Prólogo
Durante la existencia de la humanidad ha habido muchos cambios, de todo tipo y tamaño. Las únicas cosas que permanecen igual son el paso del tiempo, la muerte, el nacimiento de nueva vida y el conocimiento de que hay algo más allá de lo tangible, algo que aunque no se pueda ver, oír o tocar... de alguna manera la consciencia humana simplemente sabe que existe.
Desde la primera vez que un hombre tuvo contacto con uno de nosotros nos llamó "dioses" seres más allá de su comprensión, con poder, talento y belleza sobre natural. En realidad no es que lo seamos, simplemente somos criaturas creadas, al igual que ellos solo que de un plano mucho más elevado, una "dimensión" si gustan llamarlo así, muy diferente; aunque estemos en contacto siempre con la tierra , lo físico. Manipulamos elementos, situaciones e incluso los corazones solo por el simple hecho de que nuestra esencia esté ligada con ese elemento, materia o sentimiento. Mi nombre es Freya, los seres humanos siempre me han relacionado con el amor, la belleza y fertilidad; a decir verdad mi esencia y debilidad es el amor en todas sus facetas y pues por ello he sido muy criticada entre mi especie al ayudar a una pareja en apuros, una mujer estéril o un joven que no es correspondido en el amor.
Vivo entre los Vanir, una raza de mi especie en el Vanaheim, lugar designado para nosotros entre los elementos que controlamos y son parte de nosotros mismos creando un ciclo que nos nutre y fortalece al mismo tiempo que ayudamos a generar las condiciones del ciclo vital en cada una de las criaturas, nuestro reino y el Midgard, que es el de los humanos está íntimamente ligado por la naturaleza. Junto a mi hermano Frey , mi padre Njord y mi madre Nerthus, formatos la base del reino Vanir.
....Relatos de Freya y Cuentos de la mitología Nórdica
Johan Von Müller
-Ya deja de leer pequeña, ya estamos por aterrizar- dijo mi padre un tanto entusiasmado, aunque yo no lo entendía, es decir, amo a mis padres no me malentiendan, pero esta decisión de cambiarnos a otro continente no tiene sentido, dejé a mi abuela, la persona que más amo en el mundo después de ellos por culpa de un prestigioso puesto en el trabajo de mi papá por el cual lo transfirieron y quizá parezca una niña de 2 años pero "¡No es justo!".
Sacudí un poco la cabeza para tratar de alejar los pensamientos molestos pues mis padres solo buscan un futuro mejor para todos nosotros y quizá pronto mi abu pueda venir con nosotros, debo al menos tratar de enfocarme en lo bueno, por ellos.
A lo lejos una extraña tierra llena de edificios y grandes masas de personas se abría a mi vista, el panorama se veía tan agitado, como las aguas de aquella película"tormenta perfecta", aunque no lo crean en mi caso particular me encanta esa sensación, grandes extensiones de tierra a muchos kilómetros bajo mis pies, la sensación de libertad, de ver todo desde arriba, hace que los problemas se sientan tan lejos, tan indiferentes, incluso mis propios sentimientos parecen esfumarse, lamentablemente, no es una sensación a plenitud pues dentro de este armatoste llamado avión, no puedo sentir el viento en la cara ni ir hacia donde yo quiera. No entiendo como hay gente que le teme a las alturas o a volar.
Mi padre me ha prohibido que piense siquiera en lanzarme de un paracaídas o de volar en globo pero simplemente no puedo, no creo que vaya a terminar hecha polvo en el suelo pero si así fuera, moriría feliz, no es que sea una loca suicida ni nada, es solo, como si el aire y la altura me llamaran, no lo sé, quizá solo tenga una fijación o esté algo loca.
En casa, Dinamarca, había grandes extensiones de tierra, muchas colinas con poca altura y mucha agua alrededor pero nada de montañas, nada de peñascos a excepción de un acantilado en una parte del país al que nunca fui.
El vértigo que se genera al descender en el avión crea en mi una especie de hueco en el estómago que aparece y luego de unos momentos las ruedas del avión tocan el suelo del nuevo continente haciéndolo desvanecer.
