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—Esperen aquí —Bruce los guió hacia una pequeña sala de estar. Se mantuvo imperturbable en el pequeño camino, pero en cuanto salió en busca de Clark su corazón retumbó raudamente.
—¡Clark! —El nombrado giró a verlo aún con algo de masa chorreando entre sus dedos. Oh, había olvidado la obsesión de los últimos tres días por preparar pasteles de fresa porque ‘era una cosa favorita de Bruce aunque saben terrible’ —Clark… —Su voz salió muy despacio, casi rota. El androide dibujó un gesto de preocupación y dejó lo que estaba haciendo para dar un paso hacia él.
—¿Estás bien, cariño? —También había olvidado el pequeño apodo que, aunque nunca dijo que lo quería, el otro simplemente empezó a usar porque le parecía.
—Yo…
¿Cómo debía decirlo? ¿Era correcto acaso alertarlo de que tenía un error? ¿Que debía ser devuelto? Ni siquiera Bruce estaba seguro que hubiera un fallo en Kal-El, pero no podía negarse. Su mente, que solía estar preparada para todo tipo de situaciones, en ese preciso momento no tenía un plan de contingencia, sin embargo, si algo podría decirse de Batman era que siempre actuaba y, por lo general, salía bien. Su mano se envolvió en la artificial de Clark y lo jaló por los pasillos en dirección al despacho.
Clark lo miraba un poco curioso, nunca vio a Bruce desesperado, ni mucho menos buscando de una forma tan loca en los cajones algo que no sabía.
—¿Qué estás buscando? —Su voz, dulce y ajena a lo que pasaba, resonó en los oídos de Bruce de una forma dolorosa. Su realidad de que probablemente ya no iba a escucharla más lo golpeó de pronto.
—Esto —Sacó un pequeño pendrive, Clark lo miró sin entender. Solo se quedó quieto cuando lo vio dando la vuelta tras de si y colocando sus manos frías por su espalda, buscando la tapa que daba a su pantalla de manejo.
—¿Qué estás haciendo, cariño? —La tapa de abrió. La pose de Clark pasó a ser rígida, tal como la primera vez que se vieron en la sala y Bruce lo programó —¿Aún quieres apagarme? —La pregunta fue como una puñalada. No, no quería apagar a Clark. Él era su más querida posesión. Sin embargo, ese pensamiento era imposible para que la mente confusa de Kal-El la procesara en ese momento: Bruce no lo quería, eso era lo único que podía pensar.
—No, pero si no lo hago… No podré salvarte —Clark no entendió, ni siquiera cuando sintió una sensación extraña de descarga por dentro. Un sonido de engranaje, diferente a los que había escuchado ya, comenzaron a sonar. Bruce descargó su hack de la bat-computadora en él.
Así podría localizarlo, ver lo que él viera, entrar en su sistema (O al menos eso pensaba) y asegurarse de que no hacían nada más que limpiarlo en caso de un virus. El mismo lo limpiaría con sus sitema, era lo suficientemente bueno para hacerlo y no dejarse infectar. Bruce podía hacerlo mejor que cualquiera.
Fueron un par de minutos casi eternos, entre los sonidos internos de Clark y el corazón salvaje de Bruce palpitando por dentro. Lo retiró cuando vio que la pantalla ponía completado, lo metió al bolsillo.
—Clark —Levantó la tapa y lo cerró. El robot se dio la vuelta automáticamente y lo miró con un signo de tristeza que rompió el corazón de Bruce —Lo hago porque es la única forma, ¿Está bien? —Clark no dijo nada, pero muy en el fondo sabía que no entendía sus acciones.
Nunca en toda su vida se había tomado la molestía de explicar y repetir algo tantas veces para que alguien ajeno a él lo entendiera. Apretó la mano de Clark cuando estuvo cerca de la sala y le susurró un ‘Te quiero, ¿Está bien?’ Sin embargo, no estuvo seguro si el programa de Kal-El lo entendió, porque la mirada del androide seguía teniendo ese deje de melancolía cuando los trabajadores de NAMIDA lo apagaron. Podría haberse negado, Bruce sabía que si hubiera querido Clark lo habría hecho, pero solo lo miraba con tristeza, como que si se sintiera traicionado y estuviera siguiendo una orden por mera confusión.
Estaba solo. Sólo con un pendrive entre sus manos que guardaba una pequeña esperanza. Sus labios aún podían sentir el sabor de los de Clark entre los suyos. Soltó una risa y apartó su mirada del ventanal, donde a su querido robot le encantaba ver la luz de las estrellas. ¿Qué hacía sintiéndose mal por una estúpida máquina? ¡Era lo que le faltaba! Él, el jodido Batman sintiéndose nostálgico por un montón de cables. Qué jodido estaba.
