Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1: Es un inicio

UN AÑO ANTES…

Hace mucho tiempo mi madre me dijo que tenía que ser positivo, sonreírle a la vida y entonces las cosas buenas vendrán hacia mí…

—Joder... —susurró fastidiado en cuanto el contenido de su mochila cayó al suelo mientras intentaba buscar las llaves por milésima vez.

Estúpidas llaves, estúpida puerta y estúpida música... empezó a maldecir en voz baja en cuanto logró dar con ellas, arrojando bruscamente todo lo que había caído al suelo nuevamente a la mochila mientras abría la puerta, siendo recibido por un nauseabundo aroma y una estridente música de black metal, ¿o era metal satánico? Es más, ¿había alguna diferencia? Sinceramente no le importaba.

Por lo que se cubrió la nariz con la manga de su suéter y se adentró al departamento comenzando a maldecir por milésima vez en el día, pero no lo podía evitar. Estúpido Deidara, en ocasiones como esa —y muchas otras—, se preguntaba por qué mierda lo seguía soportando si él tipo era de lo peor, pero entonces los recuerdos venían a él cada que anhelaba matarlo, y era ahí cuando solo le quedaba callar.

Un año atrás se había mudado a Italia y necesitaba un lugar donde vivir, fue una suerte, por no decir milagro, el que viera un letrero que decía: se busca compañero de cuarto. En aquel momento no tenía nada que perder, por lo que llamó al número, hizo una cita y fue así como conoció al idiota pirómano de Deidara, quien vivía solo en un buen departamento en el centro de Nápoles, a unas cuantas calles de la basílica de San Giovanni Maggiore y la universidad a la que pensaba ir.

En ese instante se desanimó al creer que la renta sería demasiado alta, él solo era un chico de dieciocho años intentando iniciar una vida independiente. Todo lo que tenía en ese momento eran sus ahorros, que sinceramente era una cantidad ridícula, debido a que había empleado la mayoría para llegar a Italia. Pero recibió una grata sorpresa cuando él le dijo la cantidad que tendría que pagar al mes, era un monto ridículo, básicamente Deidara iba a pagar el 80% de la renta si Sasuke se comprometía a mantener limpio el lugar, hacer las compras y preparar la cena.

—¡Sasuke… ¿eres tú?! —gritó volteándolo a ver con la mirada perdida y una sonrisa bobalicona adornando sus labios.

—No idiota, soy un fantasma —caminó hacia la sala, viéndolo con molestia mientras deseaba que las miradas mataran. Pero Deidara era inmune, quien estaba sentado en el suelo, recargado en el sofá, rodeado de latas de cerveza y con una pipa de cristal en el regazo—. Deja de fumar esa mierda tóxica.

—Oh que lástima, creí que eras un lindo Sasukin —sonrió divertido—, y no le llames mierda a esta maravilla hn, solo es un poco de paraíso.

—No tenía idea de que actualmente a la droga se le conociera así.

—La marihuana es medicinal, Sasuke.

—En ese caso, ojalá te de una sobredosis.

Chasqueó la lengua ignorando su parloteo sobre los beneficios de fumar esa basura tóxica, la misma que lo ahogaba y agobiaba a partes iguales aun cuando no era él quien la consumía, sino Deidara. Sinceramente, jamás entendería lo genial de inhalar o fumar esa mierda, por lo que mejor se dedicó a abrir las ventanas y a encender el aire acondicionado, con suerte el humo se disiparía rápido y no llamaría la atención de los vecinos, o de lo contrario tendrían a la policía tocando la puerta dentro de unos minutos mientras él comenzaba a marearse y huía de allí, para evitar problemas.

—No seas enfadoso, Sasukito —ronroneó meloso, abrazándole por la espalda de forma posesiva, depositando un suave beso en la base de su cuello.

—No empieces a joder.

—Sabes que puedo joderte si es lo que quieres.

—Y yo puedo romperte las bolas de una patada.

—De acuerdo, hn —sonrió con prepotencia—. Tú te lo pierdes, me han dicho que soy un dios del sexo.