-Bienvenida a Seattle pequeña- dice mi padre con gran entusiasmo al salir del avión hacia las escaleras que bajaremos mientras me ayuda a descender y luego a mi madre que algo temerosa busca a tientas el siguiente escalón por bajar.
Ambos caminan frente a mi y todo parece ir muy rápido, a excepción de la banda con los equipajes en la cual nos entretuvimos cerca de una hora. Después de eso, un hombre moreno y muy amable llamado Marcus con una sonrisa radiante de oreja a oreja nos dio la bienvenida y nos dijo que nos llevaría a nuestro nuevo hogar. Un choche estaba esperándonos a la entrada del aeropuerto y Marcus nos guió hasta él . Cerca de dos horas estuvimos en el auto, no soportaba más, quería estirarme, correr o dormir, cualquiera de esas opciones sonaba como el paraíso para mi en esos momentos. Lo único que pudo ayudarme con mi desesperación fue el observar por la ventanilla las calles concurridas y muchos edificios con arquitectura de estilo moderno; edificios hechos de cubos, una torre que terminaba en una especie de platillo volador en la punta, una especie de esferas de cristal enormes y un mercado bastante extenso. Podría ser entretenido visitar esos lugares, nos fuimos alejando del ajetreo de la ciudad pero el tráfico y el tiempo acabaron por desgastar mi paciencia, la cual no era mucha.
Al fin, después de casi un siglo, o por lo menos eso me pareció, llegamos a una calle en la cual al doblar la esquina dejaba ver un sendero muy largo y al final de éste, una colina. Subiendo la colina , a medio camino había una desviación y algunos momentos más tardes nos encontrábamos frente a una casa lo bastante grande como para unas 10 personas supongo, en comparación con nuestra casa en Odense, entre calles empedradas y casitas no muy altas, una junto a otra, se veía a los vecinos pasar y saludarse entre ellos, casas coloridas y acogedoras, nada que ver con ésta, que aunque parecía una mansión es gris y solitaria, no se ven vecinos o casas alrededor en un muy buen tramo, supongo que no importa, pues no conozco a nadie y si llegara a hacer amigos podríamos irnos en cualquier momento por el trabajo de mi padre. Es mejor así.
-Permítanme mostrarles la casa señores Nielsen- dijo el señor Marcus al momento de abrir la puerta para nosotros, mis padres entraron de primero y yo permanecí en la puerta, quizá esperando un milagro o que todo esto fuera un sueño
-!Nadja! ven rápido, esto te va a encantar- me llamó mi madre con voz cantarina
Al entrar me llevé una grata sorpresa, había una especie de recibidor con un pequeño sofá color marfil y patas doradas junto a una mesita de cristal alta que sostenía un jarrón con un hermoso arreglo de flores, tréboles rojos y rosas, supongo que es una especie de mensaje, la flor nacional de Dinamarca con la de estados unidos para que nos podamos sentir bienvenidos. Los pisos de madera laminada y del otro extremo contrario al sofá, una puerta que estaba entreabierta y pudo observar que era un pequeño clóset.
Al entrar en la sala vi a mis padres y a Marcus que estaban charlando
-Sube a ver tu habitación pequeña, vamos a hablar de negocios ¿si?- Oh! Odiaba cuando mi padre usaba ese tono condescendiente y esos ojitos chantajistas, simplemente no podía decir que no ni enojarme con él.
-De acuerdo, pero no prometo que vaya a gustarme- le dije en broma, o por lo menos traté de que pareciera así, después de todo ahora sería el director de la sucursal de la empresa transnacional a la que pertenece aquí en los estados unidos y debía ponerse al día.
Subo las escaleras blancas agarrándome del barandal del mismo color y llego a la planta alta, hay varias puertas y comienzo a abrir una por una, después de algunos intentos y varias habitaciones, baños y un armario, no sé que fijación tienen los americanos con los armarios, abrí la puerta de la habitación del fondo del corredor, una puerta blanca como todas las demás pero al abrirla me percaté que al fondo de la habitación había un ventanal que daba a un balcón, era una pieza bastante amplia con una cama y había varios estantes donde podría colocar mis pertenencias una vez que llegaran, las paredes tenían papel tapiz de un decorado de muy buen gusto todo en colores neutros y cálidos con algunos toques dorados, un tocador y dos muebles en color marfil con destellos beige y dorado daban un ambiente muy vintage. Una puerta daba al baño particular de la pieza y la otra a... ¿!otro clóset!? Bueno, por lo menos no tendremos problemas de almacenamiento.
Comencé por ordenar mis pertenencias que traía en la bolsa de mano y la maleta que traía en el avión, después de un rato, me encontraba tan cansada que a pesar no haber pensado en ello me aventé a la cama para descansar un rato y me quedé dormida.
-Hay linda...- dijo el señor Nielsen con ternura al entrar en la habitación ya en la noche, cerró el ventanal y apagó la luz- sé que estás agotada, esto debe ser muy duro para ti, pero te agradezco que hagas el esfuerzo por nosotros. Mañana será un gran día y haré lo que esté en mis manos para que tu vida aquí sea feliz, te quiero mi pequeña- sabía que su hija no lo escucharía, aún así, la besó la frente y le arropó como cuando era una niña de 5 años después de un cuento para dormir. A Nadja le hubiera gustado abrazarlo, decirle lo mucho que lo quería pero perdió esa oportunidad por estar dormida y no sabría lo importante de ese momento hasta mucho después.
Al despertar apenas levantaba el alba, decidí meterme a la ducha y esperar lo mejor de hoy, tendría que empezar en una escuela nueva, con gente desconocida, no era como si fueran alienígenas ni nada parecido pero de alguna manera me intimidan.
Al inicio tengo la opción de llevar ropa civil pues dentro de unos días deberé llevar el uniforme, ya tengo 14 años pero al parecer , el instituto que consta de educación kindergarden hasta universidad piensa que no podremos tener el criterio de elegir una vestimenta adecuada para estudiar. El instituto Crossford, según dice el folleto, tiene en funcionamiento más de 100 años, es una especie de internado a medias, con el mayor rendimiento académico, cultural y deportivo pero eso sí, siempre albergando a los más ricos del mundo, en pocas palabras una prisión educativa de abolengo. Lo único que me mantenía en una pieza era que la escuela estaba a pocos minutos de mi nueva casa, no tendría que pasar mucho para que después de casi medio día en la prisión estuviera con mis padres.
-Quieres que te lleve?- dijo mi madre después de desayunar, pues ya mi padre se había ido.
-no gracias, quiero conocer los alrededores y no creo perderme ya que solo hay un sendero
-Bien.. abrígate bien cariño, nos vemos en la tarde- termino de decir cuando ya cerraba la puerta
Lamentablemente mi bicicleta aún no había llegado junto con mis demás pertenencias, pero me haría bien caminar e iba con tiempo.
Llegué a la entrada de Crossford, un lugar bastante imponente que parecía sacado de alguna de las alas de un castillo con muchas ventanas, balcones y extensas áreas adoquinadas que daban a otros edificios y en la parte de atrás parecía extenderse una masa verde de árboles y otros edificios interminables, seguramente me perdería ahí dentro.
Me sorprendió que ninguno de los chicos que llegaban excepto yo, lo haya hecho en algún otro transporte que no fuera un auto, el cual los dejaba y se iba. A pesar de que hubiera podido traerme mi madre en el auto que Marcus nos dejó, no es mi estilo, me gusta más hacer ejercicio y la sensación de libertad que da.
Antes de entrar, hay una pizarra junto a la puerta con un mapa del lugar- Muy útil- observo y me dirijo a la oficina administrativa para reportarme
Me recibe una asistente delgada y atractiva pero escondida detrás de unos lentes enormes, después de recibir mis papeles, me escolta hasta mi clase correspondiente mientras me da una hoja impresa con horarios y algunos folletos de las actividades extracurriculares que leeré más tarde.
-Llegamos- dice la mujer con una amplia sonrisa y se vuelve por donde vino.
