Un museo
-Es que simplemente no lo entiendo, lo vimos morir
-Si, de inmediato lo toqué.. te recuerdo que estoy ligado por mi esencia a la experiencia de la muerte, quería que Odín lo reclutara, es muy buen hombre y también diestro en batalla.
-¿y entonces?
-Entonces lo tocaste tu también imagino que justo en el momento en el que el último ápice de vida dejaba su cuerpo, mi poder no pudo hacer nada, de tu mano salió parte de ti, de tu esencia, al igual que lo hace conmigo cuando tomo una vida pero todo lo contrario
-Espera, espera, ya me confundí.
-¿No lo entiendes?- dijo con una sonrisa eufórica tomándome de las manos- estás empezando a entrar en contacto con tu esencia, la cual al parecer es de vida- me abrazó- no entiendo como no lo vimos antes. Ver la muerte de alguien te altera, lo detestas. En la profecía nos complementamos y yo en esencia soy como un ángel de la muerte, ¡completamos juntos el ciclo vital!- me removía en sus brazos pero yo no podía terminar de digerir la información
-¿Mi esencia es la vida?
-Si, al parecer , todo tendría sentido
-Entonces ¿como he sido capaz de matar a los gigantes, de herir y lastimar? ¿como se supone que voy a matar a la serpiente y sus secuaces?- Aren me soltó
-En todas las ocasiones que has matado ha sido para salvar a alguien más o a más personas. En el caso de la serpiente, no solo salvarás personas, si no al mundo de los humanos y los dioses. Es lo que hace la naturaleza misma, conservación de las especies- en un instante su semblante se volvió pensativo, quedamos en silencio
>>Algo en lo que no había pensado me inquieta...- sin esperar respuesta continuó- Ygdrasil, el árbol que sustenta de vida a los 3 reinos que es de donde emana la vida... ¿que conexión tienes tú con él?
-No tengo idea, es demasiado extraño ya que siendo algo que sustente la vida misma tendría que ser totalmente pura para asemejarme en algo, sin embargo soy mestiza.
Algunos segundos pasaron mientras Aren parecía absorto en sus pensamientos, sus ojos reflejaban una alta concentración, como si miles de engranajes estuvieran trabajando en sincronía.
-Quizá esa es la clave, quizá necesitaba una mezcla de sangres para poner su esencia en ti, ya que sustenta 3 reinos diferentes, el de los dioses, el humano y el hell; tu tienes sangre humana y de los dioses y yo... bueno....mi madre viene del lugar de dolor y maldad. No es mala, pero ese era su entorno tengo sangre de dioses y del hell por que una gigante hija de Loki es mi madre. Y aunque ya no figura como gigante, si no como diosa por causa de Frey, lo fue antes y me tuvo a mi. Entre los dos tenemos la sangre de los 3 reinos.
Y ahí estaba, la causa de que mi destino estuviera ligado a Aren, la causa del por qué debía estar con él y todo así, con enormes buenas noticias por una parte pues Kiev estaba con vida y había descubierto, gracias a Aren, que mi esencia era la vida pero por otro lado se volvían más grandes y pesadas las cadenas que me ataban a ese destino que yo no elegí. Me pregunto ¿como podría llegar a deshacerme de ello si es que decido no aceptarlo? Es que simplemente no soporto la idea de ser controlada al unto de que cualquier decisión ya está prevista.
-Esto es demasiado- me miró confundido- no me malentiendas, estoy muy feliz de que Kiev esté con vida y me alegra mucho saber cual es mi esencia al fin, pero
-Pero tu destino
-Si- lo miré a los ojos con pesar, sabía que rechazar mi destino era rechazarlo a él y condenarlo a muerte junto con todos los demás en el mundo de los dioses, sin embargo no encontré reproche o enojo en su mirada, solo tristeza y compasión
-Te entiendo ahora más de lo que piensas, tu tienes la vida en cada parte de ti, y así es, la vida no es algo que se pueda controlar, no es algo que se pueda quedar en un solo cause, es cambiante, cíclica y a cada instante hay nuevas cosas por ver y descubrir, no creo que puedas enfocarte solo en una vida hecha por una profecía, quizá también por eso tienes la facilidad o debilidad de pensar en muchas cosas a la vez. La vida es totalmente libre pero como te dije, yo estoy contigo, te apoyaré y si así lo decides, juntos no podrán vencernos
Completó la frase mientras ponía su mano acunando mi rostro para juntar nuestras frentes al tiempo que me veía fijamente a los ojos, así estuvimos por algunos segundos.