Sasuke volteó a verlo con una expresión homicida, empuñando un cuchillo, lo cual funcionó porque logró alejar a Deidara un par de pasos, mientras en su rostro se dibujaba una expresión entre miedo y diversión, alzando la manos frente a su rostro como si intentara calmar a una enorme bestia —un gato huraño era un mejor comparativo—, cosa que irritó más al Uchiha.

Si no conociera tan bien a ese idiota rubio, podría asegurar que Deidara realmente planeaba que acabara en cuatro sobre su cama, pero aquello solo era parte de su maldito juego para joderle la vida, como si disfrutara haciéndolo rabiar, sabiendo que Sasuke no pasaría de gritarle un par de insultos —como de costumbre—, e intentar propinarle uno que otro golpe que realmente no dolían.

En un principio, cuando se conocieron, podría haber jurado que Deidara era un omega varón al igual que él, por ello no lo pensó mucho y aceptó de inmediato su propuesta de ser compañeros de departamento. Esa semana casi no se vieron porque estaba ocupado con los tramites de la universidad, y el loco pirómano presentaría una obra donde seria el protagonista, por lo que se desvivía en los ensayos. Finalmente las pocas ocasiones en que coincidieron vestía una ropa muy bonita de omega, y dejaba su cabello suelto, incluso usaba un poco de maquillaje que acentuaba sus finos rasgos.

Y abría que resaltar que él no iba por la vida preguntando, ¿oye que eres: omega, alfa o beta? Sin mencionar que Deidara usaba inhibidores —lo cierto es que no bloqueaban el aroma de un alfa o omega al cien por ciento, a lo mucho, llegaban al noventa por ciento—, por lo que su aroma era tan tenue que fácilmente pasaba desapercibido con todo el perfume que le gustaba usar —el mismo que de vez en cuando le asqueaba—. Aunque después se enteró que en verdad era un alfa.

Un alfa muy idiota clase B, quien trabajaba como actor de teatro, y que por sus facciones andróginas no tenía problemas en interpretar el papel de alfas, omegas o betas, ya sean hombres o mujeres. Normalmente, Deidara le parecía alguien medio afeminado, pero en esos momentos tenía pinta de alfa con el cabello atado en una coleta baja, una musculosa demasiado ajustada y que dejaba al descubierto su cuerpo trabajado y bastante atlético, junto con su expresión seria.

Sasuke jamás lo admitiría, pero llegó a pensar que si Deidara no fuera tan idiota y fastidioso, probablemente diría algo muy estúpido y vergonzoso, como el admitir que realmente era tractivo con su metro setenta y cinco, cabello rubio y ojos azules, aunque jamás sería su tipo.

—Hoy estas jodiendo más que de costumbre.

—Sasuke, tú estás más irritable de lo normal —se encogió de hombros—, es porque te falta sexo.

—Y tú eres un maldito anciano pervertido.

—¡¿Anciano?! —se escandalizo con dramatismo—. No le puedes decir anciano a alguien de veintiocho años.

—Tengo diecinueve, claro que puedo —lo miró con molestia— y no me falta sexo.

—Hn, da igual, cuando te animes a dejar de ser virgen, me avisas.

Le guiñó un ojo con toda la coquetería que pudo y Sasuke tuvo que usar toda su fuerza de voluntad —la poca que aún le quedaba— para no decirle un par de cosas mientras se metía a la cocina, fingiendo que se concentraba en preparar la cena, pero lo que tenía pensado para ese día era algo tan fácil que ni siquiera debía pensarlo, ya que sus manos se movían automáticamente y con bastante agilidad. Desgraciadamente su bendita paz no duró ni cinco minutos, terminándose cuando Deidara entró la cocina con una expresión extrañamente seria, sentándose en una silla y tomando una manzana del frutero.

—No estoy de humor para tus tonterías.

—Lo sé.

