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✿⨾ Nueve

《 Nota: Vengo desde las tinieblas con una nueva actualización~
¡Feliz año nuevo adelantado! Espero que este 2021 les venga muchas bendiciones, ¡Y les crezca la barriga! Está será mi ultima actualización del año, un regalo de año nuevo para ustedes ~

Gracias por leer y no olvides que votar es amar~

Entre latido y latido de mi corazón solo está él,
entre mis suspiros solo puedo escuchar su nombre,
no necesito estar atado a alguna dictadura religiosa
solo porque mi corazón me dice que amo a alguien del mismo género,
al fin y al cabo,
si hay algo a lo que estoy sometido y atado,
es a la adicción que le tengo al amor de ese chico,
de la única persona que me hace sentir completo.

[....]

Ambas manos entrelazadas eran firmemente sostenidas por nuestra pareja principal durante su caminata en las calles de Iwatobi con su destino fijado a la casa del rubio, el peliazul tenia toda la intención de dejar sano y salvo a su hermoso novio en la puerta de su hogar.

- ¡Enserio Rei-chan! ¡Fue cómico! Mi papá estaba furioso, y Nee-chan por tanto alboroto salio con toalla para terminar en una caída a mitad del pasillo. - exclamo el rubio con suma burla haciendo gestos con su mano libre.

- ¿Se encuentra bien tu hermana? - pregunto el peliazul disimulando una sonrisa.

- Ella estará bien, lo que debe preocuparse ahora es que las gemelas no suban a la red sus fotos.

Después de aquel comentario el rubio empezó a jalar sus manos juntas de un lado a otro, disfrutando ambos de la compañía contraria a todo momento.

Al llegar ambos quedaron parados un rato mas en frente de la entrada, el mas bajo coloco sus manos en el cuello del peliazul mientras que él lo acerco con sus manos puestas en su cintura. El rubio al observar la mirada de su novio un rato, por reflejo se inclino para reclamar aquellos labios ser unidos a los suyos en un beso suave y pequeño.

Satisfechos ambos, se regalan una sonrisa mutua desbordando cariño y con un beso en la frente del rubio se despidió alejándose mientras que el de ojos magenta lo pierde de vista decide entrar de una vez a su hogar.

- Interesante lo que vi por la ventana.

- ¡Nee-chan! ¡No me asustes así! - exclamo en reclamo, un puchero aparece en su expresión siendo adorable en el acto.

 - Al principio pensé ¡Mi Otouto-chan tiene novia! - expresa euforicamente para luego saltar a su alrededor pero luego se detiene la rubia abruptamente - Pero, luego me fije bien y era a un chico a quien abrazabas..

Nagisa palideció de inmediato, ambos se observan en silencio hasta que la mayor entre ambos decide retomar la conversación.

- ¡Y BESASTE A-!

Fue callada por el rubio menor quien tuvo que lanzarse encima de ella para que no terminara la oración en voz alta, solo espera que..

- ¿Onii-chan besó a alguien? - manifestaron al mismo tiempo quienes él temía escuchara.

Demasiado tarde.

- ¿Nii-chan está saliendo con alguien? - pregunto una de las gemelas dirigida a su hermana rubia para luego así ambas observarle expectantes y abrir su boca en sorpresa.

Oh no.

- ¡Oigan no-!

- ¡Niñas no olviden lavarse las manos antes de cenar! - La voz amable de su madre retumbo desde la cocina hasta la entrada, y el ambiente entre los hermanos fue cambiado. 

- ¡Carrera al baño!

Las pequeñas gemelas rubias salen corriendo dejando con la palabra en la boca al de ojos magenta quien suspiro resignado, pero al voltear a mirar a su hermana mayor nuevamente el aire de sus pulmones desaparece.

- Le debes explicaciones a tu Onee-sama.

Al observar a aquella cabellera rubia platino retirarse, tuvo que rascarse por inercia desacomodando sus mechones rubios desordenados levemente. Trataba de tranquilizarse, después de todo nada puede salir peor ¿Verdad?

[....]

