《 Nota: Vengo desde las tinieblas con una nueva actualización~
¡Saludos mis preciosuras! ¿Les gusta los nuevos separadores?
A mi me encantan ~ y me tome mucho tiempo colocarlas en todos
los caps como corresponden a-

Estuve distraída actualizando "Amor de Pizza/ Reigisa" que me olvide
de esta historia, no mentira, tampoco así JAJAJJAJ

Ya somos 600 vistas, y también ¡somos el ranking #2 en Reigisa!
¡NO ESTOY LLORANDO, TÚ ESTAS LLORANDO! ¡MUCHISIMAS GRACIAS!

Aprovecho para invitarles a leer mis otras historias de esta pareja tan linda, tan comestible y con energías extras de amor,amor~ sueno a Spam pero-  ¡Solo es una invitación! ¡Espero disfruten del capitulo de hoy! 

Gracias por leer y no olvides que votar es amar~》

Me preguntas por qué lo hago, pero ni yo tengo idea
Lo único que sé, es que por ti muevo cielo y tierra.

[....]

- ¿Alguien sabe de Nagisa-kun?

Recibió una negativa de parte de sus compañeros como respuesta, aquello le desanimo.

Han pasado cinco días desde aquella salida tan maravillosa junto a su novio y a quién termino acompañando a su hogar por precaución, desde aquel acontecimiento el rubio se ha estado comportando extraño con su persona y por raro que parezca pudo percatarse de la reciente atención adquirida en su pareja de parte de sus padres. 

Cada mañana su pareja llega al instituto en el auto de sus padres al igual que ese mismo vehículo se encuentra a la salida de las clases, se queda en la entrada hasta que el rubio entra completamente dentro de las instalaciones académicas para luego irse y siendo imposible darle unos buenos días sin sentirse vigilado por aquel par.

Algo raro empezaba a surgir y él no sabia que hacer.

Y para sorpresa de todos, Nagisa empezó a distanciarse, incluso dejo de asistir a las prácticas del club con la excusa de sentirse enfermo. Todos estaban preocupados por las acciones de su amigo, pero, no podían hacer nada si él no quería hablar y respetaban su silencio.

Luego transcurrieron otros dos días, completando la semana y desaparece repentinamente. 

No contesta las llamadas, ni mensajes. Tampoco podían ir a visitarlo ya que cada vez que iban en grupo siempre les recibía el padre de familia, el mismo que de igual con cualquier excusa les pide que se vayan a sus hogares y visiten a su hijo en otro momento.

Nadie sabia que ocurría con el rubio, y eso le preocupaba como nadie tenia idea.

 - El otro día lo vi arrastrar una carpa para acampar.

Todos los miembros del club de natación de Iwatobi dirigieron sus miradas al morocho, quien no se inmuta ante la atención recibida de golpe, después de todo, no había dicho nada.

- Haru-senpai, ¿Cuándo fue..?

- Rei necesitare que me acompañes después de clases.

Ante aquello todos intercambiaron miradas, especialmente el castaño y el morocho quienes ante el mismo pensamiento se afirmaron mutuamente con determinación, dejando fuera de su burbuja a la pelirroja y al peliazul quienes de igual intercambian miradas, pero, de confusión.

[....]

El atardecer esta dando bienvenida a la noche, y ambos adolescentes se encuentran caminando por las calles siendo guiados por el morocho mayor quien permanecía en silencio en todo el trayecto, dejando al peliazul con los nervios de punta y intentando seguir le el paso de igual en silencio.

Pudo darse cuenta que doblaron a unas cuadras de la casa de Nanase, y ante la confusión Rei no pudo evitar formular su pregunta desde que todo inicio.

- ¿A dónde vamos, Haru-senpai?

- Apenas lleguemos lo comprenderás Rei.

Ante la respuesta inconclusa decidió resignarse a esperar el fin del recorrido, sin dejar de mirar a sus alrededores, hasta que escucho una voz bastante familiar a la lejanía y el morocho le hizo una seña de silencio. Se acercaron casi en puntillas desde que empezaron a escuchar aquel sonido más cerca y el corazón del peliazul no dejaba de hacer un maratón ante la intriga.

Hasta que pudo verlo.

- ¿Qué ra...?

- ¿Ya entiendes la situación?

- Puede que si.

