Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo


3 años después

—Angel se le ocurrio la brillante idea de decirle al profesor que su parcial, lo quemo su novia que estaba celosa —el asombro en la voz de Daenerys es inevitable.

—Sabes que Angel tiene formas de provocar el desagrado de las personas —le recuerdo.

Nos detenemos al llegar a los casilleros. Odio ecologia, medito observando al profesor pasar frente a nosotros con una sonrisa sadica que me trae muchos recuerdos propios. Solo me faltan dos años de carrera y escapo de este infierno.

—Eli cambia los hecho de la historia —se queja Angel.

Una sonrisa adorna en su rostro, las que en años pasados fueron ojeras oscuras y ojos opacos sin vidas, han sido reemplazados por un brillo extenuante, acompañada de la atención de la gran parte de la raza femenina y masculina. Esa aura oscura que lo rodeaba, fue reemplazada parcialmente por un brillo. Demostrando que aunque lo lancen al infierno, nada lo opacara.

—Mentiroso, te va a crecer la nariz como a pinocho —me defiendo.

—Resolvamos esto como adultos —sugiere nuestra amiga, cerrando el casillo—, con palomitas y una pelicula de mi eleccion.

—Generalmente no estoy de acuerdo con ella —ella me observa con esos ojos azules que brillan como el cielo de la mañana—, pero en está ocasion lo permitire.

El rojo de su cabello es como las llamas, unas de las que siempre intento escapar. Sus ojos siempre brillan con diversión, aunque a veces se opacan cuando se queda atrapada en su propia mente. Es alta, aunque con mi imponente 1,54 todos son más altos que yo. Tenemos la misma edad, 24 años recien cumplidos y cumplimos el mismo día. Los brazos de Angel se cuelan en mi brazo, listos para largarnos. Cuando escucho un murmuro que es suficiente para detener mi mundo.

—Maraña —ese simple apodo logra que mis piernas tiemblen.

Mi mundo se detuvo, es él. Después de tres años sin verlo, ahí está. El tiempo se dilató, cada segundo una eternidad mientras mis ojos recorrían su figura. La camisa arremangada hasta los codos revelaba los brazos que tantas veces había abrazado. Su cuerpo, tan familiar y a la vez tan extraño, parecía irradiar un calor que me envolvía por completo. Los pantalones de tela ajustada resaltaban sus piernas largas y fuertes, y su cabello, ligeramente más largo, enmarcaba un rostro que ahora lucía más maduro, con una ligera barba que acentuaba sus facciones. El asombro se apoderó de mí, un torbellino de emociones que me dejó sin aliento. ¿Era alegría lo que veía en sus ojos? O tal vez una mezcla de sorpresa y nostalgia. Quise avanzar, impulsada por un anhelo irrefrenable, pero una chica embarazada lo detuvo, creando una barrera invisible entre nosotros. El corazón me latía con fuerza en el pecho, un tambor frenético que resonaba en mis oídos.

Es castaña, algo más alta que yo, no puedo ver sus ojos. El sol de la tarde baña su cabello, creando un halo dorado alrededor de su cabeza. Él se gira sobre sus talones hasta quedar frente a ella. Yo giro mi rostro en dirección a Angel, quien se ha vuelto un poema en su rostro y el de Daneiris es asombro puro. Ella conoce la historia, no completa, pero si todo lo que está relacionado a él.

—Bueno, será mejor que nos vayamos —le informo a ambos, sintiendo mi cuerpo temblar ligeramente.

—No. No, mínimos salúdalo —se cruza de brazos Ángel.

—¿Acaso no ves que está ocupado? —le preguntó.

—No, tu esta celosa es la verdad —me reclama.

El hijo de su mama siempre tiene la razon al abrir la boca, pero no pienso decirselo. Estamos trabajando en su ego y mis brotes sangrientos.

—No, no es verdad, idiota...

—Mala suerte, estás sola, nosotros te esperamos en la casa. Tomate tu tiempo —me empuja por los hombros, con tanta fuerza que mi cuerpo amenaza con dejarme caer contra el suelo frío y húmedo.

El golpe me sacude hasta los huesos, pero antes de que pueda reaccionar, unos brazos fuertes me atrapan, impidiendo mi caída. Ese aroma, tan familiar y a la vez tan extraño, inunda mis sentidos, despertando una oleada de emociones encontradas. Logro ponerme de pie, tambaleante, y me giro para enfrentarlo. Tantos años sin saber de él, y ahora, aquí estaba, tan cerca y tan lejos a la vez.

—Hola —es lo primero que sale de su boca.

—Hola.

—¿Cómo has estado? ¿Qué ha sido de tu vida? Por lo que veo, Ángel sigue siendo Ángel. —Hasta su risa sigue causando lo mismo en mi interior.

—Bueno, nos mudamos a esta ciudad, iniciamos en la misma carrera los tres. Vivimos juntos, somos rumis, y eso es todo —mi vida no ha tenido mucha emoción que digamos.

—¿Todo? Has cambiado y mucho, si físicamente veo los cambios, como tu nuevo fleco. Algo me dice que también lograste cambios en tu interior. —sus palabras logran que mis mejillas vuelvan a teñirse del mismo color, después de tantos años.

Tiene razón, me corté el cabello, ahora tengo un fleco que me llega a las cejas. Me he esmerado en hacer ejercicio y cambié un poco mi estilo de vestimenta, aunque no tengo un estilo definido.