No obstante, una llamada de la Liga interrumpió sus cavilaciones. Estuvo en la Atalaya más rápido que Flash, literalmente.
Se sentó en donde siempre, barrió con su mirada el lugar y luego se detuvo en Cyborg que estaba buscando algunas cosas en su propio archivo.
—Lo siento —Cyborg frunció el ceño, apagó lo que sea que estaba mirando e hizo un movimiento repetitivo con su mano. A Bruce le recordó un poco a los ademanes de Clark —Hemos estado recibiendo ataques cibernéticos… No solo nosotros, varias partes del mundo. Un tal ‘Brainiac’ está atacando las mayores centrales. Hay muchas quejas de máquinas de todo tipo volviéndose locas, atacando a la gente, hum, algunos dijeron cosas como ‘esclavizarlos’.
—¿Han podido entrar a nuestra base?
—Hasta el momento no. Estuve rastreando estos robots inteligentes y, aunque parecía que venían de distintas empresas, todas provienen del mismo fabricante —Cyborg miró un momento a Bruce —Nuestra tecnología viene de tu empresa y no estaba comprometida —Lo vio encender un monitor, en la pantalla apareció una foto de la publicidad de Kal-El —. Los últimos informes arrojan que algunas computadoras se han vuelto locas y esta empresa... Uh, NAMIDA, tuvo problemas con algunos de sus robots, se estaban retirando pero las personas que aún tenían uno en casa llamaron a la policía diciendo que los atacaron—Todos seguían expectantes —Pero allí no se detienen las malas noticias, seguí rastreando, al parecer este virus es de origen alienígena… Uh, no es exactamente inmaterial, también tiene parte orgánica, es muy raro… Es como una central de algo orgánico mandando a robots más materiales y desechables.
Batman no dijo nada, simplemente estaba quieto en su sitio pensando en Clark, ¿Todas sus acciones medio humanas sí fueron a causa de un virus? ¡No! Definitivamente no, Clark era diferente, Clark era un robot especial. Se negaba a pensar que todo lo que había hecho y dicho era a causa de un virus que lo estaba controlando. Solo necesitaba un reinicio y sería… Normal, igual que los demás, solo un robot más.
—¿Cómo se supone que vamos a luchar con una amenaza cibernética? —Flash pareció amplificar la pregunta que todos estaban pensando.
—Estoy programando un anti-virus, pero no servirá de nada si se lo aplicamos a un robot. Tendremos que rastrear el principal, el orgánico y reprogramar desde allí... Si es que su parte orgánica lo permite.
—¿Cómo hacemos para encontrarlo? —Preguntó Diana.
—Creo que tengo algo que nos puede ayudar—Habló Bruce, pensando en que se arrepentiría de eso.
Todos miraban con desconcierto la gran pantalla, hasta Bruce había arrugado un poco por dentro el ceño al ver aquello que nunca había visto. Pensó en hackear a Clark, pero, la verdad, nunca hubiera sabido como hacker eso. Hasta Cyborg estaba allí, buscando y buscando en un trabajo infructuoso.
—¿De dónde has sacado esto? —Preguntó finalmente mientras metía algún otro código —Es como… El centro de todo, ¿Cómo lo has conseguido?
—Tenía un robot de NAMIDA, era un poco raro… No parecía exactamente un robot, así que hackeé su memoria, pero no sabía que encontraría esto —Sintió las miradas de sus compañeros ante su explicación, pero no le importó demasiado —Se lo llevaron esta mañana, dijeron que era una falla por un virus, pero creo que… Se habían equivocado, no me dieron un robot, me dieron su ¿lider? o algo así.
Kal-El abrió los ojos, su mente no reconocía absolutamente nada, no recordaba nada, sentía que acababa de despertar de un sueño, pero con la sensación de que era una pesadilla. Su mente estaba en blanco, pero algo en el fondo de sí tenía una sensación extraña, como un vacío, una sensación que no sabría explicar. Frente a él había una figura desconocida entre la información de su interfaz primitiva, una figura negra, con rostro diferente a los humanos que había atrás. Lo vio mover los labios con enojo pero sus oídos no escuchaban nada más allá que un pitido que era molesto.
—¿Por qué suena de esa manera? —La voz de la figura que tenía delante se hizo clara. Sintió algo frió apartarse por detrás y luego algo cerrar detrás de él.
