"003"
Llevábamos unos 7 kilómetros recorridos a mi parecer, ya estábamos lejos de donde estaba nuestro pequeño refugio.
Ahora nos estábamos Acercando a un pequeño pueblo, podía observar los autos estropeados por la calle, tiendas en humo, casas hechas desastres y personas en el suelo.
Todo un desastre.
Nunca en mi vida había visto cosa tal cuál cómo está que teníamos frente a nuestros ojos, las palmas de mis manos me sudaban, sentía un pequeño rastro de nervios en mi, que con cualquier movimiento en falso y listo me daría un ataque.
Conseguí la farmacia y caminé hacía ella abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido y todo parecía estar despejado, solté un suspiro de alivio y camine a la caja registradora donde habían un par de medicinas regadas por esta, abrí mi bolso las tome y la guarde, me subí sobre la pequeña barra de esta y me acerqué a donde estaban las demás medicinas, guarde lo que pude de ellas y salí con cuidado de ahí, cerré mi bolso y vi algunas frituras y paquetes de comidas en los estantes.
No fue difícil llegar hasta ahí.
Los guarde como pude y conseguí una pequeña navaja en el suelo, la tome y la guarde en mi bota, seguí caminando en busca de botellas de agua, cuando escuché como sí estuvieran masticando algo, chasquidos.
Con precaución y el arma en mano lista para disparar, caminé sigilosamente donde provenía aquel ruido.
Cuando llegué mis ojos quedaron horrorizados al ver la escena frente a mi, sumando esas enormes ganas de vomitar que sentí.
Era un cuerpo y encima de este había un caminante masticandolo y destrozándolo que por ahora no se había dado cuenta de mi presencia, traté de ahogar un grito mordiéndome la lengua e intenté retroceder, pero me tropecé haciendo ruido, me maldije mentalmente por el ello cua el caminante paro de masticar.
Este se levantó torpemente gruñendo, se acercó con un poco de rapidez intentando morderme pero no lo logró, a mi vista era grande y yo aún seguía en el suelo, con la misma torpeza y agilidad que tuve en el momento me levante de suelo.
Observó el cuerpo desmembrado en suelo y me quedo petrificada, me niego a creerlo en mi mente, pero sé que es, las ganas de llorar mi invaden, el caminante se sigue acercando y sé que debo pensar rápido, no dejarme ir por las emociones.
La mujer, mejor dicho la mujer que estaba en el suelo, era mi mamá.
Ese brazalete era el que ella siempre llevaba puesto.
Grito sin poder evitarlo, llamando así la atención de tres caminantes que parecían ajenos a lo que acababa de ocurrir pero ahora sólo estaban intentando correr hasta donde yo estaba.
Cuando mis piernas reaccionan ya estoy corriendo con los cuatro caminantes pisándome los talones, ambos con rostros medio desfigurados y ese olor a putrefacción.
Corro por la gran farmacia buscando alguna salida con mis ojos, mi cerebro parece volver a funcionar porque justo recuerdo el arma en mi chaqueta. La saco como puedo y apunto a la cabeza del primer caminante más cercano.
Este cae al suelo en sonido sordo, los otros tres gruñen más, me tropiezo con un cuchillo y tentando mi suerte se lo lanzo al segundo caminante, este cae al suelo y sólo quedan dos, mi mamá, su imagen viene a mi mente y entonces empiezo a sentir ira, corro más rápido con estos siguiéndome, me paro unos segundos y me acerco disparándole al segundo, ahora sólo queda el que devoro a mi madre, la ira se vuelve más espesa en mi sistema y entonces sólo sé que estoy disparándole en la cabeza tanto como por todo su cuerpo.
Me quedo sin balas y me devuelvo a donde vi aquel cuerpo que alguna vez fue mi madre, su melena rubia o lo que quedaba de ella estaba desordenada, la cara estaba completamente desfigurada y su mano parecía intacta, el brazalete que tiene en su mano se lo regalé cuando apenas tenía nueve años, un sollozo sale desde lo más profundo de mi ser y es entonces cuando siento unos brazos rodearme la cintura, me tenso notablemente y antes que golpee a quien me tiene escucho su voz.
—Tranquila. —me relajo en los brazos de Shawn, y entonces es cuando me aferro más a él sintiéndome devastada y patética, me tome unos segundos más en ese pequeño espacio que el castaño me estaba ofreciendo.
Ya ella no está, es sólo un cadaver sin vida, los caminantes pueden llegar más rápido sí nos quedamos aquí.
Me levanto como sí nada saliendo de entre sus brazos, Riley corre a engancharse al cuello de su novio haciendo revolotear los ojos, acomodó el bolso el cual estaba en el suelo.
En segundos me siento en paz y noto un frasco de nutella, aunque para el momento fuera una ridiculez, lo tome y lo guarde en mi bolso, sin que nadie se diera cuenta. Minutos después Mason apareció junto a Sasha y una rubia en tacones aparte de los labios hinchados.
Sasha por otro lado parecía querer vomitar, y Cirus quien miraba el cuerpo de mi difunta madre con sorpresa.
—¿Qué sucedió? —Sasha dejó de lado el disgusto y me miró preocupada.
—Verás, ese cuerpo que estás viendo justo ahí, era mi madre. —mi voz salió seca y con el dolor demasiado palpable.
—¡Carajo! —Cirus negó y los ignore, en estos momentos no necesitaba lástima, quería volver con mi familia, cuando salí de la farmacia miré a los lados por precaución, escuchaba las pisadas de los demás.
—Nev, creo que no podremos regresar ahorita, está oscureciendo y claramente no tenemos muchas municiones. —escuché a Sasha hablar tras de mí.
—Por lo que veo... pienso lo mismo, esas cosas pueden seguirnos y atacar el refugio. —ella asintió y miré a los lados de nuevo, noté una pequeña casa la cual parecía intacta a diferencia de las otras, apenas la localicé rápido también noté varios caminantes venir detrás de Sasha. —¡Corre! —grite haciéndola fruncir el ceño, cuando ella miró hacía atrás, apuro el paso, cuando entramos a la casa revise cada parte de esta con lo que me quedaba de balas, todo estaba vacío.
Cuando fui a la planta de abajo sólo noté un caminante en la cocina, guardé la pistola y saqué la navaja que había guardado anteriormente, se la clave en la cabeza con las manos temblorosas y lo vi caer al suelo.
—Está despejado. —Sasha entró a la cocina y negó suavemente al ver el cuerpo del caminante.— hay que sacarlo de aquí.
—Bien, iré a buscar a los demás, ten cuidado. —arrastre al caminante fuera de la casa y caminé hasta la farmacia, los caminantes no parecieron notarme por el momento, guarde la navaja y cuando entre a la farmacia los vi con el ceño fruncido.— ¡¿Qué hacen aquí?!, vamos cuerda de ineptos, ¡¿No ven que se está haciendo de noche?!, vámonos tengo un lugar para pasar la noche.
Ellos reaccionaron y tomaron los carritos de comida cargados con bolsos, salieron de la farmacia, pero algo nos impedía el paso, los caminantes...
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Un regalo de navidad para todos, jaja.❤️
Los quiero.
2017.
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