N.a/ yo no se que escribí aquí, en mi defensa estoy muriebdome y la medicina es mas fuerte que las kokodrogas de exo :v

Un pequeño niño de dos años sonrió apuntandole con la linterna mientras reía, apretó sus cachetes con ternura y volvió a esconderse entre el gran fortin de sabanas que su madre había armado para él.
Namjoon suspiró, nunca creyó que llegaría ese día, siempre había huido del compromiso, de los enlaces, del matrimonio, sus parejas no solían durar más de un mes y todo siempre acababa en solo sexo, sin lazos, sin sentimientos, relaciones vacías que lograban satisfacerle, sin embargo, ahora tenía un hijo, y no con cualquiera, solo Dios sabe cuánto había amado a ese chico y lo muy feliz que se hubiese puesto de haber estado junto a él en el embarazo, o de eso intenta convencerse.

— Es...—murmuró atontado mientras trataba de hilar sus pensamientos- s-se parece a mi

Jin sonrió calidamente, cuánto habia extrañado esa sonrisa, parecía irreal, su primi chiquito parecía haber crecido esos dos años que no se vieron.

— Ya sabes lo que dicen —pronunció divertido— El hijo negado siempre se parece más al padre

— ¿Cómo pasó?—

Es que el no recordaba nada, Namjoon solo sabe que un día Jin no estaba más, no escuchó más ni preguntó, el simplemente se había sentido aliviado de que Jin ya no estuviese más rondando su casa porque era suficiente con tenerlo todo el tiempo en su cabeza.

— Pues ya sabes como funciona esto, hyung— comentó con burla— Es tan fácil como meterle relleno al pavo

— Sí— su voz sonó perdida— Estoy seguro de que tu pavo interior quedó muy relleno

Se miraron durante una fracción de segundo y rompieron a reír disfrutando del momento de cercanía, el pequeño niño salió de su escondite y se aproximó con su vacito entrenador en manos.

— ¿Papi?—

Namjoon observó como Jin tomaba al pequeño en brazos, parecía estar muy cómodo ahí y él rezó para que Jin le dejase estar en sus brazos de nuevo de la misma forma.

— Sí— murmuró Jin sonriendo con infinita dulzura- Él es papi, saludalo, cariño

El pequeño se lanzó a los brazos de su padre y lo lleno de besos mientras balbuceaba "papi" infinidad de veces.
Se quedó a cenar con ellos, los acompaño a la habitación del menor y le leyó un cuento prometiendo que se quedaría a desayunar hotcakes felices con el niño.

— ¿Cuándo?—

El café fue dejado a un lado, Jin miró sus uñas tratando de no lucir tan avergonzado y sonrió con cierta nostalgia, siempre era bueno contar viejas historias.

— ¿Entonces Namjoon es sonambulo, tía?— preguntó Jin alegremente mirando hacia las escaleras— ¿O solo está jugandome una broma?

La señora Kim sonrió y acarició el cabello de Seok Jin, el niño era demasiado curioso y últimamente mostraba demasiado interés en su hijo mayor, la mujer estaba aliviada de que se marchase mañana por la mañana, se evitaría problemas y todas las habladurias de los vecinos.

— Solo ve a dormir, Jinnie—

El castaño asintió de buen humor antes de subir las escaleras, su pijama rosita le daba un aspecto angelical e internamente rezaba para encontrarse con el moreno y poder despedirse, pero no fue así, lo único que pasó al llegar al segundo piso fue que escuchó ruidos extraños proveniente de una habitación, Jin era demasiado curioso como para marcharse sin haber investigado, revisó las habitaciones hasta que llegó a la última del pasillo.
Había estado ahí algunas veces, su primo mayor Namjoon no era tan amable como Hoseokie o Minnie, rara vez le invitaba a oir sus composiciones y entrar en esa habitación siempre había sido como un sueño para el chico, abrió lentamente la puerta y busco de donde provenía el ruido.
Le costó un buen rato entender el origen de esos ruidos, Namjoon estaba recostado hacia arriba, sus labios entreabiertos y las sabanas elevadas a la altura de las caderas, Jin intentó regresar sobre sus pasos pero el sonido armónico que se escapaba de su hyung le obligó a quedarse, cerró la puerta tras su intrusión y se acercó al filo se la cama para contemplar mejor la escena.

— N-nam— pronunció bajito tratando de alertar a su hyung— N-namjoon hyung

Pero por más que intentó despertarle no dio resultado, Namjoon seguía jadeando y paseando sus manos por su larga extensión, Jin debía hacer algo, no quería que la señora Kim les pillara de esa forma.
¿Qué podía hacer? El no era un chico tonto, el sabía que era muy probable que Namjoon ni siquiera recordara ese momento mañana y aunque lo hiciese, el ya no estaría para enfrentarlo, era su decisión y quizás la única oportunidad que tendría para sentir el tacto de su adorado primo mayor.

— Namjoon hyung— musito acariciando sus labios con sus finos dedos— ¿Está bien si hago esto? Esto sería mas fácil, si usted solamente me tomara pero es tonto y me obliga a hacer esto

Sus manos traviesas se colaron en la ropa del mayor, se sacó la ropa que sobraba y se balanceo sobre las caderas del mayor sintiendo su erección demasiado cerca de lo permitido, Jin necesitaba más, necesitaba sentirlo dentro y él no podía hacer todo eso solo.