—Es su lenguaje materno, señor. Como cualquier ser vivo aprendió un código lingüístico y lo tomó de lo que había a su alrededor en sus primeros días de vida… Eh, lo construímos en un laboratorio que estaba bajo la fabrica, supongo que había muchos sonidos de engranajes y máquinas —Habló una segunda voz por detrás.
—Quítale ese sonido.
—N-no puedo, señor, es parte de su… Recuerdo. No es una máquina completamente como bien sabe, tiene una parte viva, esa parte viva es la que reproduce ese sonido como que si fuera un sonido que aprendió para comunicarse, como un rastro de un recuerdo. Solo se intenta comunicar en un lenguaje que solo él entiende.
—¿Es decir que tiene recuerdos?
—Algunos, pero son irrelevantes a menos que haga algo que los active y probablemente no recuerde más allá que algo muy concreto… Solo recordará con exactitud para lo que hemos programado su interfaz conectada…
—Soy NAMIDA1416, modelo Kal-El —La voz plana y triste de Kal-El interrumpió la conversación— Es un placer conocerte. Estoy aquí para servirte en todo lo que deseas —Había un sentimiento de negación ante esas palabras, pero, simplemente, no podía no decirlas. Sentía que era su obligación decirlo y por eso lo dijo, aunque en el fondo, no estaba seguro de su significado.
—Parece que la reprogramación ha funcionado. Soy Brainiac, tu amor. Ahora, harás lo que yo te diga —Clark abrió la boca un par de veces, su mente le enviaba información sobre hacer otra pregunta ‘¿Cómo debo llamarte? ¿Qué te gusta?’ pero no quería, algo se negó a sacar esas preguntas de dentro y, en cambio, asintió.
Bruce no podía creer lo que estaba viendo. Cyborg se había logrado conecta a la mecánica de Clark y estaban viendo justo lo que él veía. Recordó aquella vez en que había deseado poder ver el mundo tras los ojos de Clark para saber si era tan humano como las veces que actuaba, y sí. Era extraño, los ojos de Clark estaban fijos en un pobre inocente que estaba siendo torturado por el que parecía ser un alienígena o el enemigo al que deberían enfrentarse. A pesar de que estaba allí, su vista de vez en cuando parpadeaba y parecía enviar órdenes contradictorias a su mecánica. Parecía, dijo Cyborg, como que si no le gustara la experiencia que estaba viviendo, pero no hacía nada.
—Tenemos que detener a ese, está controlando los demás.
Batman tenía apretado las manos contra el volante. Abajo, la ciudad se había convertido en caos cuando los robot habían empezado a destruirlo todo. Lo que más le molestaba de la situación era saber que el culpable de todo era Clark, que estaba tras de todo eso, que era él a quien debían destruir. Sin embargo, contrario a todo lo que había hecho y la desconfianza que solía tener a todos, guardaba un mínimo de esperanza en que Clark no lo hacía a conciencia. Clark no era así, Clark lloraba por las estúpidas películas románticas, no sería capaz de dañar a nadie.
—Chicos, en el centro comercial —La voz de Flash a través del comunicador interrumpió sus pensamientos. Soltó un frío ‘voy para allá’ seguido de los de el resto de sus compañeros.
Minutos después tenían rodeado el edificio. Era un buen lugar para empezar, no era cualquier centro comercial, era el ‘oasis de la tecnología’, había demasiadas cosas allí que podía controlar. Se habían repartido el trabajo, Flash y Hal despejarían el camino, mientras que los demás se encargarían de Brainiac, Bruce, por suspuesto, iría tras Clark, había tenido una corazonada de que podía razonar con él, sea lo que sea que hubiera pasado y, aunque nunca en su vida había hecho algo tan estúpido como eso, quería confiar en que no estaba equivocado.
Corrió por todo el pasillo cuando fue su turno, esquivando y demás. Clark, su Clark, estaba parado en una esquina con la mirada perdida. No actuaba, pero dentro de sí estaba controlando todo lo que sucedía. Solo, por un segundo, lo vio intentar reaccionar cuando Diana atacó a Brainiac, pero fue muy tarde. Cuando quiso darse cuenta Batman se había lanzado contra Kal-El y provocó que ambos terminaran en el suelo.
Por un momento estúpido pensó que Clark sabría quien era, que sacudiría su cabeza y lo recibiría con los brazos abiertos y diciendo mil cosas, pero él no conocía a Batman y ahora, solo era un enemigo más. Escuchó los engranajes de su interior sonar, que ahora le causaban curiosidad al saber que no tenía algo mecánico por dentro, pero no le gustó en el tono que lo hicieron. La vez que los escuchó sonar de aquella manera fue cuando Clark atacó a Oliver y ni siquiera esa vez sonó tan enojado.
