Jin no podía dejar de llorar incontrolablemente mientras Namjoon apretaba suavemente al castaño, no llegaba a comprender que estaba sucediendo, pero no le gustaba ver llorar de esa forma a su mejor amigo.
Sí, a pesar de que también lloró mientras se besaban no pudo evitar disfrutarlo como tampoco pudo evitar sentirse culpable.
Como si algo no fuera del todo correcto, como si no fuera suficiente...

— ¿Podrías...podrías decirme que me amas una vez más?— tartamudeo Jin entre hipidos— Por favor...

No se rendiria tan fácilmente, sí, arruinó las cosas pero el día aún no acababa, tenía seis horas para lograr unir a Namjoon con la madre de los niños, así tuviera que obligarlo se encargaría de juntarlo.
Lo haría y luego se guardaría todos sus sentimientos de una buena vez.

— Te amo, Jinnie—

— Bien...— dijo con los ojos llenos de lágrimas— Ahora debes ir con la madre de tus hijos...

— ¿Qué?—

— Lo que escuchaste— murmuró mirando el suelo— Namjoon intentó abrazarle pero el chico se alejó rápidamente— ¿Quieres que me quede a tu lado?

— Sabes que sí...—

— Bien, anda con ella— contestó decidido— Yo no me marchare si te quedas con ella

Ken había dicho alguna vez hace un tiempo "nunca aceptes ser el segundo plato cuando puedes ser el primero, Jin, vales más que eso", pero...  había dos grandes fallos en la frase de su castaño mejor amigo, el primero era que Jin ya estaba acostumbrado a ser el segundo plato, a ser invisible, callado y aceptar todo, y el segundo gran fallo, era que por más que él quisiera ser el.primer plato no podría serlo sin causarle daño a Namjoon y a los pequeños.

— ¿Que pasará con nosotros?—

Jin bajó la mirada apenado, era bastante obvia la respuesta, él se quedaría con el.moreno por los próximos ocho años, luego se iría, ya tenía una idea de por qué se marcharia en un futuro pero intentaba no pensar en eso.
Serían ocho años de felicidad al lado de todos esos niños, los criaria como sus hijos y llegado el momento saldría de sus vidas intentando no hacerles mucho daño.

— Seremos mejores amigos— contestó con media sonrisa— Siempre

Namjoon observó con detenimiento los ojos aún llorosos del castaño, quiso abrazarlo de nuevo pero sabía que el chico se negaría.
Tiene razón, no pueden seguir siendo egoístas, se obliga a pensar en sus hijos mientras toma distancia de Jin.
Es lo correcto, muchas veces se debe hacer lo correcto antes que lo que nos guste.

— Hay que encontrar a Kookie cuanto antes— dice Namjoon friamente— Puede estar asustado...

— No...— le corrige revisando el paisaje— Tú irás a buscar a la madre de los niños y yo me encargaré de Kookie

— ¿Por qué haría eso?—

— Porque hoy es su aniversario, hoy le pides que sean pareja, si hoy no lo haces, adiós niños —

Ambos asienten conformes con el plan, Jin toma el camino contrario al moreno y empieza a alejarse de él, quiere voltear y asegurarse de que Namjoon ha seguido su camino peor sabe que si lo hace querra volver junto a él y eso no es una buena idea.

"Aló, Hyemin, sí, soy Namjoon, me preguntaba si querías salir por ahí... claro... en seguida voy a verte"

Jin compuso una sonrisa mientras gritaba el nombre de Kookie por todo el parque, ni siquiera sus lágrimas impedían que buscase al niño, Namjoon cruzó la acera alejándose de su mejor amigo, ambos tenían futuros distintos no tenían porqué intentar juntarlos a la fuerza.
Namjoon siempre sería un idiota y Jin su mejor amigo.

— ¿Y mi mamá?— preguntó el niño frunciendo el ceño— ¿Poqué no tá mi mamá?

— Baja la.voz— murmuró el mayor fastidiado— Te dije que si te callabas te daría galletas

— No gusta coco, quiedo pocholate—

— Eres fastidioso, niño—

— Llévame con mami, entonces— replicó la criatura cruzandose de brazos— ¡Quiedo ir con mami!

Se escuchó un golpe seco y el niño dejo de hablar... los dos secuestradores intercambiaron miradas frustrados, tomaron al niño como pudieron y se lo llevaron consigo.

Namjoon sintió una corazonada, como un fuerte dolor en el pecho que por un largo rato le impidió respirar, intentó tranquilizarse para tocar el timbre de la casa de Hyemin pero no lo hizo, se tomó su tiempo para pensar las cosas.
Si tocaba tendría cinco hermosos hijos y un bello amante, si no tocaba podría formar una nueva familia con el amor de su vida.
¿Han oído de las encrucijadas? Suceden más a menudo de lo que se pretende admitir, incluso más que las situaciones normales.