Su voz ronca lo estremeció de pies a cabeza, obligándolo a detener todo movimiento por un par de segundos. Para Sasuke, era raro y casi preocupante ver a Deidara actuar como el adulto que se supone que era, aun así pretendió ignorarlo y siguió picando las verduras con la esperanza de que se largara cuanto antes, y terminará el tenso silencio entre ellos, pero como siempre, aquel alfa era impredecible.

De un momento a otro, se había levantado de la silla con sigilo y avanzado hasta quedar detrás de él, intentando no hacer ruido para sorprenderlo, terminando por rodearlo fuertemente entre sus brazos, besando la base de su cuello con una intimidad excesivamente abrumadora y tan propia de un par de amantes.

Intimidad que no sabía muy bien cuándo fue que le permitió pero a la que se había acostumbrado muy rápido. Tal vez se debía a que era él, e inconscientemente, su omega sabía que entre ellos no había nada más allá que un amor fraternal, por lo que antes de darse cuenta, ya se había dado la vuelta para enterrar su cara contra el pecho de Deidara.

—Renuncie… —su voz era queda, apenas un murmullo dolido, pero por el suspiro molesto sabía que aquel alfa lo escuchó, incluso estaba seguro que ni siquiera debía de estar sorprendido de que sea el tercer trabajo al que renunciaba en un mes, pero como decían los clichés baratos—: “son ellos, no yo”.

—Tienes razón —soltó una risita—, ¿qué te hicieron esta vez, Sasu?

—Danzô, mi asqueroso ex jefe —bufó mosqueado, separándose un poco de Deidara para cruzarse de brazos con indignación—, el idiota me acorralo en el baño e intento manosearme. Me amenazó diciendo que era un simple beta y que no me convenía hacer un escándalo y no sé cuántas estupideces más. Creo que mencionó que era una lastima no ser omega, porque de lo contrario estaría a nada de marcarme como suyo.

—Espero que le hayas destrozado las bolas con una patada y renunciado, o soy capaz de ir ahorita mismo y enseñarle unas cuantas cosas.

—¿Eres adivino? —preguntó sarcástico, pero por la expresión del alfa sabía que quería detalles—. Fingí cooperar —se encogió de hombros notando la expresión de pánico en Deidara por lo que continuo—: cuando me obligó a subir al lavabo aproveche para patearle el rostro, después le patee las bolas un par de veces y me fui de ahí.

—Ese cabrón —susurró antes de besarle la mejilla al omega, volviéndolo a apretujar entre sus brazos, enterrando el rostro en la coyuntura de su cuello y hombro, buscando percibir su aroma—. Sasuke…

El Uchiha ignoró aquel tono, y se separó de Deidara viendo su mueca de molestia mientras iba por otra manzana del frutero. Ya no tenía caso, sabía que venía una pequeña reprimenda por lo que rodo los ojos y siguió preparando la cena, dispuesto a tomar todo lo que dijera como si fueran las palabras de un loco.

—No percibo tu olor —mencionó antes de darle una mordida a la manzana.

Y era cierto, solo podía detectar el suave aroma del perfume de rosas que le regaló un mes atrás, mezclándose junto con el olor del champú, jabón corporal y crema, todo con esencia de rosas. Sin embargo no percibía ni un ápice del aroma de Sasuke, el cual era bastante dulce y seductor, tan similar a la mezcla de cerezas, melocotón y canela. Por lo que se imaginaba el motivo, no sabiendo si debía molestarse o preocuparse.

—Si sabes el motivo no preguntes.

—Sasuke, es peligroso, muy peligroso.

—Si no lo hubiera hecho tal vez hoy no hubiera llegado a casa y ahora tendría a un bastardo que odio como alfa.

—Hacerte pasar por beta no es la manera —suspiró sujetándose el puente de la nariz con dos de sus dedos—. Usar inhibidores no es malo, pero usarlos y tomar supresores de rango A es básicamente un suicidio. Y ambos sabemos que si tu intención es hacerle creer a los demás que eres un beta, deberías comprar bloqueadores de olor.

—¿Tienes idea de lo que cuestan esas cosas? Sin mencionar que su efecto solo dura una semana.