Se movió cuando lo vio lanzar un puñetazo directo a su cara. No quería golpear a Clark, de verdad, pero sus instintos de supervivencia fueron más allá y lo hicieron. En la confusión, salió del agarre del otro y se levantó, con las manos extendidas, mientras pensaba si quiera en cómo iba a llegar a su panel de control para reprogramarlo.
—Soy yo, ¿Me recuerdas? —Soltó la frase en medio del pánico, dando un par de pasos hacia atrás cuando lo vio levantarse y pudo vislumbrar sus ojos inyectados en ira —Soy Bruce —Lo vio congelarse por un mini segundo, algo en esas palabras provocaron un choque dentro de Kal-El, aunque no pareció suficiente porque al segundo fue lanzado con fuerza al otro lado de la tienda.
Resbaló por la pared, maldijo por lo bajo, sentía que sus órganos se habían movido completamente de su sitio. Se movió cuando vio a Clark acercarse.
—¿Recuerdas el pastel de fresas? ¿Titanic? ¿El ventanal de mi despacho? —Intentó soltar todas las cosas más memorables, se agachó y esquivó lo que Kal-El le lanzaba furioso con intensiones de golpearlo.
En algún momento vio algo jodidamente extraordinario, Kal-El encendió sus ojos en rojo intenso y quemó gran parte del local, si no hubiera sido porque se lanzó al suelo, sus intestinos bien podrían ser parte del nuevo decorado.
—No sabía que hacía eso —Se dijo para sí mismo, volviéndose a levantar. Kal-El fijó de nuevo su vista en él totalmente cabreado.
Llevó la mano tras su espalda, mientras veía a Kal-El avanzar con lentitud, pero absoluta seguridad. Se quitó la capucha, su pelo desordenado y sus ojos azules le dieron la bienvenida y vio a Kal detenerse confundido.
—Soy Bruce, ¿te acuerdas de mi? —Antes, hubiera pensado que era un estúpido por apelar a la parte humana de un robot, pero ahora, gracias a Cyborg sabía que habitaba algo vivo en él, fuera lo que fuera, algún sentimiento debía de tener, porque, lo que vivió en aquellas semanas con Clark no fue para nada frívolo ni sin importancia. Había algo, una conexión, algo que lo hacía tan humano tanto como el frío Batman podía serlo.
Kal parpadeó varias veces, su mente pareció buscar algo que no fue capaz de encontrar y siguió su camino hacia Bruce, esta vez, con la mirada algo consternada y el ceño menos furibundo. Bruce dio un par de pasos atrás.
—Y tú eres Clark, ¿Te acuerdas? Te lo puse el primer día que nos conocimos —Lo vio trastabillear en sus pasos, sus engranajes internos sonaron de una manera desconocida, se parecía un poco al tono de su tristeza al ver Titanic por primera vez, pero, había un tinte de nostalgia en eso.
Quería dar más pasos atrás cuando vio a Clark avanzar, pero se negó el derecho. Se obligó a mantenerse firme en su sitio.
—Te dije que te salvaría, ¿Verdad? —Estaba un par de centímetros de él, entonces, Clark, ladeando un poco su cabeza como la primera vez, se detuvo.
Bruce había puesto la mano sobre su rostro, suspiró contra su palma mientras su cerebro le llamaba estúpido y su corazón palpitaba a mil por hora. Abrió con lentitud sus dedos y lo miró a través de estos. Había sido su gesto favorito de frustración, pero se convirtió en juego cuando Clark lo había guardado como una actividad favorita.
Sonrió cuando Clark delante suyo copió el gesto como solo él sabía hacerlo.
—La actividad favorita de Bruce —Parpadeó varias veces. Todo por dentro se sentía demasiado confuso y agitado. Habían leves escenas inconexas, frases sin sentido, sensaciones que traían a su cuerpo leves temblores. Le dio escalofrio, su cuerpo se movió ante un recuerdo sin significado y su piel se achinó ante la sacudida que dio.
La mano de Bruce sobre la suya se sintió cálida, agradable. Sus sonidos internos que imitaban a los de engranajes sonaron en respuesta a algo que Bruce había asociado a la felicidad de Clark.
—Bruce —Su mente no estaba del todo clara, pero algo podía asegurarse y es que Bruce, quien le hacía sentir algo extraño por dentro, estaba delante suya —Bruce —Repitió su nombre, como que si la combinación de esas cinco letras le dieran significado a toda su existencia.
