Capítulo 12- Una verdad.
Luces parpadeando.
Pocas imágenes vienen a mi cabeza.
Una visión borrosa en la que se ve a alguien de cabello rubio.
Abro los ojos con lentitud, como si cada párpado pesara una tonelada. La luz, antes una compañera inofensiva, ahora era un puñal que se clava en mis retinas. Un dolor sordo palpitaba en sus sienes, expandiéndose como una marea hasta alcanzar cada rincón de su cabeza. es como si alguien hubiera estado tirando de su cabello con todas sus fuerzas. Cada músculo de mi cuerpo grita de dolor.
—¿Al fin despiertas? —la voz de Lilith hace eco en mi cabeza.
Estoy en lo que parece ser una comisaría, pero eso no tiene lógica.
—¿Qué pasó? —balbuceo.
—¿Acaso olvidaste cuando intentaste escapar? —interroga con cierta ira oculta.
Eso no tiene lógica, no he intentado escapar. Yo estaba en la cabaña de Axel, salí y después no recuerdo más nada.
—Yo no... —no me deja terminar.
—No mientas —replica con un tono que provoca más dolor en mi cabeza.
Perfecto.
—No lo hago —me defiendo como puedo.
Ella niega, por primera vez me detengo a observarla con su vestido negro ceñido, su cabello rubio suelto.
—Te propongo un trato —ofrece y simplemente no me agrada—, sigue siendo mi ayudante y dejaremos esto en el pasado.
Lo sabía.
—¿Oh si no que? —le reto, recostándome contra la silla de metal.
Algo brilla en sus ojos, algo malévolo y si fuera otra situación sentía mucha admiración.
—Llamaré a tus padres, comunicándoles que no quieres cooperar.
El chantaje, en lo que a mi concierne, es la forma más baja. Podría ser más creativa y manipularme de una forma más estratégica. Se dicen ser los seres que mejor analizan el comportamiento humano al igual que el lenguaje corporal, me siento decepcionada.
—Hágalo, no es como si pudieran estar más decepcionados de lo que están —argumento encogiendo mis hombros.
No me creen nunca, ¿qué diferencia haría si accediera solo por mis padres? igual no me creerán. Siempre será una mentirosa ante sus ojos y ante los de todos.
Mis palabras parecen no agradarle a Lilith, quien solo asiente con la cabeza, me muestra su mejor sonrisa y se aleja con pasos tan firmes que puede que rompa el tacón de sus zapatos.
—Camina —la orden resuena y reconozco la voz al instante.
Axel.
Me levanto de golpe en busca del dueño de la voz, lo encuentro en el marco de la puerta, con sus brazos cruzados y su ceño fruncido.
—No, no me importa que no te gusten las ordenes, nos vamos —vuelve a dictaminar.
Paso de largo encontrándome con un pasillo largo, pero comprobando una sospecha, parece ser la comisaría, pero seguimos en el campamento ¿que es este lugar? ¿que se supone que paso? la ultima vez que estuve con este idiota, alguien parecia querer tumbar su puerta y ahora, henos aqui.
La luz del sol hace contacto con mis ojos, provocando que cierre mis ojos de golpe. Odio el sol. Una mano hace contacto con las mías, retirando de mi rostro y colocando algo entre ellas. entre abro los ojos encontrándome con unos lentes oscuros. Los llevo hasta mi rostro.
Por lo menos duele menos.
—Gracias —murmuró en un hilo de voz.
Comienzo a caminar en dirección a mi cabaña. Mientras Axel me hace compañía.
—¿Qué pasó? —cuestiono.
Tengo demasiados espacios vacíos en mis recuerdos. Algo me intuye que él tendrá esas respuestas.
—Me informaron que ayer te encontraron en el bosque, un guardia te intentó detener, lo atacaste e intentaste escapar, fue entonces que te detuvieron y noquearon —recita sin emoción alguna.
