresarse.

— Ah, no pues, no hay pruebas, el hizo absolutamente todo de lo que se le acusa –Se cruzó de brazos.

— ¡Jin!

— ¡¿Qué?! ¡Es la verdad! ¡Mi madre me obligó a decir la verdad siempre o que si no me llegaba la chancla!

— ¡Orden! ¡Orden! –El juez golpeó el martillo– Bien, si el abogado no tiene más pruebas que no sean calcetas con bordados de colibrí, se declara al acusado, Kim NamJoon culpable con 5 años de cárcel.

— ¡¿Qué?! Debí escuchar las palabras de mi madre sobre que el porno te llevaba por mal camino.

— ¡¿5 años?! ¡Es muy poco señor juez! Yo le daría 10.

— ¡Jin! –el mayor se encogió de hombros.

— Hecho, llevenselo –Dos polícias entraron y se llevaron a NamJoon.

— ¡Jin!

4/5

꧁꧂

Publicado┊2 de diciembre de 2017
Editado ︴10 de julio de 2019