— Siempre creí que eras un gran idiota, Kim Namjoon— dijo Ken acercándose donde el chico con el ceñi fruncido— Pero nunca creí que alcanzaras estos límites

— Largo...—

— ¿Piensas tocar?— Jaehwan sonrió burlón mientras se acomodaba su bufanda— No deberías...

— ¿Tú que sabes?—

Lee Jaehwan sonrió casi con sorna ante esa pregunta, él sabía muchas cosas, demasiadas a decir verdad...

— ¿Acaso no sabes que carrera estudia Leo?—

— Ni siquiera sé quién es Leo— gruño de mal humor mientras se ponía de pie— Y tampoco me interesa saberlo, pierdete

— Si me voy ahora, juro que me llevaré a Jin conmigo—

Namjoon se detuvo en seco y volvió sobre sus pasos para tomar a Ken del cuello de la camisa y golpearlo contra la pared.

— No lo harás...—

— ¿Vas a escucharme?— preguntó despreocupado— Sabes que puedo llevarmelo, hemos sido amigos desde que nacimos ¿A quién crees que va a escuchar?

— Habla rápido...—

— Los cinco niños son tus hijos ¿Verdad?— Namjoon asintió fastidiado— Y no sabes quién es la madre ¿No?

— ¿Acaso tu sí?—

Ken rodó los ojos mientras se soltaba del agarre de Namjoon, se arregló la ropa y asintió.

— ¿Quién?—

— Has funcionar tu cerebro, siempre has dicho que eres más listo que yo— dijo entre risas burlonas— A mi me tomó media tarde comprenderlo todo

— Entonces estoy seguro de que cometiste más de un error—

— Sí, cometí un grave error— contestó rodando los ojos— Te confíe a mi mejor amigo cuando es obvio que no lo mereces

— No tengo que hablar de esto contigo, ya aclare las cosas con Jin—

— Le pediste que sigan siendo amigos ¿Verdad?— Ken solto un bufido— Pero estoy seguro que se besaron primero, ya sabes, jugar con él para que acepete tus tonteras

— A él no le molestó—

— Ya, tampoco le molestará criar a tus hijos—

— Él puede elegir no hacerlo—

— Pero tú siempre vas a jugar con él para que lo haga—

Ambos se regalaron miradas de odio mientras tomaban asiento frente a la casa de Hyemin, Namjoon eligió estar lo más lejos posible del castaño mientras sacaba su teléfono para llamar a Jin.

— No estás diciéndome nada que me ayude...—

— No debo decírtelo, debes darte cuenta tú solo, sino las cosas no funcionaran entre ustedes—

— No van a funcionar, de cualquier modo Jin es el que cría mis hijos no su madre quien sea que sea, así que es obvio que mi relación no funciona—

— Ya, yo creo que la relación si funciona...— comenta divertido— Sino no tuvieras cinco hijos, para meterla y sacarla tantas veces con cinco aciertos tiene que haber algo de sentimientos de por medio

— ¿A qué quieres llegar?

— Hyemin es rubia— razona el chico— Y ninguno de tus hijos lo es ¿Verdad?

— Mis hijos son castaños ¿Y qué?—

— ¿No es extraño?—

Suelta un bufido, Ken solo ha venido a  fastidiarle, no debería de estar escuchando a su tonto rival, ni siquiera se llevan bien cuando Jin está con ellos, cómo podrían llevarse bien si el castaño no está...

"Nam, este es un perfecto lugar para esconderse, pero debes jurar que nunca romperas ninguno de mis cuadros"

Detrás del raro cuadro de una mujer abrazando un niño en el cuarto de Jin había una puerta que llevaba a un pequeño estudio en el garaje, lo sabía porque había estado ahí muchas veces, siempre había pensado que era un buen lugar para esconderse y alejarse de todos.

— ¿No crees que estás un poco ciego?

— ¿A que te refieres?

— A que en algún momento debes dejar de actuar con la razón y seguir tu instinto—

— Ken...—

— ¿Entre una rubia amargada y un castaño comelon, a cuál eliges?

Jin atravesó el.parque a toda velocidad, quizás Jungkook había regresado a casa, quizás Namjoon no lo había buscado bien, debía encontrar a su pequeña galleta.

— ¿Se durmió?—

— Lo dormí que es diferente— se quejó malhumorado— ¿Por qué hacemos esto?

— Porque nuestros padres son unos idiotas, Jimin—

Jimin sonrió de lado mientras se acurrucaba sobre su hermano mayor y unirse al mundo de los sueños con Kookie.