En medio de la cena, toda la familia degustaba del platillo de su progenitora quien observaba a los integrantes de su familia en busca de un alago mientras igualmente disfrutaba de su creación.

- ¡Esta sabroso mamá! 

- Te quedo delicioso cariño.- La mujer se sonrojo cuando su esposo toma su mano y deposita un beso delicado en sus nudillos, ambos se observan de forma amorosa, sacando un suspiro enamorado de las hermanas del rubio quién simplemente sonrió de forma cariñosa al ver la forma tan linda de expresarse de sus padres.

Después de cenar, establecieron una conversación entre la familia antes de levantar los platos sucios, algo cotidiano en su familia para mantener una comunicación entre todos. Luego de reírse un rato de algunas anécdotas, el rubio mayor le llego un mensaje y su expresión cambio a un ceño fruncido llamando la atención de todos.

- ¿Qué sucede, querido?

- Mañana hay una conferencia de puertas abiertas para las demás universidades, habrá debate y me acaban de enviar un mensaje para avisarme que yo seré uno de los jefes de mesa.

- ¿Eso no es bueno? - Pregunto Nagisa curioso.

- La temática es acerca del aborto legal

- Oh - Se lamento en voz baja el rubio menor por el día que su progenitor tendrá que llevar mañana.

- Mañana van a rodar cabezas. - menciono con burla la rubia platino, para luego toser con disimulo al tener la mirada de todos en su persona.

- Ni lo digas - Apoyó sus codos sobre la mesa y ocultó sus ojos entre ambas manos.- Solo pensar en la cantidad de personas que van a estar gritando, haciendo manifestaciones y dando amenazas.. me da dolor de cabeza.

- Vamos querido, no tienes que preocuparte.- Tomó su por encima de la mesa.- Lo harás bien.

- Creo que el problema no va por si lo hará bien o no, mamá - menciono nuevamente la hermana mayor del mas bajo, llamando la atención de todos - Será problemático incluso antes de siquiera entrar a la universidad - Las palabras de la rubia platina provocaron que el rubio mayor bajara aún más los hombros - O en el estacionamiento..

- No entiendo por qué es tan complicado - Sollozó de forma falsa provocando una sonrisa a todos los presentes.- Cada persona tiene derecho a hacer lo que quiere con su cuerpo..

- No todos piensan así, querido.- Se lamentó ella apretando el agarre de su mano - Pero estoy de acuerdo con tu idea.

- Estoy de acuerdo mamá

- Yo también. - afirmo el rubio bajo dedicándole una sonrisa a su padre.- Soy partidario de la libertad de elección.

- ¡Si Onii-chan es partidario yo también!

- ¡Yo también! - ambas gemelas sonrieron de acuerdo, sin tener conocimiento del tema.

- Ah.. ojalá fuera tan fácil cuando salga por esas puertas - Señaló en dirección a la entrada - Las mujeres son histéricas, los hombres orgullosos.. - El rubio mayor estiró sus brazos hacia el cielo como si estuviera hablándole a Dios - ¡Todos deberíamos pertenecer al género no binario!

- Neh, Papá, para que pidas algo como eso, primero deberías pertenecer a ese tipo de género - Nagisa sonrió con diversión.

- Me siento hombre, soy hombre y me gustan las mujeres - Se dijo a sí mismo,  con sus últimas palabras acarició la mejilla de su esposa con ternura.- Tienes razón. Pertenezco al grupo de personas normales.

Personas normales..

Yo nací como hombre y me siento hombre, pero.. me gustan los chicos.. me siento atraído a Rei-chan..

La incógnita surgió de inmediato en él, quedando fuera de la conversación para sumergirse en sus propios pensamientos.

Un momento, el simple hecho de haber pensado de aquella forma de mis gustos, hace que salga de la normativa de normalidad, ¿Entonces yo no soy normal?

- Yo soy mujer, me siento mujer y me gustan los hombres.- La madre del rubio se levantó de su silla para abrazar a su esposo desde atrás y dejarle un sonoro beso en la mejilla.- Nagisa, ¿Cuando traerás una chica a casa?

