—¿Chile? ¿Me estás jodiendo?

—No.

Seokjin sonrió mientras masticaba su carne. Ambos estaban en su lugar favorito de la ciudad.

—¿Cuántos días?

—Cinco.

—Mierda, eso es una eternidad, no voy a sobrevivir —Taehyung hizo un puchero haciendo reír a Seokjin.

—Lo sé. Yo también te voy a extrañar pero no puedo negarme, mi jefa tiene todo listo.

—No me malinterpretes amor, yo quiero que vayas, es una buena experiencia para ti pero de todas formas te voy a extrañar.

Seokjin tomó la mano de Tae sobre la mesa y entrelazaron sus dedos.

—¿Crees que este hotel tengan servicio de catering?

Taehyung observó la terraza del hotel en donde comían cada sábado cuando no eran más que mejores amigos. Las cosas habían cambiado drásticamente entre ellos y Taehyung no podía estar más feliz por eso.

—Deberíamos preguntar.

Taehyung se limpió la comisura de su boca con la servilleta y observó su teléfono que comenzaba a vibrar sobre la mesa.

—Lo siento cariño.

—No hay problema amor. Contesta, puede ser importante.

Taehyung suspiró y al ver que era la enfermera Yerim contestó enseguida.

—Doctor Kim, disculpe que lo moleste, sé que es su día libre pero me llamaron de urgencias ya que no se pudieron comunicar con usted.

—¿Qué pasó?

—Están necesitando un pediatra en urgencias. El doctor Cha Eunwoo tuvo una emergencia familiar y tuvo que salir.

Mierda, Taehyung observó a Seokjin y su mirada cariñosa. Respiró pesadamente y humedeció sus labios. No quería que su salida terminara así, había invitado a Jin al cine.

Se pasó una mano por el rostro. A veces odiaba su trabajo.

—¿Nadie más puede ocupar su lugar?

—Oh, espere aquí está Choi Soobin, se lo voy a pasar.

Taehyung escuchó unos ruidos apagados, seguramente el joven enfermero se ponía el celular en la oreja.

—¿Doctor Taehyung?

—Si, dime ¿Qué pasó?

—La madre del doctor Eunwoo acaba de fallecer, le avisaron hace una media hora y como comprenderá salió corriendo.

—Dios.

Seokjin abrió sus ojos un tanto alarmado, el rostro de su prometido había cambiado de furioso a uno triste en minutos.

—El doctor Park Bogum viene a cubrir su turno, pero está un tanto alejado de la cuidad, dijo que demoraría cerca de hora y media en llegar.

—¿Osea que no me tengo que quedar todo el turno?

—No doctor Kim, solo hasta que venga el jefe.

—Bien, iré. Nos vemos Soobin.

Seokjin lo miró y Taehyung no sabía hasta donde aguantaría el castaño cada vez que él debía dejarlo para salir corriendo por su trabajo.

—Debo ir al hospital.

Seokjin asintió sin decir nada.

Pagaron la cuenta y se subieron a la camioneta del médico.

—¿Quieres que te espere?

—No, cariño. Te vas a aburrir, mejor llévate la camioneta y yo vuelvo en taxi a la casa.

—Bueno.

Taehyung mordió su labio, podía sentir el enojo de Seokjin. Y lo entendía, esta era la tercera vez que su salida al cine se veía interrumpida.

Cuando llegaron al hospital se despidieron con un beso y Seokjin se fue del lugar.

Taehyung entró corriendo y se preparó para su pequeña jornada de trabajo.

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Seokjin se dejó caer en el sofá y cambió los canales uno a uno aburrido.

Era viernes y habían planeado una salida. Una cena, ir al cine, después bailar y luego... Bueno luego harían lo que hacían todas las noches sin falta.

Suspiró y volvió a cambiar el canal. El timbre sonó y Seokjin se levantó, observó las llaves de Tae en el recibidor y abrió la puerta inmediatamente pensando que era él.

Pero no era su futuro marido.

—¿Señor Kim?

—Hola Seokjin ¿Puedo pasar?

Seokjin asintió y lo dejó entrar, jamás podría negarle el ingreso al padre de su novio a su casa.

—Tome asiento ¿Quiere tomar algo?

—No, gracias. Me imagino que Taehyung estará por volver.

—¿Cómo sabe que él no está aquí?

Samuel se tocó la barbilla. No podía decirle que tenía intervenido su teléfono y su camioneta. No.

—Solo lo asumí y ví sus llaves en el recibidor. Tae es un hombre muy predecible.

Seokjin entrecerró los ojos —¿Qué necesita señor Kim?

—Quiero saber si todavía van a continuar con esa locura del matrimonio.

—Por supuesto que sí. Yo amo a su hijo señor, jamás le haría daño, si es lo que le preocupa.

Samuel aclaró su garganta y casi se rió —Pero no tienen mi bendición ¿Tan poco importo en sus vidas?

Seokjin no entendía nada ¿De que iba la locura de ese hombre? Él había negado su apoyo y ahora ¿qué estaba haciendo?

Seokjin no entendía nada.

El hombre mayor se movió cerca de él.

Quizá muy cerca...

—Mi hijo me odia y tú Seokjin ¿Me odias?

El castaño se movió instintivamente hacia atrás cuando sintió el olor a alcohol que emanaba del hombre.

—Yo... Yo creo que es mejor que se vaya...

—¿Porque? Antes parecía que te gustaba mucho mi compañía.

El menor tragó y se alejó un poco más de él. Metió la mano en su bolsillo para sacar su celular y llamar a alguien o lo que sea. El señor Kim lo estaba poniendo muy nervioso.

—Yo... Llamaré un taxi para usted... Parece que bebió un poco.

—En eso tienes razón Jin, siempre fuiste tan inteligente... Aunque para algunas cosas no lo eres tanto.

Samuel no estaba razonando, él solo podía ver a ese hermoso muchacho con sus labios color cereza, esponjosos y totalmente besables

Quería tanto tocarlo y sentir la suave piel que sabía había abajo de toda esa ropa holgada.

Seokjin chocó con la puerta y pensó en como podría deshacerse del hombre. No quería golpearlo pero al parecer era eso o... Seokjin no quería pensar en que más podría pasar.

—Eres bonito Jin, mi hijo es un hombre afortunado.

El hombre llevó sus dedos hacia el rostro asombrado del menor y deslizó sus dedos hasta llegar a sus labios. Tomó con fuerza su rostro y estampó su boca con la contraria.

Seokjin lo empujó con fuerza haciéndolo caer.

Se limpió la boca con fuerza con su antebrazo e hizo una mueca de asco ante la risa del mayor.

—¿Qué mierda le pasa?

Samuel siguió riendo mientras se levantaba y sin previo aviso se tiró encima del castaño haciéndolo chocar con la puerta.

Lo tocó o por lo menos trató de hacerlo bajo su ropa y Seokjin no lo pensó y le dio una fuerte patada en su entrepierna.

—¡Perdió la cabeza!

Un golpe en la puerta alertó a Seokjin quien la abrió de inmediato.

Los ojos sorprendidos de Taehyung lo miraron.

—¿Ese es el auto de mi padre?

Taehyung entró y lo primero que vio fue a su padre en el piso de su casa y contrario a lo que Seokjin pensó que haría su novio Taehyung se quedó mirándolo desde arriba sin mover un dedo.

—¿Qué pasó aquí? —Miró al hombre mayor y luego a Seokjin.

El castaño sintió su mentón tiritar y rompió en llanto. Taehyung arrugó su ceño y levantó a su padre con una sola mano del piso.

—¡¿Qué le dijiste hijo de perra?!

Samuel sonrió —Yo no hice nada, él se me abalanzó. Tu noviecito parece que no le basta con un solo Kim.

Taehyung ni lo pensó. No. Él confiaba en Seokjin y Seokjin no lloraba por cualquier cosa. Y ahora su novio y futuro marido era un mar de lágrimas tras sus manos. Se estaba tapando el rostro y Taehyung perdió la cabeza.

El primer puñetazo cayó en la mejilla de su padre, el segundo fue a dar a su ojo derecho. El hombre no se estaba defendiendo y parecía que disfrutaba con los golpes que le propinaba el menor.

—¿Estás loco? ¿Quién mierda eres? —Taehyung lo soltó y Samuel cayó pesadamente al lado de la puerta. No entendía que estaba pasando por la cabeza de su progenitor.

¿Qué mierda había pasado en su ausencia?

Se giró y le quitó las manos del rostro a Seokjin.

—¿Qué pasó cariño? Dime por favor.

Seokjin negó sin quitar sus manos.

Taehyung volvió a tomar a su padre de la ropa y lo echó de su casa.

—No quiero verte nunca más cerca de mi casa ni cerca de Seokjin ¿Me estás escuchando?

—Soy tu padre Taehyung, no puedo creer que lo prefieras a él —Samuel se tocó el labio ensangrentado.

—Eres increíble ¡Aléjate de nosotros!

Taehyung dió un portazo y tomó suavemente los brazos de Seokjin.

—Amor por favor dime ¿Qué pasó?

El castaño hipo una vez más y se aferró a la cintura del contrario. Sus manos se hicieron puños en su pecho y las lágrimas volvieron a salir con fuerza. Se sentía sucio.
Asqueado por el comportamiento del mayor.

