Trataba de salir del encantamiento en el cual al parecer me había sumido pero no podía, las fuertes olas y el viento violento hacían que el barco se moviera demasiado, por un momento pensé que me caería pero no, me mantuve firme a pesar del miedo, de los nervios y de mi inminente muerte.
El chico, que no parecía de más de 20 años, entre abrió ligeramente las piernas y se agachó unos centímetros, sin dejar de mirarme, lo único que se me ocurrió fue imitar sus movimientos, si no quería morir debía defenderme ahí mismo y si no sabía como, era mi única oportunidad de aprender.
Mi mente divagaba "¿por qué yo?.... otras chicas a sus 15 años andan en fiestas, de compras, tienen novio y tienen cambios hormonales... y yo ¡¿ tengo que luchar por mi vida en un barco que me secuestró?!".. pero de un momento a otro el chico se abalanzó hacia mi, lo que me hizo prestar atención de nuevo. Sus pasos eran rápidos al acercarse, a la misma velocidad retrocedí pero el movimiento del barco al que él ya estaba habituado hizo que yo me cayera.
Una gran ola cubrió el piso del barco, el cielo se había oscurecido y parecía que era de noche. Si no moría a manos de este chico y por algún milagro lograba sobrevivir, la tormenta se encargaría de matarnos a todos.
-¡A estribor Lothus!- se oyó gritar al hombre que puso el desafío
El barco crujía bajo mis pies y solo podía escapar de un lado a otro, por el momento era suficiente pero estaba segura de que no duraría mucho, el chico finalmente me lanzó su daga y logró hacerme un corte en el brazo izquierdo, no muy profundo pero ardió demasiado.
-Capitán, nos vamos a
-¡Calla!..debe haber alguna manera...-peleaban los 2 que estaban en el timón
-Lo siento, pero este juego debe terminar -dijo el chico frente a mi sin expresión alguna.
Con una gran facilidad me dio una patada en la mano, haciéndome soltar el cuchillo, me cargó como costal de papas y el capitán, como lo habían llamado, habló:
-¡Ya basta! ¡al agua! no tenemos tiempo de jugar
El chico trató de lanzarme al agua pero una ola lo rebotó y me tiró a mi de paso. Un mastodonte parado en una de las orillas de la embarcación me cargó por su costado derecho y al lanzarme de nuevo al agua, estaba en pleno aire, cuando una enorme ola que casi vuelca el barco, me regresó al navío.... si mi vida no fuera la que estaba en peligro, hubiera muerto de risa.
El tipo de pantalones húngaros estaba a punto de lanzarme de nuevo al agua, o por lo menos de hacer el intento cuando fue interrumpido
-¡Alto!... - el hombre que estaba al mando, corriendo y brincando llegó cerca mío- ¿quien eres tu?
-Nadja Nielsen
-No bromees... ¿quien eres tú?... está claro que el agua no te quiere, no habíamos visto una tormenta así...algo tienes chica....algo muy malo para nosotros- entendí que era supersticioso.
-Es de mala suerte traer una mujer a bordo - "machista" pensé del tipo húngaro
-Ella no es una mujer, es solo una chiquilla - "ok, no me defiendas" comentó el vestido de chino, me estaban enojando
-Aún así el mar esta cabreado, debe ser por ella- señaló otro mastodonte calvo
-Espera!....- dijo el chico de ojos bicolor- hay una leyenda... pero, no sé si amerite el riesgo
El chico junto con el capitán se alejaron un poco y dijeron no sé que cosa pero en cuestión de segundos el capitán se volvió a mi con ojos entrecerrados y aire malicioso. Me cargó en brazos y me llevó donde estaba un poste; entre pataleos, gritos y algunos golpes que logré darle , que para nada le dolieron, me subió hasta la canastilla que no había logrado alcanzar en mi intento de huída hacía un rato y se bajó.
-Ahora, si quieres mantener tu vida , te recomiendo que mires al frente y no te muevas, quédate parada- eso era muy difícil si tomamos en cuenta el movimiento, la altura a la que me encontraba, la tempestad, el agua acumulada en la canasta y mi renuencia a hacer lo que me pedía aquel hombre que era mi captor y verdugo.
Decidí hacerlo simplemente por instinto de conservación. Me quedé lo más quieta posible, miraba al frente. Entre los nubarrones, el viento y el agua me dificultaban no cerrar los ojos, estaba empapada y muy helada por lo que ahora le sumábamos el temblar de frío.
-¡Esto es ridículo! no esta funcionando- grito el capitán
-Espera..
