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Dos


Taehyung abrió y cerró la puerta de su casa de un fuerte portazo.

—¿Y tú qué haces acá? —ladró enojado.

Namjoon alzó una ceja —Buenas tardes hermanito, estoy bien y ¿tú?

Taehyung rodó los ojos y fue directo a su refrigerador a sacar una cerveza. La abrió y caminó hasta la sala en donde su hermano estaba cómodamente sentado frente al enorme televisor de pantalla plana viendo un partido de básquetbol.

—No, en serio ¿qué haces acá?

Namjoon se encogió de hombros —Me sentía solo en casa, tú dijiste que podía venir si me sentía así.

—Si, hace tres años. No ahora que estás casado Joonie —Taehyung tomó un gran sorbo de cerveza.

—Extraño a mi marido ¿si? Y tú tienes de la cerveza que me gusta.

El pelinegro miró sobre la mesa y arrugó su ceño —Esas cervezas son de Jin.

—No lo veo aquí.

—Aunque no esté son de él.

—Ok entiendo que son para tu mejor amigo —Namjoon se rió moviendo su cabeza.

—¿Te duele el cuello o qué?

—No, solo que es gracioso que le compres cerveza a tu amigo y que él no venga ni una sola vez a verte.

Taehyung chasqueó su lengua.

—Eso no es lo importante, cuando él quiera puede venir y ahí estará su cerveza esperando, por eso no te la tomes. Te lo he dicho mil veces la etiqueta roja la puedes tomar, la verde no. La verde es la de Jinnie.

Namjoon rodó los ojos y tomó un sorbo de la cerveza etiqueta verde que tenía en una de sus manos.

—¿Porqué estás enojado?

—Yo no estoy enojado —dijo el pelinegro dejando su botella en su mesa de vidrio.

—Lo estás, soy tu hermano mayor sé cuándo estás molesto y podría apostar que tú mejor amigo tiene que ver con ese genio que estás trayendo.

Taehyung se sentó al lado de su hermano —No estoy enojado, pero hay cosas que no me parecen bien y no puedo hacer nada al respecto.

—¿Qué pasó con Seokjin ahora?

El pelinegro seguía con su ceño fruncido —¿Porqué siempre asumes que es algo relacionado con él?

—Oh vamos Tae, jamás te pones así a no ser que sea por tu trabajo o por él, desde siempre todo lo relacionado con Seokjin te pone ansioso.

—No es así, él es mi amigo Nam, es obvio que quiera ayudarlo.

—¿Entonces tiene que ver con él?

—Un poco.

Namjoon sonrió —¿Me vas a contar?

—No. Los problemas de él no son para ventilarlos con cualquier persona —Taehyung se levantó del sofá dejando a su hermano y a su cerveza ahí en la sala.

—¡Hey! —gritó Namjoon divertido —¡No soy cualquier persona maldito mocoso!

Taehyung cerró la puerta de su habitación y se tiró en la cama. Odiaba la sensación que tenía hace tres años desde que Yoongi había llegado a la vida de Seokjin. Taehyung no iba a negar lo celoso que estaba de que Yoongi robara los pocos momentos que tenía para poder compartir con su mejor amigo. Ellos habían sido inseparables desde los catorce años cuando Taehyung había llegado a la ciudad.

Recordó con una sonrisa una de las primeras veces que Seokjin lo defendió. Siempre eran distintos lugares pero el que más recordaba era lo que había ocurrido en el patio del colegio cuando uno de sus compañeros se burló de él por su forma de hablar.

El campesino, así hablaban de Taehyung en sus primeros meses en aquel colegio. Se burlaban de su ropa, de su forma de caminar, de su mochila gastada, la lista era interminable. Siempre había algo que decir acerca de Kim Taehyung.

—¡Tae! —rodó los ojos al escuchar a su hermano.

Se levantó de su cama y salió de su habitación.

—¿Qué quieres?

Namjoon estaba de pie al lado de la puerta —Me voy hermanito, voy a comprar unas cosas que Jimin me pidió.

—¿Ya volvió?