Muy fantástico, pero poco creíble y probable. Me detengo buscando su mirada, la encuentro con un ligero rubor en su rostro.
Abro mi boca con la intención de hacerle una pregunta, pero esta muere en el proceso. Si llego a pronunciar esas palabras, terminaré volviendo patética. "¿Me crees?" algo tan simple que obtienen una respuesta breve, no obstante, por primera vez quiero que alguien me crea.
—Estuviste toda la tarde conmigo y prácticamente toda la noche —declara—, pero tampoco te conozco para llegar a una conclusión de si eres capaz de hacer algo asi o no —concluye.
No sé en qué momento decidí tener fé en que creería en mí. Algo muy iluso por mi parte.
Me giro sin responderle, alejándome en busca de mi cabaña. Entre más distancia ponga entre nosotros, mejor será. Casi olvido lo que me desagrada. Todos tenemos momentos de estupidez y este fue el mio.
En algún momento llego a mi cabaña, sintiendo el cansancio de la noche. Ángel es el primero en interceptar, las sombras cubren sus ojos.
—¿Dónde carajos estabas? —me grita.
Paso a su lado en dirección a mi cama, estoy cansada. Me quito los lentes y los arrojó en algún lado. La cama se hunde a mi lado.
—¿Por qué Axel te seguía? —cuestiona Sasha.
—Ayer nos ordenaron regresar antes, se implantó toque de queda, porque alguien intentó escapar... —no continua.
—sI —Susurro.
—Por eso te avisamos, mantente alejada de Lilith —se queja Angel.
—Debemos decirle —secunde Sasha.
—No, no —se quita Angel
y nuevamente me encuentro siendo espectadora hasta de una conversación.
—Elizabeth —irrumpe Sasha sacandome de mis pensamientos—, te considero lo suficientemente madura para contarte lo siguiente.
Me acomodo en la cama, observando la seriedad adornar su rostro. Angel se encuentra igual.
—Aquí experimentan con nosotros —comienza ella.
Claro, como si eso fuera lo más normal del mundo.
—Espera ¿que? —mi cerebro intenta procesar esas palabras.
Ellos se mueven con clara incomodidad, pero al diablo con su comodidad, no pueden soltar algo así y quedarte con una sonrisa estúpida en el rostro.
—Es complicado, como tal no sabemos qué ocurre, pero... —se detiene Angel—, Unen nuestro ADN con el de animales, cada uno tiene uno diferente.
Reitero, ¿se supone que eso es normal?
—Si puedo elegir un animal, escogería un gato, si voy a pasar lo que me queda de vida de esa manera, escogería ser algo tierno que duerme mucho y casi todos aman —sentenció—, ¿Por qué nadie los denuncia?
Se miran entre sí.
—No lo recordamos, al salir de este lugar, no recordamos nada, solo hay pequeños fragmentos de fogatas, pero solo eso —agrega Sasha en un susurro.
—¿Qué les lleva a la conclusión de que mezclaron su ADN con el de animales? —interrogó algo incrédula.
La mirada de Angel se vuelve oscura.
—No lo vas a comprender hasta que lo veas, pero todo se adormece al salir de este lugar y regresa cuando cruzamos a este lugar —contesta.
—¿Por qué no se han transformado? —cuestiono nuevamente.
Se encogen de hombros.
—No es algo que todavía sepamos manejar, pero sucede cuando Lilith lo ordena —interrumpe Sasha.
¿Entonces por eso me quieren aquí? ¿por eso dijo Angel, que lilith no los ha molestado en esta ocasión? por que yo estoy aqui, ¿que tengo que ver en este extraño juego?
—¿Axel lo sabe? —cuestiono, pero algo en mi cuerpo me dice que si lo sabe.
Él forma parte de todo esto, al final tenía razón. Que tonta soy al pensar que yo podía sacarle algún tipo de información, mientras este juego siempre fue de él, quien estaba destinado a dirigir.
—Tenemos poca información, pero sobre este asunto, es inexistente —se anticipa Angel.