Un movimiento brusco del barco, fue el último rastro del mar enfurecido. La olas se aplacaron y poco a poco las nubes se fueron disipando, la lluvia cesó y el único rastro de que hubiéramos pasado ese infierno mojado fueron los charcos en toda la superficie del barco y ver que todos los tripulantes estábamos mojados.
-¡Eh tu! ¡chica!.... ¡ya baja de ahí!- me gritó el capitán.
No quise hacerlo, temía por mi vida.
-Jajaja pareces un pájaro mojado- se refería a mi vestido aquel chico. Creo que ahora todos estaban de buen humor por haberse salvado- no te mataremos.... por ahora - rió malicioso.
-¡Eh! si tu no bajas , Lothus subirá por ti..- me amenazó. El hombretón de traje chino se aproximaba pero no lo dejaría, si debía bajar sería por mi misma, ya estaba harta de dejar mi dignidad en el suelo cada vez que pataleaba y gritaba que me soltaran.
Me paré en la barandilla de la canasta y me lancé a la red que había cerca mío colgando. Como si fuera un pasamanos, fui colgándome de la red hasta llegar a otro poste y de ahí, bajé por las fisuras de aquel. Con temor pero sin mostrarlo, me paré frente a quien me llamaba.
-Soy Valko, capitán de este barco- dijo sonriendo casi con ternura, era muy extraño- debido a una circunstancia muy extraña has ganado tu vida... por hoy- dijo esto y todos rieron, "¿acaso aquí a todos les parece divertido matar de miedo a la gente?"
-Escuchen todos... Nadja será a partir de ahora parte de esta tripulación, un miembro útil. Véanla como su salvadora señores pues eso ha hecho hoy...Aren, explica por favor.
-Si, hay una leyenda de mi país natal. Los barcos siempre habían sido perseguidos por horribles tormentas debido a Njord y Nerthus, "dioses del mar y la tierra", ellos aunque esposos, siempre estaban en guerra , solo en las costas e islas parecían reconciliarse. Los barcos al tener tripulantes de tierra, Njord quería destruirlos con cada conflicto que tenía con su esposa y para ello surgieron las sirenas y algunas criaturas marinas gigantescas. Él, siendo la autoridad en el mar lanzaba grandes tormentas a las embarcaciones, entre ellas y los monstruos marinos destruían casi todo intento de navegación...
¿Era mi idea o estaba relatando un fragmento de la mitología nórdica?... esa historia ya la había leído en algún momento y me fascinó, no creí que alguien pudiera tomarla como una realidad pero al parecer aquí todo es posible, recordé a Frey, todos estaban atentos y escuchaban en silencio, parecían pequeños concentrados en su cuento de antes de dormir, era casi poético. Me abstuve de reír.
-Un día, Frey, el hijo mayor de Njord, que era mucho más benevolente que su padre y tenía gran simpatía por lo humanos, le hizo una propuesta a su padre: Si una embarcación mostraba a una doncella hermosa en plena tormenta Njord tendría la obligación de parar su ataque. Cabe decir que dicha autoridad tenía un gusto muy amplio en mujeres si saben a lo que me refiero, tuvo varias amantes pero siempre protegió a las doncellas...
Wow, suena como un caballero, uno mujeriego pero caballero al fin. Con razón peleaba con su mujer.
-Hoy hemos hecho ese experimento, ofrecimos a Nadja en plena tormenta y Njord ha parado su ataque- el joven calló y el capitán llamado Valko retomó la palabra
-Ella será nuestro seguro ahora. Si hay de nuevo una tormenta asegúrense que se presente en el mismo lugar señores, de ello dependen sus vidas... no se preocupen, que tampoco será carga, empezará mañana como grumete, y tú- señaló al joven de ojos bicolor- te encargarás de enseñarle el otro oficio- solo asintió- ahora ven y sígueme- me dijo el capitán, por algún motivo no quería moverme a pesar de que me había asegurado enfrente de su tripulación que no me mataría y que me dieran un lugar- Vamos
Me tomó del brazo cual caballero y me guió hasta una especie de camarote y tras él cerró con llave, eso no me dio buena espina, había cientos de torturas que no acababan en muerte y no lo había pensado antes de seguirlo aquí. Me puse alerta.