—No, pero llega mañana —Namjoon se puso su chaqueta de mezclilla —debo esperar a mi hombre como corresponde —sonrió todo hoyuelos.

—Bien, entonces nos vemos el otro mes, cuando tu marido te deje salir de la cama.

Se rieron y Nam dejó un beso en la mejilla de su hermano. Antes de salir se giró —Tae.

Taehyung quien iba hacia la cocina se detuvo —¿Qué?

—Dile a Seokjin que le debo una cerveza, ahora que lo pienso un día que tengan libre podrían ir a comer a la casa.

—Eso suena bien solo si Jimin cocina.

Namjoon se rió —Dile a Jinnie. Estamos hablando.

Taehyung botó la botella de cerveza y se quedó en la cocina sin saber que hacer.

Sacó su celular del bolsillo y buscó en sus contactos. Esperó que la línea conectará y cuando le hablaron al otro lado sonrio ampliamente.

—Hola SeoJoon ¿qué harás esta noche?

◼️◻️◼️


Seokjin entró al departamento que compartía con su novio Yoongi, dejó sus llaves sobre el recibidor que estaba al lado de la puerta y se quitó su camisa de jeans quedado solo en camiseta.

Hacía mucha calor.

El departamento estaba silencioso, fue hasta la cocina pero no había rastro de su novio, pasó por la sala y luego entro en la habitación que ambos compartían.

Yoongi no estaba por ningún lugar.

Decepcionado fue hasta el baño y se dió una ducha fría. Cuando salió buscó su ropa más ligera y se la puso. Buscó su celular y le marcó a su novio, pero no obtuvo respuesta.

Molesto tiró el celular sobre la cama.

¿Para eso había dejado a su mejor amigo solo en el restaurante del hotel?

Debía ser una broma. Su novio le había pedido volver para que ellos pudieran salir y él lo había hecho por que aún tenía la esperanza de que las cosas entre ellos funcionaran.

Volvió hasta la sala y se sentó en el sofá. Su día ya estaba arruinado y no iba a llamar a su mejor amigo para verlo de nuevo. No, Taehyung no merecía que lo buscara cuando Yoongi lo dejaba botado.

Encendió la televisión y cambio canales hasta que se aburrió.

A las ocho de la noche su flamante pareja hizo aparición en el departamento.

—Oh, estabas acá —fue lo primero que Yoongi dijo al entrar.

—¿Dónde estabas?

Yoongi no lo miró y fue hasta la cocina, llenó un vaso de agua y lo tomó de un sorbo largo.

—Estaba con Jungkook.

—Pensé que me estarías esperando —dijo dolido.

—No. Yo desperté y tú ya no estabas en la cama ¿Qué querías que hiciera?

Seokjin se sentía herido. Cómo podía aún amar a ese hombre que lo miraba como si no lo conociera, como si no supiera nada de él. Lo miraba como si fuera un completo extraño.

—Los sábados almuerzo con Tae, siempre es así por qué tú trabajas esos días y...

—Claro tu amiguito.

—No empieces Yoongi.

Su novio se rió mientras avanzaba hacía el comedor —Te vas todos los jodidos sábados con ese imbécil y quieres que yo me quede tranquilo.

—Es mi mejor amigo, lo conozco hace trece años, no veo cuál es el problema —Seokjin cruzó sus brazos en su pecho enojado. Odiaba cuando su pareja hablaba mal de Taehyung, en realidad cualquier persona que hablara mal de su amigo se convertía automáticamente en su enemigo.

Volvió a reír mientras negaba con su cabeza —Sigues siendo tan inocente Seokjin —había burla en su hablar.

Seokjin no dijo nada más, volvió a mirar la televisión y a cambiar canales. Su fin de semana arruinado completamente. Suspiró por qué ya no quería seguir discutiendo pero tampoco iba a hacer como si nada pasara.

Su relación estaba en riesgo y al parecer era el único que lo notaba.

—Mañana vamos a ir a almorzar a la casa de mis padres.

Oh no.

—Yo me quedaré, no quiero andar haciendo espectáculos. Nadie tiene que saber que estamos así.

—¿Así? —Yoongi se sentó en el sofá del costado mirándolo.

