
Extra I
—Me siento como una vaca, literal.
Seokjin negó con su cabeza mientras apoyaba su mano en la pancita de su amiga. Arrugó el ceño esperando el anhelado movimiento de su bebé, pero nada pasó y Seokjin suspiró resignado luego de veinte minutos.
—¿Porque no se mueve?
Jihyo sonrió —No lo sé, en la mañana parecía que estaba ensayando una coreografía. Quizá después de almuerzo Jinnie.
—Si, bueno ya veremos, recién tienes cinco meses.
La morena asintió y se pasó una mano por su cabello —Hace un poco de calor ¿No?
—Si, creo que la temperatura está subiendo ya en esta época del año.
Seokjin observó el calendario que su amiga tenía en la sala. Era octubre, el año había pasado tan rápido, ya iba cumplirse un año desde que había golpeado la puerta de la casa que alguna vez compartió con Taehyung.
Un año desde que su fuerte amistad se transformó en una inquebrantable relación amorosa.
Una sonrisa surgió en sus labios al recordar uno y cada uno de los detalles de sus primeros días en esa casa y como Taehyung había cambiado su vida para siempre.
—¿En qué estás pensando sucio?
Seokjin negó riendo —Nada... ¿Tienes hambre?
—Aún es temprano Jinnie... Si tienes algo que hacer anda tranquilo. En la tarde nos vemos para ir al médico ¿Le dijiste a Tae, cierto?
—Si, lo sabe, de hecho canceló a todos sus pacientes de la tarde para poder ir a la ecografía y saber que va a ser nuestra bolita de amor.
—Ustedes me matan con lo cursi que pueden llegar a ser —la morena se burló.
—Nos amamos —se encogió de hombros mientras tomaba sus llaves que había dejado en la mesa de centro.
—Lo sé y eso me hace muy feliz.
—Linda —Seokjin se acercó y dejó un beso en la frente de su amiga. Luego de arrodilló y dejó otro beso en su pancita.
Se despidió en la puerta y salió del departamento de su amiga con una sola idea en mente: ver a Taehyung.
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Taehyung como cada día se encontraba revisando a sus pacientes hospitalizados. Desde que se había enterado que serían padres junto a Seokjin, él había dejado de hacer turnos en urgencias, ahora se dedicaba completamente a sus pacientes en el hospital y prontamente abriría una consulta particular.
Aunque todavía lo estaba pensando.
—Doctor Kim, ¿Ya terminó su ronda?
—Si, el paciente de la habitación treinta se va de alta después de almuerzo.
La enfermera Yerim asintió tomando nota de cada cosa que le decía el pediatra y de vez en cuando lo observaba mientras el médico arrugaba su ceño.
Todas las enfermeras amaban hacer los turnos de trabajo cuando Taehyung se encontraba en el hospital. Era muy querido y deseado en partes iguales.
Pero todas y todos sabían que el médico ya no tenía ojos para nadie más que para su atractivo esposo. Esos tiempos en que el médico salía con sus colegas y enfermeros por igual, había quedado en el olvido.
—Bien Yerim, dejé todas las indicaciones. Mi teléfono como siempre estará encendido.
—Si doctor —la chica se movió hasta la sala en donde guardaban sus artículos personales y antes que el pediatra se retirara le entregó una bolsa blanca —tome, es un detalle para su bebé.
Taehyung sonrió y le agradeció el bonito gesto. Tomó la bolsa y se alejó por el pasillo.
—Dios como lo extraño en urgencias —Yerim se llevó la mano a su pecho asustada. Se giró para observar al enfermero Soobin quien con ojos de enamorado veía como el doctor se alejaba.
—Pues ya es caso perdido...
—Lo sé.
—¿Qué haces aquí después de todo?
Soobin sonrió y se devolvió por donde había llegado.
Yerim negó con su cabeza y siguió haciendo sus labores.
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Taehyung observó el reloj en su oficina, todavía quedaban varios minutos para marcar su salida por lo que ocuparía ese tiempo libre para terminar su trabajo administrativo.
Se acomodó en su silla y comenzó firmar los papeles que su jefe había enviado para él. Pero no avanzó mucho cuando su puerta fue golpeada y luego de eso se abrió dejando ver a su hermoso y amado esposo.
—Jinnie —Taehyung se levantó y se acercó a él para estrecharlo en sus brazos.
—Hola cariño, te vine a buscar para ir almorzar... Es sábado, tenemos una tradición que cumplir.
—Tienes toda la razón bebé, pero antes debo terminar unas cosas aquí, ¿crees que puedes esperarme unos minutos más?
—Claro que si amor —Seokjin lo besó suavemente atrapando su labio inferior con sus dientes y lo dejó ir ante la mirada caliente de su esposo.
—Siempre jugando sucio señor Kim.
El castaño solo rió y se sentó en el sofá que había en la oficina. Era lo bastante cómodo para la idea que venía rondando en su cabeza desde hace un tiempo.
Taehyung volvió a sus papeles y sin darse cuenta de los pensamientos de su marido se puso en la tarea de terminar todo lo que tenía atrasado antes de salir a almorzar.
El castaño se quitó la chaqueta y la dejó a un costado, sacó silenciosamente de esta la botella pequeña de lubricante que había pasado a comprar y la metió en el bolsillo de su pantalón para que estuviera más tibia. Humedeció sus labios y miró a su esposo que estaba vestido aún con su bata de médico, esta estaba abierta y Jin podía ver la camisa azul rey que él le había regalado semanas atrás.
Se veía tan atractivo con su cabello negro alborotado cayendo de manera sexy sobre su frente.
Seokjin lamió sus labios nuevamente y bajó su mano para masajear su entrepierna que estaba despertando ante la visión que era su esposo. Se levantó y fue hasta la puerta y muy sigilosamente le puso llave, luego llegó al escritorio y lo rodeó. Se sentó a un costado del brazo de Taehyung y este levantó la mirada solo para encontrar los ojos profundos y oscuros de su hombre.
Sonrió de lado y tiró la silla hacia atrás para que Seokjin pudiera sentarse en su regazo.
El castaño se sentó con su espalda tocando el pecho del médico quien gruñó sintiendo todo el trasero de su esposo sobre su polla.
Seokjin fijó sus manos en el apoya brazos y comenzó a mecer sus caderas suavemente haciendo jadear al azabache que inmediatamente llevó sus manos libres hasta la parte delantera del pantalón de Seokjin. Cuando lo abrió metió su mano bajo su bóxer, sacó la polla de su marido y con movimientos lentos comenzó a masturbarlo.
Ambos gimieron y cuando el pantalón de Seokjin cayó al piso este se levantó y sacó el lubricante del bolsillo entregándole la pequeña botella al azabache quien lo recibió con su polla completamente erecta y lista para fundirse dentro de su hombre.
Taehyung tomó las caderas de Seokjin y le ayudó a quitarse el pantalón junto con el bóxer. Cuando lo tuvo desnudo lo situó delante de él.
—Abre tus piernas cariño. —Taehyung todavía sentado quitó la tapa del lubricante que se sentía caliente sobre su piel y llevó dos de sus dedos para masajear la entrada de su esposo. Este echó su cabeza para abajo y mordió su labio al sentir el líquido caliente tocar su orificio.
—Parece que alguien ya estuvo jugando solo —Taehyung gruñó y se bajó el pantalón junto con su bóxer mientras veía a su esposo esperar por él.
—Quería estar listo para tu polla bebé. —Seokjin miró hacia atrás y bebió de la vista. Taehyung desnudo de la cintura para abajo con su bata y su camisa aún puesta.
El azabache se lubricó su pene que estaba tan duro que podía ver sus venas resaltar en este. Volvió a tomar las caderas de su esposo y abrió sus glúteos para dejar un beso en ese lugar.
Seokjin jadeó y dio un paso atrás, nuevamente se apoyó en los apoya brazos de la silla y se acomodó mientras Taehyung guiaba su polla para penetrarlo. Lentamente se dejó caer mientras lo escuchaba sisear. Abrió más sus piernas y cuando tuvo el pene duro de su esposo enterrado completamente en él comenzó a moverse. Primero en movimientos suaves, en círculos haciéndolos gemir a ambos y ya después cuando se acostumbró a la intromisión sus movimientos se hicieron más bruscos.
Se sentía en el mismísimo cielo mientras su esposo lo follaba tan bien, desde aquella vez cuando fueron a ese motel que Seokjin había querido volver a hacerlo de esa manera con su hombre...
Y ahora estaba más que complacido.
Taehyung lo sujetó de la cadera y se maravilló cuando Seokjin echó su cuerpo para adelante para afirmarse del escritorio y así poder auto penetrarse. El azabache se dejó hacer mientras Seokjin subía y bajaba por su falo gimiendo agudo con los ojos cerrados. El médico comenzó a besar su espalda y una de sus manos se fue a masturbar la dura polla de su hombre.
—Como te amo bebé, me sigues calentando de la misma forma que hace 14 años atrás.
—Pensé que... —Jin gimió de nuevo —pensé que había sido después de mi primera vez.
—No amor —Taehyung apretó los dientes —desde siempre me has calentado.
Seokjin estaba sudando por el esfuerzo y sus piernas temblaban cada vez que alzaba y bajaba su culo. Taehyung lo tomó de la cadera y salió de él un momento para echar la silla hacia atrás y posicionarse detrás de su castaño. Buscó su boca y cuando Jin giró la cabeza la atacó con su lengua y sus labios hambriento de placer. Mientras lo besaba tomó su miembro, lo alineó hacia la entrada y volvió a embestirlo esta vez con fuerza. Seokjin gimió fuerte en sus labios y rompió el contacto para agachar su cabeza. Taehyung bajó la intensidad y suavemente llevó su mano hasta la espalda de su hombre y lo ayudó a que apoyara su pecho completamente sobre el escritorio. Mordió su labio fuerte ante lo que sus ojos veían. Su marido, su hermoso y sexy marido medio acostado sobre su escritorio con las piernas abiertas para él..
Era el maldito sueño que había tenido por muchos años.
Y ahora lo tenía a su merced.
Taehyung se arrodilló entre las piernas del otro y masajeó con sus grandes manos los glúteos que estaban a su disposición. Pasó su lengua por el orificio dilatado y rosado. El sonido del gemido de Seokjin llegó hasta sus bolas, pero no se detuvo, siguió follando con su lengua ese hermoso agujero.
—Tae, bebé —lloriqueo el castaño.
El azabache rió ronco y su voz salió rasposa y jodidamente sexy.
—¿Qué pasa Jinnie?
Seokjin se llevó una mano hasta su pene y comenzó a mover su mano rápidamente de arriba hacia abajo para correrse, estaba tan caliente.
—Follame Tae —pidió en un susurro necesitado.
El azabache no necesitó que se lo dijera nuevamente y se irguió para ponerse detrás de su esposo. Pero cambió de parecer y tomó su mano para llevarlo al sofá. Taehyung se sentó con sus piernas muy abiertas.
—Montame —sentenció. Seokjin lamió sus labios y sonrió de lado. Se subió a los muslos de su hombre y con ayuda de él llevó la polla hasta su entrada y se sentó de una vez jadeando en sus labios. —Mierda Jin —Taehyung echó su cabeza hacia atrás nublado por el placer.
Seokjin comenzó a moverse rápido, sin esperar demasiado. Sus cuerpos sudados y el sonido de sus pieles chocando los tenía a ambos completamente excitados y entregados.
Apoyado en los hombros de su marido el castaño lo montó hasta que su polla comenzó a gotear sobre su abdomen y no pasó mucho hasta que llegó al clímax gritando y gimiendo el nombre de Taehyung. Este por su parte apretó la mandíbula mientras miraba a su marido correrse con su nombre en los labios. Su abdomen estaba lleno de la esencia de Seokjin, este le sonrió complacido y satisfecho y Taehyung le devolvió la sonrisa para luego robarle un beso.
—Mi turno bebé. —Taehyung se levantó y Seokjin también lo hizo. Luego el castaño plantó sus rodillas en el sofá y se apoyó en el respaldo.
Taehyung se paró detrás y de una sola estocada lo lleno completamente. Seokjin gimió y su cabeza chocó con la pared. El médico comenzó a moverse en serio, entrando y saliendo tantas veces como su resistencia lo dejó, apretó más fuerte su mandíbula y se corrió ruidosamente dentro de su hombre. Siguió moviéndose hasta vaciar todo dentro y cuando se calmó salió de él para sentarse agotado sobre el sofá. Todavía estaba vestido de la cintura para arriba y sentía calor por estar usando tantas prendas. Miró a Seokjin que respiraba pesadamente con su frente apoyada sobre la pared.
Tiró de su brazo y el castaño cayó entre sus piernas riendo.
—¿Te dolió?
—Un poco, todavía no me acostumbro.
—Siento ser muy grande —dijo Taehyung con una ceja alzada.
Seokjin se echó a reír y cuando se calmó apoyó su cabeza en su pecho. En el silencio de la oficina ellos podían escuchar sus corazones que todavía latían rápido en sus pechos.
—Tenemos que ducharnos Tae.
—Si, no creo que estemos muy presentables para ir a celebrar nuestro primer año juntos como pareja.
Seokjin levantó su cabeza de inmediato al escuchar aquello y sonrió sin mostrar sus dientes —Lo recordaste.
—Por supuesto cariño, jamás olvidó algo que tengas que ver con nosotros, ya deberías saberlo. —Seokjin asintió y lo tomó de las mejillas para besarlo. Sus lenguas se encontraron mientras sus corazones volvían a latir con normalidad.
Seokjin acarició el cuello de la camisa de su marido y suspiró fuerte. Tae lo tenía fuertemente apretado entre sus brazos como si no quisiera que lo bonito que tenía junto a él se le escapara de entre los dedos.
Porque sí, a pesar del amor que ambos se profesaban día a día, Taehyung todavía tenía un poco de miedo.
Y eso era natural en las personas, sentir miedo cuando las cosas marchaban demasiado bien, pero lo de ellos realmente era un amor inusual, si bien discutían algunas veces, jamás pasaban más de media hora peleados. Taehyung no podía estar lejos de su hombre, menos si estaban enojados.
Por eso temía.
Que alguna vez Seokjin se enojara por sus salidas al hospital a mitad de la noche o que cuando tuvieran una bonita velada planeada con semanas él tuviera que salir corriendo por un parto que no estaba en tabla...
Eso malditamente lo aterraba y conocía de muy cerca la vida de sus colegas y todos tenían varios matrimonios encima. Muchos hijos regados por aquí y por allá. Y él no quería eso. No, él quería una vida entera junto a Seokjin, de verdad él quería envejecer a su lado.
—¿Amor?
Taehyung lo miró y como siempre había tanto amor en esos ojos marrones.
—Te amo Jin, lamento tener tan poco tiempo para nosotros.
Seokjin arrugó el ceño —¿Qué estás diciendo? ¿Qué pasa Tae?
El médico humedeció sus labios y sintió su garganta seca —Yo se que mi trabajo es a veces muy demandante.
—Y yo también lo sé amor, ¿Porque estamos hablando de esto?
—Porque me da miedo que te aburras de esta vida y busques a alguien que te de más atención —Taehyung dijo todo rápidamente porque de pronto se sintió avergonzado por su inseguridad.
Y la mirada que le estaba dando Jin estaba confirmando que sus inseguridades no tenían cabida dentro de su matrimonio.
—Yo tengo todo lo que necesito a tu lado Tae, no quiero a otro hombre... ¡Vamos a ser papás! ¿Porqué estás diciendo estas cosas derrepente?
Taehyung negó y lo abrazó más fuerte —No te quiero perder bebé.
Un suspiro salió de la boca del castaño quien tomó su rostro y le estampó un beso. Tiró de su labio y metió su lengua para saborear a su hombre. Seokjin jamás tenía suficiente de su esposo y necesitaba que Taehyung estuviera en la misma página que él.
—Te amo Taehyung, pero si sigues diciendo esas cosas te voy a tener que castigar.
El azabache tiró su cabeza hacia atrás mientras reía. Ambos se miraron y sonrieron. Luego volvieron a besarse mientras se susurraban hermosas palabras de amor.
Cuando una hora después salieron de la mano del hospital con enormes sonrisas en sus rostros, Tae ya no tuvo dudas.
Seokjin era el hombre que lo acompañaría por el resto de su vida y él estaba ansioso por pasar toda la vida junto a él y sus futuros hijos.
∘◦♡◦∘
Dije que haría el epílogo primero, pero mejor los extras antes (?
Cómo sea, ustedes saben que hago todo al revés xD.
Bueno este realmente es un extra y estoy pensando en dejar solo este y luego el epílogo y eso sería todo (?
No lo sé, pensaré en esto estos días .
Sepan que lxs amo mucho mucho y gracias por seguir aquí junto a mi.
❤️
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