Sus miradas quedaron en el rubio quien estaba intentando hacer una fogata con palos secos y chocaba unas piedras con fuerza, a su lado estaba una carpa incompleta y algunos peluches, sabanas a su lado, para completar la escena un bolso grande con las pertenencias del chico abierta dando acceso a la vista múltiples dulces y chatarra a las visitas inesperadas.

- Lo encontré temprano antes de irme al instituto.- El de ojos azules coloco su mano en su nuca con una expresión cansada.- Intente convencerlo de irse a mi casa, pero fue en vano.

- Sé lo difícil que es convencerlo.

- Y por eso te traje, buena suerte.

- ¿¡Ah..?!

Antes de que pudiera reclamar el chico contrario se alejo tranquilamente dejando al peliazul quieto en su lugar con su sorpresa a tope, ¿Él solo debía de solucionarlo todo? Con un suspiro decide acercarse al rubio quien estaba muy concentrado en su futura fogata.

- Nagisa-kun ¿Qué haces?

- Intento prender esta mi.. ¡REI-CHAN! ¡Ay-! - Jadeo ante el dolor que recibió ante la herida hecha por la piedra, dirigió aquel dedo herido a su boca en busca de parar el sangrado.

- Así no, ¡Lo vas a infectar!

Se acerco inmediatamente al rubio, y como si fuese de cristal toma su mano derecha para luego sacar unas cosas de su mochila, mientras que el peliazul se concentraba en limpiar la herida Nagisa no dejaba de hacer muecas para luego desviar la mirada cada vez que el de ojos morados intentaba encontrarla.

- ¿Cómo me encontraste?

- Haru-senpai me trajo.

- ¡Ese traidor! ¡Ay- POR AMOR A CRISTO! ¡Duele!

- Si duele es porque el alcohol está dando efecto.

- Igual duele..

El peliazul pudo observar el puchero que hizo el rubio, mirando su herida con frustración, con una risa disimulada toma las mejillas contrarias para luego reclamar aquellos labios que extraño por varios días y siendo correspondido de inmediato.

- ¿Estás bien? Me tenías preocupado.- Menciona al separarse y acariciar las mejillas de su pareja mientras este se dejo acariciar tomando sus manos de igual con cariño.

- Estoy bien, ¡Mira Rei-chan!.- Se levanta de golpe para luego girarse a dar vueltas en el lugar con emoción latente, aquello le saco una sonrisa al de lentes.- ¡Esta será mi guarida!

- ¿Todo esto es tu guarida? ¿Estas diciéndome que dormirás aquí?

- ¡Por supuesto! ¿Adonde más?

- ¿Y tu casa?

El rubio ante aquella pregunta desvió la mirada con una mueca, sus hombros caen y se observa triste.

- No quiero hablarte de eso ahora, no es importante.

- ¿Seguro...?

- Muy seguro~

- Bueno, si así son las cosas.- El peliazul se levanto de donde estaba para luego acercarse a la carpa y intentar desarmar lo poco que fue elaborada con la atenta mirada del de ojos magenta en su persona sin decir nada.- Sobre mi cadáver te quedas en este lugar cuando puedo ofrecerte un techo seguro y chocolate caliente.

- ¿Chocolate caliente..?- Su mirada tomo un brillo inesperado.

- Y también galletas de vainilla hechas por tu servidor.

- Vaya, que ofertón Rei-chan~

- No tomaré un no como respuesta.- Menciona para luego lanzar a los brazos del rubio su bolso grande, y observarle recoger sus cosas.- Será mejor que me ayudes o estaremos toda la noche recogiendo tus ositos cariñositos.

- ¡Rei-chan~!

El peliazul no pudo evitarlo y se le escapo una carcajada que dejo inmóvil al contrario, ante aquello de igual siendo su risa contagiosa, ambos terminaron riendo mientras recogían las cosas del rubio y al tener todo listo toman rumbo al hogar del de lentes.

- No puedo creer que pudieras con tantas cosas...

-¿Estas seguro que puedo quedarme en tu casa?

- Claro que sí, eres mi pareja Nagisa-kun.

- Bueno.. Cuida de mi, ¿Esta bien~?

- Siempre.- Afirmo el de lentes tomando la mano contraria y observarle con cariño.- Después de todo no estaremos solos.

- ¿Cómo?

- Te presentare a mi madre como mi pareja.

En ese momento, Nagisa sintió el verdadero terror.

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Publicado: 24/01/21
Editado: 05/03/21