— Despierta, hyung— susurro Jin mordiendo su oreja— Bebé Jinnie quiere jugar

Las manos de Namjoon apretaron sus caderas y el gimio estremeciendose de la emoción, iba disfrutar mucho esto.
Namjoon sonrió emocionado, la fantasía que estaba teniendo lucía demasiado real, la piel de Jin era suave y exquisita, sus labios sonrojados y su mirada perdida podrian llevarlo al cielo.

— Eres un niño travieso— pronunció con voz ronca mientras lo apretaba contra sí— ¿Acaso quieres que te castigue?

Asintió, era lo que más deseaba, nunca había visto a su primo con ojos fraternales, él siempre lo había deseado y había esperado pacientemente ese momento.

— Hoy no será posible, mi amor— murmuró sacando algunas cosas de su mesa de noche— Me temo que hoy haremos algo mejor

Bastó solo un segundo para que Jin fuese sometido, sus manos quedaron unidas alfrente por una suave cuerda rosa y una extraña bola fue colocada en sus labios para acallar sus gemidos.
Namjoon se deleitó con la imagen que el menor le ofrecía, lo coloco nuevamente sobre sus caderas y recorrió su cuerpo peñiscando levemente sus pezones, Jin era tan sensible al tacto que se estremecia ante las caricias, su espalda se arqueaba y gimoteaba haciendo sonreir al mayor.

— Eres una princesa exquisita— murmuró el.mayor mordiendo uno de sus pezones— ¿Te gusta que haga esto? ¿Te enciende? Oh claro que lo hace, Jinnie es un niño caliente

Quizás había ido demasiado lejos, Namjoon no parecía estar muy consciente de esto y tenía algo de miedo de que decidiese entrar en él sin protección, eso sería un serio problema después.
Sus miembros se frotaron deliciosamente, Jin apoyó sus manos en el pecho de su hyung y las manos del mayor se asentaron en sus caderas cuando sintió la intromisión de un solo golpe, lágrimas de dolor se escaparon de sus ojos y un gemido lastimero se escapó de sus labios intentando acostumbrarse, tenía que demostrar que podía soportarlo, que no era un niñito más en el expediente de Namjoon.
Las embestidas eran rápidas, certeras, sin compasión y el castaño no podía dejar de llorar acostumbrandose a su tamaño, en algún momento se detuvo y fue arrojado contra la cama, la extraña bola cayó de sus labios e intentó rogar que se detuviera pero no pudo, Namjoon volvió a penetrarlo más fuerte que otras veces, las manos del mayor acariciaron su miembro y empezaba a sentirse atontado rozando el cielo.

— H-hyung— suplicó arañando la espalda del mayor— P-pare

Pero no se detuvo, Namjoon mordio su oreja mientras se venía dentro suyo una y otra vez hasta que cayó a su lado sonriendo complacido.

— Es la.mejor fantasía que he tenido— suspiró acariciando el cabello de Seok Jin— Ojalá pudiera tenerte así sin tener que soñarlo

Jin sintió sus ojos llenarse de lágrimas y se refugió en el pecho del mayor sollozando avergonzado, Namjoon no iba a recordarlo mañana y el estaba demasiado avergonzado como para admitir que eso no era un sueño, que realmente lo había follado y que posiblemente mañana no podría caminar con normalidad.

— ¿Namjoon hyung?— sollozo acurrucandose contra él mientras sentía los liquidos de Namjoon escurrir por sus piernas— ¿Usted... usted me quiere?

— Sabes que sí, dulzura— un besito fue dejado en su nariz haciendolo sonreir— Eres mi primito chiquito, claro que te quiero

Y Jin sollozo más fuerte aferrandose al.cuerpo de su mayor, quizás el no recordaria eso más tarde pero él se aferraria a su recuerdo el tiempo que hiciese falta para volver a verse.
A la mañana siguiente, se despertó temprano, llenó de besos el.cuerpo de su mayor y se marchó sin decirle nada.
Él esperaria pacientemente que el mayor fuese en su búsqueda, esperaria cada día de su vida si era necesario y tres meses después de esa despedida se dio cuenta de que no sería el único que esperaría el regreso de Namjoon, el pequeño bebé que crecía dentro de él necesitaba de Namjoon tanto como él.

— Entonces Namjoon...— preguntó sonriendole después de contarle la.historia— ¿Has venido por mí o seguirás haciéndome esperar?

Una sonrisa divertida se expandió por todo su rostro, no había sido un sueño, había tenido a su princesa en brazos y ncesitaba volver a sentirlo cerca.

— ¿No crees que Jungkookie necesita un hermanito, Jinnie?—

— ¿Tengo que volver a esperar que te duermas? —preguntó coquetamente el castaño yendo hacia las escaleras—

— Si dormido te hice un hijo— pronunció siguiendole el juego— Supongo que despierto podemos tener gemelos

— ¿G-gemelos?—

— O trillizos, tu eliges, primito—