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Veinte

Taehyung y Seokjin ingresaron a una de las grandes salas que tenían los Kim, esa sala daba directo con el jardín trasero. Mi soo y Samuel iban delante de ellos comentando las últimas pinturas que habían comprado en sus viajes al extranjero.

Seokjin paró en una de las paredes de la sala para observar una fotografía de Taehyung, era del día de su titulación como médico.

El castaño sintió un calor en su pecho, estaba orgulloso del hombre que tenía a su lado.

—¿Te gusta esa fotografía? —habló cerca de él el azabache.

—Si. Por supuesto, ese día fue emocionante.

—Si, te veías orgulloso por mi logro.

—Lo estaba y lo sigo estando —dijo Seokjin mirándolo a los ojos.

—Te amo —murmuró el médico.

—Y yo a ti.

Seokjin quiso besarlo pero no podía, los señores Kim estaban mirando hacia el jardín pero en algún momento podrían darse cuenta lo cerca que estaban el uno del otro y Seokjin no quería que se enteraran de esa manera de su relación.

Taehyung le regaló una sonrisa antes de llegar hasta donde estaban sus padres.

—Ya, ¿cuándo vamos a ver la genial sorpresa?

—Ahora hijo. Vamos.

Salieron hacía una de las terrazas de la propiedad, avanzaron por el jardín mientras rodeaban la casa.

Había un camino de hermosas flores que llevaban hasta una construcción que antes no estaba allí, o eso era lo que Seokjin recordaba.

—¿Qué es eso? —preguntó.

—Eso, es nuestro regalo de aniversario —contestó sonriendo Samuel.

Los cuatro observaron la construcción que estaba justo delante de sus ojos.

Tenía unos enormes ventanales pero no sé podía ver nada hacia dentro. Unas grandes y pesadas puertas de madera cerraban el enigmático lugar.

Todos siguieron caminando hasta que Mi soo paró en la puerta y la abrió.

Taehyung se rió —¿Una piscina?

—Claro, ¿Porqué no?

El interior era cálido, hacia un poco de calor, Seokjin observó todo maravillado.

Dentro del lugar habían sillas para acostarse, el castaño no recordaba el nombre de estas, había una barra en el rincón con una enorme cantidad de licores a la vista. Habían dos puertas más que estaban cerradas y por supuesto la piscina, el agua celeste hicieron que Seokjin tuviera ganas de meterse en ese mismo momento.

—¿Les gusta?

—Es muy bonito señora Kim.

Taehyung caminó por alrededor de la piscina y alzó la mirada hacia el techo.

—Esto sería perfecto si se pudiera tomar sol.

—De hecho se puede —el señor Kim sacó un control remoto pequeño de su bolsillo y apretó un botón. De pronto el techo comenzó a retraerse hasta que los rayos de sol bañaron todo a su paso.

Taehyung sonrió y asintió —Perfecto.

Seokjin miró hacia el jardín. Podía ver todo sin mayor dificultad.

—Se llama vinilo espejo —el señor Kim llegó a su lado —hace que solo se pueda ver desde adentro lo que está afuera.

—Es muy privado, me gusta.

—Ajá. Lo decidí así por la privacidad. A veces tenemos personas trabajando en el jardín y no quería que nos vieran en traje de baño.

Seokjin sonrió —Quedó muy bonito.

—Pueden usarla cuando quieran.

Seokjin observó la piscina y luego a Taehyung que estaba al otro lado de esta. Muchas imágenes pasaron por su cabeza, humedeció sus labios inconscientemente mientras se imaginaba a ellos dos dentro del agua besándose desnudos...

—¿Seokjin?

El castaño miró de nuevo al padre de su novio.

—¿Si?

—Taehyung me contó que tu madre estaba tratando de ponerse en contacto contigo.

Seokjin miró el agua una vez más antes de contestar —Si, ella fue al hospital.

—¿Hablaste con ella?

—No. Ella no sabe donde trabajo por lo que no pudo llegar hasta la aseguradora.

—Si tienes algún problema no dudes en contactarme ¿Si?

—Gracias señor Kim.

El hombre golpeó su hombro con cariño y se acercó a su esposa que estaba hablando con Taehyung.

—Bien, yo me iré. Tengo unos papeles que firmar. —le extendió el control remoto a su hijo —Toma, usen la piscina yo debo ir a trabajar.

Mi soo salió con su marido dejando a los dos hombres en el lugar.

—Mis padres no saben en qué gastar dinero, aunque esto está bonito ¿No?

Seokjin se paró a su lado —¿Hace calor o es idea mía?

—Hace calor. Mamá dijo que habían unos bañadores por aquí —Taehyung buscó en un gran armario que estaba cerca de las dos puertas y efectivamente, encontró dos pantalones cortos que eran perfectos para ellos dos.

—¿Te quieres meter al agua —Seokjin tomó el pantalón y buscó la etiqueta. Era de su talla.

—Si. Vamos a cambiarnos —Taehyung abrió una de las puertas. —Mi madre me dijo que este lugar es para cambiarse.

Habían dos asientos a lo largo de la pared. Detrás de estos muchas puertas, algo así como casilleros. Una mesita en el rincón con un enorme florero le daba un aire más elegante a lo que Seokjin podría fácilmente llamar camerino.

Taehyung se quitó la camiseta, la dobló y la metió en uno de los espacios. Hizo lo mismo con su pantalón bajo la atenta mirada de su novio.

—¿Crees que tengan cámaras aquí? —Seokjin se quitó su camiseta.

Taehyung solo en boxer se encogió de hombros. Pero rápidamente comenzó a revisar el lugar. Movió el florero, observó las flores. Miró el techo.

No se veía nada.

—Creo que no hay cámaras.

Seokjin se quitó el pantalón y el boxer.

El azabache se lamió los labios mientras bajaba su mano hasta su entrepierna.

Seokjin ajeno a la mirada lasciva de su novio terminó de quitarse toda la ropa. Tomó el bañador para ponérselo pero Tae lo tomó antes.

—Tae...

—¿No quieres jugar conmigo Jinnie? —hizo un puchero con el bañador en una de sus manos.

—Siempre quiero jugar contigo bebé, pero no creo que estemos en el mejor lugar para hacerlo.

—Yo creo que sí.

Taehyung lo tomó de los hombros y lo sentó la banca.

—Seré rápido ¿si?

Se arrodilló entre sus piernas. Abrió la boca, pero Seokjin lo alejó un poco.

—¿Y si hay cámaras? ¿Te imaginas tu padre mirando la seguridad de su casa y de pronto te ve a ti arrodillado ante mi haciéndome una mamada?

—Oh, vamos como si mamá no se lo hiciera a él.

—Oh dios Tae, me diste una pésima imagen mental.

Taehyung se rió y aprovechó para abrir las piernas de Seokjin y deslizar su lengua por su pene. Prontamente el pene semi erecto estuvo duro como roca y Taehyung se lo metió completo a la boca.

El castaño gimió. Apoyó sus manos en el asiento y echó su cabeza hacia atrás mientras Taehyung le comía la polla.

La lengua del médico estaba en todo lados, de arriba hacia abajo, saboreando su glande, lamiendo sus testículos. Seokjin llevó su mano hasta la cabeza de su prometido y marcó el ritmo que quería. Taehyung sin poner resistencia dejó que Seokjin follara su boca.

—Me voy a correr cariño.

Taehyung hizo un sonido aprobatorio desde su garganta y Seokjin terminó derramando todo su líquido en la boca de su novio.

Taehyung se levantó sonriente mientras se limpiaba la comisura de sus labios.

Se terminaron de vestir y volvieron al lugar de la piscina.

—¿Quieres tomar algo? —Seokjin se acercó hasta la barra.

—Solo jugo, quiero estar sobrio para la noche.

Seokjin abrió el refrigerador que estaba bajo el mesón y se alegró por ver su cerveza preferida ahí.

Miró a Taehyung y alzó una ceja con la cerveza en la mano.

—Quizá le dije a mi madre que comprara esa cerveza —se puso la mano en el mentón sonriendo —no lo recuerdo la verdad.

Seokjin dejó la cerveza ahí y se acercó para besarlo. Taehyung pasó sus brazos por su cuello mientras sus cuerpos se pegaban.

—Tenía tantas ganas de besarte.

—Yo también. Solo esperemos un poco más y vamos a poder besarnos donde queramos sin tener que hacerlo a escondidas. Mis padres se ven relajados hoy ¿No crees?

—Si. Pero ellos siempre se ven así Tae.

Taehyung bajó sus brazos y se aferró a la cintura de su hombre.

Seokjin besó su frente —Como sea y pase lo que tenga que pasar estamos juntos ¿Si?

Taehyung asintió y dejó un beso en su cuello.

—Quiero tomar sol.

—Y yo quiero meterme al agua.

Se separaron y cada uno ocupó su lugar. Taehyung miró el control remoto que tenía en su mano y comenzó a jugar con los botones para saber sus funciones. De pronto música llenó el lugar y Taehyung la dejó.

Se quedaron en silencio disfrutando su estancia en casa de los Kim.

∘◦♡◦∘

Kim Mi soo miraba desde su habitación, en el segundo piso, hacia el lugar de la piscina. Odiaba que su marido haya decidido poner esas ventanas.

Ella quería saber qué estaba pasando entre esos dos.

Jamás en todos los años que llevaba compartiendo con Seokjin este se había mostrado tan reservado y silencioso.

Estaba preocupada, al parecer algo estaba pasando con Seokjin y él no estaba teniendo la confianza necesaria para decirle que lo tenía así de afligido.

Mi soo podía verlo en su rostro.

Caminó por su habitación pensando en su hijo que había llegado también muy extraño. Parecía a la defensiva y ella no sabía que diablos había pasado para que se pusiera así.

Entró a su armario y apartó la ropa que usaría esa noche.

Solo esperaba que Taehyung no se molestara por la sorpresa que le tenía su padre.

Dejó todo listo para la noche y salió de su habitación hasta la cocina.

Minjae estaba revisando los entrantes para la noche y cuando vio a su jefa hizo una reverencia y dejó de escribir.

—Tengo todo listo señora Kim. Los entrantes y el plato principal. Hice dos variedades de postre. Espero que no le moleste.

—Por supuesto que no Minjae. Mientras más variedad, más contenta se van las personas.

—Asi es señora.

—Bien ¿Puedes preparar unos bocadillos para los muchachos que están en la piscina? Y que Aisha se los lleve por favor.

El ojo derecho del joven chef latió.

No tenía problema con llevarle algún bocadillo al delicioso hijo de su patrona, pero al otro bastardo no quería alimentarlo con su comida.

De mala manera se puso a cocinar para los tortolitos.

Aisha miró todo el trabajo del chef, estaba ansiosa esperando la bandeja, ya quería ir a dejar la comida y tener la oportunidad de ver al mejor amigo de su patrón Taehyung.

Siempre lo había encontrado atractivo y cuando se enteró que ambos llegarían a la granja se puso el mejor maquillaje y se hizo el mejor peinado que pudo. Y aunque sabía que ambos Kim eran homosexuales eso no les quitaba el hecho de ser los hombres más guapos que alguna vez Aisha había podido conocer.

Tomó la bandeja y con una enorme sonrisa se dirigió a la piscina.

∘◦♡◦∘

Seokjin terminó de abotonar su camisa y se miró al espejo. Estaba solo en la enorme habitación, miró el lugar, estaba tan cambiado, en su adolescencia esa habitación había sido más pequeña, las paredes habían estado desgastadas y la cama era una sencilla de una plaza.

Con los años y las ganancias de los Kim, estos fueron arreglando su propiedad tanto en su fachada como en su interior. La habitación de Taehyung se agrando, las paredes fueron cambiadas y la cama también.

—¿Estás listo? Mi madre dice que hay que bajar.

Taehyung entró en la habitación y se paró detrás de él.

—Si, estoy listo.

—Te ves increíble —Taehyung deslizó sus manos por los costados de su novio hasta llegar a su cintura.

—Gracias —Seokjin giró su cabeza mientras se besaban frente al espejo.

El azabache se separó y suspiró —Vamos antes que me bajé el pantalón y te pida que me folles aquí mismo.

Seokjin negó y tomó su mano hasta llegar a la puerta.

—Todo va a salir bien.

—Eso espero —respondió el castaño.

La puerta se cerró a sus espaldas.

La suerte estaba echada.

∘◦♡◦∘

Los Kim mayores y menores se encontraban tomando un aperitivo antes de pasar al gran comedor para la cena.

Seokjin conversaba alegremente con el señor Kim y Mi soo trataba de sacarle palabras a su callado hijo.

El timbre sonó y Aisha corrió a abrir la puerta.

—¿Estás esperando a alguien más?

—Si. Unos invitados de última hora —respondió Mi soo nerviosa.

Los novios intercambiaron miradas y no fue hasta que el padre de Taehyung se levantó del lujoso sofá, que ellos supieron quienes eran los invitados de última hora.

—Buenas noches Samuel.

Los Jeon hicieron entrada a la sala.

Taehyung miró a su mamá claramente enojado.

—No puede ser —soltó Seokjin cuando vio entrar a Jungkook detrás de sus padres.