—Puede ser, pero ahora veo que te dejaste crecer un poco más el cabello —mi voz sale más suave de lo que quiero— y veo que ya hiciste tu propia familia —me cuesta, pero lo digo.

El rostro de Axel se contorsiona en una mueca de risa o quien sabe qué. Años van, años vienen, pero nunca voy a entender a ese hombre.

—¿Qué es tan gracioso? —le preguntó sintiendo qué voy a meterle un golpe en la espinilla.

Se detiene por unos minutos, arquea una ceja y lo siguiente que ocurre es que sus manos viajan hasta mi cintura, acortando la distancia que hay entre nosotros. Su cuerpo emana el mismo calor que me hacía estremecer, que sigue haciéndolo, me corrijo.

—No hice mi familia, ella es la hermana de mi mejor amigo —me informa—, por, si no los sabías, me estaba enseñando las instalaciones, ya que me aceptaron como profesor en esta universidad —me aclara.

—Que bien, porque siempre quise hacerlo con un profesor en su pupitre —mis palabras abandonan mi boca antes de que las analice por completo.

—Me alegra, pero antes de hacerlo quiero hacer algo que no podía hacer en ese campamento —sus palabras me descolocan—, ¿tiene pareja? —me pregunta.

Su cercanía me distrae, sus labios se aproximan hasta llegar lo suficientemente cerca de los míos y años después me encuentro anhelando sus besos.

—Bueno... está sí —mis palabras logran que su rostro se torne pálido, muerdo mi labio inferior para evitar reírme—, esta frente a mí —susurro.

El color regresa a su rostro, volviéndolo rojo, haciendo que ame más ese color. A mi mente regresan los recuerdos de la última vez que nos vimos, como lo deje abandona en la puerta del campamento y una pregunta surge en mi mente.

—¿Por qué no me odias? —le pregunto, soltando la pregunta que ha rondado mi cabeza por mucho tiempo.

El suspira, su nariz juega con la mía, la espera me mata, consumiéndome por dentro. Su respuesta tarda tanto en llegar que comienzo a morderme mi labio inferior. Separa su rostro del mío dejándome desconcertada, una de sus manos abandona mi cintura. Ha pasado mucho tiempo, he mejorado, he cicatrizado, pero eso no quita el efecto que tiene su ausencia de palabras. Su mano viaja a mi labio liberándolo de mis dientes. Su mirada es penetrante.

—No me gusta que te hagas daño —sus palabras causan un hormigueo en mi cuerpo—, ¿Cómo podría odiar a la mujer que amo? —me pregunta.

Mi boca se abre en sorpresa al escucharlo decir eso, la visión se me nubla, mi corazón late desenfrenadamente y quiero llorar, mi cuerpo se calienta.

—No te voy a negar que me costó entenderlo al inicio, pero con el paso del tiempo entendí como te sentías, intenté ponerme en tus zapatos, no fui, ni soy capaz de odiarte, porque te amo, deseo que seas feliz —susurra sobre mis labios.

Su mano viaja hasta mi mejilla acunándolas.

—Yo lo soy, cuando estás conmigo —susurro en respuesta.

—Quiero tenerte, quiero poder tomar tu mano y decirle a todo el mundo que eres mi pareja, la mujer a la que amo y sigo amando.

Sus palabras logran que mi corazón se detenga y una alegría que nunca había sentido regresa.

—Y yo que gano —le respondo sonriendo sobre sus labios.

—Eres mala —es lo último que articula antes de que sus labios choquen contra los míos.

Sus labios se amoldan a los míos, mis manos suben hasta su cuello evitando que se separa de mí. Me encanta, siempre me ha encantado este hombre. Jadeo sobre sus labios deseando que no se detenga y en su lugar lo hago yo.

—Si —es mi respuesta a su pregunta.

—Te amo —susurra contra mis labios.

—Te lo había dicho, él destino nos iba a volver a unir —le susurro con una sonrisa plasmada en mi rostro—, por cierto, Ángel quiere muchos sobrinos, para formar un equipo de béisbol.

El rostro de Axel no se desfigura en asombro como creí que pasaría, en su lugar, asiente con la cabeza dejando un beso en mi frente. Su sonrisa es autentica, sus ojos brillan, logrando revivir todo lo que solo él es capaz de generar en mí.

—Contigo lo quiero todo —susurra y sus palabras me sacan un jadeo de sorpresa—, pero maraña, no fue el destino. Tome mucho tiempo en rastrearte o a Angel —su voz sale ronca.

Cualquiera se horroriza al escuchar esa declaración, pero mis demonios anhelaban y extrañaban su oscuridad.

Según sigmund froyd "detras de todo chiste, se oculta una verdad" lo que me lleva al siguiente pensamiento. Miles de personas a diario hacen bromas sobre la muerte, sin conocer el trasfondo de ellas. Pasan por situaciones en las cuales sienten que no hay salida, pero si la hay. Siempre existira una manera de escapar, no importa que tan grande sea esa muralla, tan empinada sea esa montaña o que tan caliente sea el carbon por el que pasar. Porque mientras tengas vida y respires. Tarde o temprano encontras la manera de escapar.

Si nadie te rescata, no te preocupes, te tienes a ti mismo y eso es lo unico que importa.

Continuara... 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro