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Veinticinco

Dedicado a
aguadeyoongobongo_
Tus comentarios son muy divertidos 😂😍.

2/?

¿Alguien dijo NamMin?

Jimin se encontraba en su cocina terminando de hacer algunas preparaciones para esa noche. Se le había ocurrido invitar a unos colegas de él y Nam a su casa y esperaba que la noche fuera divertida.

Los últimos días habían sido caóticos. Todo el asunto de su suegro saliendo del clóset y el enamoramiento que sentía por Seokjin había sido suficiente para que a Jimin se le ocurriera la idea de despejar la mente de su marido.

Namjoon había estado más silencioso que lo habitual, más pensativo y triste. Jimin no estaba acostumbrado a esa faceta de su esposo por lo que una reunión en casa con sus mejores amigos y hermano debían ayudar.

El rubio puso algunas galletas en las bandejas y salió de la cocina rumbo a su dormitorio.

Debía ducharse y cambiarse de ropa antes de que Nam volviera del supermercado.

Eligió una de las tantas camisas que se compró en Italia y un pantalón apretado en todos los lugares que su marido amaba tocar.

Se duchó muy rápido, se limpió lo más que pudo, ya que sabía que en cualquier momento Nam podía bajarle los pantalones y hacerle el amor en cualquier lugar de la casa.

Sonrió mientras se terminaba de vestir, tenía una sorpresa para Namjoon.

Estaba tan enamorado y se sentía un maldito afortunado por haber elegido aquel vuelo de vuelta a la ciudad luego de una junta de negocios en otro país.

Jimin viajaba mucho por su trabajo, el bufete de abogados al que pertenecía tenía oficinas en al menos cinco países y él debía trasladarse frecuentemente a dichos países. Nunca se había quejado, ganaba más que bien y en cada viaje aprovechaba de conocer otros lugares.

Justamente al volver a su país fue que conoció a Namjoon. Este con sus gafas negras y su cabello rubio oscuro leía animadamente un libro que Jimin jamás había visto.

Lo primero que el abogado pudo notar era la altura de su compañero de asiento, sus piernas largas y sus brazos musculosos.

Jimin quería entablar una conversación con aquel misterioso hombre pero no quería quedar como un idiota. Parecía que el hombre era demasiado culto o eso era lo que parecía bajo esas gafas y esa mirada hombre pensante.

Jimin cortó unos cuantos limones a la espera de los demás ingredientes para hacer mojito cubano.

Le gustaba recordar como había conocido a Namjoon y como este lo había seducido arriba del avión. Jimin jamás pensó que conocería al amor de su vida en las alturas, pero así había sido. Y Jimin quería creer que estaban destinados a conocerse.

El sonido de la puerta alertó al pequeño rubio. Su corazón latía demasiado rápido cada vez que veía a su esposo.

—Hola corazón. Tengo todo para tu preparación.

Namjoon entró a la cocina, lo besó fugazmente en los labios y comenzó a sacar los productos que había adquirido en el supermercado. Ajeno a todos los pensamientos que inundaban a su pequeño esposo.

—Llamé a tu cuñado mientras estabas fuera —dijo Jimin mirándolo —Los invité para que nos acompañen esta noche ¿Esta bien?

Namjoon sonrió todo hoyuelos y se acercó a su hombrecito —Está perfecto corazón. Siempre tan preocupado por todos. Eres un ángel.

Jimin se retorció en sus brazos sonriendo alegremente —No soy un ángel... O bueno, puedo serlo algunas veces.

—Solo cuando no estamos en la cama amor mío.

Jimin se rió a carcajadas y le pegó en el brazo a su marido.

Nam lo abrazó y acarició su cabello. Jimin se aferró a su pecho y escondió su cabeza ahí.

—Gracias por esto, sé que estos días no han sido los mejores, pero estas a mi lado en este momento y te amo mucho más por eso hermoso. Siempre apoyándome —lo miró y sus ojos solo podían ver al hermoso rubio de labios esponjosos y mirada dulce —Siempre a mi lado.

—Siempre a tu lado Joonie, lo prometí el día que me pediste matrimonio y lo seguiré haciendo hasta que seamos unos abuelos.

—Estoy seguro que así será.

Lo besó suavemente, sabía que a Jimin le gustaban los besos dulces y amorosos... Bueno al principio, después pedía besos más profundos y húmedos.

