Ocho
Min Yoongi miraba con aburrimiento a su clase, estaba todo en silencio, todos sus alumnos muy concentrados haciendo sus exámenes.
Revisó su celular una vez más. Bufó bajo al no tener ninguna noticia de Seokjin. Sabía por Jungkook que su novio estaba en casa de su mejor amigo y eso era lo que más lo tenía intranquilo.
Un alumno llegó a dejar su examen y Yoongi sonrió y alzó su ceja al ver la hoja en blanco. El chico solo se encogió de hombros y salió del lugar.
No era como si a Yoongi le importara que un alumno repruebe su clase, es más, Min Yoongi tenía el récord de desaprobación en su clase y se sentía bastante orgulloso de eso. Sonrió y vio a varios de sus alumnos completamente perdidos mirando ese trozo de papel.
Los miró una vez más pero uno captó su total atención. Al fondo del salón estaba quien se había convertido en un dolor de cabeza para él.
Im Jaebum.
Al chico le iba mal en su materia, eso Yoongi lo sabía, entonces Im no encontró nada mejor que coquetearle descaradamente y ahora Yoongi no sabía exactamente qué hacer con su alumno.
Miró su reloj, quedaban solo diez minutos para el término de la clase. Tomó su celular y revisó el mensaje que Jungkook le había enviado.
"Apenas termine tu clase nos vemos en el café de la esquina"
Suspiró y recepcionó algunos exámenes.
Se levantó de su escritorio justo cuando su temporizador sonó.
—Terminó la clase, entreguen sus exámenes.
Uno a uno fueron pasando, algunos contentos y otros simplemente con la cara hasta el suelo.
Yoongi sabía que Jaebum estaba esperando que salieran todos y eso lo irritaba tanto porque lo hacía siempre después de la clase.
—Profesor Min sus exámenes son cada vez más difíciles —Jaebum dejó la hoja sobre el escritorio y le dió una gran sonrisa.
—No son difíciles, solo deben estudiar.
—Quizá podría enseñarme... Clases particulares.
—No hago eso —Yoongi terminó de juntar los exámenes y los metió en su bolso. Tomó su chaqueta para salir del salón pero Jaebum se interpuso en su camino.
—Profesor tiene unas ojeras muy sexys...
—Aléjate Im.
Jaebum no se estremeció por esa dura mirada, todo lo contrario, amaba ese rostro de amargado que se cargaba el profesor.
—¿Es verdad que está soltero profesor?
Yoongi bufó y lo empujó para salir del salón.
Llegó muy enojado hasta la cafetería en donde su amigo Jungkook lo estaba esperando.
—Dios ¿porqué traes esa cara?
—No quiero hablar de eso.
—Oh, es ese alumno tuyo —dijo Jungkook divertido —ese que se quiere meter en tu cama.
Yoongi le pegó en el brazo y Jungkook se rió como el mocoso molestoso que era —Nadie entrará en mi cama... Solo Seokjin.
—De eso quiero hablar contigo... Debes recuperarlo como sea.
—¿Porqué?
—Se están acostando yo lo sé.
Yoongi alzó su ceja y esperó a que el mesero tomara sus pedidos y cuando estuvieron solos nuevamente habló.
—Seokjin no sería capaz.
—Oh, yo creo que sí...
—¿Tienes pruebas?, tu sabes mejor que nadie que ese imbécil no es de mi agrado pero Seokjin vive diciendo que es su mejor amigo y todas esas cosas...
—No tengo pruebas pero Tae ya me dejó dos veces por él.
Yoongi miró hacía la cafetería, no quería pensar en su Seokjin y Taehyung juntos.
Odiaba al médico.
—Estoy esperando el momento adecuado para buscarlo nuevamente, le estoy dando unos días para que aclare su mente.
—¿Qué pasó entre ustedes?, nunca dijiste porque se fue del departamento.
—Nada, solo fue una discusión sin importancia —Yoongi omitió todo tipo de información, no quería responder preguntas porque para él las cosas no habían sido tan graves.
Cómo siempre Seokjin había hecho una tormenta en un vaso de agua.
—Bien, debes sacarlo de esa casa por favor.
Llegaron los cafés y Yoongi tomó el primer sorbo y por supuesto se quemó la lengua.
Jungkook se rió de la torpeza de su amigo.
—¿Sabes por qué no creo que Seokjin se esté acostando con ese imbécil?
El menor abrió sus ojos brillantes expectante a lo que fuera a decir el rubio.
—¿Porqué?
—Jin es un tipo romántico... Dime ¿Taehyung es un tipo detallista?