—No vas a poner tu salud en riesgo, Sasuke —suspiró con cansancio—. Mezclar la inyección inhibidora y la tableta de supresor A es peligroso —lo miró con molestia—. Eres lo bastante inteligente para saber que esa mierda te genera una grave adicción, problemas cardiacos, cáncer y en el mejor de los casos, quedaras estéril en menos de cinco años.  

—No es un supresor rango A.

Deidara parpadeó un par de veces y pareció suspirar de alivio. Era de dominio público el hecho de que los supresores se dividían en tres rangos, A, B y C, estos últimos eran usados mayormente por adolescentes, ya que solo reducía el aroma de cualquier alfa u omega joven. Los de rango B, tenían la ventaja de ser también anticonceptivos y reducir el aroma hasta un sesenta por ciento, y existían tanto para alfa u omega, mientras que los de rango A, eran tan fuertes que únicamente se usaban en el celo, con indicaciones medicas estrictas de tomar una sola tableta por cada día que durara el celo.

Su efecto era tan potente, que las excesivas, y muchas veces instintivas ganas por follar (en el caso de alfas), o ser follados (en el caso de omegas), se veían reducidas a un apetito sexual más controlable, por lo cual podían seguir con su vida tranquila, sin detener sus labores por encontrarse en el celo. Finalmente la inyección inhibidora, se aplicaba cada mes y lograba ocultar el aroma de un alfa u omega hasta en un noventa por ciento, y al combinarla con un supresor A potenciaba su efecto al cien, pero traía graves consecuencias.

—Si no es supresor, ¿entonces qué es? —preguntó al fin.

—Tienen que ser cuatro —respondió como si nada—. Uno a la semana.

—¡Maldita sea, Sasuke!

—Sé lo que hago, así que no fastidies.

Deidara gruñó, se masajeó las sienes y se fue a la sala completamente cabreado. Sasuke se la pasaba gritándole que era un maldito adicto de mierda y tal vez tenía razón, pero si se ponía a pensar, aquel testarudo omega era un caso mucho peor que él, después de todo, la marihuana si era medicinal y legal.

—Sasu… cambiando de tema ¿ya te hable de Guren?

—No y no me interesa.

—Es una mujer hermosa —ensanchó su sonrisa ignorando los insultos de Sasuke, mientras sus manos dibujaban en el aire la figura de una fémina con grandes atributos—, se encarga del aseo en el teatro y su esposo es un idiota que no la merece.

—Y tú eres un drogadicto alcohólico —terminó de preparar la ensalada, colocando el bol en la mesa—, creo que cada vez escoge a un hombre más idiota.

—¡Sasuke! No me compares con un bastardo como lo es su esposo —chilló con dramatismo, y cuando el omega lo ignoró suspiró resignado—. Algún día cambiarás de opinión y será muy tarde porque ya no estaré disponible.

—No lo creo, tampoco eres mi tipo y a ti no te gustan los omegas varones, prefieres a mujeres de grandes curvas.

—Hablando de omegas, llamó Sasori, dijo que tenía buenas noticias para ti y que lo llamaras.

—Lo haré después de cenar.

Deidara simplemente se encogió de hombros sacando otra cerveza del refrigerador, pero en cuanto la cena terminó, se puso su cazadora y cogió las llaves de su moto junto a una pequeña maleta mientras su expresión de idiota —según Sasuke— pasaba a ser una psicótica, por lo que el omega no dudo en detenerlo antes de que llegara siquiera a la puerta.

—¿Acaso quieres que te de amor, hn?

—No seas idiota, ¿A dónde vas?

—Tengo que ir a impartir una clase de modales y respeto sobre el género.

—¿Qué?

—Que estés atento al teléfono —rodó la mirada—. Y quiero que recuerdes que en mi armario, justo en la parte de arriba hay una caja de madera. Allí guardo mi dinero, identificaciones y tarjetas de crédito, junto a una libreta donde están las claves.

—Ya te volvió loco esa mierda que fumas —aseguró frunciendo el ceño.