—Si, así. Ya no hablamos a no ser que sea para discutir, nos vemos muy poco porqué tú prefieres estar con tus amigos que conmigo y... Y ni siquiera estamos teniendo intimidad... Si tú crees que así se llevan las relaciones de pareja estás muy equivocado.

Yoongi lo miró, enojado con una mueca en la boca —No me dan ganas de tocarte, siempre estás tan negativo y de mal humor.

—¿Yo? —se sintió ofendido —La relación es de los dos Yoongi si ya no quieres más solo dilo... No hagas como que está todo bien entre nosotros.

—¿Qué pasaría si ya no quisiera estar contigo? ¿Dónde vivirlas? No tienes una mierda Seokjin, con ese mísero sueldo no te alcanzaría ni para comer.

—Ese ya no sería tu problema —parpadeó muchas veces para frenar las lágrimas que amenazaban con caer.

—Claro y ganarme el odio de todas las jodidas personas que te rodean. No.

Seokjin se levantó para ir a la cocina por un café, necesitaba un respiro. Cerca de Yoongi no podía pensar con claridad.

Pero nada de eso sucedió y el rubio lo siguió hasta la cocina para seguramente seguir discutiendo.

Puso la tetera sobre el fuego y a pesar de que la temperatura ambiental debía estar en unos 25°, Seokjin tenía frío.

—¡No me dejes solo si estamos hablando Seokjin! —gritó Yoongi muy enojado.

Seokjin tragó y arrugó su ceño, no le gustaba para nada la forma en que últimamente le hablaba su novio.

—¡No me grites pareces un jodido animal!

Yoongi bufó y caminó los tres pasos que los separaban y lo tomó fuerte del brazo.

—¡Sueltame! —el agarre se hizo más doloroso y Seokjin comenzó a lloriquear.

—¡Me quieres dejar zorra! —escupió cada vez más enojado —¡Me vas a dejar para ir a enredarte con otro!

—¡Sueltame Yoongi!, Me duele por favor.

Yoongi no hizo caso y apretó aún más a Seokjin. Sabía que dejaría algún tipo de hematoma más no le importó.

Y apretó aún más fuerte hasta que Seokjin lloró.

Lo soltó sorprendido de haber hecho tal acto y se acercó a abrazarlo.

—Perdón amor, no quería hacerte daño... Lo siento, yo... No volverá a suceder.

El castaño cerró los ojos. Se sentó en el suelo.

Estaba todo tan jodido. Lo sabía.

Levantó su mirada y se encontró con los ojos tristes de su novio, había arrepentimiento en ellos.

Miró su brazo que estaba completamente rojo con los dedos marcados del rubio en el. Hizo una mueca de dolor, aunque el dolor físico no se comparaba al dolor que sentía en su alma.

Yoongi seguía abrazándolo y besando su cabello. Pero ya nada era suficiente, habían traspasado un límite que jamás debía haber sido pasado. Seokjin se incorporó como pudo y llegó hasta la habitación.

Yoongi no lo siguió y el castaño agradeció eso. Fue hasta el baño, sacó algunas cosas y cuando salió de ahí fue por su bolso.

Ya no tenía nada que hacer en ese lugar.

Metió unas cuántas prendas de ropa y llenó el bolso. Puso sus documentos y miró el lugar por última vez antes de salir con su bolso al hombro.

Yoongi seguía arrodillado en el piso de la cocina.

Sin decir nada Seokjin sacó de su llavero la llave del cajón de su escritorio y sin mirar atrás cerró la puerta y se despidió del lugar que lo había albergado los últimos tres años.

Vagó hasta muy tarde por las calles sin saber realmente donde ir, en realidad sabía dónde tenía que ir, solo que no quería ser una molestía para su amigo.

Aún con su camiseta de mangas corta puesta se dió cuenta que la temperatura comenzaba a bajar y sintió frío. 

Cuando se plantó en la puerta de la casa de Taehyung Seokjin había olvidado el gran hematoma que tenía en su brazo y simplemente se paró ahí rogando que su mejor amigo aún se encontrara en casa, siendo sábado por la noche era muy poco probable que el médico se encontrara en ese lugar.

