✿⨾ Doce
Amor gay, amor bisexual, amor hetero..
Amor, al fin y al cabo.
[....]
Los rayos del sol daban paso a una mañana tranquila en la residencia de los Ryugazaki, la brisa de aquella mañana era refrescante y hacia bailar de una manera sincronizada las cortinas del hogar, mientras tanto en la cocina estaban reunidos la peliazul y la pareja feliz disfrutando de un desayuno alegre y sin problemas.
- ¡Mamá! ¡Me avergüenzas!
- No es vergüenza Rei-chan~
- Nagisa-kun tiene toda la razón, solo comparto mis recuerdos de tu niñez con tu futuro esposo ¿Verdad?.- Sonrió complacida al lograr un sonrojo en dúo, vaya que si era una mañana normal.
- No solo seré su futuro esposo, soy el amor de su vida Ami-chan~
- ¡Me encanta ese pensamiento!
- ¡I-Iré a limpiar las cosas!
El peliazul se levanta de la mesa con una mano en su rostro logrando sacar risas de sus acompañantes, tanto suegra como yerno se observaron con una sonrisa amorosa para luego retomar aquellos recuerdos que para el de lentes son cosas de que avergonzarse.
- Dime Nagisa-kun, ¿Tus padres ya saben de tu relación con mi niño?
El silencio se instalo en ese instante, ambos peliazules se preocuparon de la reacción del rubio ante la pregunta de la mayor, sabía que no era con mala intención, aún así es como sentir un sabor amargo al recordar.
- En realidad, mis padres solo saben que soy gay.
- Entiendo, ¿Quieres acompañarme un momento Nagisa-kun?
La peliazul mayor se levanto con pereza del comedor, da una vuelta para estar al lado del rubio y así tomarlo del brazo con el objetivo que le siguiera, le dirigió una mirada a su hijo quién comprendió lo que haría, siguió su trabajo en la cocina confiando plenamente en su madre.
Nagisa estaba confundido más no dijo nada al ser guiado por la mujer hasta el piso superior, avanzaron hasta un pasillo donde nunca estuvo y le dieron consentimiento de pasar a una habitación que daba señal de no ser habitada ni visitada hace mucho. Entro con curiosidad siendo seguido por la madre de su novio en silencio, pudo observar cuadros colgados en las paredes siendo tapadas por sabanas viejas y algunos instrumentos muy bien cuidados.
- Estas son las pertenencias de mi difunta abuela.
- Increíble..
Sonrió al observar la mirada maravillada del chico, tomo entre sus manos un retrato para luego acariciar con cariño, aquello no paso desapercibido por el adolescente quién pudo apreciar quienes formaban parte de aquella fotografía vieja. Una joven mujer vestida con un esmoquin negro detrás de una mujer con un vestido quien tomaba sus manos con elegancia y sus miradas eran dedicadas entre sí, ignorando la cámara que capto ese momento perfecto.
- Ellas son las tías Rachel y Helen, me imagino que ya tienes una idea de su relación.
- Ellas..- Trago en seco al observar con atención las miradas que se compartían aquellas mujeres de mayor edad, una de amor infinito.- Pero..
- Mi tía Rachel me contó alguna vez, que tuvo una vida llena de felicidad y plenitud junto al amor de su vida, sin remordimientos y se comprometieron a su manera.
- ¿Pudieron ser aceptadas?
- Claro que no, mis padres no sabían de ello y yo.. al enterarme no supe como reaccionar. Mi razonamiento fue que aquello que ellas sentían era.. ¿Porque se ocultaban del mundo? ¿Aquello era incorrecto? Muchas dudas nacieron en mí, pero luego de conversar con ella y escuchar lo que sentía, pude comprender que puedes amar no alguien en especifico, sino a alguien que te haga sentir único y especial.
La mirada magenta quedo clavada en aquella foto con miles de pensamientos en desorden, aquella historia de amor era inusual en aquella época pero sincera y aquello le hizo sentir una tranquilidad al sentirse comprendido.
- Nagisa, el amor no tiene forma ni color simplemente es un sentimiento que puede transformarse en un arcoiris lleno de colores con un sin fin de emociones, y aveces hay obstáculos que nos impiden seguir, pero el amor los puede cruzar por más tarde que sea. Ten confianza en el amor que ustedes se proclaman y nunca te arrepientas de tus actos.
- Gracias por las palabras Ami-chan, las necesitaba.
- Eres perfecto para mi hijo y él te adora, recuerda que tienen todo mi apoyo.- La peliazul levanto sus pulgares en forma de aprobación para luego sentir como el rubio le abrazo de forma repentina, correspondió el abrazo con gusto.- La vida es corta y el mundo es muy grande.
- Sé que mis padres me aman, solo sienten miedo.
- El miedo puede ser tu peor enemigo, te aleja de tus seres queridos y te incitan a hacer cosas que tu no quieres.