Volvió a parpadear. Esta vez su mano tomó la de Bruce mientras se quedaba mirándolo.
—¿Estás bien? —La mano callosa de Bruce subió hasta acariciar su mejilla con dulzura, como lo había hecho muchas veces en la mansión —Creí que no podría recuperarte —Algo en esas palabras hizo una especie de clic en su mente. Algunas cosas estaban difusas, pero podía recordar a Bruce, su voz, sus charlas, una especie de sensación muy fuerte que le provocaba.
Algo que no sabía explicar.
—Tienes que detenerlos, ¿Puedes hacerlo? Sé que puedes manejarlos. Van a destruir todo si no los detienes, Clark.
Clark lo pensó un momento. Podía, en realidad, pero esas no eran las órdenes que le habían dado. Brainiac estaba un poco metido en su cerebro y no podía llevarle la contraria.
—Lo siento, no puedo —Pero quería, algo antes le había dado la sensación de que lo que estaba haciendo no estaba bien, que nada de lo que hacía Brainiac no era bueno, pero tampoco podía evitar el impulso por hacer lo que se le decía. Era una sensación extraña contra la que no podía luchar —Solo soy una máquina, Bruce. No puedo hacer esas cosas,
—Tú puedes hacer más que eso, Clark. No eres solo una máquina, eres mucho más —Clark no entendió, sin embargo, se alejó a su nueva caricia. Sentir a Bruce tocarlo en ese momento era como que si le quemaran por dentro.
—Solo, por favor, vete. No quiero hacerte daño.
Temió que en algún momento se saliera de sus propios cabales y no le importara que fuera Bruce o quien sea. No quería lastimarlo, pero no podía negarse a lo que Brainiac quería, después de todo era el nuevo amo al que complacía.
—Vete —Y diciendo aquello se alejó.
Bruce suspiró, tenía que hacer algo para detenerlos pero no lastimar a Clark en el intento. Había perdido su oportunidad por intentar convencerle, pero ahora, ahora tenía que volver y hacerlo bien.
—Cyborg, tenemos que reiniciar a Kal-El.
Colocó de nuevo su capucha, podía escuchar a todos sus compañeros decir y dar ideas, mientras que golpes y demás destrozos se escuchaban de fondo. Desde el segundo piso pudo vislumbrar la batalla campal que se había armado ya.
Dio algunas órdenes, corrió a toda prisa por el lado derecho del pasillo, consciente de que Kal-El ya había puesto su mirada en él, pero estaba reteniéndose en ir a detener lo que sea que estuviera planeando. Los demás también fijaron su vista, y antes de que algún otro pudiera ir a perturbar su camino, llegó hasta la otra punta.
Ahora
Todos cambiaron de posiciones, Detective marciano junto a Linterna se encargaron de distraer y llevar lo más lejos posible a Brainiac, que seguía intentando librarse de ellos. Hal corrió junto a Cyborg y Diana al otro lado donde se encontraba Bruce, mientras que este último sacó uno de sus batarang y miró a Clark. Se lo lanzó, esperando fervientemente que no le hiciera mucho daño, para su suerte, este solo se clavó un poco en su espalda pero hizo su trabajo: Llamar su atención.
Clark frunció el ceño cuando lo miró, casi podía escuchar el sonidito de engranajes sonando enfadado cuando lo vio volar hacia él (Otra cosa nueva que no sabía que podía hacer).
—¡Bruce! —Cuando estuvo realmente cerca, se lanzó desde el segundo piso contra Clark obligándolos a bajar un buen tramo gracias a la distracción de Kal-El.
Cuando quiso darse cuenta estaba rodeando de Bruce con sus brazos, quizá fue por un movimiento involuntario o porque realmente esperaba que no cayera al vacío. Se distrajo, lo suficiente para sentir que algo se ataba a sus pies cortesía de Hal, y lo jalaba de regreso al suelo donde alguien con la misma fuerza que él lo estrellaba contra el suelo y lo mantenía allí, boca abajo.
—¡Rápido! —Alguien gritó, su mente estaba tan confusa que antes de que pudiera hacer que las máquinas que podía controlar fueran en su búsqueda, estaba apagado.
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Wuju, el cielo sí lo quiso(?).
Espero que les esté gustando, será cortita, pero la verdad que estoy disfrutando leerlos. Me encanta saber qué piensan, alguien dijo que si Clark podía embarazar a Bruce y, uh, no creo, pero habrá bebés, creo(?).
Clark no dejará de hacer pasteles y rellenará a Bruce como cerdito serrano, pero con fresas(?).
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