Capítulo perdido de Without Seok Jin

Namjoon odiaba su vida en ese preciso momento, incluso el cántico de las aves le molestaba, quería matar a todos y lo único que esperaba al llegar al departamento de Bangtan es que todo estuviera en silencio y pudiese dormir en brazos de su novio al menos tres vidas.

Pero, a nadie parece importarle lo que Namjoon quiere, cuando coge sus llaves que para variar son rosadas a pesar de lo mucho que detesta ese color chillón pero que a todos le pareció divertido para sus llaves, se da cuenta de que nada saldrá como quiere, una estúpida musiquita que de por sí conoce resuena por todo el departamento y todos los miembros incluído su grandioso novio están acostados en el suelo jugando con unos abanicos.

-- ¿Namie?--preguntó Jin desde el suelo sonriendole-- ¿Todo bien?

Y el chico solo gruñó porque no quería contestarle de mala manera, Jin se sentó rapidamente y lo miró parpadeando varias veces para luego apagar la música y soltar un respiro arrepentido.

-- ¿Qué sucedió?--

Namjoon centró sus ojos en el pequeño objeto negro que Jin llevaba en las manos, hizo una mueca de disgusto y siguió su camino hacia su habitación, no, él no toleraría las cosas de ese en su casa, no bajo su techo, no en sus narices y definitivamente no en las manos de su novio.

— Namjoon...— murmuró Jin entrando en su habitación— ¿Sucede algo? ¿Te duele algo? ¿Necesitas un masaje?

— No— gruño tirando de su cabello— Bueno, no sé

— ¿De-debo irme o...?—

¿Era infatil ponerse celoso de unos tontos abanicos? No, Namjoon nunca sería así de irrazonable sin embargo no dejó que Jin se quedara ese dia en su habitación y lo envió de regreso a la sala con los demás y sus estúpidos abanicos.

—Deoschihae, jom deo jitje—escuchó a Hoseok cantar al despertar— i ban gipi beonjyeogago isseo

— Beoseonal su eobsge—¿ese era Jimin?—Nun gango nae anui neol tto chajjanha

Es que él no tenía problemas con Ravi mi N, eran una.pareja dispareja y eran agrables, ni con el Hyukbin que no paraban de gastarle bromas y mucho menos tenía problemas con Leo, quien en sí era muy majo y reservado, no... ellos no eran el problema.
El problema era Ken... ese maldito robanovios... ese provocador de pasivas sexis... ese rompehogares.
Lee Jaehwan...
¿Por qué estaba prohibido matar?

— Nan chwihae, jon deo chwihae— esa voz era de Jin y esa parte era de Ken, Namjoon grito mordiendo la almohada— i kkumsuge ppajyeodeulgo sipeo

No, no y no
La canción era muy buena, buenisima, el también la cantaba en la ducha, saltandose las partes de Ken claro, pero que Jin la cantara... con un puto abanico en manos... no no y no.

— ¡Kim Seok Jin!—

— ¿Sí, amor?—

— Terminamos—

— Bien— dijo mientras limpiaba la sala— Recoge tu ropa de la lavadora

— No lo digo en serio, Jin, no me dejes, te a-amo— se mordió la lengua confundido— ¿Bien? ¿Solo bien?

— Recoge tu ropa de la lavadora— repitio escondiéndose de hombros— Y limpia tu habitación

— ¿Qué?— entonces Namjoon lo vio, en sus manos había ese estúpido abanico— No sabes lo que dices, el abanico te controla, estas desvariando

— Ajá— dijo virando los ojos— Anda recoge tu ropa

Entonces Namjoon hizo lo más estúpido que pasó por su mente y tomó el abanico, lo inspecciono yvlo rompió en muchos pedacitos ante la mirada estupefacta de Seok Jin.

— Voy a fingir que no has hecho eso— casi gritó llamando la atención de todos— Y cuabdo regrese quiero tu ropa recogida, tu habitación limpia y mi abanico firmado por Jaehwan o esto se termina, Kim Namjoon

Los primeros cinco segundos fue puro pánico, luego la negación y por último la depresion, los demás miembros le miraron con pena y se marcharon a sus habitaciones riebdo por lo bajo.
Hizo todos los quehaceres d ela casa y se cambió para ir a la jellyfish, se cubrió toda la cara con todas las chalinas que tenía y entró berreando por lo bajo.

— Buenos días, eb qué puedo ayudarlo—

— Quiero ver al amante— gruño enojado— ¡Ya mismo!

— Disculpe pero se ha confundido—

Con cuidado de ser visto, descubrió su rostro y se coló en las oficinas sin importarle la bonita secretaria, necesitaba encontrar al estúpido de Jaehwan.
Y lo encontró... vaya que lo encontró...
El chico estaba técnicamente cabalgando a Taekwoon y gemía como gata ne celo, soltó un bufido y tomo uno de los abanicos del lugar, sacó un plumón y se lo extendió mirando hacia otro lado.

— Namjoon— diji divertido cubriendo su cuerpo desnudo junto al del otro chico— ¿Que te trae por aquí mi buen idiota?

— Firma—

— Estoy muy bien como notas, gracias por preguntar— río bajito— Oh claro que quisiera firmar eso, pero te odio y no me da la regalada gana...

— Jaehwan, p-por favor—

— Gracias, no es necesario que me diga lindo, se que lo soy — Jaehwan se recosto sobre su amante y se sonrojo— Puede volver en otra ocasión si quiere, hoy no...

— Firma el puto abanico— gritó enojado— de una puta vez... pro fvaor te lo suplico

— ¡Seguridaaaaaaad!—

Ahí estaba Namjoon, parado fuera de la Jellyfish con el abanico en la mano y el cabello desarreglado, sabía que no tenía caso volver a intentarlo, imprimió una imagen de la firma de Jaehwan y empezó a practicar la firma una y otra vez.
Jin no notaría la diferencia ¿O sí?
Cuabdo llegó a su casa, sus ojos estaban a punto de llorar y el respuesto del abanico estaba roto en sus manos, ya se podia imaginar el rostro de decepción de Jin y como le terminaba por eso.
No, él no quería perder a Jin de nuevo.

— Llegaste...—diji Jin suspirando— estaba preocupado

— Jin...—

—Gracias, Namie—

Una bonita sonrisa se extendió por el rostro de Jin mientras mostraba más de diez diseños diferentes de abanicos todos firmados ppr Jaehwan...
Diez abanicos...
Diez...
Namjoon estaba entrando en pánico.

— Te amo— diji Jin besando sus labios— Te amo mucho Namjoonnie

Entonces toda preocupación se fue, los abanicos dejaron de ser un problema y la canción fue agregada a su lista de reproducción (en secreto claro) porque siempre le recordaria esas bonitas palabras que no escuchaba en un buen tiempo.