Rebelión
El pequeño príncipe se escondió entre los brazos de sus hermanos mayores, los Príncipes parecían aún en shock por el ataque que habían sufrido, sus consortes habían sido llevados a una jaula adyacente y aunque trataban de adoptar sus formas animales no podían hacerlo por alguna extraña razón del lugar, las manitas de ambos chicos se dedicaron a acariciar el tenso vientro de su hermano más chiquito mientras le susurraban que se relajase, pronto su padre enviaría tropas en su búsqueda.
— Cariño...— murmuró Jaehwan acariciandolo bajo la tela— Tienes que relajarte, cielo, le haras daño a frijolito si sigues así de tenso
— Él está ahí— susurro temeroso mirando su vientre— Hyung, mi cuerpo quema
El mayor de los Príncipes le echó una mirada de preocupación al pequeño, lo recostó en la mullida cama y retiró sus ropas examinandolo detenidamemte, Baekhyun se acercó también y lo olisqueo mordiendo levemente sus orejitas.
— ¿Qué hacemos?— murmuró Baek observando los pezones hinchados de su hermanito menor— Es nuestro deber como hermanos mayores ayudarlo con su celo
— Si no lo hacemos, su olor podría llegar allá afuera y serían más problemas— se lamentó Jaehwan lamiendo la carita de su hermano pequeño— Está muy sensible por la ausencia de su alfa
El olor suave y dulzón de Jin se liberó mientras los Príncipes trataban de encontrar una solución al problema de su pequeño hermano, sus parejas golpearon la celda aledaña preocupados por los jadeos entrecortados del menor.
— Hazlo tú— dijo Baek haciendo un.puchero— Yo soy demasiado pasiva, no puedo
— Y-yo— Ken se sonrojo y negó varias veces indeciso— N-no, tampoco puedo
— ¿Piedra, papel o tijera?—
— Hagamoslo los dos— musito acariciando las mejillas sonrojadas de Jin— Así nos dividiremos la culpa
Baekhyun pareció estar de acuerdo, se colocó de rodillas frente a su hermano menor y empezó a repartir besitos tratando de calmarle, Jaehwan le imito dejando pequeñas succiones por su cuello.
— H-hyungs...— gimoteo Jin con deseo— ¿Q-qué hacen?
Ken le silencio con un pequeño beso en los labios mientras estimulaba sus hinchados pezones con los dedos.
— Solo estamos ayudandote, pequeño principe—
Los dedos del principe intermedio liberaron al menor de sus túnicas y lo dejaron desnudo para ellos, nunca habían hecho eso antes pero su madre les había advertido que era algo que podría pasar, durante el embarazo las hormonas se disparaban y al Jin no llevar marca, su celo sería aún más fuerte de lo normal.
— Jin bebé, debes decirnos si te duele— le murmuró Jaehwan mordiendo su orejita— ¿Está bien, dulzura?
Jin sintió su cuerpo quemar ante el tacto de sus hermanos mayores, su zorro interior gimoteo llamando a su compañero pero se entregó a sus deseos más intimos ronroneando por más contacto.
Ninguno se dio cuenta cuando la puerta de la habitación fue abierta de improviso dejando a la vista la rara escena.
— Alejen sus manos de mi príncipe— rugio el.moreno acercándose al chico con enojo— ¡Alejen sus manos de él!
Los dos Príncipes fueron empujados lejos asombrados de la presencia del soldado, Jin pareció sentir su presencia porque lo llamo entre jadeos.
— N-namjoon— sollozo acariciando su cuerpo con los ojos cerrados— N-nam h-hyung, p-por favor
Namjoon lo cobijo entre sus brazos y besó su frente tratando de calmarle, acarició su pequeña pancita y jadeo cuando sintió una suave patadita venir de allí dentro.
— T-tenemos que marcharnos, amor— murmuró tratando de guardar la cordura— Luego arreglaremos este problema
— Si me.lo permite— murmuró Jaehwan frunciendo el ceño— ¿Qué es usted de mi hermano menor?
La rabia le invadió al recordar las manos de su cuñado tocando a su lindo bebé, quiso golpearle pero se resistió ante la idea de que no podía dañar a la familia de su Príncipe.
Paseó sus labios por el cuello del pequeño y mordisqueo tratando de borrar los recuerdos del otro chico tocandolo, lamio sus labios sin comprender por que lo hacía y se sintió poderoso cuando ante el.primer contacto de sus cuerpos, el pequeño soltó un gemido necesitado.
— Este Príncipe me pertenece— rugió con posesividad— Soy su alfa y no voy a permitir que lo toques, ni a él ni a mi hijo
Lo siguiente que pasó fue muy extraño, Baek salto hacia Namjoon e intento arañarlo repetidas veces mientras chillaba enojado, Ken intentó controlarlo pero Baek era una pequeña fiera.
— Calmate, Baek— le ordeno Chanyeol desde el otro lado con autoridad— Se un buen.niño y disculpate
El Príncipe se alejó inmediatamente con una profunda tristeza reflejada en el rostro, se encogió sobre si mismo y murmuro un disculpa bajito, Namjoon se sorprendió pero no dijo nada al respecto.
— Es el efecto que tiene una pareja sobre un Príncipe — le comentó Ken suspirando— Es la razón por la que ninguno de nosotros puede ser rey, somos demasiado sumisos... a Baek la cosa le cala demasiado, ellos tienen un pequeño juego de dominación entre ellos, es extraño
Observó a su Príncipe una última vez antes de cubrirlo con sus ropas y abrazarlo contra su pecho como ai se tratara de una damisela en.peligro.
— ¿Usted es el Príncipe Ken, no?— preguntó mirando al chico con desdén— ¿Acaso su pareja no está del.otro lado también?
— Lo está— murmuró relajado— nuestro enlace es muy fuerte, por si duda de eso, Leo comprende que hay cosas que simplemente debo hacer
— ¿Qué cosas?—
— Como matarle por poner en peligro a mi hermano menor y la corona del rey— gruño con molestia— Padre no estará nada feliz de tenerle en casa, claro si usted decide quedarse y no huir, como hace un tiempo ¿Tiene usted lo que se necesita para proteger a mi hermano más pequeño?
El pequeño ronroneo de Jin lo desperto de su trance, sus ojitos entrecerrados y sus labios rosas hinchados le daban un aspecto demasiado tierno, podía sentir sus corazones latir xomo uno solo y pronto no tendría solo un bebé sino dos a los que cuidar con.todo el esmero, no estaba listo para ser padre pero no volvería a abandonar al chico en sus brazos.
— Tengo lo necesario para jurar que si alguien se atreve a tocarlo, morira antes de que pueda intentarlo—
Ken sonrió con sorna y se marchó a liberar a su pareja con Baek siguiendole los pasos, aún tenían que escapar delnlugar y llegar seguros a casa del rey pero las deidades estaban de su lado y con Jin en sus brazos, todo parecía más seguro.
— ¿Namjoon hyung?— murmuró el niño acurrucandose en su pecho— ¿Va a quedarse conmigo esta vez?
— Siempre, mi vida—
Y aunque no había marca, Jin estaba seguro de que esta vez no sería dejado atrás.
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