Negó.
—¿Ves?, sea lo que sea que esté pasando en esa casa Seokjin no va a llegar más allá. Él es de abrazos, besos, detalles. Le gusta sentirse mimado y no creo que Taehyung haga eso... Más bien creo que Taehyung es todo lo contrario ¿no?
—No es como si fuera un monstruo... Pero no es tan cariñoso.
—Seokjin es inseguro por naturaleza, necesita confirmar constantemente que lo aman y toda esa mierda.
—Ya veo... Entonces ¿dejaste de mimarlo y se fue?
—Algo así.
A Jungkook no le importaba para nada porqué ellos ya no estaban juntos, solo había preguntado por cortesía, pero le parecía extraño que Yoongi estuviera tan tranquilo, era raro de ver porque el mayor siempre había sido muy posesivo cuando se trataba de Seokjin.
Muy celoso siempre.
Siguieron comiendo y conversando. Yoongi sabía que debía recuperar a como dé lugar a Seokjin, solo que tenía que ser cauteloso, conocía el carácter del castaño y debía ser muy convincente para hacerlo volver a su lado.
Con eso en mente Yoongi se dedicó a compartir un poco más con su amigo antes de dirigirse a su departamento y comenzar a idear el mejor plan para recuperarlo.
∘◦♡◦∘
Seokjin bajó lo pies de la cama y Taehyung apoyó sus manos sobre la cama. El castaño lo tomó de la cintura y entró nuevamente dentro de ese cálido agujero que lo recibió deliciosamente.
El sudor bajaba por su cuello y se perdía en algún lugar de su cuerpo. Hacía tanta calor y él aún estaba vistiendo su camisa negra abierta. Según Taehyung se veía muchísimo más sexy con eso puesto.
Lo embistió una vez más y el médico pegó un grito.
—¿Tae?
—No pasa nada —dijo entre jadeos —¡no pares!
Seokjin empujó de nuevo y Taehyung cayó de cabeza a la cama.
—Dios eres jodidamente bueno —gimió.
—Tú eres muy receptivo, tu cuerpo se amolda muy bien al mío.
Taehyung asintió porque era verdad, jamás había sentido todo lo que su mejor amigo le transmitía cuando estaban juntos en la intimidad.
Taehyung estaba temblando, se sentía como un chiquillo asustado ¿pero asustado de qué?
Seokjin dejó un beso en su hombro y salió de él, lo giró y lo empujó hacía la cama. Taehyung se rió mientras caía con Seokjin encima de él.
Se besaron mientras las manos de Taehyung acariciaba su rostro, tocó sus mechones castaños. Seokjin cerró sus ojos dejándose tocar.
Taehyung lo miró mientras sus bocas se devoraban.
Sintió sus ojos llenarse de lagrimas, Seokjin empezó a bajar por su cuello y gimió cuando volvió a entrar en Taehyung, solo que esta vez lo hizo despacio. Se hundió lentamente disfrutando de la estrechez que lo envolvió, se apoyó en sus rodillas y Taehyung lo abrazó con sus piernas, dirigió sus manos hasta las del pelinegro y las entrelazaron.
Se miraron en todo momento mientras Seokjin seguía entrando lentamente en su interior, el médico mordió su labio fuerte para evitar gritar por bien que se sentía hacerlo de esa forma.
Seokjin arrugó su ceño y Taehyung comprendió que le faltaba poco para llegar. El pelinegro se quedó mirando con la boca abierta todas las muecas y los pequeños gemidos que salían de la hermosa boca de Seokjin. Ahora había cerrado los ojos y Taehyung sintió si orgasmo golpearlo con fuerza cuando Seokjin acabo dentro de él.
Soltaron sus manos y el castaño cayó de espalda a la cama. Taehyung lo acompañó y se acostó al lado de él sin tocarlo.
Solo se escuchaban sus respiraciones. Seokjin se sacó el condón bruscamente, enojado consigo mismo por haber llevado las cosas tan lejos.
Otra vez.
Suspiró y se pasó la mano por la cara.
—No tienes que dormir aquí si no quieres...
—No es eso Tae.
—¿Qué es entonces?, te conozco mejor que nadie, sé que algo te pasa.
—Me pasa que estoy follando con mi mejor amigo y eso me tiene realmente jodido.
Taehyung no dijo nada, porque una vez ya habían tenido esa misma conversación. Las dudas de Seokjin siempre se habían interpuesto entre ambos, pero él sabía que nunca había sido del todo sincero con su amigo, sabía que en algún momento debía decirle que todos esos años lo amó en silencio, que todo ese tiempo anheló ser él quien tomara su mano y no otro hombre. Ser él quien pudiera besarlo todos los días al despertar y al llegar la noche.