El silencio se instalo en el comedor, algunos expectantes mientras que el rubio al recibir de repente la atención casi se atraganto con su propia saliva.

- Tu madre tiene razón.- Se alertó Nagisa ante las palabras de su padre - ¿No hay nadie que te guste, hijo?

- Y-Yo..

Sí, hay alguien que me gusta.

Es una persona divertida, se pone nervioso muy fácilmente y es demasiado correcto.

Tiene ideas interesantes, es amable y posee unos hermosos ojos morados, cuando lo veo siento una paz indescriptible que.. a veces pienso que no puedo definir.

Esas eran las cosas que me gustaría decirles, pero simplemente era imposible. 

- ¿Pero..? ¿Onii-chan no había besado a alguien antes de cenar?

Otro silencio, uno más profundo que el anterior.

- ¡Cierto! ¡Nii-chan había besado a alguien! Se me había olvidado.. - Menciono una de las gemelas dirigiendo una sonrisa inocente a su hermana a su costado. - ¿Es linda? ¿Desde cuando están saliendo?

- ¿Cómo se conocieron Onii-chan? ¡Seguro fue como en los cuentos! - ambas rubias gritaron en forma de fangirl en un pensamiento en común.

Fantástico, de verdad fantástico.

Nagisa dirigió una mirada a su hermana mayor, buscando ayuda pero la rubia platino simplemente tomo de su taza de unicornio desviando la mirada con un sonido irritante de cuando estas bebiendo despacio pero con juego.

Nee-chan, esto es traición a la patria.

- Hijo, ¿Eso es cierto? - menciono el rubio mayor interesado, regresando a una expresión seria dirigido a su único hijo.

- Nagisa, cariño. ¿Por qué no nos dijiste?

- En realidad y-yo..

- Mamá él lo dirá a su debido tiempo. - Expreso la rubia platina intentando aparentar indiferencia.

- Pero ¿Y si lleva tiempo saliendo? Debemos de conocerla, no es correcto andar a escondidas de los padres.

- ¿Cuándo fue su primera cita?

- ¿Dónde la llevaste en primer lugar?

- ¿Es bonita? ¿De una familia respetable?

El rubio de tantas preguntas sintió inmensas ganas de vomitar, estaba llegando al limite.

- ¿Quién se declaro primero? Seguro fuiste tu campeón.

- ¡Oh! ¿Le gustará la moda? Puedo enseñarle conjuntos her-

- ¡NO ES UNA CHICA! ¡Y NUNCA LO SERÁ!

Excelente ¡Bravo Nagisa! Eso fue todo, goodbye humanidad.

Ante aquella exclamación el comedor una vez más quedo en silencio, los ojos de ambos padres no podían estar mas abiertos qué en ese mismo instante en que las palabras de su único hijo fueron procesadas y pudieron entender su significado con temor.

- ¿Qué quisiste decir Nagisa, cariño? - menciono con un hilo de voz la mujer, rezando internamente que no fuera lo que estaba pensando.

- No me gustan las chicas. 

El silencio que siguió después del comentario del rubio que hasta podía ser cortado de los denso que era, surgió un ambiente pesado entre los presentes.

- Niñas, a su habitación.

- ¿Eh? Pero si aún falta el postre - reclamaron al unisono ambas niñas sin entender las últimas palabras de su hermano mayor.

- Tesoros, mami irá arriba a llevarles el postre. 

Sin estar aún convencidas ambas gemelas se retiran rápidamente de forma ingenua, siguiéndole después la rubia platina quien le dio un abrazo a su hermanito desde atrás para darle fuerzas en silencio, antes de irse frunció los labios preocupada con la mirada de sus padres sobre ella hasta desaparecer.

El ambiente se volvió bastante pesado para el gusto de todos, entre los tres presentes, dos buscaban una explicación de inmediato y uno de ellos buscaba con esperanza la aceptación de las únicas personas que mas ama en su vida.

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Publicado: 31/12/20
Editado: 05/03/21

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