-Perdón por interrumpir, pero hay algunos que queremos descansar después de estar al borde de la muerte y su incesante cháchara lo impide- Acotó Kiev desde la litera .
Ambos sonreímos y salimos de los dormitorios.
Algunas horas más pasaron mientras terminábamos con las reparaciones urgentes del barco. Algunos bajaron a tierra para conseguir los materiales y herramientas que hacían falta para ciertos detalles, otros más nos quedamos en la nave. Y que todos dormiríamos ahí hasta que quedara listo el Valkiria, nos estuvimos turnando, la mitad de los tripulantes trabajaría por 4 horas y los demás irían a dormir, luego se haría el cambio para poder terminar lo antes posible, la parada que estabamos haciendo no era prevista y teníamos misiones que realizar en otros lados, los clientes en este trabajo no se tientan el corazón ni aceptan justificaciones como " se me hundió el barco" "se murió la mitad de la tripulación " o "tuvimos un ataque de gigantes a medio camino y hubo que reparar la nave".
Si no conseguíamos terminar antes del ocaso siguiente, nos meteríamos en graves problemas. Siempre podíamos desaparecer pero podríamos perder clientes, trabajo y por consecuencia, ganancias y Valko, bueno, él no es de los que aceptan perder, en nada.
***
Terminamos antes de medio día, todos estábamos exhaustos pero había valido la pena. Me levanté después de dar el último martillazo en cubierta, dejando la cabeza del clavo a perfecto nivel. Me limpiaba el sudor de la frente con el dorso de la mano cuando por fin me di cuenta del lugar donde estábamos. A lo lejos se divisaban colinas, construcciones antiguas de arquitectura envidiable, ruinas con pilares en perfecta geometría y cada una en sincronía con la cultura dominante de su época.
-Grecia- dije en un suspiro
-Si, jajaja ¿acaso acabas de darte cuenta?- Lothus se burlaba de mi. Me ruboricé por mi distracción tan grande. Supongo que estuve absorta en todo el asunto del destino y demás.
-¡Malas noticias chicos!- anunció el capitán- no podremos zarpar hasta mañana al anochecer, a uno de nuestros mejores clientes le ha surgido un trabajo en Karpathos, no moveremos el barco solo para ir a la isla vecina, solo necesito a dos hombres y nos iremos en un bote. Rápidamente Meek y Humph se anotaron- bien, los demás tienen feriado hasta que vuelva, solo no dejen la nave con menos de 5 hombres ¿de acuerdo? Lothus se encargará de mantener los roles de salida en orden.
El capitán y los otros subieron al bote en menos de media hora ya estaban alejándose.
-¿Irán muy lejos?
-Es una travesía corta aunque cansada si se va uno remando, son cerca de 5 o 6 horas, dependiendo la velocidad
-Wow, ahora entiendo la falta de voluntarios. Por cierto, ¿en que parte de Grecia estamos? ¿Athenas?
-No, Rodas. Una isla algo alejada de la capital pero que también tiene sus atractivos. ¿Quieres distraerte un rato?- La idea sonaba genial pero estaba algo cansada
-Nos dividiremos en grupos de 6. Los primeros en salir serán: Dok, Copete, Marco, Aren, Ron, y Nadja... Deben regresar a las 10. Si regresan más tarde se les asignará un castigo.
Lothus era muy ordenado, amante de las reglas y muy estricto. Su ascendencia asiática lo hacía muy disciplinado a pesar de estar en este ambiente.
Me cambié por algo más fresco, un short de mezclilla y una playera, así pasaría por cualquier turista. Partimos a la ciudad y como casi siempre Aren y yo nos mantuvimos juntos. Él parecía conocer muy bien el lugar. Me iba explicando el por qué de un momento a otro parecía que nos hubiéramos metido en un túnel del tiempo y regresado varios siglos atrás.