¿Porque había hecho tal cosa?

¿Porque él?

Seokjin se quería morir, quería arrancarse los labios, quería desechar esa ropa. Tenía tanto miedo de que Taehyung no creyera en él.

Sentía tanto asco.

El señor Kim era como si fuera su padre.

Pero por supuesto no lo era. Los padres no hacen eso con sus hijos.

—Cariño —Taehyung tocó su cabello y se acercó para poder darle un beso pero Seokjin lo alejó.

El azabache lo miró sorprendido y dolido también por esa repentina reacción. No entendía que había pasado entre su padre y Seokjin.

Necesitaba respuestas.

—Jinnie —repitió con cariño —¿Me vas a contar?

Seokjin asintió mirando el suelo.

Se limpió una vez más la boca con la manga de su camiseta y lo miró.

—Tu padre me besó Tae —su voz tembló mientras miraba la cara de Taehyung.

Este no se movió, no dijo nada y se alejó furioso hacia la puerta.

—¡Yo lo mato!

Seokjin corrió detrás de él y lo abrazó por la cintura, lo apretó contra su cuerpo y escondió su nariz en su espalda. Taehyung suspiró y se giró para poder rodear con sus brazos a su hombre.

—¿Qué mierda le pasa? —Taehyung no lo podía creer —Dios no se qué decir.

—No digas nada por favor —Seokjin volvió a esconder su nariz, esta vez en el cuello de su novio, necesitaba llenarse de su olor para dejar de sentir náuseas. Todavía podía sentir el olor del viejo Kim sobre sus labios.

—¿Qué más te hizo? —su voz salió apagada, casi temblorosa.

—Él... —Seokjin negó.

—Cariño, debes decirme —Taehyung tomó su rostro y lo besó. Esta vez Seokjin no se opuso y lentamente el médico borró todo rastro del sabor que antes Kim Samuel había dejado en él.

—Trató de tocarme pero yo no lo dejé —agachó la mirada porque no sabía cómo iba a reaccionar Taehyung ante esa declaración.

Taehyung besó su frente —Lo siento amor. No sé qué le pasa a ese hijo de puta pero a ti no te vuelve a tocar. Iremos a dejar una denuncia.

—¿Qué? —Seokjin abrió sus ojos desmesuradamente —No, no, no... —rogó como un niño pequeño. Tenía tanta vergüenza de contar a alguien más lo que había pasado.

Había podido decirle a Taehyung lo que había pasado porque lo conocía y sabía muy bien que Taehyung no iba a hacer como si nada le pasase.

Taehyung iba a preguntar y preguntar hasta que Seokjin hablaría.

Siempre había sido así.

Pero Seokjin no quería contar de nuevo esa experiencia. Quería borrarla de su cabeza para siempre.

—Llamaré a mi madre. Tiene que saber que vive con un hijo de puta degenerado.

—Amor no, quizá solo estaba pasado de copas... Él dijo cosas tan raras...

—No Jinnie, yo... Yo conozco a ese hombre y no estaba tan tomado como para no saber lo que estaba haciendo —Taehyung se pasó una mano por su cabello —Tengo tanta vergüenza ahora mismo, ahora sí que murió para mí... Definitivamente esto lo tiene que saber Namjoon.

—¡No! ¡Qué vergüenza! No, no quiero la compasión de nadie.

Taehyung arrugó su ceño —Entiendeme a mi también... ¿Qué quieres que haga? ¿Qué me quede así, como si nada hubiese pasado? —el azabache caminó por la sala —Ese maldito te besó Seokjin, te tocó sin tu consentimiento y quieres que me quede así, como si no te hubiera hecho daño con su actuar.

El castaño se sentó en el sofá y se llevó las manos a su cabeza, se tiró el cabello hasta que dolió. Todo estaba confuso en su cabeza.

Respiró pesadamente mientras escuchaba a Taehyung pasearse por el lugar. Seokjin respiró nuevamente para calmarse y de pronto algo vino a su cabeza.

—Él sabía que yo estaba solo. Lo sabía incluso antes de pasar por la puerta.

Taehyung dejó de moverse —¿Qué?

—Él dijo que sabía que tú no estabas ¿Tú crees que nos estaba siguiendo?

Taehyung se quedó en medio de la sala sin saber que hacer. Sin saber realmente que pensar.

¿Quién era realmente Kim Samuel?

Taehyung no lo sabía, pero estaba dispuesto a todo con tal de defender al amor de su vida.

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Actualización rápida para empezar la maratón xd.

Tengan buen día hermosas personas 😍💜.