Golpeo la puerta y esa sensación aparece, siendo el centro de atención en el mal sentido, no como un famoso si no como un bicho raro, el profesor Forester, tal cual se presentó, un hombre delgado como un palillo, calvo en la parte más lata de su cabeza y rizos rojizos con canas alrededor de esa parte vacía, entrado en años; lentes tan gruesos que hacen que sus ojos se vean enormes pero con una gran y cálida sonrisa me presenta ante el grupo y me indica mi asiento. Su suéter café , enorme para él y su corbata de moño le dan un aspecto desaliñado, casi caricaturesco pero no tanto como para dar gracia, lo cual fue una lástima por que la siguiente hora impartió su clase de matemáticas de la manera más monótona y aburrida que había oído jamás, lo único que me hacía darme cuenta del avance del tiempo era que la pantalla se iba llenando de fórmulas cada vez más largas hasta agotar el espacio en la pared. Los demás alumnos parecían todo menos interesados en algoritmos, sus celulares y tabletas eran mucho más interesantes y al sonar la campana sincronizadamente todos tomaron una foto de las formulas y salieron disparados, sentía una lástima tremenda por ese hombre que se pasó casi una hora explicando y escribiendo para ser ignorado por la créme de la créme, pero tampoco me iba a poner a darle aliento y en mi primer día hacerme de la fama de la que se quiere ganar a los profesores y de ser perrito faldero. Salí del aula y seguí con las demás clases.
La hora más temida llegó: El almuerzo. Soy nueva así que no tengo a nadie con quien quisiera sentarme y tampoco me iba a quedar a mitad de la cafetería que más que eso parecía un restaurante 5 estrellas, parada como la inadaptada que era en esos momentos, así que salí de ahí por la puerta que daba a una de las áreas verdes con pasto y árboles por lo que me senté debajo de uno de ellos, siempre me han gustado los espacios al aire libre, siento que me dan energía, como más oxígeno, no lo sé.
Leo los folletos que me dieron de clubes como : equitación, polo, literatura, danza, natación, soccer, dirección empresarial ¡¿qué?!, hay mucha variedad y decido que aún no puedo elegir uno. Justo en ese momento una chica morena con aires de superioridad, más que la mayoría de aquí, se acerca a mi junto con otras que en conjunto caminaban como en un desfile de modas
-Así que.. ¿tu eres la nueva no?- pregunta la morena arqueando una ceja
-Si, soy Nadja, mucho gusto- le regale una me mis mejores sonrisas, ya saben por aquello de que siempre hay que iniciar con el pie derecho
-Si linda, lo sé- dice con un tono arrogante- me preguntaba... dicen que vienes de Holanda
-Dinamarca en realidad
-Claro, y... a que se dedican tus padres?- no sé por que me da la impresión de estar en un interrogatorio policiaco pero respondo con sinceridad
-Mi padre es el nuevo de director de MAERSK aquí en América, es una naviera y por ese trabajo nos tuvimos que mudar, mi mamá es ...- yo adoro a mi madre, es la persona más desinteresada que conozco, la admiro pero no iba a decir eso frente a alguien que no conozco- hace labor social de vez en cuando.
-Ah... entonces... ¿realmente piensas que perteneces aquí?- volteando a ver a sus amigas que sonríen burlonamente mientras ella se cruza de brazos con altanería- es decir, ¿no te sientes mal por tu posición frente a los hijos de las personas más poderosas del mundo? tu padre solo es un empleado al fin y al cabo. Yo estaría avergonzada de mostrar mi cara en un lugar como este sabiendo mi miseria
Sus palabras en ese tono condescendiente y burlón hacen que dentro de mi explote una caldera de lava hirviendo , mi furia debe ser visible pues siento arder mis mejillas y mi mandíbula apretarse hasta el dolor, pero logro sofocar esa ira en mi garganta lo suficiente para hablar sin mostrar que he caído en su juego
-No pareces muy avergonzada de mostrar tu cara con tan miserable actitud. Y créeme linda que el channel numero 5 no oculta el olor del alma podrida.- dicho ésto vi como su frustración apareció, aunque trató de comportarse
-Claro, eres nueva y compruebo tu ignorancia, dado que soy tan amable- al decir ésto sus "amigas" asienten en solidaridad poniéndose a la vez una mano sobre el corazón- te voy a instruir: ésta no es solo una escuela, es una institución educativa en la cual se forman lazos que duran toda la vida, que ayudarán a realizar alianzas para un provecho a los hijos de los científicos de renombre, de los mejores políticos, dueños de transnacionales, multimillonarios y para desgracia... tú- mientras sus amigas y ella se ríen- Estarías mejor en otro ambiente, algo más como una escuela pública o un albergue- al fin se calló entre risas como esperando una respuesta de mi parte, alguna reacción, pero no le daría ese placer, no soy tan tonta para caer en sus provocaciones... no le daré ese poder en mi.
