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Episodio 7

—¿Acaso has olvidado el testimonio de Souda? –Menciono el albino.– Souda dijo que no fue capaz de encontrar la puerta de la oficina, aunque esta se encontraba justo frente a él o quizás... ¿Estas cuestionando la validez de su testimonio?

—¡Yo no dije que dudaba de la veracidad del testimonio de Souda! –Replico Hinata.– ¡¿Qué demonios estas insinuando?!

—La razón por la cual Souda no podía llegar a la oficina... Fue porque el pasillo estaba completamente oscuro ¿No? –Respondió Komaeda con media sonrisa ladina.– Si el culpable hubiera utilizado cualquier fuente de luz dentro de tanta oscuridad, claramente Souda lo habría visto.

—Komaeda... ¿Estás jugando al hacerte el idiota...? –Hinata recrimino molesto al albino.– ¡Las puertas cortafuegos que se ubican en el pasillo entre la cocina y el comedor funcionarían para bloquear la luz!

—¡...! –El albino estaba sorprendido, abrió la boca y la cerro de inmediato, antes de sonreír apenado.– Bueno, ahora... que lo dices, ¡Ese es un buen punto! Wou... Estoy tan impresionado de que hayas notado la puerta cortafuego del pasillo... Debería haber esperado esto del maravilloso talento de... ¡Uy! Aun no recuerdas cuál es tu talento, ¿Cierto?

—¡Es-Eso no importa ahora...! –Hinata espeto.

—Komaeda... –Hablo Pekoyama.– Para alguien que es "inocente", ¿No estas siendo terriblemente entrometido?

—Oh, eso suena tan cruel...~ –Respondió el albino con una pequeña sonrisa.– Si sientes que tu presión sanguínea ha aumentado, solo intenta recordar respirar muy profundamente.

—Tienes una gran boca, Komaeda. –Acuso Kuzuryuu evidentemente molesto, el albino lo miro brevemente.– ¡¿Qué tal si te callo para siempre?!

—¡Oye! ¡No dejare que asustes a este bastardo con escenas de batalla hardcore! –Chillo Monokuma.– Ahora, dense prisa y elijan a un culpable.

—Entiendo, ¿Es tu forma de decir que entregue el bastón? –Menciono Komaeda.– Bueno, ya es hora de que el impostor deje de opacar al verdadero asesino ¿No?

—Huh... –Nidai miro al albino antes de rascarse el oído.– Todo caerá sobre ti al final.

—Si así es como te sientes, honestamente no me importa. –Komaeda le sonrió.– ¡Tengo la intención de aceptar cualquier conclusión a la que lleguen! ¡Cual sea el veredicto que satisfaga a mis compañeros definitivos es suficientemente para mí!

—El verdadero culpable... Quién uso las puertas cortafuegos del pasillo como una pantalla de humo... Quién pudo moverme en la oscuridad usando la luz de la estufa portátil eléctrica... Entrar por el pasadizo secreto en la bodega... llegar al subsuelo y luego apuñalar a Togami aprovechando los huecos del piso... –Reflexiono Hinata.– Solo hay uno de nosotros capaz de lograrlo...

Todos los estudiantes definitivos estaban en silencio, mirando al castaño mientras que otros miraban al albino, mientras que Komaeda miraba a Hinata con suma atención.

—Hanamura... –Apunto Hinata finalmente al cocinero.– Has sido tu ¿No es así?

—¡Ah! –Hanamura dio un paso hacia atrás mientras los demás lo miraban sorprendidos.– ¡¿Qué?! ¡¿D-De que estas hablando?!

—Obviamente esta es solo mi "deducción" personal. –Aclaro el castaño.– Si deseas objetar, eres libre de hacerlo.

—¡Objeto! ¡Objeto! –Respondió Hanamura.– ¿Po-Por qué... ahora dices que yo soy el asesino...?

—Porque la estufa portátil utilizada para crear luz en la oscuridad... –Respondió Hinata manteniendo una postura firme.– Se mantuvo en la cocina.

—¡¿Es-Eso es todo lo que necesitas para culparme de ser el asesino?! –Grito exaltado Hanamura al castaño.

—Ah, ah... –Komaeda suspiro pesadamente ganándose la atención de todos.– Hanamura, esa no es la actitud correcta para lazar un contrataque... No deberías de reaccionar de esta manera... No cuando posees un talento tan maravilloso como lo es ser el "Cocinero Definitivo"

—Llámame "Chef"... –Respondió con pesar el cocinero.

—Si pierdes los estribos ante tan extravagantes calumnias, ¿Quién llevará la vanguardia de la cocina? –Acuso Komaeda.– ¡Debes enfrentar esta acusación de frente...! No solo por tu propio bien, sino, para y por.... ¡El maravilloso futuro del mundo culinario!

—Por el futuro... Del mundo culinario... –Hanamura sonrió y asintió con la cabeza.– ¡Si! ¡Lo haré...! ¡Tienes razón!

—¡Komaeda! –Intervino Hinata.– ¡¿Por qué te estás entrometiendo?!

—Relájate Hinata~ –El albino le sonrió.– ¡Oh! me gustaría hacer una pregunta, suponiendo que el culpable llego a la bodega como lo describiste... ¿Cómo pudo apuñalar a Togami en la oscuridad desde el subsuelo? Quiero decir, ¿Cómo pudo llegar al lugar exacto para atacarlo? Estoy seguro de que no crees que haya iluminado con la estufa portátil todo el camino estando ahí abajo, es decir, cualquiera hubiera notado de inmediato esa fuerte de luz.

—Ugh... Yo no... –Hinata se sintió acorralado y desvió su mirada del albino intentando pensar una respuesta.

—¡Tanaka debería saber la respuesta a eso! –Intervino segura Koizumi.– Después de todo, él estuvo allí.

—Ciertamente pero... No recuerdo que hubiera alguna pista relevante para este caso en aquel lugar. –Respondió Tanaka con seriedad.– Lo único resaltante que había ahí, era un líquido pegado entre las tablas del suelo, que brillaba misteriosamente cerca del lugar donde apuñalaron a Togami.

—Um... Eso a Ibuki le suena a una pista importante. –Menciono Ibuki.

—¿Un líquido brillante...? Sera... ¡¿La pintura fluorescente?! –Hinata volvió a reflexionar.– Entonces, ¿El asesino pudo usar el brillo de la pintura fluorescente como guía para llegar al lugar donde se encontraba el cuchillo...?

—¡Ahora lo entiendo! el asesino fue guiado por el brillo y los movimientos del cuchillo. –Hablo Saionji.– ¡Atacó a Togami porque él fue quien movió el cuchillo y no Komaeda!

—Pero... para que eso funcione, el asesino habría tenido que saber de antemano los planes de Komaeda... –Mencionó Nanami.

—... –Komaeda permaneció en silencio observando a su compañera.

—¡Y-Yo no sabía nada sobre ningún plan...! –Hanamura estaba tan visiblemente nervioso que llegaba a sudar.– Honestamente... No sé nada de nada...

—En ese caso, tengo otra pregunta que hacerles. –Komaeda volvió a sonreír ante la expectante y tensa mirada de sus compañeros.– Si Hanamura es el culpable, debió haber estado en el subsuelo, también desde ahí, debió ir y venir a la bodega del almacén... Si es así, ¿Cómo explican la voz que escucho Ibuki?

—¡Dios! –Souda miraba angustiado al albino.– Más de sus preguntas...

—¡Ibuki está absolutamente segura de haber escuchado la voz de Hanamura en el comedor! –Afirmó Ibuki.

[Testimonio de Ibuki]

—¡Qué alguien encienda la luz! ¡Es difícil comer de esta manera! [Owari]

—¿Dónde están chicos? ¿El apagón n-no fue solamente en la cocina? [Hanamura]

—¡E-Esperen! Caminaré guiándome de la pared y... ¡Haré algo para recuperar la luz...! [Souda]

[Fin Testimonio de Ibuki]

—Eso prueba que Hanamura estaba presente en el comedor cuando se apagaron las luces. –Afirmo Komaeda.– En otras palabras, ¡No podría haberlo hecho!

—No... No necesariamente escucharlo prueba su inocencia. –Intervino Hinata.– Después de todo, el piso estaba lleno de huecos... Él pudo gritar desde el subsuelo y escucharse en el comedor sin problema...

—¡Hey! ¡¿Por qué haces esto?! –Increpó Hanamura.– ¡¿Por qué estás tan decidido en culparme?!

—¡No es así...! –Hinata observo al cocinero con pesar y culpa.– Yo no... no es como si estuviera tratando de culparte... yo solo...