-Rodas es la ciudad medieval más grande de Europa, la que se conserva mejor, fue dominada por los otomanos en 1522 a pesar de haber resistido los ataques enemigos por casi 200 años. Justo aquí empieza la histórica calle de los caballeros, el lugar más conocido- frente a mi veía casas, un hospital y al final de la calle justo al acabar había una gran construcción como si fuese un castillo
>> aquel de allá es el palacio del gran Maestre. Fue construido en el siglo XIV por los caballeros de san Juan y fue también sede del gobierno, el edificio original fue destruido pero en 1912 en el periodo italiano fue reconstruido para el rey Emmanuel III y luego fue una casa vacacional para Mussolini
-¿Como sabes todo eso? ¿Acaso también eres amante de la historia?- me reía
-No, yo estuve aquí
-¿Como?
-Por si lo olvidabas, querida mía- mientras con su índice me empujaba la cabeza- soy un Vanir, he vivido cientos de años, hay algunos más longevos que yo pero en mi caso tengo cerca de 700 años
Me paré en seco, no podía creerlo. No podía pasar de los 20 años este chico frente a mi, si, era un dios pero ¿por que había algunos más viejos que otros?
>>Te recuerdo que capto tus pensamientos y lo sé, dices ¿como es que este chico tan guapo, joven y atlético puede tener 700 años?- reaccioné, el ego de Aren en todo su esplendor me sacó del shock- pero no te preocupes, no te menosprecio por ser más joven
Se burlaba de mí y me abalancé sobre él, quien salió corriendo y yo detrás de él como niños, le reclamaba que se dejara atrapar. Hasta que llegamos a la entrada del palacio y nos detuvimos olvidando el pequeño juego.
Decidimos entrar a ver y mientras me explicaba, mi guía parecía resplandecer, como si todo el lugar le diera una vitalidad inesperada. La luz en sus ojos era mayor mientras me platicaba para que era utilizado cada espacio y los acontecimientos históricos que presenció.
-¿Quieres comer algo?- mi estómago había estado gruñendo por 20 minutos y comenzaba a oírse fuera de mi.
-En realidad si, me muero de hambre
Fuimos a un pequeño restaurante cerca de ahí, donde el área de la terraza quedaba con vista al mar mediterráneo, podía apreciarse el barco y las casa blancas y bajas con sus calles adoquinadas que de subida a este peñasco habíamos pasado. Me sentí totalmente a gusto, la brisa, la compañía y las risas me hicieron sentir normal por primera vez en mucho tiempo, hasta una pelea de papas fritas fue el cielo para mi en ese momento.
-Hey, ¿quieres ver algo genial? -no podía imaginar que más podría haber en aquel lugar lleno de místicas historias.
Caminamos un buen rato y en el último tramo tuvimos que apresurar el paso pues todavía, según Aren, nos faltaba mucho que ver y el tiempo no era mucho.
Legamos a un valle, lleno de flores, grandes árboles frondosos, aún en esta época del año y al empezar a caminar por entre el pasto una mariposa, voló de la flor que moví hacia arriba, luego fueron dos y después de mirar atentamente logré observar como todo aquel lugar estaba cubierto por aquellos bellos insectos alados. No quise dar un paso más
-Este es el valle de las mariposas, famoso por contener la mayor cantidad de estos insectos en toda Europa, ya que el clima es tan cálido aquí en comparación con otros lugares, migran a este valle para reproducirse y - por alguna razón este lugar me hacía sentir como en casa, me transmitía felicidad y añoranza, como si me recordara mi infancia
-Gracias- dije al momento en que me prendía del cuello de Aren para darle un abrazo- por compartir esto conmigo
-No me gustaría hacerlo con nadie más- levantó mi mentón con cuidado y me miró a los ojos. No sé si era la sensación del momento o si en realidad mi me estaba dando un ataque de taquicardia. Ambos bajamos la mirada solo un poco hasta nuestras bocas.
Había estado tratando de evitar este tipo de sentimientos hacia él, no quería sentir nada por él, no quería aceptar que en cierto modo, el destino que se me había trazado tenía razón ni siquiera en ese punto. No quería estar confundida de sentir algo por él por el famoso destino o por que en realidad mi corazón le perteneciera.
