Diez
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Taehyung entró en su casa y la calidez de su hogar lo envolvió de manera brusca. Ya no estaba entrando a la casa oscura y solitaria que lo recibía cada vez que llegaba de sus turnos en el hospital, ahora lo recibia una casa iluminada tenuemente, la televisión encendida, el delicioso olor de alguna preparación hecha con anterioridad, y aunque el muchas veces odió el olor que quedaba en una casa después de la cena ahora lo estaba amando. Estaba amando el hecho de encontrar que en su casa había vida, que ya no estaba solo.
Pero no se haría ilusiones por algo que podría ser pasajero e su vida.
Dejó su bolso cerca de uno de los sofás y se encogió al ver a Seokjin arropado en una manta durmiendo con su boca ligeramente abierta. No quería hacer ruido, no quería que Seokjin despertara, quería mirarlo porque él podía ver ese rostro toda la vida sin aburrirse siquiera.
Pero al parecer la presencia de Taehyung si había sido suficiente para que Seokjin se removiera en su lugar y lentamente abriera los ojos. Se miraron un momento hasta que Taehyung decidió romper esa tensión que ultimamente estaba siempre cerca de ellos.
―¿Cenaste?
―No, te estaba esperando― Seokjin se estiró sobre el sofa, su manta cayendo al suelo y su camiseta mostrando su hermosa piel color miel.
Taehyung queria cenar, pero ya no se le apetecia la comida que Seokjin había preparado.
―No deberias hacer eso.
―¿Te gusta cenar solo Tae? ―Seokjin finalmente se levantó del sofá y se paró justo enfrente del médico.
―No es lo ideal.
Seokjin se alejó y entro en la cocina, Taehyung lo siguió de cerca.
―Entonces cenaremos juntos. Fin de la discusión.
―Bien, aunque te repito, no es necesario hacer este tipo de cosas tan...
―¿Tan qué?
Taehyung no sabía si lo que quería decir sería bien recibido, pero todo era demasiado domestico para él. Para un hombre que vivió solo desde los dieciocho era muy extraño que alguien cocinara para él o lo esperaran para cenar.
―Es muy domestico para mi Jin, lo siento, te lo agradezco pero no es necesario que pases horas cocinando para esperarme después del trabajo. Son cerca de las una de la madrugada Jin, mañana debes trabajar también... te lo agradezco, no me malinterpretes pero...
―Está bien Tae, tienes razón. Estoy adoptando un papel que no me pertece en tu vida ―sacó la comida del refrigerador y la dejó sobre una de las encimeras de la cocina ―Come tranquilo, yo me iré a dormir ―pasó por su lado pero Taehyung se interpuso en su camino.
―No te enojes Jinnie, no era para que lo tomaras así, solo que no quero que te sientas en la obligación de pensar en mí para esto ―levantó su mano para indicar la comida que estaba ahí sobre la encimera ―no quiero que seas mi cocinero Jin, yo me las puedo arreglar, como lo hacía antes de que llegaras a vivir aquí.
El ceño fruncido de Seokjin le indicó que estaba molesto por sus palabras.
―Nos vemos mañana Tae ―Seokjin dió un paso fuera de la cocina pero Taehyung se volvió a interponer.
―No, no te puedes ir enojado a acostarte, no lo hagas.
―No estoy enojado, pero sí me duelen tus plalabras porque yo siempre he cocinado para los dos, aún si no vivíamos juntos, cada vez que nos veíamos yo era el que siempre te cocinaba y jamás te importó ¿Por qué ahora te molesta tanto?
Taehyung suspiró ―ahora es diferente.
―¿Por qué? ¿es porque tuvimos sexo, es eso?
―No, no es por eso, tú mejor que nadie sabe que no es algo que cambie entre nosotros ―mintió.
―Entonces ¿qué es? No te entiendo Tae, solo es una puta cena, no es la gran cosa considerando todo lo que hemos hecho en la cama.
Taehyung miró al suelo, Seokjin no entendía por todo lo que el estaba pasando sabiendo lo cerca que lo tenía, lo cerca que estaba de perder la cabeza completamente por él. Seokjin no se imaginaba todo lo que a Taehyung le estaba costando controlar sus impulsos y no abalanzarse hacía el y besarlo como había querido desde que había puesto un pie dentro de su casa.
―No entiendes ―logró decir.
―Entonces explícame, en serio quiero saber qué es lo que pasa contigo ¿Por qué me estas alejando de ti?
Taehyung se quiso mover pero ahora fue Seokjin el que le corto el paso. Estaban muy cerca, tan cerca que Seokjin no sabia que hacer con esa cercanía.
―Tengo hambre Jinnie, hablemos mañana ¿si?
Seokjin resopló y se alejó de él. Dijo un buenas noches antes de salir completamente del lugar, pasó por la sala y cogió la manta con la que se había tapado temprano mientras esperaba a Taehyung.
Entró en la habitacion y se acostó. Apagó todas las luces y pasó sus brazos por detrás de su nuca. Observó la ventana y le gustó lo brillante que estaba esa noche. Había luna llena.
Suspiró y se obligó a cerrar los ojos y dormirse, porque las ganas que tenía de ir hasta la cama de Taehyung y acostarse ahí para esperarlo lo estaban asustando.
Seokjin realmente se estaba asustando de lo mucho que quería la tener cerca a su compañero de casa. Lo mucho que quería abrazarlo y hacerle cariño en su cabello, preguntarle por su dia y que le contara sobre sus temores.
Y eso era algo que él sabía hacer muy bien.
Taehyung miró la comida y se apoyó en la encimera. Cerró los ojos y se recriminó por ser tan idiota. Había arruinado la oportunidad de haber tenido una cena normal con su amigo, podían haber conversado de sus días y reírse por algunas cosas que hayan sucedido ese dia.
Dios, Taehyung se quería golpear porque ni siquiera le preguntó a Seokjin sobre su día en el trabajo, solo se dedicó a hacer un escándalo por la comida que ciertamente se veía deliciosa.
Entonces el médico recordó que Seokjin no había cenado por haberlo estado esperando y se arrepintió de sus palabras. Metió la lasaña en una fuente de vidrio, encendió el horno, lo dejó a una temperatura adecuada y metió la lasaña dentro de este. Salió de la cocina y fue directo a la habitación de su amigo.
Entró sin siquiera golpear, realmente él no estaba pensando con claridad, solo quería arreglar las cosas con su castaño amigo y hacer como si nada hubiera pasado entre ellos. Ya lo había hecho una vez, se sentía bastante seguro de que podría hacerlo nuevamente sin salir dañado.
La habitación estaba bastante iluminada gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana, la cortina estaba corrida en su totalidad y Taehyung podia apreciar el cuerpo de seokjin acostado de espaldas en la cama con los ojos cerrados.
―¿Jin? ―susurró.
Se acercó hasta el borde de la cama y acarició los mechones de cabello que caían sobre la frente de Seokjin, bajó sus dedos y acarició todo el contorno de su mandíbula para terminar en su mentón. Se acercó lo suficiente al darse cuenta que Seokjin estaba completamente dormido y dejo un dulce beso en su frente.
―Buenas noches Jinnie, descansa.
Taehyung se alzó y se giró para salir de la habitación pero su mano fue tirada hacia atrás. Cayó sobre Seokjin quien tenía los ojos abiertos. Taehyung sintió vergüenza de su actuar.
―¿Por qué no eres así de dulce cuando estoy despierto? ―Seokjin lo miró con esos profundos ojos marrones, Taehyung estaba casi seguro que sus pupilas estaban dilatadas.
―Pensé que dormías ―se trató de mover pero Seokjin lo tenía tomado de la cintura.
―Estaba casi durmiendo cuando entraste.
―Dejé la lasaña en el horno, déjame ir ―pidió con un hilo de voz. Aunque no quería moverse del firme pecho del castaño, todo en él le decía que se apoyara ahí y que disfrutara de la fragancia deliciosa que emanaba de Seokjin.
El castaño lo soltó y Taehyung se levantó rápidamente, humedeció sus labios y se peinó su cabello con sus largos dedos.
―Dijiste que no habías cenado, por eso vine.
―No, viniste a darme mi beso de buenas noches ―dijo Seokjin mientras se sentaba sobre la cama.
Taehyung podía decir con mucha seguridad que según pasaban los dias Seokjin se ponia mucho más provocador, más seguro y eso estaba afectando malditamente su cabeza.
―¿Porqué no vas a apagar el horno y traes la lasaña y comes aquí?
―Tengo una regla sobre comer en la cama Jinie.
―También tenías otra regla, pero creo que la rompiste la primera noche que dormí aquí.
Taehyung suspiró y recordó aquella tarde de junio, esa triste tarde en donde había perdido la real oportunidad de ser algo más con Seokjin.
Una tarde los dos amigos habían salido al cine, se habían besado mucho durante la película y Taehyung estaba bien con eso, estaba ayudando a su amigo a sentirse en confianza para que cuando se animara a besar a otro hombre que no fuera lo hiciera muy seguro de lo que hacía.
Después de la película Tae acompañó a Jin hasta su casa. Pararon unas cuantas casas antes para poder despedirse. Seokjin lo abrazó y apoyó su cabeza en su pecho para no sentir tanto frío, estaban en invierno.
El castaño levantó su cabeza y sonrió al ver la naricita de Taehyung completamente roja a causa del frío de esa tarde. Dejó un beso en ella y Tae rió, Seokjin rió también y junto sus labios en un beso suave. Lo abrazó del cuello y sintió los brazos de Taehyung en su estrecha cintura. Taehyung se dejo besar y suspiró cuando la lengua de Seokjin entro despacio en su boca.
Sus respiraciones se agitaron y Taehyung deseó poder estar en una cama en ese momento, sentía sus piernas débiles y su pantalón demasiado apretado.
De pronto sintió frío y un grito. Abrió los ojos y vió a su mejor amigo en el suelo y al padre de este mirándolo con tanto odio que Taehyung se encogió en su lugar.
Seokjin se tocó la mejilla que había recibido un certero golpe por parte de su padre y sintió ganas de llorar.
―¡Deja de hacer tus espectáculos de maricon delante de los vecinos! ¡Levántate!
Seokjin se levantó sin mirar a Taehyung, sentía una vergüenza enorme por lo que pasó por su lado y le susurró un lo siento que esperaba que su amigo escuchara.
Taehyung se quedó mirando la espalda de su amigo mientras caminaba hasta su casa.
―¡Y tú maldito enfermo, no te vuelvas a acercar a mi hijo!
El hombre caminó detrás de Seokjin y ambos entraron a la casa del castaño.
A los días después Taehyung y Seokjin acordaron verse a escondidas y Taehyung ideó una serie de reglas para que nada mas pasara entre ellos, aún si él se moría por besar a su mejor amigo.
―Si, recuerdo esas reglas.
Seokjin se levantó finalmente de la cama y se acercó a Taehyung quien se había quedado pensando en los acontecimientos de ese triste día.
―¿Qué pasó después ese día?
Seokjin ladeó su cabeza no entendiendo a que se refería el médico ―¿De qué hablas Tae?
―El día que tu padre nos vió besándonos cerca de tu casa... ¿Qué pasó despues? Jamás me lo contaste.
Seokjin se paso la mano por la nuca, no seguro de querer compartir con su amigo lo que había pasado esa noche. Una noche que lo marcaría para siempre.
―Vamos a ver la lasaña y te cuento con una copa de vino por que la vas a necesitar.
Ambos salieron de la habitación de Seokjin para poder conversar de lo que por muchos años había sido el tema más tabú para Seokjin.
🖤🖤
Este es el inicio de la maratón, no se de cuánto será ni sé si los voy a poder subir seguidos pero es lo que es xd.
Hay muchas cosas sobre la adolescencia de Seokjin que iré narrando en los próximos capítulos, habrá actos violentos tantos físicos como psicológicos.
Para que lo tengan presente desde ya
Me despido por mientras nos leemos pronto 💟
Una ya no puede vivir tranquila sin que te ataquen de esta manera. Se ven tan bien juntos que me muero y vuelvo a revivir para verlos juntos 😍.
Ahora sí
Adiós!
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