El lugar era un cuarto bastante amplio, tenía tres sillas alrededor de una mesa rectangular sobre la que descansaban algunos papeles y libros; había un librero algo revuelto con muchos ejemplares que me causaron curiosidad cerca de la pared, algunos cajones grandes de madera dispersos por el lugar, supongo que en uno de esos fue que me encerraron. Había también una cortina que daba al parecer a otro sitio sin poderse ver
-Relájate, no te haré ningún daño. Quiero hablar contigo. Toma- me ofreció una bebida pero al sorber algo quemó mi garganta y empecé toser- jajaja creo que el wisky no es lo tuyo... quizá más tarde probemos con el vino
-Soy menor de edad
-Y eso no me importa- dijo copiando mi forma de hablar- bien, planeo contestar 3 preguntas con toda sinceridad- quedé perpleja, era un tipo demasiado extraño, "¿era acaso un genio de la lampara de las preguntas?"
-Bien, ¿por que estoy aquí?
-Mira, alguien te quiere muerta y nosotros, bueno, hacemos el trabajo sucio...te secuestramos sin que nadie se diera cuenta y henos aquí
-¿Cuanto tiempo estaré aquí?
-El tiempo que nos seas útil, cobraremos por tu muerte pero no podemos arriesgarnos a otra tormenta así sin ti. Si no llegara a funcionar en alguna ocasión o mueres con todos o eventualmente te lanzaremos por la borda pues no podemos regresarte a tierra y que en algún punto se den cuenta de que no cumplimos nuestro trabajo
-Entonces nunca volveré a mi hogar...
-Eso no es una pregunta
-Creo que la última me la guardo para después
-Bien jugado chica, veo que tienes algo de cerebro después de todo- se levantó de la silla donde estaba y atravesó la cortina , regresando unos momentos después con algo en las manos que me aventó. -Ten, puedes cambiarte allá- señaló el lugar de donde venía- ¿no creíste que podrías limpiar y andar siempre con tu vestido de niña rica o si?- riendo burlón
Me dirigí a cambiarme, al otro lado de la cortina había un cuarto, esta vez un poco más pequeño que tenía una cama deshecha, algunas cajas y una especie de ropero, junto a el, un espejo de cuerpo entero "alguien aquí es vanidoso" pensé. Al lado contrario de éste una puerta, esta vez de madera que daba a un baño el cual aproveché pues no me había ocupado de mis necesidades y me cambié.
Una playera recortada por mitad, blanca de manga larga, que me llegaba poco abajo del busto, bueno, de donde se supone debería haberlo, una básica de tirantes verde militar y unos pantalones café bombachos con varios bolsillos a los costados que tenía tirantes fue lo que me dio Valko. No usaría los tirantes del pantalón o por lo menos mientras se pudiera. También tenía ante mi unas botas tipo militar de cordones un numero más grades, por lo que tomé algo de papel y los rellené.
-Vaya! si que te tomas tu tiempo- dijo el capitán cuando entré de nuevo en la estancia- eso no podrá ser más, te reportarás a las 8am y a las 2 de la tarde en la cocina, le ayudarás a Copete a preparar desayuno y comida y de 12 a 2 de la tarde ayudarás a Lothus, mi contramaestre en todo lo que él te pida. Después de que salgas de la cocina por la tarde Aren te entrenará. Dormirás por el momento en el almacén, después de todo este lugar no está adaptado para ambos sexos y queremos que sigas siendo nuestra... doncella de la tempestad ¿no es así? Por lo que no te puedo acomodar con los demás. Cada vez que haya tormenta tu deber será hacer lo mismo de hoy
-¿Tratar de escapar?
-Jajajaa niña si que tienes sentido del humor, si eso fue un intento de escape, que sería muy tonto de tu parte considerando que estamos a mitad del océano, fue uno muy malo. Yo supuse que era un intento de suicidio, ya sabes por la deshonra de morir a manos de un enemigo y para probar tu valía quitándote la vida tu misma antes que eso pasara.
-Wow, ¿eso de donde lo sacaste?
-Jjaajaja es básico
Se levantó de su asiento, y fue a una vitrina que había junto al librero de donde antes había sacado su bebida
-Toma, por hoy tienes la comida sin trabajar- Me ofreció una pierna de pollo frito y algunas nueces en un bowl, lo cual me devoré después de haber pasado un día entero sin comer, eso no me sirvió ni como merienda.
-¡Bien! no eres delicada
-¿Por que lo sería? está muy bueno y tengo hambre
-Jajajaja espero no te arrepientas de esas palabras chiquilla- su comentario me desconcertó, por un momento cruzó por mi mente que quizá la comida estuviera envenenada pero lo descarté pues por el momento les era de utilidad, si se habían arriesgado a que no les llegaran a pagar si yo estaba con vida, ahora no podrían envenenarme ¿o si?
Al terminar de comer, Valko que hasta el momento me miraba entretenidísimo, que por cierto fue muy incomodo, salió de aquella estancia hacia donde estaban todos y llamo al chico de ojos bicolor que ahora tenía nombre: Aren.