Pero la amistad pesaba y los miedos de Seokjin pesaban aún más.
—Debemos dejar de hacerlo entonces, nada va a cambiar.
Seokjin lo miró —Hicimos eso los últimos... ¿nueve años?, debería funcionar de nuevo...
Claro, Taehyung había olvidado que para el cumpleaños número dieciocho de Seokjin ellos habían dormido juntos. Pero estaban tan borrachos que ni recordaban lo que había pasado.
Ahora era diferente.
—Seamos como antes Jin, podemos hacerlo... Si esto está jodiendo tu cabeza es mejor parar.
El castaño se sentó en la cama y buscó su bóxer.
—¿Tú estás cómodo con esto?, digo, ¿no has pensado que estamos haciendo mal?
—No —mintió al ver los ojos de su mejor amigo —yo estoy bien, no pienso en esto... Somos adultos y nos atraemos físicamente, eso no es un delito Jin.
Suspiró y se levantó de la cama —Me iré a duchar... Puedes dormir aquí o en la otra habitación, tú decides.
Y en ese tú decides estaba todo lo que Taehyung quería decirle a su amigo. Si bien el había pasado casi toda su adolescencia y adultez diciendo que él no era un hombre doméstico, que no quería hijos y que jamás veía su vida al lado de otra persona, todo eso era basura al lado de lo que realmente había querido al lado de Seokjin.
El pelinegro llegó al baño y se apoyó en el lavamanos echó su cabeza abajo y respiró profundamente antes de mirarse al espejo.
Era su culpa.
Taehyung se sentía culpable por darle siempre la imagen equivocada a Seokjin.
Por supuesto que Kim Taehyung quería hijos y una estabilidad familiar, quería estar cerca de una persona que lo amara y respetara.
Se metió en la ducha y su mente se despejó un poco. Él sabía lo que tenía que hacer y lo había podido lograr en el pasado.
No era como si estuviera enamorado de su amigo nuevamente.
No.
El había superado a Kim Seokjin hace muchos años atrás.
Taehyung se quedó más tiempo del habitual y solo esperaba que Seokjin no estuviera en su cama cuando él volviera, así todo iba a ser menos doloroso de enfrentar.
Seokjin jugó con la sábana entre sus dedos un poco antes de levantarse y buscar su ropa, tomó cada prenda y las llevó consigo hasta su habitación. Las dejó encima de la cómoda y se tiró en la cama cansado.
Prontamente sus ojos pesaron y se quedó dormido sin siquiera poner su alarma en el celular.
Al otro día Seokjin despertó y casi se cayó de la cama cuando vió la hora.
Salió corriendo de la habitación y entró a la ducha, en menos de diez minutos ya estaba fuera.
Caminó por el pasillo y un agradable olor llegó hasta su nariz. Llegó al comedor en donde Taehyung completamente vestido y duchado estaba tomando desayuno.
—Buenos dias, toma asiento.
El castaño miró su reloj, no podía sentarse a tomar desayuno, no tenía tiempo, pero todo se veía tan delicioso que se sentó de todos modos.
—Voy a llegar tarde al trabajo, no puse mi alarma —explicó mientras tomaba un sorbo de café recién hecho.
—Te puedo llevar si quieres, me queda de camino al hospital.
Seokjin quería dejar de ser una carga para el médico —Bueno, por hoy está bien... Tae, tenemos que hablar de los gastos...
—Puedes pagar el agua y comprar unos cuantos alimentos —dijo Taehyung mientras comía su fruta con yogurt.
—Bien... —se sentía raro hablar así con Taehyung, casi ni lo miraba y Seokjin comenzaba a sentirse un poco incomodo.
—Hoy llegaré tarde... Te digo para que no hagas cena para mí si es que quieres hacer cena, tu me entiendes.
—Entiendo —Seokjin sintió algo en su estómago, algo pesado y que sabía muy bien que era. Celos.
Quería preguntarle donde iría, con quien se juntaría. Realmente Seokjin quería decirle que no fuera y que al contrario podrían hacer algo ellos dos juntos. Algo que los alejara de la cama por supuesto.
Taehyung se levantó y se fue a lavar los dientes, Seokjin lo imitó y luego de unos minutos salieron hacía la camioneta que estaba estacionada fuera de la casa.
En silencio se dirigieron hasta el gran edificio en donde Seokjin desempeñaba sus labores.