Las mariposas revoloteaban a nuestro alrededor y sus ojos destelleaban, mi pecho tenía un serio problema con el cada vez más rápido palpitar de mi corazón. Y en ese momento, Aren solo se acercó un poco, solo lo suficiente para besar mi mejilla, como me había dicho, no intentaría influenciarme, no me presionaría si no que me apoyaría en mi decisión, me daba libertad aunque mi destino no lo hiciera. Incluso si eso le costaba la vida.
Sus labios rozaron mi mejilla sintiendo su cálido aliento y en ese instante todo acabó. La decisión estaba tomada todo el tiempo que pasé martirizándome y ahora todo estaba claro. Tomé la iniciativa y con ambas manos agarré su rostro para besarlo, tratando de transmitir lo que en aquel momento estaba sintiendo, sus labios entre los míos, los míos entre los de él, buscándose y encontrándose en un juego interminable mientras nuestros alientos se fundían en uno. Nuestros amigos alados alrededor, formaban una especie de tornado y justo en el centro, nosotros dos de pie, abrazados, llenándonos uno del otro.
Los besos fueron más intensos, más voraces. Pronto terminamos en el suelo cerca de la arboleda, donde las sombras de las copas de los árboles nos cubrían del sol y las mariposas que habían habitado ahí, asustadas por el movimiento, revolotearon para buscar un nuevo lugar cercano donde posarse.
Las sensaciones que me recorrían el cuerpo eran tantas y al mismo tiempo que me dejaba poco lugar para procesarlas, el aliento me faltaba sin embargo quería seguir así, quería seguir sintiendo los escalofríos que me causaba el tacto de Aren en mi cintura y espalda, quería que siguiera recorriendo con sus besos mi cuello y su aliento pasara por mi piel dejándome sin fuerzas.
Mi guía me rozaba delicadamente, como si temiera que me fuera a esfumar de un momento a otro.
-Dime que no es un sueño- comentó entre besos
Acariciándonos, no podía evitar sentir como mi cuerpo me pedía más de él, más de aquello que estábamos viviendo. De un momento a otro, Aren acunó mi rostro entre sus manos y me dio un beso tierno, esta vez lleno de dulzura y entre nuestros labios pude notar como una de las comisuras de sus labios se levantó y su sonrisa de lado se dejó ver completamente. Mis manos en su pecho se apoyaban para sentir el contacto de su piel. Sus ojos se encontraron con los míos y como siempre, me perdí en aquellos pozos gris y castaño.
***
-Me alegra entrar a un museo de la manera normal para variar- habíamos ido al museo para ver la exposición más famosa de Grecia
-Jajaja, ¿lo dices por Valko? A él le gustan mucho estos lugares pero solo para sus misiones, me sorprende que te haya dado este tipo de trabajos, es muy reservado cuando tiene una misión a lugares culturales.
-Veo que aquí se tomaron a los dioses muy en serio... me pregunto ¿por que no he conocido a ninguno de ellos? - comenté señalando a las figuras de Zeus, Ares y Athenea
-¿En verdad piensas eso? Míralos bien- acercándome a las esculturas que estaban frente a mi, observé con cuidado primero la de Zeus que era la mayor, no entendía que me quería dar a entender Aren con esto, la de Athenea fue más difícil, pues su rostro estaba algo desgastado y no tenía parte de la nariz. La de Ares no podía decidir si el casco de guerra que traía me ayudaba o perjudicaba para estudiar sus rasgos.- En verdad no entiendo que quieres lograr- dije volteando a ver a mi tutor.
Aren se paró junto a mi señalándome la estatua del dios de la guerra
-En las diferentes culturas nos han llamado de diferentes maneras, nos han atribuido diferentes dones basándose en lo que vieron cuando contactaron con algún ser sobre natural, pero somos los mismos- girándose se puso junto a la estatua de Ares y pude observar la similitud, claro,no era una fotografía pero era muy parecido, me tape la boca con asombro.
-No lo creo
-También me han llamado Tánatos en estas regiones pero como al pelear siempre procuraba protegerme casi no me podían reconocer entre una y otra situación y pensaron que eramos dos distintos seres. Ven, te mostraré algo
Caminamos por un pasillo largo lleno de objetos curiosos y vasijas pintadas, algunas completas, oras, gastadas y otras, bueno, casi hechas añicos. Al final del pasillo dimos vuelta y ahí estaba, una figura de una chica bastante hermosa, que era del doble del tamaño que yo, y aunque le faltaba parte de uno de sus brazos y del cabello, era la misma, no había duda, la cara, la mirada; era Freya, mas en la placa de aquella escultura figuraba el nombre de Afrodita. En realidad soy hermana del ícono de belleza y amor de la mitología más conocida.
