
❥• Capítulo Uno.
1. Un buen mentiroso nunca deja pruebas, mucho menos calcetines.
Calcetines. Era lo último que necesitaba encontrar JungKook para poder huir de aquella habitación de hotel donde otro hombre, al cuál no recordaba, descansaba como si nada sobre la cama. Por supuesto que el castaño llevaba al menos quince minutos en busca de todas sus pertenencias que se encontraban tiradas en el suelo para poder irse, no le gustaba dar explicaciones a sus ligues de una noche.
Para cuando sintio el zumbido en la parte trasera de sus pantalones ya iba camino al ascensor. Un nuevo mensaje se encontraba en la pantalla de su telefono.
Jimin: ¿Estás ocupado?
JungKook bufo al leer aquel mensaje, una semana desaparecido y ahora era que este se dignaba a al menos un mensaje enviar. Jimin había dejado de ser su problema desde hacía ya unos años. Años que considero los más afortunados de su vida y ahora solo miraba como una perdida de tiempo. Todo desde que pasaron aquella línea donde el respeto y lo toxico se volvio una sola cosa.
Durante unos minutos el pelinegro penso en una respuesta, también se planteo el hecho de no responderle. Cuando las puertas del ascensor se cierran vuelve a sacar su celular del bolsillo trasero de sus pantalones de cuero y comienza a teclear una aburrida y cortante respuesta.
JungKook: Trabajo.
El chico no volvio a recibir respuesta y de alguna forma eso lo tranquilizaba. Para cuando logro tomar un taxi que le llevara hasta su hogar continuo respondiendo los mensajes y correos acumulados en su bandeja además de echarle un ojo a sus redes sociales y noticias. Su instagram mostraba algunos cortos vídeos tomados la noche anterior y no le sorprendia lo que veía en estos.
Al llegar solo dio el pago al taxista y bajo abrazandose a si mismo, la noche era fría y por supuesto él no había llevado nada más que su camisa de encaje negro. Al levantar la mirada noto un auto rojo bastante conocido y que lo hizo gruñir, dispuesto a reclarme comenzó a dar grandes zancadas hasta terminar frente al hombre de cabellos rubios que sonreia a la pantalla de su celular como idiota.
— ¿Se puede saber que haces aquí? —pregunto colocando sus manos a cada lado de sus caderas y frunciendo su ceño.
—Eres un mal mentiroso ¿creiste me trage tu cuentito de trabajo? Eres violinista, no el presidente del país. Tu trabajo no te hace mantenerte despierto hasta estás horas de la madrugada. —respondio Jimin guardando su celular en su chaqueta.
—Si no vas a creerme las cosas que digo entonces ahorrate el preguntar. Ahora dime ¿qué haces aquí? ¿No deberías andar filmando tus pelis o series por sabe quien donde?
JungKook comenzó a caminar al interior del edificio, saludando al guardia que le hizo una reverencia y abrio sus puertas para él. Jimin le seguia de cerca y el pelinegro se pregunto en que momento le invito a subir.
—Debería. Ya lo haz dicho pero pensé en venir a hacerle una visita a mi querido hermanastro, ya sabes para saber si todo va bien en su vida dado que se ha saltado todas las cenas familiares de este año. —Jimin coloco su mano en la parte baja de la espalda del contrario la cual fue inmediatamente retirada—. ¿No te hace feliz verme, cariño?
—Para nada. Menos si esto me traera problema con esas mocosas que tienes como fan. —respondia JungKook mientras buscaba sus llaves en sus pantalones—. Maldición, no las encuentro.
—A ver. —Jimin quito las manos del pelinegro y comenzó a buscar en los bolsillos traseros no perdiendose la oportunidad de poder dar leves apretones al trasero de este por encima de la ropa—. ¿Qué carajos? ¿Brillo labial? ¿Tarjeta de crédito? ¿Condones? No veo respeto hacía mi...
—No somos pareja, Jimin. Dejamos de serlo hace al menos cinco años y si ya encontraste las llaves, damelas.
— ¿Qué me das a cambio por ellas? No hago las cosas gratis.
— ¿Qué te parece una patada y un vete de mi apartamento? ¿Te gusta? Dame las llaves. —JungKook extendio su mano hacía adelante y las llaves fueron depositadas en esta—. Gracias.