—Claro que no. Si te digo todo esto es para que puedas pagar mi fianza por si no logro escapar y la policía me arresta. Sabes que odio estar en una celda tanto tiempo —sonrió y abrazó a Sasuke besando su cuello—. Nadie se propasa contigo y vive tranquilamente.

No le dio tiempo de nada, simplemente se marchó. Y Sasuke prefirió ignorar lo que dijo, después de todo no lo creía capaz, por lo que tranquilamente se fue a su habitación sin ánimos de hablar con Sasori, él podía ser su mejor amigo y un buen compañero en la universidad, pero hoy no tenía la paciencia para lidiar con alguien, pero su curiosidad por saber la buena noticia fue mayor.

—Estaba seguro que no llamarías —saludó—, te estuve marcando después de pasar al restaurante por ti. Me dijeron que te corrieron porque intentaste seducir al jefe por un ascenso.

¡Que se jodieran esos hijos de…! Pensó pero ni siquiera valía la pena insultarlos, respiró varias veces y le contó de forma rápida lo que en realidad pasó. Al final —después de maldecir por más de media hora— resultó que Sasori realmente tenía buenas noticias para él. En la empresa donde trabajaba su primo Kankurô solicitaban un ayudante de oficina, y dado que se acababa de quedar sin empleo, aceptó presentarse, el pago era bueno y el horario no interfería con sus clases.

🍅🍥🍅

Normalmente cuando las personas piensan en trabajar como ayudante de oficina, se imaginan que solo tendrán que sacar copias, acomodar, desechar archivos o esa clase de cosas, sin embargo, para Sasuke toda la semana fue un ir y venir con estúpidos recados como si fuera el chico de mensajería. Y justo ese día, su amado sábado tenía que emplearlo allí mientras sujetaba una bandeja repleta de tazas de café, entregándolas como si fuera una camarera.

Solo le faltaba el mandil y la pequeña libretita, y no era porque minimizara el trabajo, después de todo, hace un tiempo fue mesero en una cafetería. El punto era que cuando estaba casi seguro que su día no podía ir peor, un idiota tropieza, lo empuja y termina chocando con alguien, derramando parte del café caliente en el traje del “pobre e idiota” desconocido.

—¡Mierda!

—Lo lamento, fue un accidente —se disculpó con toda la educación y paciencia que pudo, separándose de él y logrando que un par de tazas cayeran al suelo. Todo era un jodido desastre que empeoró cuando levantó el rostro, mirando la expresión molesta de un alfa guapísimo de cabello rubio e intensos ojos azules que parecían querer matarlo.

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~
Continuará

Hola!! Espero que les haya gustado el capítulo, de principio os aviso que la trama va lento, así que no se desesperen y antes de que me maten: No hay, ni hubo ni existirá una relación amorosa entre Deidara y Sasuke, solo se aprecian como amigos o unos hermanos muy extraños. Lo digo porque a lo largo del fic habrá escenas muy comprometedoras, ya saben, puro fan servís (?

Aclaraciones Omegaverse:

Existen cuatro clases de alfas y omegas.

Clase S
Son hijos de un omega y un alfa de clase A. (Nota: una pareja hombre/mujer de dos alfas clase A no puede concebir entre sí).
Son la clase más privilegiada que hay, sin importar si son omegas o alfas, y son muy valorados y respetados en la sociedad ya que componen el 0.0001% de la población mundial total.

Clase A
Son hijos de dos alfas.
Por ende tienen varios privilegios. Es muy raro que entre alfas puedan tener hijos, y el 80% de las veces el bebé que nace es alfa, y solo un 20% nace omega. Componen el 1% de la población.

Clase B
Son hijos de un Alfa y un omega.
Se puede tomar como la clase media, ya que componen el 45% de la población. 

Clase C
Hijos de la unión de un alfa/omega y un beta.
Sus características y cualidades son un grado superior a las de un beta, y en la mayoría de las veces se les toma como uno.

Supresores/inhibidores y bloqueadores.
Estos ya fueron explicados a lo largo del capítulo, pero si aún tienen dudas, pueden preguntarme ;)

Haruka Eastwood 😘😎

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro