Especial Halloween
🎃🎃🎃
—¡Sophie, Beomgyu y Yeonjun!
Seokjin gritó desde el primer piso mientras esperaba a sus tres hijos. Miró la hora nuevamente y suspiró al darse cuenta que al parecer llegaría tarde al almuerzo tardío con su equipo de trabajo al que tenía que asistir prácticamente por obligación.
—¡Niños! —gritó nuevamente, avanzó unos pasos y se detuvo cuando escuchó las pisadas de sus pequeños en el segundo nivel.
Beomgyu fue el primero en bajar. Alzó sus manos para su padre y sonrió sombrío hacia él haciendo gala de una actuación digna de una buena película de terror.
—Estos deberían haber sido de verdad, papi. Nadie va a tener miedo de mis cuchillas de plástico.
Seokjin río entre dientes y acarició el cabello despeinado de su hijo —¿Por un momento pensaste que te dejaría usar cuchillas y tijeras de verdad?
—¿No?
—¡Por supuesto que no! —Seokjin se burló —ya es mucho que tu padre te dejara usar ese traje.
—¿Que hay de malo en ser Edward?
—Nada de malo, cariño.
Beomgyu miró su traje y luego cuando escuchó ruido en la escalera observó a su mellizo y rodó los ojos ante lo sencillo de su disfraz.
—¿Que es eso? —Beomgyu arrugó su ceño mientras veía a su hermano.
—Soy Pikachu —Yeonjun alzó sus manos y se puso la capucha, unas tiernas orejas se alzaron de inmediato haciendo que Seokjin riera y apretara de inmediato sus mejillas.
—Eres raro.
—Beomgyu, no molestes a tu hermano. Te ves hermoso, bebé —Jin le dijo a Yeonjun y se alejó para sacar su celular del bolsillo de su chaqueta, revisó el mensaje y asintió. —¡Sophie! —gritó por enésima vez ese día.
—¡Aquí estoy!
Seokjin giró su cabeza y miró a su hija que cada día se veía más grande y hermosa. Y como no, si había heredado los rasgos más hermosos de Taehyung.
—Muy bonito… Valió la pena el costo de ese disfraz.
—¿Por qué estás vestida como campesina? —Yeonjun miró a su hermana tratando de entender de qué se había disfrazado.
—Soy Dorothy —la niña hizo sonar sus tacones bajos de color rojo y sonrió meciendo su canasta.
Beomgyu y Yeonjun se miraron y se encogieron de hombros para luego salir corriendo cuando el timbre de la casa fue tocado.
—¡Llegó el tío Kookie!
Seokjin tomó la mano de su pequeña y juntos caminaron hasta la entrada donde efectivamente Jungkook estaba parado con enorme sonrisa viendo a sus sobrinos.
—¿Llegué muy tarde?
—Para nada, estos niños no estuvieron listos hace unos minutos —Jin chocó su puño con el de su primo más aliviado de que ya pudiera irse. —Gracias por cuidarlos.
—No te preocupes, ya te dije que no tengo problema. —Jungkook se pasó una mano por su cabello teñido de rubio esta vez —yo también me voy a disfrazar, luego pasaremos por Yoongi y saldremos a pedir dulces.
—Eso suena increíblemente divertido —Jin suspiró.
Los niños se movieron por el lugar para buscar sus chaquetas y despedirse de Jjanggu ya que volverían tarde.
—¿Taehyung vuelve hoy?
—Si, en unas horas más, me acaba de enviar un mensaje, ya está en el aeropuerto.
Jungkook hizo una mueca —¿Como salió el juicio?
—Salió bien —el castaño buscó con la mirada a sus hijos y relajó un poco su postura —fue favorable para Tae, pero no sé, siento que desde que esto empezó él no es el mismo.
—Debes entenderlo, no es fácil que su departamento sea acusado de negligencia y que él deba dar la cara por algo que no tuvo nada que ver.
—Lo sé, realmente lo entiendo y odio que él esté envuelto en esto cuando nunca había tenido problemas antes.
—No fue su culpa.
—Pero aún así debe apoyar a sus médicos pero es injusto. Lo llamaron desde la dirección del hospital —Seokjin se talló los ojos —quizá lo despidan.
—¿Que? Pero esa mierda es jodidamente injusta.
—Lo sé, Jimin va a tomar su caso si lo llegan a despedir.
—Joder —Jungkook negó con su cabeza y luego se quedó en silencio cuando los niños entraron a casa entendiendo que no era bueno hablar de esas cosas delante de sus sobrinos.
—¡Jjanggu está triste!
Seokjin mordió su labio. Iba muy atrasado.
—Solo serán un par de horas, niños.
Los tres Kim pequeños hicieron pucheros y Jungkook se echó a reír fuerte.