Y Namjoon no se negaba a nada.

Jimin atrapó sus labios y el más alto en un solo movimiento lo subió a la encimera de la cocina.

Jimin jadeó. 

—¿A qué hora vienen los invitados?

Jimin miró el reloj que estaba sobre el refrigerador.

—En media hora.

—Tiempo suficiente.

Namjoon lo tomó de la cintura y lo bajó de la encimera para luego girarlo. Buscó el botón del apretado pantalón de su amado y se lo bajó hasta las rodillas.

Se agachó detrás de él y le bajó la bonita ropa interior que Jimin usualmente se ponía.

—Oh, mierda.

Jimin mordió su labio mientras su esposo le quitaba la prenda.

Namjoon se rió y negó con la cabeza al ver el bonito tapón anal que cubría la zona.

—Eres realmente increíble amor.

Namjoon besó cada glúteo y sin más llevó sus grandes manos hasta esa parte y abrió sus nalgas para poder deslizar su lengua por todo el contorno.

Movió el tapón lentamente sin sacarlo pero haciendo que la entrada de su marido se dilatara un poco más.

Jimin gimió y tiró su trasero un poco más atrás y Namjoon entendió lo que quería.

Se levantó y tomó a Jimin en brazos.

Caminó con él hasta su dormitorio y lo tiró sobre la cama.

Namjoon se quitó las gafas pero Jimin las tomó y se las volvió a poner.

—No te las saques, te ves tan sexy, es como si me estuviera follando un profesor.

El mayor alzó una ceja y se quitó la camiseta. Jimin se lamió los labios sin quitarle la mirada a su marido.

Namjoon se desnudó por completo e hizo lo mismo con Jimin. Se ubicó entre sus piernas y comenzó a lamer su pene. El abogado gimió alto mientras abría más las piernas y tomaba el cabello de Namjoon entre sus pequeños dedos.

Jimin tomó fuerte esos cabellos y embistió la boca de su hombre. Su cadera comenzó a moverse hacia arriba para marcar el ritmo y Namjoon simplemente se dejó follar.

—Oh, si, si. Mierda —Jimin mordió su labio mientras sus manos agarraban fuertemente la cabeza del mayor. Tiró su cabeza hacia atrás mientras gemía y gotitas de sudor se comenzaban a asomar por su cuerpo y sus rubios cabellos se pegaron a su frente.

Namjoon se apoyó en los exquisitos muslos del menor y dejó que este marcara el ritmo.

Siempre había sido así.

Jimin era el que mandaba. Y Namjoon amaba darle en el gusto en todo.

Otro gemido y Namjoon se sentó en sus rodillas sobre la cama.

Buscó el lubricante que tenía en su mesita de noche y se lubricó el pene. Debía ser más rápido que lo habitual, por lo que puso a Jimin de lado y este levantó su pierna derecha hasta dejarla en el muslo del mayor.

Namjoon jugó con el tapón pero lo sacó despacio y se lamió los labios al ver lo dilatado que ya estaba.

Se alineó contra su trasero y entró de una sola estocada haciendo retorcer a Jimin.

Comenzó a moverse y el pequeño rubio también. Los gemidos graves de Namjoon contrastaban con los agudos de Jimin. El mayor le bajó la pierna y salió de él un momento.

—Date la vuelta corazón y aferrate al respaldo. Esto va a ser rápido pero te voy a follar tan rico que apenas vas a poder sentarte cuando lleguen nuestros invitados.

—Dámelo Joonie.

Nam lo tomó de las caderas y volvió a embestirlo rápidamente. Jimin ahogó un grito y tiró su culo hacia atrás para encontrarse con las embestidas de su esposo.

Su mano se apretó contra el respaldo y la otra se fue directo a su miembro duro.

Se masturbó fuerte y rápido, tal cual como su pareja lo estaba penetrando. Gimió fuerte y su mano se llenó de su semen.

Namjoon sintió el orgasmo y respiró pesadamente. Todavía no quería terminar pero los invitados llegarían y Jimin había bajado su cabeza, aunque todavía lo podía escuchar gimiendo mientras él seguía entrando y saliendo sin parar.

—Nam... Oh mierda —Jimin gimió otra vez mientras su interior se quemaba por las duras penetraciones.

