"Aló buenas noches, usted acaba de llamar al Centro de Llamadas para el Enamorado Desahuciado, por favor espere en línea"

Namjoon suspiró observando la pequeña araña que colgaba en su techo, quizás tendría que contratar a alguien para que limpie su habitación o podría simplemente matar a ese odio animal que lo observaba como si fuese su presa.

"¿Aló? ¿Con quién tengo el gusto?"

La tierna vocecita lo sacó de su ensoñación, miro el teléfono algo divertido, se había acostumbrado a llamar todos los días para poder descubrir cual de los chicos de aquél lugar había sido quién le habia entregado la tarjeta rosa de presentación con aquél número que había desencadenado tantos problemas.

En estos días había descubierto que había tres chicos distintos para atender el teléfono al día, los mensajes no eran pregrabados por lo que debían existir al menos quince chicos que trabajaban para esa empresa, era jueves, para entonces ya había conocido a Baekie, N, Minnie, Hannie, Kwanie, Lulu, Panda, Ren y Sataemin, cada chico más extraño que el otro, algunos incluso lo habían asustado lo suficiente para no querer volver a llamar nunca más.

" Eres tímido, no quieres decirme tu nombre, está bien, te voy a leer las opciones".

Soltó un gruñido en respuesta haciendo que el jovencito en el teléfono soltase una risita.

" Para escuchar tus problemas marca 1, para darte consejos de amor marca 2, para hacernos decir una frase marca 3, para una llamada roja marca 4 y para repetir marca 5"

Namjoon dudó un largo rato antes de presionar su opción habitual, mantuvo su dedo pegado en el número 3 mientras mordia sus labios.

"Gracias por llamar alCentro de Llamadas para el Enamorado Desahuciado, mi nombre es Jinnie y el día de hoy estaré a tus servicios"

El chico contestó con un "ajá" que sonó demasiado ronco y feroz, esa voz se le hacía muy conocida, casi podía estar seguro de que el propietario de aquella voz había sido el causante de todos sus problemas.

Todo había sucedido hace dos semanas, Namjoon era un chico felizmente recto, amaba ver televisión, hacía sus deberes, trabajaba a medio tiempo y veía contenido adulto para mayores de 18 años a pesar de que él a las justas iba a cumplir 17 la semana que viene, entonces todo se había ido a la mierda luego de que su recto amigo hetero le había invitado a una fiesta.

Quiere culpar a las drogas o al alcohol, pero no ingirio ninguna de esas cosas antes de besar al tierno chico de labios carnosos, él estaba plenamente consciente mientras metía su lengua en su garganta, quizás demasiado consciente porque recuerda que si él chico no lo hubiese detenido, las cosas habrían llegado a algo más que un beso.

Pero él insistía en que no era gay, su poster de Sasha Grey en su habitación debía ser una prueba fehaciente pero al parecer un espíritu errante de un gay insatisfecho lo había invadido esa noche y lo había obligado a besar al chico.

Sí, eso era, eso debía de ser.

Él no entraba en el armario, joder, no quería tener que decirle a sus padres que no era necesario que le pusieran condones sutilmente en su billetera porque él no tiraba hacia ese lado y por supuesto, de ese lado las posibilidades de embarazo eran escasas (por no decir 0%).

" ¿Te repito las opciones?"

La amable vocecita lo despertó de su trance, podía imaginarse los gorditos labios de su robador personal de besos diciendo esas palabras, seguramente se vería tan adorable con sus lindas mejillas regordetas pintadas de un sutil sonrojo.

Sino fuese por ese estúpido chico en esa estúpida fiesta con esos estupidos labios, él podría seguir siendo recto.
Pero no, tenía que besarlo con esa pasión tan desbordante y decir: "Me gustas, Namjoonie" y ¡Pum! Su vida se había vuelto más difícil que aprobar un curso al que solo asististe una vez.

Luego de tanto beso, beso aquí, beso allá y un intento de hacer algo más que eso, el chico se había marchado dejándole solo esa estupida tarjetita rosa en el bolsillo.

Encima de hacerlo gay, tenía el descaro de querer convertir su vida en un patético intento de comedia adolescente.

¿Por qué no solo le dijo su nombre y lo dejó acompañarle a casa? Ahora ya podrían estar abrazados, casados y con un perro.

"Quiero que digas algo" dijo con el tono más frío y grueso que pudo reunir.

"Adelante, dime que tengo que decir"

"Me gustas"

Un largo silencio se instaló de ambos lados de la línea, Namjoon intentaba memorizar todo aquel momento tratando de reconocer el tono de aquella voz, sin embargo el chico no habló.

"No puedo decirlo, te transferire con un compañero, estoy seguro de que él podrá ayudarte"

" ¿Por qué?"

"Es personal, por favor aguarda en línea, ya mismo te paso con Soosie"

" ¿Por qué no puedes decirlo?"

" Porque yo ya tengo alguien que me gusta" se quejo la vocecita como si hiciera un puchero "Esto cuenta como infidelidad, aunque él no sabe que existo"

La frase "me gusta" resono miles de veces en su cabeza, exactamente en ese tono, el asaltador de labios lo había dicho de la misma forma, sus mejillas estaba rojas en ese momento, se veía nervioso y casi tuvo que sostenerlo para que no cayese luego de decir esa frase.

"¡Tú! ¡Has sido tú!"

"Has sido que crees que no te visto, has sido tu, chico cocodrilo" canto divertido aquella vocecita "Namjoonie es un chico tan lento, upssie"

"¿Quién eres? ¿Cómo te llamas? ¿Dónde vives?"

" ¿Uh? Yo soy el amor de tu vida, o lo seré cuanso te cases conmigo, en otras noticias, tu tiempo se ha terminado, gracias por llamar al Centro de Llamadas para el Enamorado Desahuciado, espero que te haya encantado oirme, me llamo Jinnie, hasta la próxima... por favor no olvide contestar la encuesta después del tono en la que 1 es un mal servicio y 5 es volveré a llamar"

La voz del joven se calló, dejando solo el sonido de un.pitido, Namjoon marcó 5 demasiadas veces para luego suspirar, se negaba a colgar la llamada hasta obtener respuestas.

" Ya cuelga, estás interrumpiendo la línea"

" ¿Que sucede si la próxima vez eligo la opción 4?"

" la llamada se colgará de forma automática, pero si llamas en mi turno quizas te de una oportunidad, ahora sí, ten un buen día Namjoonie"

La llamada se cortó ante la estupefacción de Namjoon, apretó el teléfono hasta casi romperlo apra luego sonreír bobamente mientras devolvía el auricular a su sitio.

Entonces... ¿Los jueves podía hablar con el chico? Jinie es un bonito nombre para un bonito chico, su apellido y ese nombre sonaba muy bien, quizás solo era cuestión de tiempo para cazarlo y obligarlo a hacerse cargo.