Ese día había decidido ponerse una camisa blanca y corbata negra, no se sentía con muchos ánimos para vestirse con colores más llamativos.
—Uh, ¿Tae?
El pelinegro se tensó en su puesto y la acción no pasó desapercibida para el castaño.
—Si...
—Quería saber si iremos a la casa de tus padres... Porque debo pedir permiso por lo menos con cuatro días de anticipación.
Taehyung apretó el volante entre sus dedos —Iremos. Pide tus días, yo pediré los míos en el hospital.
—Lo haré —Seokjin se aferró a su bolso y decidió mirar por la ventana lo que quedaba de trayecto.
Cuando llegaron al edificio Seokjin bajó y se despidió escuetamente para subir rápidamente hasta su escritorio. Tenía mucho trabajo por delante si quería siquiera llegar a la meta de ventas de ese mes. Saludó a Jihyo y dejó su bolso sobre el escritorio, encendió su computador y se sentó en su puesto para una nueva jornada laboral. Revisó su bandeja de correos electrónicos. Tenía varios corporativos, pero ninguno que fuera demasiado importante.
Suspiró y apoyó su cabeza en el respaldo de su cómoda silla.
―Otra vez estás tenso, deberías ir donde el masajista para que te revise esa espalda.
―No es necesario, estoy bien ―Seokjin humedeció sus labios ―he dormido mal estos dias, eso debe ser.
Jihyo rió ―En realidad tienes cara de que no has dormido en días ¿me vas a contar lo que está pasando contigo o tendré que adivinar?
Seokjin se quedó en silencio ya que justo en ese momento venia entrando un repartidor con un ramo de flores. Eran tulipanes, las flores preferida de Seokjin.
―Tengo una entrega para el señor Kim Seokjin.
Jihyo aplaudió e indicó el escritorio del frente en donde Seokjin estaba.
―¿Puede firmar aquí? ―el mensajero le dejó el ramo sobre el escritorio y se alejó al momento que Jihyo se levantaba como resorte de su escritorio para mirar más de cerca el hermoso ramo de tulipanes rojas.
Seokjin lo miró un momento hasta que encontró la pequeña tarjeta, la tomó y la leyó en silencio.
"Siento mucho lo que pasó entre nosotros y necesito que hablemos, esperaré por ti amor todo el tiempo que necesites".
Te extraño.
Yoongi.
El castaño se acercó a la enorme ventana de la oficina que compartía con Jihyo y aún con la tarjeta en la mano se dedicó a mirar el hermoso cielo despejado y sin nubes que lo miraba ese día.
Yoongi era un hombre de detalles o por lo menos lo había sido en sus primeros años de relación, siempre le llevaba sus flores preferidas o los chocolates que Seokjin amaba. Había sido una pareja cariñosa y por esa razón no entendía el comportamiento de él en el último tiempo ¿que había pasado con Yoongi?, ¿Por qué de pronto se había vuelto tan distante?
Seokjin sabía que se debían una conversación, pero una parte de él no quería agachar la cabeza y volver a su lado, estaba casi seguro de que Yoongi lo convencería de alguna manera para que volviera al departamento y el castaño ya no estaba tan seguro de querer eso.
No después de saber lo que era vivir con Taehyung... no después de haber dormido con su amigo nuevamente y por supuesto, no después de haber sentido el mar de emociones que su amigo le provocaba con un beso o una caricia.
Volvió a su escritorio, guardó la tarjeta en su pantalón y tomó las flores para ponerlas en agua, de ninguna forma las tiraría, las flores no tenían la culpa de nada.
―Si no las quieres me las puedo llevar...
―No es mala idea, gracias Ji.
―Para eso estamos cariño ―Jihyo volvió también a su escritorio y comenzó a hacer sus labores diarias.
Seokjin hizo lo propio y cuando miró la hora en su computador se dio cuenta que eran cerca de las una de la tarde, miró a Jihyo que estaba concentrada escribiendo algo en su libreta, escribió una pequeña nota y se la tiró directo en la cara.
― ¡Hey! ―gritó la chica de cabellos negros ―Oh, tienes razón ―sonrió al leer la notita ―vamos entonces antes que llegue la bruja de vuelta.
―Espero no ser yo la bruja Park Jihyo.
Seokjin se rió al ver a su amiga completamente avergonzada y salió en rescate de ella.
―Por supuesto que no señorita Kim, Jihyo estaba hablado de Moonbyul de contabilidad que hoy nos trajo unos papeles para llenar y que los vendrá a buscar en algún momento.
Yongsun los miró y les sonrió como si ellos fueran unos locos dementes y sin decir nada se marchó hasta su oficina.
―Hombre, me salvaste.
El castaño rió tomó su chaqueta y bajaron por el ascensor hasta llegar al primer piso.
Muchas personas salían a esa hora por su almuerzo. La compañía de seguros a la cual Seokjin pertenecía les pagaba el almuerzo en un restaurante cercano al edificio, pero cuando ambos tenían más dinero iban a otro lugar a comer para no aburrirse de comer siempre lo mismo. Pero como quedaban aún muchos días para que les pagaran tenían que conformarse con el mismo menú de siempre.
―¿Sabes que es lo único bueno de ir siempre al mismo lugar? ―Jihyo tomó el brazo de Seokjin para cruzar la calle.
―¿Qué es?
―Que nos darán mas postre gracias a ti.
―¡Oh, no empieces con eso Ji!
Jihyo asintió con su cabeza ―Claro que si Kim, ese chico babea por ti y tú ni siquiera lo miras. Eres tan malo.
La mujer se refería a uno de los meseros del restaurante quien, y cada vez que iban a comer les daba una ración mas de postre o mas jugo totalmente gratis.
―No puedo mirarlo...
―¿Por qué no?, estas soltero, puedes hacer lo que quieras. Deberías invitarlo a salir ―sentenció la morena.
―Llevo muy pocos días solo para hacer eso.
Pero si te puedes acostar con tu mejor amigo.
Odiaba su razonamiento, siempre había sido una persona
que pensaba muy bien antes de actuar frente a cualquier situación pero Seokjin tenia que ser sincero consigo mismo ya que últimamente no estaba siendo del todo pensante, por algún motivo al esta cerca de Taehyung su conciencia se perdía y se volvía un hombre completamente impulsivo.
―Oye ¿me escuchaste? ―Jihyo tiró de su brazo.
―No, lo siento.
Ella puso los ojos en blanco pero inmediatamente sonrió ―Te decía que deberíamos salir, yo puedo llevar a Sana.
―Pensé que ustedes ya no se estaban viendo.
―Nos vemos a veces... ya sabes cuando nos necesitamos.
Seokjin negó. No entendía por que su amiga era tan ciega y no veía que Sana era la mujer para ella, Jihyo vivía buscando una mujer que la quisiera y no se daba cuenta que la tenia justo enfrente suyo.
―¿Y a quien quieres que lleve?
―Pues estaba pensando en el chico del restaurante, pero conociéndote y lo aburrido que eres no le pedirías una cita... creo que podrías llevar a ese chico guapo que tienes de amigo.
―¿A Tae?
―Claro ¿o tienes otro amigo guapo?, porque si es así te odiaría mucho mas de lo que ya lo estoy haciendo... hace mucho que no salgo con un hombre ―dijo pensativa mientras abría la puerta del restaurante.
―No eres del tipo de Tae, lo siento.
Se sentaron cerca de la ventana ―Lo sé. Ojalá le fueran las mujeres también... Pero ahí tendrías mas competencia Jinnie ―le guiño un ojo divertida por la cara de Seokjin ―Dios tu no aguantas una broma Kim, Eres un aburrido.
El castaño movió su cabeza y justo cuando el mesero se dirigía hacia ellos, también lo hacía una pareja que Seokjin conocía muy bien.
―¡Seokjinnie!
Se levanto de la silla y recibió el efusivo abrazo de Park Jimin ―Hola Jiminnie ¿Cómo estas?
―Feliz, ahora que volví con mi hombre.
Seokjin levanto la mirada y justo detrás de Jimin estaba Namjoon con sus gafas de marco negro tan sonriente como siempre.
―Joonie ―otro abrazo y Seokjin se alegro mucho al verlos juntos y radiantes.
―¿Viniste a comer? ―pregunto Jimin sonriendo.
―Pues si. Con mi amiga ―los tres la miraron y Jihyo los saludo con su mano.
―Hey, le dije a Tae que un día de estos vinieran a la casa a cenar con nosotros ¿Qué dices?
Seokjin meditó un momento, no sabía en que estaban con Taehyung después de su noche juntos. Esa mañana su, ya no tan amigo había estado distante y Seokjin lo entendía pero dolía su distancia. Miro de nuevo a la pareja más bonita y estable que había conocido alguna vez y solo pudo decir:
―Claro, hay que hacerlo.
La pareja se despidió de ambos, Seokjin volvió a sentarse pero antes de que pudiera siquiera decir algo otra persona llegó hasta ellos.
―¿Podemos hablar Seokjin?
🖤🖤
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