Sujeto mi cabeza entre mis manos al sentir un dolor vibrante recorrer mi cuerpo y alojarse en mi cabeza. Son pequeños recuerdos que no tienen inicio o un fin estipulado.
Lilith apareciendo frente a mí, con un pequeño llavero entre sus manos, mientras una sonrisa de ganadora asoma en su rostro. Oprime el botón, pero nada sucede y esa sonrisa se va desarmando, hasta que el miedo impregna su cara.
Es breve, pero allí está, ¿cuándo ocurrió eso? ¿Es un sueño? Observó nuevamente a los chicos en busca de tomar la decisión ¿les cuento o no?
—¿En algún momento ella ha utilizado algún tipo de llavero o? —Dejó la pregunta en el aire, temiendo la respuesta.
Se observan entre sí, el color abandona su rostro y eso es suficiente señal para saber que nada bueno me van a responder.
—Ella lo utiliza para controlarnos, nos implantó algo, en algún momento que nos hace obedecerla —susurra Ángel entre dientes, pero son sus ojos lo que me preocupa, es el dolor y me hace preguntarme ¿que les han obligado a hacer?
Maldito Axel, tienes la culpa de todo. Me querías engañar.
—¿Algo más que necesite saber? —pregunto con burla.
No creo que exista algo peor.
—Si, eres diferente —me explica Sasha—, si has estado frente a ese llavero y nada te ocurrió, te vas a convertir en la nueva pieza de colección suya y con las heridas que hemos visto en tí. ella ya comenzó contigo —termina en un hilo de voz.
Suspiró con pesar. Quisiera dormir y no despertar hasta no tener cansancio alguno en mi cuerpo o mente.
—¿Cómo escapamos? —replicó.
—Nadie puede escapar —pronunciar a la par.
Una sonrisa adorna mi rostro.
—Siempre hay una forma. —le animo.
—El problema es que, si algo llega a salir mal, Sterling no te respaldara —asegura Ángel— ni protegerá.
—¿Cuándo lo hizo? —cuestiono.
Estoy segura de que trata a todo el mundo por igual, sin importar lo que diga Lilith. Al final ¿me asegura que no quieren jugar con mi cerebro?
—Nadie los defiende cuando tronchatoro nos lastima —comienza Sasha con cierta molestia—, al final de las primeras pruebas nadie curó nuestras heridas. Mucho menos le puso una advertencia a todo los empleados de que no nos tocaran ni un solo cabello. Al final podemos explicarlo, pero no aceptarlo o entenderlo por tí.
¿Que se supone que me tratan de decir? es fácil ver las cosas cuando no se tratan de tí, pero al estar inmerso en ese rollo de drama, nada se vuelve tan simple.
—De una manera no profesional... puede que le gustes o le atraigas —se encoge de hombros Angel—, además casi le provocas un aneurisma cuando te vio con los guardias de Lilith encima ¿alguna vez te has cuestionado qué sucedió con ellos o con troncharoro?
no tengo que responder.
—Ellos fueron sacados del campamento de manera momentánea, mientras estés, no pueden regresar. ¿Sabes lo que le paso al principal que tenía? se encogió de dolor y miedo al percatarse de quien tenía detrás suyo —susurra Angel observando su alrededor.
—No se trata de la fuerza física, este lugar se maneja con algo más siniestro de lo que piensas —continua Sasha.
Aun no llego a la parte en que todo esto es por mí ¿que me asegura que no me quiere usar y manipular?
—Sigo sosteniendo la idea, escapemos
—Si lo haces, Sterling...
—No lo voy a usar, ni manipular. —me anticipo.
Ambos me observan con una sonrisa pícara. Pero el punto es que yo no hago lo que no quiere que me hagan.
—No voy a dejar que me conviertan en un animal, pero si escapamos lo haremos solos —aseguró.
Plan; Escapar.
Obstáculo: No se como hacerlo.
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