—Esa manipulación… Es algo que yo hago siempre, funciona muy bien —el rubio sonrió y luego miró a su primo —podemos llevar a Jjanggu si quieres, Bam será muy feliz de verlo, ya sabes como son esos dos cuando se juntan.
—¿Estará Holly también? —Yeonjun preguntó.
—Si, también está, medio gruñón pero también le gustará recibir a Jjanggu.
—¡¿Podemos, papi?!
Los tres niños comenzaron a pegar saltos y a pedirle a su papá con las manos juntas como si estuvieran rezando y a Seokjin no le quedó más remedio que asentir con su cabeza.
—Bien, bien… Pero ustedes deben limpiar lo que ensucie —los apuntó con su dedo índice —y si rompe algo yo no me haré responsable.
Jungkook asintió junto con los niños y cuando Seokjin se despidió él acompañó a los niños a buscar a Jjanggu.
—¿Tío Kookie?
—Que pasa princesa.
Sophie siguió su camino hasta la terraza y cuando se detuvieron miró a su tío.
—¿De que te vas a disfrazar?
—¿Para la fiesta?
—Ajá.
—Tengo dos disfraces, pero todavía no estoy seguro, podrían ayudarme a elegir cuando vayamos a mi departamento.
—¡Si! —los niños gritaron y cuando le pusieron la correa a Jjanggu salieron de la terraza y Jungkook se aseguró de dejar todo bien cerrado.
En la camioneta ayudó a los niños a ponerse los cinturones de seguridad y cuando estuvo todo en orden se subió al asiento del conductor. Salió de la enorme propiedad de los Kim y tomó la carretera para disfrutar de una tarde con sus sobrinos que llenaban su vida de alegría de una manera que nunca antes imaginó.
🎃
Seokjin dejó el contrato a un costado de su copa de vino y miró a su representante.
—Es demasiado lejos, Chris, te recuerdo que tengo tres hijos en casa.
—Es una excelente oportunidad, es una película que te va a ayudar a ser conocido en el extranjero. Imagínate la cantidad de trabajos que van a salir después de esto, la publicidad que podrás lograr.
—No puedo estar tres meses lejos de mis hijos, de mi familia. No, no puedo.
Chris, el representante de Seokjin suspiró tomando de su vaso de whisky —piénsalo.
Seokjin asintió ligeramente pero en ese momento no podía pensar en nada más que su marido y los miles de kilómetros que los separaba. Estaba tan preocupado que no había nada más en lo que quisiera pensar en ese momento.
Su trabajo había sido estable en el tiempo y cada vez tenía más ofertas laborales, había modelado varias veces para revistas, incluso fue llamado por un diseñador para que vistiera uno de sus modelos en una alfombra roja en la que había acudido con Taehyung.
Taehyung…
Jin miró la hora en su teléfono y le envío un mensaje a Jungkook para saber cómo estaban sus niños y Jjanggu. Luego de unos minutos recibió una fotografía que lo hizo sonreír.
Jungkook vestido con un disfraz gris enorme, Seokjin luego de verlo varios segundos se dio cuenta que era un conejo esponjoso. A su lado estaba Yoongi disfrazado de zanahoria y se veía tan ridículo que hizo reír a Seokjin.
Sus niños tenían sus respectivas bolsas y canasta llenas de dulces.
Kook:
Todo bien con el clan Kim. Ahora vamos a casa a comer pizza.
Seokjin más tranquilo respondió el mensaje y dejó el aparato sobre la mesa del lujoso restaurante al que fue convocado.
—Lo pensaré, pero no aseguro nada.
—Bien, al menos me estás dando una respuesta.
Chris se puso de pie y se abotonó su chaqueta de traje roja. Tomó su maletín y se despidió de Seokjin quien luego de que su representante se fuera miró por la ventana hacia la enorme ciudad y volvió a pensar en Taehyung.
Dios, llevaban una semana lejos y parecía como si hubiese sido una eternidad. Y es que a pesar de todos los años que llevaban juntos ellos podían decir que se seguían amando con la misma intensidad de siempre.
Todavía pasaban horas, o todas las que pudieran, acurrucados en la cama besándose o simplemente conversando sobre sus días aprovechando al máximo el hecho de estar juntos, pero con esa demanda había llegado la intranquilidad a sus vidas.
Taehyung en algún momento se había apagado, se sentía culpable por lo que pasó en ese pabellón y es que no podía dejar de pensar en esa madre que murió en el quirófano dejando a un recién nacido en brazos de un desconsolado padre que se convirtió en viudo de la noche a la mañana.
No había sido culpa de Taehyung en ningún momento, él ni siquiera estaba de turno ese día pero era el jefe de su servicio por lo que lo siguiente que Seokjin vio fue a su marido de reunión en reunión tratando de entender que había pasado esa tarde en pabellón y porqué una mujer sana había fallecido.