Aren seguía con su explicación pero algo cercano llamó mi atención, entre los pasillos que se extendían frente a nosotros, detrás de la estatua, había un grupo de turistas, entre ellos, una melena rubia y algo despeinada me llamó la atención. No sabía si realmente podría ser lo que imaginaba pero sin darme cuenta mis pasos me llevaban cerca del gentío.
En un instante la cabeza de aquella persona que me había llamado la atención, giró hsta quedar de perfil y pude observar para mi asombro que había tenido razón, ¡era Edward! No estaba preparada para eso, ¿por qué justo ahora?
El grupo se dispersó y el chico por alguna razón se alejó corriendo, lo seguí alejándome rápidamente por los pasillos sin importar que Aren tras de mi me llamara como desquiciado. No tenía tiempo de explicarle que pasaba y tampoco creo que le gustaría escucharlo. Pero yo necesitaba hablar con Ed, esa pequeña chispa de mi vida pasada aún no se había apagado por completo, aunque creyera que sí.
Ed, salió del edificio y yo salí tras él, era bastante rápido, en un momento ya estaba dando vuelta a la estaba entrando en el otro edificio que comprendía el museo. Lo seguí y al entrar pude observar como la decoración del lugar era muy distinta, no sé si era por que estaba menos iluminada o por que ya estaba anocheciendo pero la sección en la que estaba no solo se veía más oscura si no que se sentía una pesadez, un ambiente extraño que me causaba escalofríos y me erizaba la piel. A pesar de no encontrarlo, debía seguir buscando, si por algún giro de ese destino que me daban ganas de maldecir, se encontraba Ed cerca mío, no lo dejaría ir solo así.
Algunas piedras gigantes de las cuales sobresalían unos relieves con forma humanoide custodiaban la entrada a la siguiente ala.
-¿Hola? ¿Edward? Soy Nadja- tratando de sonar lo más tranquila posible por si me confundían con alguna loca que habla sola, aunque en realidad eso parecía al no haber nadie más a mi alrededor, escuché un sonido extraño cerca de una de pintura de un perro extraño con tres cabezas y entonces me sentí caer en un abismo.
***
-Nadja...- un susurro se escuchaba a lo lejos con una voz desconocida.
El olor nauseabundo a carne descompuesta impregnaba todo el aire. Me sentía mareada pero algo en el ambiente me mantenía alerta, me levanté de un tirón y saqué mi daga.
-No hay por que assustarse niña, no te haré nada... por hoy- dijo la voz entre una risa que intentaba ahogar- ssolo quiero charlar por ahora.
-¿Quien eres? déjate ver- estaba tan oscuro que no podía distinguirse más que ciertas sombras no muy lejos, más precisamente en el suelo, parecía como si el lugar se moviera, como si el piso tuviera vida y ondeara como las olas.
-Tu ya ssabes quien ssoy y si me mostrara podríass morir del ssusto y no quiero esso. - la voz sonaba dulce y al mismo tiempo extrañamente amenazante entre siseos- Debes esstar viva para nuesstro encuentro.
No perdía mi posición por si en algún momento me atacaban sin previo aviso, no sabía donde estaba, ni como había llegado ahí y el ambiente me decía que algo andaba muy mal.
https://youtu.be/EJ09pSuA9hw
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Holisss! nuevo capitulo al dente! espero les haya gustado y se hayan quedado con la intriga mwahaha
En este capitulo solo vimos la situación de Nadja peeeeeero, por que en realidad no quería cortar el hilo de lo que le ocurriría y por que estoy pensando bien los detalles de lo que les está pasando a los demás, en el siguiente capitulo veremos a más personajes.
Adivinanza: En el siguiente capitulo Nadja se encontrará con alguien de su pasado... ¿quien será? hagan sus apuestas ! ;)
Les dejo un hipermega empalagoso abrazo y si les gusto no olviden votar y recomendarla para que más personas la conozcan.
Déjenme sus comentarios, dudas y teorías o lo que quieran, que les contestaré muy pronto, los quiero y me despido...mwa!
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