Mi soo arrugó su ceño no entendiendo el repentino enojo de los Kim menores. Se levantó para saludar a sus invitados.

—Buenas noches señora Mi soo —dijo Jungkook mirando a Taehyung con una sonrisa en sus labios.

Seokjin se quedó en su lugar completamente perdido. No sabía qué hacer.

Kim Samuel invitó a pasar a los recién llegados hasta la sala.

—Tomen asiento mientras la comida está lista.

Los Jeon saludaron a Taehyung y a Seokjin. Jungkook solo les movió la cabeza, no se atrevía a acercarse al azabache. Tenía una cara asesina.

—Y bien Kim ¿Le contaste a Taehyung sobre los planes que tenemos como sociedad?

—Aún no, pero para eso es esta cena.

Mi soo se mordió el labio nerviosa.

Taehyung se levantó —Padre, ¿podemos hablar en tu despacho?

—No lo creo hijo, estamos con invitados —hizo una mueca con su boca para que Taehyung no insistiera.

—Por favor, padre.

—No Taehyung. Y por favor deja de comportarte como un niño.

El azabache se rió —¿Yo un niño? Por favor, no me hagas reír ¿Qué es lo que están escondiendo? Quiero saber porque una cena en familia se transformó en esto. —Levantó su mano.

—¡Kim Taehyung! —Mi soo levantó la voz —Hijo por dios, no seas irrespetuoso.

—Déjalo —Samuel tomó el sorbo de whisky que le quedaba en su vaso. —Con los Jeon hemos decidido que tienen que contraer matrimonio.

Seokjin palideció en su lugar.

Taehyung creyó escuchar mal —¿Qué?

Su padre lo miró serio —Que se van a casar ¿Porqué pones esa cara si ustedes hace algunas semanas estaban juntos no?

—¿Crees que estamos en que siglo papá? Yo no me voy a casar con alguien que no quiero.

—No está en discusión Taehyung.

—Por supuesto que lo está, estás hablando de mi vida... De mi futuro ¡maldición papá! 

Samuel se mostró imperturbable frente a su hijo menor que tenía lágrimas en los ojos.

Mi soo se acercó a Taehyung y este se alejó de ella como si tuviera la peste.

—Hijo, es por el bien de la empresa.

—No. Ni lo piensen yo no me voy a casar por mantener el negocio...

—¡No está en discusión Taehyung!

—¡Yo estoy enamorado de Seokjin maldita sea! —Los ojos de los mayores se abrieron sorprendidos. Jungkook miraba la escena divertido. —¿Y sabes que papá? —El azabache buscó en el bolsillo de su camisa y se puso su anillo de compromiso —Nosotros nos comprometimos hace más de una semana —Taehyung miró a su madre —Por eso habíamos venido, queríamos contar la noticia.

Mi soo sintió su ojos llenarse de lágrimas. Miró a Seokjin que estaba casi temblando.

—Oh por dios ¿eso es verdad?

La mujer se sentó al lado del castaño y lo abrazó. Seokjin se asustó pero enseguida correspondió al abrazo.

—Creo que es mejor que se vayan —Mi soo se dirigió a los Jeon —Disculpen las molestias.

—¡Mujer que haces! —Samuel gritó.

Mi soo se puso de pie —¿Qué crees que estoy haciendo aquí? Protegiendo a nuestro hijo menor Samuel.

Los Jeon los miraron de la peor forma y dejaron la residencia. Jungkook en estado de shock fue dirigido por su madre hasta su vehículo.

Samuel dejó la sala y se dirigió hasta su despacho seguido de cerca por Taehyung.

Mi soo limpió sus lágrimas y volvió a sentarse al lado de Seokjin.

—Hijo mírame —la mujer limpió su rostro también —¿Están comprometidos?

Seokjin asintió y le mostró su mano izquierda.

—Nosotros no queríamos que las cosas resultarán así.

—¿Porqué no hablaron conmigo?  Yo no sabía que ustedes... ¿Porqué no confiaron en mi? —dijo dolida.

—Yo... Nosotros —Seokjin suspiró. Limpió su nariz con su manga —Yo tuve miedo porque... No tengo nada que ofrecerle, no tengo un buen sueldo, no tengo nada más que mi amor para él... Pero a veces el amor es insuficiente y...