Seokjin se puso de pie y miró de nuevo la hora. Arrugó su ceño y observó de nuevo hacia los edificios adyacentes. La cuenta estaba cancelada por lo que tomó la carpeta con ese bendito contrato que debía revisar en calma y por supuesto en compañía de su esposo y salió del restaurante rápidamente hasta su automóvil.
Salió del estacionamiento y tomó el carril izquierdo para llegar a tiempo.
🎃
Taehyung tomó el equipaje de mano y caminó por el pasillo del avión que nunca antes había estado tan aliviado de tomar.
Fue una semana que estuvo lejos de su casa pero había sido una eternidad al estar lejos de sus niños y de su amado esposo.
Suspirando avanzó por los pasillos deseando estar en casa para disfrutar de su familia, pero eso no pasaría próximamente porque tendrían que asistir a una fiesta de Halloween y Seokjin había estado hablando por lo menos un mes antes de aquello por lo que él no le podía fallar al amor de su vida por muy cansado que estuviera.
El área de equipajes estaba llena, Taehyung sonrió levemente porque no tendría que esperar un largo tiempo por su maleta, pero aún así había demasiadas personas y él tuvo que cerrar su abrigo café para poder pasar de mejor manera.
Ajustó sus gafas y sacó su teléfono del bolsillo, lo encendió y al segundo comenzaron a llegar mensajes, videos, fotografías y muchas llamadas perdidas. Tenía que revisar todo eso, lo sabía, pero por el momento lo único que le importaba era hablar con su esposo e informarle que había llegado bien a la ciudad.
Lo primero que vio al abrir el chat que mantenía con su hombre fue la imagen de sus niños junto a Jungkook y Yoongi. Era graciosa la manera en que la vida actuaba, Taehyung todavía recordaba cuando había golpeado a Yoongi en su antigua casa cuando había llegado en compañía de Jungkook.
Pero ese era un pasado del que nadie hablaba y estaba bien para él y para Seokjin. Era pasado y debía quedarse como tal.
Saliendo de la zona de equipaje giró hacia la salida más cercana, tenía que tomar un taxi y tomarlo pronto antes de que los demás pasajeros salieran. Pero al llegar a la zona de salida su pulso se aceleró como cada vez que lo veía.
Podían pasar cien años a opinión de Taehyung y aún así Seokjin siempre causaría tal impacto en él. Su marido era un hombre hermoso y cada día que pasaba a su lado lo confirmaba.
Vestido de traje y completamente de negro Seokjin le sonreía haciendo que su corazón quisiera salir de su pecho. Hipnotizado caminó hasta él y lo tomó de la cintura para luego besar esos labios que amaba desde siempre. Sus lenguas se encontraron de inmediato y el suspiro de alivio que salió de Seokjin hizo que lo apretara aún más fuerte. Luego su hombre hizo algo que lo desarmó en más de un sentido.
—Estoy tan feliz de que estés en casa, Taetae.
El abrazo calmó su corazón y las preocupaciones perdían peso cuando Seokjin estaba entre sus brazos. Seokjin era su fuerza, era su compañero con el que compartía su vida, sus experiencias, sus malos días y él no podía estar más agradecido porque Seokjin lo había elegido a él para amarlo y hacer la familia maravillosa que ambos habían formado.
—Estoy feliz de estar aquí contigo, bebé.
—Vamos a nuestra casa.
—Por favor.
Tae se dejó guiar por su esposo hasta su automóvil y cuando estuvieron dentro de este se volvieron a besar.
Sonrientes y más relajados llegaron varios minutos más tarde a la casa que compartían.
—¿Hasta que hora tendrán a los niños Jungkook y Yoongi? —Taehyung abrió cada botón de su camisa para luego tirarla al cesto de la ropa sucia que estaba en su baño.
Seokjin detrás de él regulaba el agua y el azabache lamió sus labios al ver por el reflejo de su espejo el cuerpo desnudo de su hombre. Quitó sus gafas y las dejó sobre uno de los muebles de su baño.
—Mhm ya no los tienen.
—¿Que?
Taehyung se giró y cuando Jin llegó frente a él sus labios fueron tomados en un beso ardiente y húmedo que lo tuvo gimiendo y jadeando de inmediato.
—Mi mamá se ofreció a cuidarlos hasta la noche, quizás a quedarse a dormir —Seokjin mordió el labio inferior de su marido y sonrió malicioso ante el gruñido que este le dio. —Que suerte que tengan ropa de sobra en casa de ella ¿No?
—Jinnie... —Taehyung cerró sus ojos cuando los hábiles dedos de Seokjin abrieron su cinturón y una mano suave y cálida tomó su erección.
—¿Tienes alguna protesta amor mío?
—Solo… —Taehyung mojó sus labios y tragó saliva disfrutando de la experta caricia de su compañero de vida. —Solo que no los he visto.
—Lo sé, no se quedarán a dormir, aunque quisieran no podrían, ellos también te han echado de menos. Tienen regalos para ti.
—¿Y la fiesta? —Tae empujó sus caderas hacia esa maliciosa mano que subía y bajaba por su pene haciendo que no pudiera contener los gemidos roncos que salían de su garganta.
—Que se joda la fiesta, celebraremos nuestro propio Halloween.
Tae se echó a reír y cuando el baño se llenó de vapor ellos entraron a la ducha.
El agua de inmediato mojó su espalda mientras no perdía de vista al maravilloso hombre que ahora estaba arrodillándose frente a él. Tae tomó un puñado de cabellos castaños suaves y echó su cabeza para atrás cuando la lengua de Seokjin lamió la cabeza de su pene.
Apretó más el agarre y gimió más fuerte haciendo un esfuerzo por no llegar hasta la garganta de su bello esposo y follarse esa boca que amaba.
El orgasmo se estaba construyendo realmente rápido y esa no era la idea que tenía en mente, pero estaba un poco cansado por el vuelo, además de las preocupaciones del juicio y sumándole que no había tenido intimidad con su esposo; Taehyung no estaba seguro si iba a poder aguantar más.
En ese momento, cuando pensó que se correría gloriosamente en la caliente boca de su amado, Seokjin se puso de pie y lo empujó contra los azulejos para besarlo. Sus lenguas se enredaron y sus pollas se tocaron de inmediato haciendo que el azabache bajara sus manos para tomar el culo de Seokjin, un glúteo en cada mano y acercarlo lo más posible a su cuerpo.
—Si, así amor —Seokjin dijo moviendo sus caderas buscando más y más fricción. —Joder, como te extrañé, Tae.
—Y yo a ti, bebé. —Taehyung acompañó el movimiento y se molió en el frente de su sexy esposo y si antes había luchado por no correrse, ahora, mientras escuchaba la respiración irregular de Seokjin que solo le indicaba que también se correría sobre su cuerpo es que él se dejó ir.
Taehyung agarró la cara más hermosa que había conocido a sus catorce años y lo besó, pero no con el hambre de siempre, sino que tomó cada uno de los temblores de Seokjin mientras llegaba a su clímax y lo besó dulcemente entregándose una vez más al hombre que compartía su vida y al cual volvería a amar en esta vida y en todas las vidas que pudieran pasar juntos.
—Te amo Tae.
—Te amo mucho más, bebé.
Cuando salieron de la ducha Taehyung agradeció una vez más por el hombre que ahora secaba su cabello con la toalla, eran afortunados por tenerse el uno al otro.
—¿Todavía quieres ir a la fiesta?
Seokjin meneó su cabeza pero Taehyung lo conocía tanto que podía ver un poco de decepción en esos hermosos ojos.
Dios, estaba tan enamorado de Seokjin.
—Estás cansado.
Taehyung acortó la distancia y arrastró su mano por el pecho desnudo del castaño hasta llegar a su mejilla. No dejó de mirarlo con adoración mientras Seokjin mantenía su mirada fija en él.
—Por ti haría todo, bebé.
Seokjin sonrió amplio, sus ojos se cerraron por el acto y Taehyung contuvo el aliento sin parpadear siquiera para no perderse el maravilloso espectáculo.
—Prefiero que busquemos a nuestros niños y a Jjanggu y volvamos aquí para pasar las últimas horas de Halloween, con suerte los mellizos y Sophie tendrán muchos dulces para compartir con nosotros.
—Amo ese plan.
—Entonces vamos por ellos y cuando estemos acostados puedes hablarme del juicio.
Taehyung bajó su mano y asintió —si, necesito conversar de algo contigo.
—Uh, yo también —Seokjin mordió su labio —creo que voy a renunciar a una película pero antes quiero que pasemos un tiempo los cinco y luego podrás darme tu consejo.
—Tenemos un plan.
Seokjin sonrió y luego se alejó para buscar su ropa, Taehyung se quedó mirando su anillo de matrimonio y sonrió porque era un hombre malditamente afortunado. Cualquier problema era pequeño si tenía el amor de Seokjin.
—¡Vamos Tae, los niños están llamando!
Taehyung se echó a reír y se apuró en vestirse. Tomó su celular y corrió detrás del amor de su vida para poder ver a las personitas que había extrañado como un loco.
🎃🎃🎃
No se cuántas personas tendrán todavía esta historia en sus bibliotecas pero agradezco a quienes si.
Tenía ganas de escribir sobre esta pareja ya que he estado releyendo un poco y los extrañé 🥺.
Bueno sin más les dejo esto y espero que les haya gustado.
❤️❤️❤️❤️
Feliz Halloween 🎃
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