Hablaron unos segundos en voz baja
-Ve con él- señalando al chico
Aren me mostraba el lugar, algunos términos como cubierta, mástil, proa, velas y popa salieron de su boca, trataba de prestar atención pero simplemente estaba inmersa en el misterio de aquel chico, ¿como es que podía haberlo visto en sueños y apenas nos acabábamos de conocer?
-¿Estás prestando atención?- me interrogó parándose en seco
-Si, proa en la parte del frente de barco y el punto final de aquel mástil se llama bauprés donde se tensa la vea de cabadera
-Bien, espero que esa memoria te sirva de algo en la práctica, en el castillo está la cocina, ahí te reportarás, cuando termines de todo, búscame- Me dejó en el almacén para que durmiera.
Ya la noche estaba cayendo y debía dormir temprano si quería despertarme a tiempo, ahí no tendría celular o despertador para estar al tanto de la hora por lo que, conforme lo que me había explicado Aren, mi única guía sería el disparo a las 7 am, a la 2 pm y a las 6 de la tarde, el cual indicaba en final de la jornada diaria.
Esa noche tarde mucho en dormir, a pesar de estar cansada no podía dejar de pensar en mi familia, al menos sabía que a ellos no les habían hecho nada pues entre líneas Valko me había dicho que nadie se enteró de mi captura y por tanto ninguno de mis seres queridos podría haber sido un peligro para la misión de esta gente, así que no les debieron hacer nada. Sin embargo estaba desolada por el hecho de saber que no podría volver con ellos, no por ahora.
Lloré en silencio, no podía permitirme mostrar debilidad ante tales personas que quizá aprovecharan cualquier signo de ésta para usarla en mi contra, no tengo a nadie en quien apoyarme. Estando a mitad del océano, sentí que con cada ola, con cada movimiento de la embarcación se alejaba mi esperanza y también mi vida.
La rabia y la soledad eran muy malas compañías si se quería descansar, me habían arrebatado todo y ahora debía servirles a esas mismas personas que me tenían cautiva. Era una esclava y si optaba por no serlo, la otra opción solo era la muerte. No soy una cobarde, sin embargo en ese momento de desesperación pasó por mi mente la idea de abandonar este mundo, quizá algún día volviera a encontrarme con mis padres en el más allá. No.. no podía ser, no iba a rendirme, estaba con tantos conflictos emocionales que no me di cuenta cuando el alba llegó y el disparo de la mañana me sacó de mis cavilaciones.
***
No estaba lista para este nuevo estilo de vida pero ahí estaba, alejada de mis padres, de mi abuela, mis amigos y de todo lo que conocía y amaba. Dirigiéndome a la cocina escuché algo extraño familiar pero no pude identificar que era.
-Busco al señor...¿copete?- pregunté a un mal encarado que estaba justo frente a la puerta cuando entré. Movió la cabeza hacia atrás de él y pude ver entre unas ollas a un hombre bastante alto, muy gordo y cuando se dio la vuelta comprendí por qué le llamaban así: Una mata de pelo oscuro colgaba de su cabeza, estaba mal amarrado en un moño a la altura de su nuca con cabellos saliéndose de la liga, al frente traía un copete de más de 10 centímetros, quizá la parte de atrás de su cabellera estaba descuidada pero el copete estaba peinado casi como por un profesional con forma y todo. Me acerqué a el algo temerosa.
-Disculpe, me dijeron que le ayudara ...vendré en la mañana y por la tarde
El hombre parecía concentradísimo en una olla de la cual comenzaba a salir un humo apenas visible.
-Con esos brazos enclenques no tendrás fuerza para cargar los costales... vé al rincón y pela las papas, con medio costal estará bien y apresúrate, tenemos solo dos horas
Nunca había cocinado nada que no fuera cereal, huevos, emparedados o alguna ensalada. No tenía idea de como hacerlo pero inicié con el pelado, recordando como había visto hacerlo a mi madre y descubrí que de alguna manera la sentía cerca mío al hacer dicha tarea.
