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Dieciséis

—Te dije que se estaban acostando.

Jungkook se apoyó en el respaldo del asiento, llevaban un rato largo conversando en su bar favorito y el menor no sabía cómo abordar el tema de Taehyung y Seokjin, pero ya después de muchos vasos de cerveza se estaba inhibiendo y con eso también su lengua.

Yoongi chasqueó la lengua mientras tomaba su cerveza.

—No va a resultar.

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo y seguro de eso?

Jungkook cruzó sus brazos a la altura de su pecho. No entendía al mayor, se veía como si no le importara mucho que su ex novio estuviera enredado en los brazos de su mejor amigo. Jungkook no podía ni respirar del dolor que sentía en su pecho al saber que Taehyung había decidido estar con su mejor amigo a tiempo completo como si fueran novios.

No. Ese no era el Taehyung que él conocía.

—Va a regresar a mí. Lo conozco mejor que nadie y también conozco a ese imbécil de Taehyung. Se va a aburrir de lo doméstico que es Seokjin... A veces puede ser malditamente aburrido.

—¿Y el sexo?

Yoongi arqueó una ceja y lamió sus labios —El sexo es bueno, él es bueno. Muy bueno.

—Pero lo dejaste ir ¿Porqué fuiste tan tonto?

—Yo no pensé que se iría ¿Si?

Yoongi estaba muy borracho, llevaba tomado unas tres horas y de a poco se le aflojaba la lengua.

—Oh vamos.

—Es la verdad —se encogió de hombros —Es un hombre muy predecible pero cuando se fue me sorprendió.

—Taehyung está enamorado de él. Lo sé, lo veo en sus malditos ojos ¿Cómo es que nunca me di cuenta?

—Siempre lo ha estado. Pero por eso te digo que no van a llegar muy lejos, Seokjin es como un trofeo, como una meta para Taehyung, siempre lo observó de lejos y ahora lo tiene, pero se va a aburrir.

—¿Tú te aburriste de él?

—Si —dijo sincero —puede ser muy empalagoso y absorbente.

—Si es así entonces Tae lo va a odiar.

—Exacto, es cosa de tiempo para que su cuento de hadas se acabe. Seokjin es inseguro, necesita que alguien le esté dando las pautas para avanzar y Taehyung es del tipo libre.

—Lo conoces mejor que yo parece ¿Cómo es eso?

Yoongi mordió el interior de su mejilla, estás entregando demasiada información .

—Años de escuchar a Seokjin hablar de él.

—¿Tanto así?

—Si. Qué Taehyung era el mejor pediatra del hospital y le dieron una jefatura a los veintiséis, que su familia lo adora y que son como sus jodidos segundos padres —escupió enojado —mi padre lo ama tanto o más de lo que lo hace el viejo Kim pero para él nunca fue suficiente.

—Vaya... No lo sabía, pensé que tu padre no era de esos tipos.

—No lo es. Pero con Seokjin fue diferente, él se lo ganó por el estómago y mi viejo lo adora.

—¿Él sabe que ustedes ya no están juntos?

—No. No puedo decirle su salud ha estado delicada y no lo quiero preocupar.

Yoongi se tomó lo que quedaba de su trago y sintió unas enormes ganas de estar junto a Seokjin, lo extrañaba tanto.

—¿Qué haremos?

—Nada. Déjalos estar juntos, te digo que eso no va a durar... No hagas nada infantil Jungkook, si te comportas como un mocoso Taehyung no va a volver a ti nunca más.

—No soy un mocoso —hizo un puchero y arrugó su entrecejo.

—Como sea, me voy. Estoy cansado y quiero dormir un poco.

Jungkook asintió y se quedó que en su sitio cuando se acercó a él una chica de la universidad. Yoongi alzó una ceja y el menor se encogió de hombros.

El profesor arregló su cabello rubio y salió del bar.

Caminó un poco hasta donde sabía podía tomar un taxi. Pero alguien  lo tomó de la cintura y lo empujó hacia una fría pared de cemento.

—¡Qué mierda!

—Hola, no sabía que saldrías esta noche.

—Salí por un trago, no es la gran cosa.

—Estas borracho —dijo el hombre que lo miraba con una ceja alzada.