Nam entendió que debía terminar.

Y lo hizo.

Cerró los ojos y disminuyó la velocidad de sus embestidas. Dejó un beso en la espalda del rubio y se dejó ir. Mordió su labio aguantando un grito.

Su cabeza cayó sobre la nuca de su esposo y Jimin giró para besarlo.

—Parece que me tendré que duchar de nuevo.

Namjoon se rió y salió de su interior. Se sentó en la cama para poder recuperar su respiración.

Jimin buscó su caja de pañuelos desechables que guardaba en su mesita auxiliar y se limpió la mano.

El mayor lo miró y le sonrió cariñosamente. Se acercó a él y lo levantó entre sus brazos y lo llevó al baño.

—Dios, me duele todo ¿Qué me hiciste? —Jimin fingió una mueca de dolor mientras Namjoon abría la llave del agua.

—No te hagas amor, te encanta que te parta el culo.

Jimin se rió fuerte y ambos entraron a la ducha.

Prontamente estuvieron ambos vestidos y listos para recibir a sus invitados.

.

.
.

Taehyung y Seokjin fueron los últimos en llegar.

Seokjin inmediatamente le preguntó a Jimin si se sentía bien. Lo veía un poco cojo al caminar.

Pero Taehyung se acercó a su prometido y le susurró al oído algo así como cosas de pasivos.

Seokjin se encogió de hombros y se acercaron a saludar a los otros invitados.

Namjoon los dirigió hasta la terraza de su casa.

Estaba todo bellamente decorado y como la noche ya había caído sobre la ciudad las luces en la terraza hacían un bonito contraste con la oscuridad del jardín trasero de los Kim-Park.

—¡No lo puedo creer! ¡Taehyung que grande estás!

Taehyung sonrió sin mostrar sus dientes y miró a su hermano buscando una explicación con los ojos del porqué estaba ese tipo ahí.

—Hola Sandeul.

El hombre lo miró con interés mientras Taehyung se sentaba en el sofá más grande.

—¿Cómo va todo Tae?

—Bien, gracias por preguntar —Taehyung desvió la mirada hacia dentro de la casa, Seokjin se había quedado hablando con Jimin y ya no estaba extrañando.

—Así que ¿Pediatra?

Taehyung lo miró y casi alza los ojos. El tipo era tan exasperante que lo tenía a punto de darle un puñetazo. Tae lo conocía por su hermano obviamente, pero nunca le había caído muy bien.

—Ajá.

—No seas modesto bebé. Eres el jefe de pediatría.

Seokjin entró al lugar y saludó.

Nam se sentó con ellos —Él es mi cuñado Seokjin. Creo que no se conocen.

Sandeul lo miró —¿Están casados?

—Todavía no, pero pronto lo estaremos —Tae respondió.

—Increíble, jamás pensé que tú, Kim Taehyung llegaras a dar ese paso... Con el historial que te cargas hombre.

Seokjin aclaró su garganta para decir algo pero Namjoon se adelantó.

—Eso no importa Sandeul. Pasado es pasado.

—Por supuesto amigo —miró a Namjoon —Solo es sorprendente.

Seokjin apretó la mandíbula. Su mano apretó un poco más fuerte la cerveza que tenía en una de sus manos.

Jimin se asomó por la puerta corrediza y llamó a su marido. Este se disculpó y entró a la casa nuevamente.

Los tres se quedaron en silencio, pero no por mucho tiempo.

—¿Y bien? Mmm ¿Cómo era que te llamabas?

—Seokjin —ladró el castaño.

—Eso, Seokjin. Es difícil memorizar... He conocido a la mayoría de los chicos de Tae.

—¿Si? —preguntó Seokjin. —Me encantaría saber más sobre los "chicos" de mi prometido.

Sandeul alzó una ceja —Bueno si te vas a casar con él debes saber que Tae es bastante juguetón... Mi hermano está de acuerdo con eso.

—Oh, ya veo... ¿Tu hermano quedó herido porque Taehyung no le dio una segunda oportunidad?

Taehyung cerró los ojos un momento y su mano se fue directo al brazo de su novio para tranquilizarlo.

Sandeul se rió —¿Herido? No. Eso no es así...