—Hinata... llegados a este punto, debería tener más confianza en ti mismo porque, simplemente estas siguiendo la esperanza en la cual crees... –Animo Komaeda con entusiasmo al castaño.– Entonces... ¡Continua, Hinata! ¡Muéstrame más de tu esperanza! ¡¿Tienes lo que se necesita para aplastar la esperanza de Hanamura...?!

—Hanamura... –Era evidente que le dolia apoyarse en el albino, Hinata uso toda su fuerza de voluntad para ignorarlo y estar nuevamente firme.– ¿Dices que estabas en el comedor, no...? Si eso es verdad... ¿Podría describir en qué posición se encontraba Tsumiki cuando volvió la luz...?

—¡Ah! –Tsumiki se cubrió en parte la cara avergonzada.– ¡Es-Eso fue tan vergonzoso! ¡L-Lo lamento tanto por mostrar algo tan asqueroso y antinatural...!

—Si, esa caída debe ser considerada una en un millón... –Admitió un poco apenado Hinata pero con mantuvo su postura firme ante Hanamura.– Si tú... Estabas realmente en el comedor, describir eso debería ser pan comido... Entonces responde ¡¿Cómo fue que aterrizó Tsumuki...?!

—Err... Um... Huh... –Hanamura desvió la mirada de sus compañero mientras nerviosamente jugueteaba con sus dedos.– ¿Eh? Esto es raro... Se me ha olvidado por completo... más o menos... Entonces... Umm...

—¡No hay forma de que un pervertido como tú pudiera olvidar algo así! –Recrimino Koizumi.

—¡K-Komaeda! –Grito Hanamura en busca de apoyo del albino.– ¡Por favor, di algo...!

—Ah... En verdad esperaba algo más... –Suspiro el albino con pesar mientras discretamente las espirales bailaban en sus ojos.– Sera mejor que te rindas ahora...

—¡¿Eh...?! –Hanamura quedo completamente quieto en su lugar, envuelto por el shock tras las palabras de su compañero.– Espera... ¿Qu-Qué quieres decir con "rendirte"...?

—Hanamura... –Hablo suavemente el albino sin mirar al cocinero.– Estoy tan decepcionado como tú, en verdad me entristece ver a alguien a quien admiro llegar al límite de su esperanza... En cierto modo, siento como si mi propio sueño acabara de ser aplastado...

—¡Komaeda...! –Hinata lo llamo realmente enojado.– ¡¿Cuál es tu maldito problema?! ¡Primero defendiste al culpable! y ahora... ¡¿Se lo das de comer a los perros...?!

—¡Pero les estoy diciendo que no soy el culpable! –Intentó defenderse Hanamura antes de mirar enojado al castaño.– ¡Deja de intentar culparme! ¡Para de decir que soy el asesino...!

—¿Por qué debería detenerse...? —Intervino Komaeda mientras miraba a Hanamura de manera fija y fría.– ¿No es obvio que el gato ya está fuera de la bolsa...?

—¿El gato fuera...? ¡¿El gatooooooooo fueraaaaaaaaa...?! –Hanamura grito furioso mirando al albino.– ¡BAIN' AWREDDY OWDDA NAW BAAAAAG! ¡MOIND'EE! ¡YA'M HABBEN'OT NUN ON T'MOWDIDURR NAPPON!

—¿Q-Qué acaba de decir...? –Cuestiono Souda casi llorando de los nervios.

—¡Dios! ¡Que horrible habla! –Chillo Saionji molesta y angustiada.– ¡Es como servir tripas de zarigüeya y grava pasados por una empacadora de heno...!

—Al parecer, es una forma algo rústica de decir que aún no han explicado el arma homicida. –Menciono Monomi.

—¡¿Lo entiendes...?! –Cuestiono Ibuki con la boca abierta de la sorpresa.

—... –Komaeda se mantuvo en silencio hasta que miro al cocinero con una pequeña y relajada sonrisa.–¿No podríamos simplemente olvidar el tema del arma homicida~?

—¡NURRR! ¡'ELL NURR!! ¡¡¡'EE AAAAN' NURT 'RRGIT ART' ET!!! –Respondió Hanamura prácticamente escupiéndole veneno al albino.

—Bajo el criterio y opinión para delegar un culpable, definitivamente no puedes olvidarte de eso. –Aportó Monomi.

—Es cierto, no podemos olvidarnos de eso... –Menciono Hinata antes de enfrentar a Hanamura una vez más.– Entonces, el arma homicida... por casualidad seria ¿Una brocheta de hierro? Si no mal recuerdo, Tú fuiste quien nos dijo que faltaba una brocheta, ¿No?

