Woody fue el primer error de la familia Rosemberg. Él cometió el segundo: contarle la verdad a su mejor amigo.

Woody está a punto de morir, aunque todavía no lo sabe.

Sien dio a luz a Woody, pero él no la considera su madre. Woody la odia y conoce sus defectos uno por uno.

Sien dice haberse casado con Dylan por amor, pero todos saben que lo hizo por dinero.

Dylan ama el dinero y las noches de sexo con su esposa trece años menor.

Dylan es el padre de Woody y el origen de todos sus problemas.

Noah es judío y es el mejor amigo de Woody. Nadie creería en esa amistad surrealista pero, cuando se conocieron, solo eran dos niños inocentes.

Solo que ahora Noah ya no es un niño ni tampoco es inocente.

Robin es el alma de la fiesta y, cuando no lo es, le gusta salir de fiesta con el cuerpo de Chris.

Robin siempre tiene una sonrisa en el rostro. El tiempo no se la borrará: solo la hará cada vez más perversa.

Chris es reserva y una buena dosis de sarcasmo.

Chris sabe guardar los secretos de su primo Woody, pero también sabe usarlos en su favor.

Paris es el suspiro de todas las adolescentes, Robin incluida.

Paris es demasiado observador, pero detesta ser observado. Por algo será.

Carrie conoció a los Rosemberg gracias a un faltante de azafrán. Sus padres son fanáticos de Stephen King, pero ella jamás ha leído sus libros.

Carrie es la vecina reservada que solo se dedica a trabajar…, ¿verdad?

Azrael es el típico psicópata disfrazado de psicólogo. Los padres de Woody lo eligieron para tratar a su hijo.

Azrael no es amigo de los métodos tradicionales y prefiere otros… un poco más peligrosos.

Ella es una desconocida que apareció un día en la casa de Woody. Parecía asustada, pero el tiempo comenzará a mostrar lo contrario.

Ella será el primer amor de Woody… y tal vez el último.

Gonzalo es el autor de este desastre y un experto en esquivar los tomates que sus lectores le arrojan.

Gonzalo es pobre y no puede pagarte la terapia.

Y la vas a necesitar.