—Entonces porque nos quieres romper las bolas con algo que seguramente pasó hace mucho tiempo.... Y si no es así no me interesa en lo más mínimo... Lo que haya hecho mi novio en el pasado a mí no me compete... Así que pienso que sería bueno que te comportaras como el jodido adulto que creo que eres. No creo que sea bueno faltarle el respeto a la casa de quien dices es tu amigo ¿No?

Sandeul se levantó y los dejó solos.

Taehyung suspiró y miró a su novio con una sonrisa en sus labios —Gracias por eso.

—¿Porqué? —Seokjin se relajó y se acercó un poco más al azabache.

—Por defenderme... Sandeul es un pesado.

—No deberías dejar que hable así de ti.

—Es la culpa quizá, no se.

—¿Culpa?

—Su hermano estaba enamorado de mi o algo así en la universidad, pero yo jamás me acerqué a él... No me gustaba, pero si estuve con su mejor amigo y bueno creo que eso es lo que le duele. No se la verdad.

—Que estupidez.

Taehyung le dio la razón y tomó también de su cerveza.

Seokjin gimió cuando el líquido frío bajó por su garganta —Tienes que dejar de decirle a la gente que compre la cerveza que me gusta.

—¿Porqué haría eso?

—Hablo en serio amor.

—Quiero que seas feliz.

La risita de Seokjin hizo sonreír a Taehyung —Yo ya soy feliz amor ¿Y sabes porqué?

—¿Porqué?

Seokjin mordió su labio —Estar contigo me hace inmensamente feliz. No necesito nada más Tae. Solo a ti.

Taehyung miró sus labios.

Tenía que besarlo. Después de esas palabras debía darle un besito aunque sea.

El azabache se acercó pero no alcanzó a tocar sus labios cuando el resto de las personas que estaban dentro de la casa salieron para unirse a ellos.

Jimin se sentó en el otro sofá muy cerca de Jin. Se acercó para que solo él oyera.

—Gracias Jinnie.

—¿Porqué? —Seokjin dejó su cerveza en la mesa que estaba frente a él.

—Porque pusiste en su lugar a ese idiota de Sandeul y se fue.

—¿Se fue?

Jimin se rió y se acomodó despacio en la silla.

—Así es.

—Y Nam ¿está enojado conmigo? —el castaño buscó con la mirada al mayor.

—No, tranquilo. Hace mucho que se lo quiere quitar encima pero ya sabes cómo es Nam, no le gustan los enfrentamientos... Y además es el hijo de su jefe... En fin.

—¿El hijo de su jefe?

Mierda, pensó Seokjin.

—Si, pero ni el viejo le hace caso. Está medio estúpido el Sandeul.

Seokjin lo dejó así y se dedicó a conversar con los otros invitados. Eran simpáticos pero él se sentía un poco incómodo entre ellos.

Taehyung cada cierto rato rozaba sus piernas con las de él o lo miraba mientras Seokjin hablaba.

Jimin los miraba y estaba feliz por Taehyung. Nunca lo había visto tan conectado con alguien como lo estaba con Seokjin. Habían miradas y gestos que ellos hacían entre sí.

Era tan bonito de ver.

Jimin se quedó observando la terraza llena de personas y si bien no todos eran amigos entre sí, él podía decir que era un buen grupo.

—¿Estás contento? —Namjoon besó su sien.

—Lo estoy Joonie ¿Tú estás bien?

—Si. Ver tu sonrisa hace que olvide todo lo negativo.

Jimin le sonrió y lo besó dulcemente.

Los demás comenzaron a molestarlos y todos se rieron juntos.

Quizá con el tiempo podrían todos ser amigos.

Jimin claramente era un soñador...

∘◦♡◦∘

Yo aquí dejando un capítulo...

El NamMin es vida y no quiero comentarios negativos al respecto xd okno. Pero aprecien a la linda pareja los que no lo hacen.

He estado leyendo sus comentarios y me llenan el corazón. En serio. Gracias por darse el tiempo de comentar.

Mañana Nadie como tú  cumple 2 meses desde la primera publicación. 😥

Y me hace muy feliz porque he conocido gente preciosa 💜.

Muchas gracias por el apoyo.

L@s amo a tod@s ♥️♥️♥️♥️

Dedicaré capítulos porque se lo merecen!!!! 🎉🎉

Nos leemos mañana si mi inspiración quiere 😂.

💜💜


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