- Lo sé.
Después de unos minutos en aquel abrazo ambos se retiran de la habitación, regresan con el peliazul quien se encontraba acostado en el sofá de la sala con su celular revisándolo con aburrimiento y al percibir la presencia de quienes esperaba se levanto de inmediato con una sonrisa de lado.
- ¿Como estuvo la platica de la tía Rachel?
- ¡Excelente! ¡Nagisa-kun es mejor oyente que tú!
- La historia me la has contado tantas veces que me la sé de memoria mamá..
- Entonces tendrás todo el tiempo del mundo para contársela a Nagisa-kun con detalle.
- ¡Si! ¡Rei-chan quiero saber~!
Pasaron una tarde tranquila luego de aquel acontecimiento, donde aquel rubio tomó una decisión y pondrá todas las cartas en la mesa.
[....]
El rubio regreso a su hogar con intenciones de arreglar las cosas con su familia, pero, no todo fue tan sencillo ya que los padres del rubio tomaron decisiones apresuradas para sacar aquellas ideas que consideraban como caprichos y sacaron al chico del instituto Iwatobi a uno privado.
Aún que sucedieran muchas cosas al pasar los días, el rubio y el peliazul aún se mantenían en contacto con la esperanza de volver a verse y tener ese futuro aheleado por ambos.
Pasaron algunos años, y el rubio cumplió la mayoría de edad. Se encontraba bajando las escaleras de su antiguo hogar con maleta en mano dirigiéndose a paso lento a la salida, la familia estaba presente en la entrada del hogar con sus miradas fijas en aquel que decidió ser independiente y fuera del control de sus padres.
- Cuídense mucho, les llamare cuando pueda y no sean lloronas que no estoy muerto.- Menciono divertido, se inclino para abrazar con tristeza infinita a sus dos queridas hermanitas quienes estaban en un mar de llanto por aquella despedida.
- ¡Onii-chan no te vayas!
- ¡Nii-chan quédate!
- No puedo, la beca que conseguí es una oportunidad única.- Ante aquella respuesta las gemelas soltaron otro llanto negándose a soltar aquel abrazo, a Nagisa le dolía ver a sus hermanitas así. Pero debía irse.- Prometo venir a visitarlas, ¿Les parece?
El rubio se levanto acariciando ambas cabezas rubias, para luego dirigirse a su hermana mayor quien le observaba con nostalgia, se abrazaron con fuerza para luego separarse y observarse con cariño.
- Dale mis saludos a Rei-kun, cuídense en la gran ciudad.
- Lo haremos.
Tomo su maleta para dirigirse a la puerta, pero antes de hacerlo volteo a mirar a sus padres quienes se encontraban cerca de la escalera en un abrazo mientras le observaban con lágrimas en los ojos, él podía notar la intención de querer abrazarle pero no lo hacían desde hace mucho.
- Sé lo difícil que fue para ustedes, y aunque no me acepten por como soy quiero decirles que les perdono.- Le regalo una mirada melancólica para luego sonreír les, no podía odiarlos.- Les amo a pesar de todas las cosas.
La mujer rubia ante el impacto de las palabras cae de rodillas en el suelo con lágrimas descontroladas en su rostro, su esposo la auxilia abrazándole por los hombros de igual llorando sin decir ninguna palabra dedicada a su único hijo. Nagisa tomo impulso a salir del hogar sin mirar atrás, después de todo había alguien importante para él esperándole desde hace mucho afuera de la residencia de los Hazuki, los ojos color magenta y morado conectaron al instante, el rubio corrió a su encuentro para luego lanzarse a sus brazos. Se sentía completo, todo estará bien mientras tenga a su querido peliazul a su lado.
- ¿Nos vamos?
- Nos vamos.
Se tomaron de las manos y emprendieron a su nuevo camino trazado por ellos, donde podrán ser felices y amarse como tanto se proclaman.
En su propio mundo, uno donde lo moldearan a su manera.
¿Que si tendrán dificultades? Todos los tienen, solo los fuertes permanecen unidos hasta el final.
Un final donde ellos estén juntos contra la homofobia.
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Publicado: 02/02/21
Editado: 05/04/21
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Llegamos al final mis preciosuras, siento la dicha de decirles..
¡Gracias por todo y tomarse el tiempo de leer mi historia!
Dentro de poco publicaré el epílogo + las curiosidades del libro
para celebrar los 1k de vistas que está a la vuelta de la esquina.
Sus votos y comentarios son significativos para mi,
les agradezco por tanto apoyo y espero les allá sido agradable
su estadía en este libro que tanto amor escribí para quienes me
están leyendo y leerán a futuro.
Sin más nada que comentar, les deseo un lindo día, tarde o noche
desde mi casa. Cuidarse mucho y tomen mucha awa, ¡Muchas buenas vibras y abrazos grandes!.
Se les quiere y ama con el corazón♡
Jess fuera〰︎
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