JungKook odiaba ser el secreto de alguien. Y la mayoria de su adolescencia fue el secreto de Park Jimin. Aquel chico que tenía como sueño volverse un actor y cantante conocido y que por supuesto consiguio a cambio de hundirlo a él y su sueño. Pero JungKook había salido adelante luego de tres años y un poco más. Y si bien ahora no era tan famoso tenía su poco de reconocimiento.
Esos años Jeon se había limitado a verle salir con modelos, actrices, cantantes, presentadoras pero solo chicas. Nada de chicos. ¿Por qué? Porque podía arruinar su imagen perfecta. Por esa razón hace cinco años atrás el rubio había roto su corazón.
—No puedes buscar lo que hace años tuvimos. Ahora no solo esta tu sueño de por medio, sino tu imagen y nuestra familia. Limitate a ser solo eso, parte de mi familia.
—JungKook no puedes culparme por querer ser alguien en mi vida. Tu misma pones ahora tu carrera por sobre todos.
—Carrera que te recuerdo intentaste destruir para que la tuya no fuera afectada. Ahora largo, si he evitado esas cenas familiares de mierda era para no ver tu cara de puto.
—Lo único que escucho son excusas.
Jimin había destruido una parte de él. ¿Relaciones serias? Ninguna luego de él. ¿Enamorado? Ya quisieran muchos. ¿Matrimonio? Ni siquiera podía estar con la misma persona más de un mes. ¿Hijos? No, gracias.
—Son verdades que te duelen. Porque estás arrepentido y lo sabes sin embargo tu ego no te permite reconocerlo. Y adivina que, si me encontrara en una situación donde deba elegir entre tú o yo, lo siento pero estoy primero.
[…]
— ¿Estás diciendo que él simplemente llego como rey a su casa buscando abrirte las piernas otra vez? —pregunta por segunda vez Seokjin haciéndo que JungKook mire con el ceño fruncido a su amigo quien le sonrie desde la pantalla de su celular.
—No entiendo como de hablar de mí pasamos a hacerlo sobre mis malas decisiones en cuanto a elección de hombres. Si hubiera sabido eso no te hubiera llamado.
Llevaban en aquella vídeo llamada al menos veinte minutos en los que SeokJin solo le recordaba como se había maldecido a si mismo desde que comenzó a salir con Park Jimin años a atrás.
—Sigo diciendo que te hizo un amarre. Es que fijate la mala suerte que tuviste luego que rompio contigo, ninguno te gusta, huyes de los compromisos como yo de las citas a ciega que organiza mi madre.
—Buen ejemplo, pero no. Solamente no estoy interesado.
—Ahora que lo recuerdo, he escuchado que el señor Dante estará de visita en Londres para su próxima exposición, anda en busca de una musa. ¿No te interesa, Jeon? A lo mejor te llevas una sorpresita~ —dijo su amigo arqueando sus cejas.
— ¿Quién es el Señor Dante? -pegunto mirando hacía el telefono logrando ver la cara de sorpresa de su amigo—. ¿Qué? Uso solo las redes sociales para saber que suben de mi, no para andar buscando chismes de celebridades.
—Y es por eso que te conocen como la autosuficiencia en persona, señorito témpano de hielo, estirado, creído ¿sigo?
—No gracias, han sido suficiente.
—Kim Taehyung, hablamos del famoso pintor coreano que comenzó a ser reconocido hace tres años, sus pinturas son una verdadera obra de arte. Lástima que no muchos las aprecien y por eso no estén colgadas en museos. —responde Jin todo orgulloso de saber—. Dicen que sus pinturas son subastadas a una gran cantidad.
—No había escuchado de él. ¿Qué es lo magnifico de sus pinturas? ¿Paisajes? ¿Arte abstracto? ¿Cosas raras?
—No querido JungKook, Taehyung solo pinta desnudos.
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Hola Hola.
Finalmente Naked da comienzo me muero por mostrarle más capítulos de está historia.
Ya está escrita hasta el capítulo once y ahhhhhh que emoción.
Recuerden nada de odio a los personajes, no juzgar y nada de ofender.
Este es mi regalo para ustedes por navidad.
Una historia dedicada para todos ustedes que me han venido apoyando desde hace años en mis proyectos.
No es una historia rosita, ya saben que me gusta hacerlas con tramas lo más realistas posibles por eso es que esta vez creí oportuno mostrarles un poco más de lo que trae consigo una vida de lujos y conocimiento, sobre que a diferencia de lo que muchos dicen el primer amor no es bonito y que la sociedad aún está llena de prejuicios.
Espero lo disfruten y FELIZ NAVIDAD.
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