—¡DD-DERPITY DERP! –Hanamura negó con la cabeza asustado.

—Una brocheta de hierro coincidiría con las heridas de arma blanca descritas en la autopsia de Tsumiki. –Continuo Hinata.– Estoy completamente seguro de que no está perdido, sino, ¡Está escondido! Y en el único lugar donde Togami y yo no comprobamos... Fue dentro de la carne con hueso que estaba en la cocina.

—¡No hay manera de que lo esconda dentro de la comida! –Negó Owari mientras imaginaba la carne y babeaba.

—Eso habíamos pensado también... –Admitió Hinata.– Pero por otro lado... ¡Ese es prácticamente el único lugar donde puedes ocultar una brocheta de hierro!

—¡E-Entonces tenemos que echarle un vistazo! –Apoyo Ibuki.

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—Mmn... Esto es bueno~ –Menciono Monokuma mientras masticaba ruidosamente el gran pedazo de carne.

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—¡Gyaaah! ¡Ese oso está comiendo carne! –Grito espantada Ibuki antes de negar con la cabeza.– Err... ahora que lo pienso, eso es bastante normal.

—¡No, mi carne! –Se lamentó Owari.

—¡Oh! Pero miren lo que encontré dentro de esta deliciosa carne. –Monokuma alzo una brocheta con mango de hueso.– ¡Vaya pieza de proteína!

—Um... ¿Eso es... Una brocheta de hierro? –Cuestiono Sonia.

—¡Lo es! –Respondió Tanaka.– Aquella empuñadura de hueso con vaina de carne... ¡Es la espada de la destrucción con la cual derribaron a Togami...!

—¡Wou, Hanamura esto es más que impresionante! –Alabo Komaeda con gran entusiasmo.– ¡Esta es un arma fantástica, digna del "Chef Definitivo"!

—D-Debe haber algún tipo de error... –Negó Hanamura.– El pensar... Que yo le quitaría la vida a alguien... Eso no es posible, yo no podría tomar un... tomar un...

—Upupu~ ¿Escuchan cómo la limonada de campo vuelve de repente a la normalidad? ¡Debe ser para que puedan escucharlo rogar por misericordia! Pero lo siento... Eso fue duro de decir, apuesto a que si hubiera comido verduras, nunca hubiera dicho algo así. –Monokuma se burlaba mientras acariciaba su panza llena de carne.– ¡Bien, basta de bromas, niños! ¡Es hora de pasar a la votación, solo deben presionar el interruptor con la cara del culpable y se acabo!

—Bueno, Teruteru Hanamura... –Monokuma apunto hacia la gran pantalla donde aparecía el rostro de Hanamura como el culpable.– ¡Parece que ganaste el premio gordo!

—No... no es lo que parece... ¡No es lo que piensan...! –Hanamura miro al suelo completamente deprimido antes de mirar a sus compañeros.– Yo solo estaba tratando de salvarlos a todos... Yo estaba... ¡Yo solo estaba tratando de detener a Komaeda! ¡Él es quien estaba planeando matar a alguien!

—¿Qué...? –Hinata volvió su vista al albino quien solo miraba al cocinero, en solo un minuto todas las miradas estaban entre Komaeda y Hanamura.

—Y-Yo lo vi.... ¡Lo vi escondiendo el cuchillo bajo la mesa por eso intente detenerlo! –Acuso Hanamura enojado.– Pero este maldito loco me dijo que sería inútil detenerlo ¡Porque quería que iniciaran los asesinatos sin importar que!

—¿De qué se trata todo esto, Komaeda...? –Hinata busco en la mirada del contrario alguna respuesta o algún tipo de negación o lo que sea, al parecer... Pero era tal su mirada de angustia que el albino no pudo sostenerle la mirada por un momento, sin embargo su sonrisa volvió a florecer en sus labios.

—Bueno... ¿Cómo lo puedo decir? –Komaeda suspiro antes de mirar finalmente divertido al castaño y a sus compañeros, sus ojos volvieron a tener ese brillo amenazador.– Solo planeé cometer un asesinato por mi deseo de ver a todos experimentar la esperanza... Una escoria sin valor como yo nunca podría brillar como ustedes... ¡Por eso anhele verlos a todos brillar! Porque ya saben... Yo solo estoy buscando aquella "Esperanza Definitiva" que es capaz de superar cualquier tipo de desesperación.

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