—No digas más. Yo... Dios si hubiera sabido esto no habría dicho las cosas que dije en ese almuerzo... Jamás pensé que ustedes podrían amarse de esa forma —Mi soo tomó la mano de Seokjin y la apretó —Pero me hace muy feliz que seas tú quien se convierta en mi yerno. No hay nadie en este mundo que merezca ser más feliz que tú.

El castaño la miró y luego puso su mirada en la puerta cerrada del despacho de Samuel.

—Eso lo vamos a arreglar no te preocupes. Él te quiere como si fueras su hijo.

—¿Y el negocio? Yo no pensé que lo quisieran obligar.

Mi soo respiró pesadamente —Seguramente después de esto perderemos el mejor contrato de la empresa, pero eso es lo de menos. Mi hijo menor se va a casar con un hombre maravilloso —le sonrió —Bienvenido a la familia Seokjin. Aunque siempre has sido parte de esta.

Seokjin la abrazó contento y un poco más aliviado. Solo esperaba que Taehyung pudiera controlar sus palabras y las cosas con su padre no se salieran de control.

—Vamos a la cocina, tengo un tequila que te va a encantar. Necesitamos algo fuerte Jinnie. Vamos.

Se levantaron y Seokjin siguió a su suegra hasta la cocina.

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Taehyung se cruzó de brazos. Su padre estaba mirando por la ventana sin decir nada.

—Me voy a casar con Seokjin ¿Ni siquiera me vas a felicitar?

—No. Es un error, no puedes casarte con él.

—¿Porqué no?

—¿Quién te dice que no está tratando de sacar provecho de todo esto?

—¿Qué? ¿Qué mierda estás hablando?

—No seas atrevido mocoso.

—Y tú no hables así del hombre que amo ¿O qué? ¿Pensabas que no lo iba a defender?

—Ese chico no tiene nada ni a nadie Taehyung.

—¿Te estás escuchando? Estás hablando de Seokjin, el mismo chico que has tratado como hijo los últimos diez años.

—Eso es diferente... Jamás pensé que ustedes llegarían tan lejos. Has pasado toda tu adultez acostándote con uno y otro. Él podría ser uno más ¿no?

—¡No es así! Por dios yo lo amo... Lo amo desde que era un crío —Taehyung abatido y sorprendido por la reacción de su padre se dejó caer sobre el sofá.

—¡No te vas a casar y punto!

Lágrimas bañaron sus ojos —Lo voy a hacer igual —habló bajito pero su padre aún así lo escuchó.

—Bien, haz la mierda que quieras. Pero estas desheredado Taehyung, desde hoy ya no hay más tarjetas de crédito ni ningún otro beneficio.

Taehyung alzó su mirada aún más dolido que antes ¿Quién era ese hombre que lo miraba de esa forma?

Ese no era el padre amoroso que lo había criado. Ese no era el hombre que él había admirado toda su vida.

—Sabia que te iba a doler el dinero —dijo secamente.

Taehyung se levantó y caminó hacia la puerta. La abrió pero no salió.

—¿Sabes que es lo que realmente me duele? —se limpió las lágrimas y se irguió en su sitio —me duele que creas que necesito más el dinero que amor sincero en mi vida. No me importa la herencia, ni los bienes, ni nada de lo que crees que es más importante que estar con la persona que amas.

—No seas iluso, nadie vive de amor. Seguramente van a pasar unos meses y te vas a aburrir como lo has hecho toda tu vida con todas las personas que te rodean.

—Estás tan equivocado.

Taehyung se giró y vio a Seokjin parado frente a él en el pasillo. No alcanzó ni a tocarlo cuando su padre gritó desde la ventana.

—Los Jeon le consiguieron el trabajo a Seokjin en la aseguradora. Por eso ha estado tantos años con trabajo. Después de lo de hoy no sé si seguirá con el puesto.

Seokjin dió un paso hacia atrás su rostro estaba pálido y mojado por las lágrimas. Salió corriendo del lugar y a Taehyung se le rompió el corazón.

Entró de nuevo al despacho —¡Vete a la mierda!, perdiste un hijo ¡Acabas de perder a tu hijo menor ambicioso de mierda! Qué decepción me da tener tu puto apellido.

El azabache se dio la vuelta y fue en busca de Seokjin.

Tenía que consolarlo.

Ambos tenían que sanar sus heridas...

Esa noche había sido mucho peor de lo que Taehyung había presupuestado.

∘◦♡◦∘

En los próximos capítulos entenderán porque el señor Kim no acepta este compromiso.

Quería hacerlas llorar pero no sé si lo logré 😞😁.

Nos leemos pronto!  💜

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