Saco de mi mochila mis audífonos y me los pongo junto con mi playlist favorita a todo volumen al tiempo que me recargaba de nuevo en el árbol y mordía mi hamburguesa, uno de los mejores inventos americanos. Ésto al parecer la puso furiosa, pataleó como niña malcriada y se fue gritando no sé que cosas. Algo en mi interior se remueve, una inquietud amarga, que no sé definir.
Pasan los días y todo sigue igual, todo lo que en cualquier escuela sucede, a excepción de las marcas de diseñador hasta en la comida y el hecho de que entre más pasan los días crece la sensación de que soy observada, como si tuviera algo en la cara o trajera un letrero y no lo traigo, me he asegurado de ello en el espejo del baño.
Sigo sentándome en el mismo lugar, y no es hasta hoy que otra persona se me acerca.
-Hola- dice sonriente la chica pecosa y de cabellos rojizos alborotados.
Contesto al saludo aunque algo desconfiada.
-Supe que pusiste en su lugar a Audrey, hay muchos aquí a los que no les cae bien, pero gracias a su posición, suele salirse con la suya y al parecer no lo logró contigo por ello hay muchos que quisieran acercarse a ti aunque no sabemos...- al ver mi expresión confusa se apresura a aclarar- Audrey atemoriza hasta a los nobles y príncipes, hijos de políticos por que si no la tragan por lo menos la sobrellevan- Pensé "esta chica habla demasiado y muy rápido pero no parece mala como la otra"- lo que provoca pensar, o tienes muchas agallas o eres estúpida y quieres morir- "creo que me me equivoqué"
-¿Como?- dije algo ofendida.
-No te ofendas, es simple curiosidad
-Creo que no es ninguna de las dos, ella quiso humillarme y provocarme pero por mucho dinero que tenga no puede pagar para influir en mi y no pienso darle ese poder, en mi país a personas como ella se les llama bravucones aunque sean de élite.
-Entonces son agallas- dijo la pelirroja con una amplia sonrisa de satisfacción y de inmediato se sentó a mi lado con su almuerzo - Soy Priscila, pero llámame Pris me has caído bien y creo que a Reni también
-¿Reni?-digo intrigada
-Si, Renata, aunque pienso que es un nombre demasiado fuerte para su imagen no crees?
Por un momento pienso que he estado hablando con una loca de los amigos imaginarios hasta que me vuelvo y veo a una chica menuda de cabello castaño y gafas ; al igual que la asistente que me recibió en mi primer día. Es una chica muy linda pero su cabello y sus gafas de acetato hacen una barrera.
-Fuiste muy osada al hacer rabiar a la princesa de Inglaterra- dice la chica morena al sentarse al otro lado de mi
Casi se me cae la boca al suelo antes de poder articular- ¿Princesa?- mientras las dos chicas asienten.
-Creo que no lo sabías por tu expresión- Renata prosigue- no cabe duda que la ignorancia a veces es un beneficio- observa y creo que para ser tan menuda y de aspecto tan tierno tiene una boca muy espinosa " si le queda su nombre" pienso
-Pues aún así a mi me parece que ha sido muy valiente por que aún sin saber exactamente, sabía que era poderosa al verla regodearse por allí como si fuera la abeja reina- Yo no me consideraba valiente en absoluto, y quizá no hubiera actuado igual de saber que podría mandar a cortarme la cabeza si quisiera pero no iba a decirlo en voz alta
Pasamos el almuerzo charlando hasta la hora de volver a clases y quedamos en vernos al día siguiente.
El primer día en este lugar estuvo nefasto pero por suerte, eso quizá cambie .
***
Desde la distancia alguien observaba a Nadja sin que la chica siquiera sospechara. El primer paso estaba dado.
***************************************************************************************Holii!!!!! peques como están? Es el inicio de una nueva historia, pero de verdad espero con todo el corazón que les guste.
La imagen del principio es mi idea de Freya.
Les dejo muchos abrazos y me despido con un sonoro... Maw!
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