Pero parece que no todo iba a salir mal ese día y la puerta se abrió y Taehyung muy arreglado salió con el ceño fruncido.

—¿Jin?

—Hola tae —trató de sonreír pero su mentón tembló y ya no pudo decir nada más.

El médico lo observó breves segundo para darse cuenta lo que había pasado.

—¿Qué te hizo ese hijo de puta?

Seokjin bajó la mirada y llevó su mano hasta su brazo donde tenía la hematoma, de pronto se sintió demasiado expuesto ante su mejor amigo.

—Entra —Taehyung se giró y entró a la casa.

—Disculpa por haber venido asi, sé que es sábado....

Taehyung se acercó y tomó suavemente su brazo —Esto está muy inflamado, déjame revisarte para ver si hay un daño mayor.

El castaño asintió mientras pequeñas lágrimas caían por su rostro, sintió vergüenza por haber llegado de esa forma a irrumpir en la casa de su mejor amigo. Sintió vergüenza por haber sido tan débil y dejar que Yoongi lo rompiera de esa manera.

El pelinegro mordió su labio, el ceño cada vez más arrugado. Seokjin quería saber que estaba pasando por su cabeza.

—Te voy a dar un analgésico y vamos a vendar ese brazo ¿Tienes otro golpe o herida?

Seokjin negó rápidamente. Taehyung suspiró enojado, su mandíbula estaba tensa.

—¿Estás enojado? —preguntó en voz baja casi inaudible, si no fuera por qué Taehyung estaba muy cerca de él no hubiese podido escuchar.

—¿Cuántas veces hemos hablado de qué hacer en un caso como este Jin? —Taehyung acarició su mejilla y secó las lágrimas que seguían cayendo —¿Cuántas veces te dije que debías defenderte si el maldito se pasaba de listo contigo? —no había reproche en su hablar.

Seokjin mordió su labio avergonzado —Yo... Yo no supe que hacer... Él tiene más fuerza y yo simplemente me quedé ahí. Fui débil Tae yo... —volvió a llorar.

Sintió que sus piernas se ponían débil casi cayó al suelo pero unos brazos fuertes lo tomaron de la cintura evitando que cayera.

—Vamos a la cama.

A pasos lentos llegaron hasta el dormitorio principal, Seokjin se sentía mareado. Cerró los ojos y olió el aroma familiar de Taehyung, esa habitación olía a su mejor amigo, pero era más que eso. Ese olor era seguridad, era tranquilidad, era como si Seokjin supiera que en ese lugar nada malo iba a pasar.

Taehyung era su protección.

Seokjin nunca se dió cuenta cuando las cosas cambiaron entre ellos, al principio era él la persona que cuidaba de Taehyung. Lo cuidó por muchos años hasta cuando ya eran adultos incluso.

Peleas en bares y fiestas, discusiones sobre los homosexuales que siempre terminaban a golpes. Siempre debía responder por su mejor amigo, en el pasado Taehyung tenía un temperamento rebelde y jamás se quedaba callado. Siempre iniciaba las peleas y tenía que aparecer Seokjin para salvarle el trasero.

Ahora las cosas habían cambiado.

El pelinegro volvió a la habitación y dejó un vaso de agua sobre el velador, unas pastillas y vendas.

—Jinnie, tienes que tomar estas pastillas —lo ayudó a sentarse en la cama y le dió el vaso de agua.

—Gracias Tae —aún con los ojos cerrados Seokjin sabía que su amigo lo estaba mirando —¿Puedo quedarme esta noche aquí?

—Si.

Lentamente abrió sus ojos, ahora le dolía un poco la cabeza. Giró para ver a su mejor amigo sentado al borde de la cama, sus ojos estaban llorosos.

—Tae —murmuró y se acercó a él y lo abrazó. Descansó su frente en el hombro de su amigo y se quedó ahí, respirando la seguridad que Taehyung le transmitía.

Porqué a pesar de todo y todos ellos seguían unidos. Seokjin podía estar tranquilo por qué su Taetae estaba junto a él.


🖤

Segundo capítulo y publicaré hasta la otra semana.

😘😘

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