-¡Eh tu! - "¿se dirigía a mi?", al verlo acercarse en mi dirección apuntando con su cuchillo hacia mi, me paralicé- Si no te apuras no comerás hoy, no estás cocinando para tus muñecas, son 20 hombres grandes y hambrientos que te arrancarían la cabeza de tajo si no tienen su comida a tiempo, además, estás desperdiciando mucho, se pela así- alzó su cuchillo amenazante y tuve miedo pero enseguida se disipó al observar como pelaba con destreza una de las papas que tenía delante- así las quiero todas- y se alejó
Traté de imitarlo pero no me salían exactamente, era difícil y llevaba dos cortadas en los dedos
-¡necesito esas papas ya!- gritó copete al tiempo en que terminaba la última, se las llevé y junto con mi entrega recibí la orden de ir por especias a la bodega
No recordaba para donde esta la bodega, ¿izquierda o derecha?, ¿proa?... un hombretón paso y aunque temí preguntar debía darme prisa así que traté de que me respondiera. Un intento fallido, al parecer me topé con el único a bordo que no hablaba mi idioma, solo alzó los hombros y se fue. ¡Rayos!
Después de algunas peripecias, llegué, tomé lo que me indicaron, regresé a cocina, me puso a lavar platos, cortar verduras y servir los platos
El desayuno siguió, comí con desgana pero estaba realmente bueno, ese hombre era muy gruñón pero tenía un sazón que ¡wow!, ese día comí en la cocina.
Lothus sería mi siguiente jefe, solo me puso a limpiar cubierta, pero vamos, estábamos hablando de un barco, uno enorme. 2 Horas no serían suficientes para limpiar aquello. No tenía alternativa, como una desquiciada, tomé los elementos que me dieron y comencé mi labor. Me faltaron cerca de 5 metros para terminar cuando sonó el disparo que indicaba que debía reportarme en cocina "estoy frita".
No sé que pasará conmigo pero no puedo llegar tarde. Me despedí de Lothus y regresé a cocina. La comida se preparó casi igual, yo le ayudaba a copete y el sol me daba órdenes y regaños de las cosas que hacía mal, osea todo.
-Antes de terminar tu jornada deberás traer un nuevo costal de papas cada día para que esté en cocina en la mañana- ese hombre estaba loco, "¿como podía cargar un bulto casi de mi tamaño y que pesaba casi igual o más que yo?"
Fui por el costal y no podía siquiera moverlo, puse todas las fuerzas que me quedaban en empujar aquella cosa. Simplemente no podía. Tuve una idea.
En aquel lugar había algunos postes que sostenían el techo, tomé una soga y amarré el costal como en las prácticas de rapel, una polea con palanca vieja me serviría para subirla. Una vez estando en el aire, me subía a una de las vigas y empujé el costal, lo columpie de tal manera que en su punto más lejano, llegaba al primer escalón de las escaleras para bajar. Rápidamente salté al piso y quité el seguro de la polea, haciendo que cayera el costal en el inicio de los escalones.
"Bien, ahora solo lo tengo que arrastrar por cubierta"
No había opción, di varias vueltas llevando papas a la cocina hasta dejarlo lo suficientemente liviano para poder arrastrarlo.
Cuando empecé de comer, 'no había ni bien dado 3 bocados cuando me quitaron el plato. El tiempo de comida se había terminado. "¿Era un barco o una escuela militar?". Solo quería acostarme. Estaba a punto de bajar al almacén cuando una mano me detuvo por el brazo
-¿A donde crees que vas? - la voz de Aren sonaba divertida ¿por qué?
-Voy a descansar
-Oh no, aún hay luz de día y tienes entrenamiento conmigo
Me llevó al castillo, el área de cubierta que estaba encima de la cocina. Me observó de pies a cabeza
-Quítate la playera- me ordenó. Con mucha incomodidad y algo de curiosidad me quité la playera de manga larga dejando expuestos mis brazos
-Veo que no tienes mucho con que trabajar, pero eso irá cambiando
-¡Oye!
-JAJAJA, no temas, me refiero a tus músculos- se sonrió y se acercó a mi- pero si prefieres podemos trabajar en otras áreas jajajaja. Te has sonrojado, no cabe duda que eres..
-Cállate- dije avergonzada
-Bien, empecemos con los básico. Yo te enseñaré a pelear, a robar, a matar y alguno que otro truco del oficio. Imita mi posición
-¿Cual oficio?- pregunté algo confundida
-El pirata... ahora, comencemos el entrenamiento
https://youtu.be/MAi3DDzS8Uw
*************************************************************************************** Hola!!! como estás mi peques consentidos, aquí les dejo un nuevo capitulo de esta historia esperando les esté gustando.
Este capitulo me costó un poquito por que me llevó un poco de investigación y quería dejar más información acerca del chico de ojos raros pero si lo hago, me extendería mucho :(
Espero las canciones que les dejo les gusten y acompañen su lectura con ellas.
Déjenme sus votos, comentarios y preguntas que con gusto los responderé . No olviden recomendar la historia si les está gustando. Besitos mwa!!!
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