—Lo estoy.

—Mañana hay clases profesor Min.

Yoongi chasqueó su lengua y giró su cabeza para dejar de mirar los labios del hombre que tenía enfrente de él.

—Mi horario es flexible no como el tuyo.

El hombre se rió y se alejó un poco —¿Quieres que te lleve?

—Lo que sea.

El hombre se encaminó hasta su vehículo y sonrió cuando vio a Yoongi tambalearse por la calle.

¿Esa noche finalmente el flamante profesor Min Yoongi sería suyo?

No estaba seguro pero estaba ansioso por comprobarlo.


∘◦♡◦∘

Seokjin revisó la etiqueta del vino que tenía en su mano. Era un Merlot, vino dulce y sabroso que se podía acompañar con variadas preparaciones. Tomó dos botellas y las metió dentro del carrito de supermercado. Avanzó hasta llegar a el pasillo de los postres. Sonrió al ver a Taehyung tan concentrado en escoger un postre helado para esa noche.

Se quedó un momento observando el perfil del hombre con el cual compartía su día a día.

Su tez canela, su mandíbula perfilada y su hermosa nariz.

Su corazón se agitó en su pecho.

Él aún no podía encontrar las palabras exactas para poder describir todo lo que Taehyung le hacia sentir. Su sola presencia era una inyección de energía difícil de descifrar.

Estaba un tanto lejos del médico por lo que pudo apreciar el momento en que un hombre se acercaba a él.

Se quedó mirando un poco antes de acercarse a Taehyung.

Ellos seguían en la etapa sin etiquetas y eso estaba bien. Por el momento. Pero había algo en ese hombre que miraba de una forma que estaba haciendo que el castaño apretara sus puños.

Estaba muy cerca de Taehyung. Demasiado.

Decidió que era momento de hacer aparición. Casualmente, por supuesto.

—Tae ya tengo el vino.

El azabache sonrió y asintió mientras se acercaba hasta el carrito y metía dos cajas de helado.

—Y yo tengo el postre.

Ambos se quedaron mirando y fue el hombre que estaba claramente sobrando en la ecuación el que habló primero.

—Bueno yo me voy, fue un gusto haberte visto Taehyung. Tienes mi número ¿No? Podríamos salir a tomar algo por ahí... Ya sabes, como en los viejos tiempos.

El médico dejó de mirar a Seokjin para darle una mirada en silencio pero lo bastante seria al sujeto que aún no se retiraba.

Aclaró su garganta y sonrió tan gélidamente que Seokjin se sorprendió de lo frío que se veía.

—Oh, Jiwon eso no va a suceder —se humedeció los labios y se acercó hasta el castaño y lo tomó por la cintura. Seokjin abrió los ojos sorprendido por su repentino movimiento —Yo estoy  felizmente con este hermoso hombre —besó su mejilla y volvió a sonreír hacia el tipo que estaba con la boca muy abierta. Claramente sorprendido de que Taehyung esté presumiendo a alguien.

—Lo siento, yo no sabía que estabas en pareja.

—Lo estoy —ahora Taehyung miró a Seokjin y su sonrisa volvió a ser cálida y amorosa. Seokjin podía ver amor en sus ojos y sin pensarlo mucho lo tomó de la mandíbula y lo besó con lengua y todo.

El hombre se fue y Seokjin apretó a Taehyung hasta que este soltó un gemido en sus labios.

—Mío —susurró el castaño en sus labios.

Taehyung se lamió sus labios y también los de Seokjin en el proceso.

—Todo tuyo cariño.

Una señora pasó moviendo su cabeza en desaprobación y ambos se separaron sonriendo.

Llegaron a la caja y pagaron por sus productos.

Llegaron a la camioneta del médico. Esta vez era Seokjin quien iba manejando, puso algo de música para amenizar el camino.

Una canción de Everglow hizo que Taehyung moviera sus dedos siguiendo la pegadiza melodía.

Seokjin movía su cabeza mientras Bon Bon Chocolat seguía sonando dentro de la camioneta.

El castaño se estacionó. Ambos se bajaron y buscaron las bolsas en el asiento trasero.

Seokjin se quedó mirando la casa de los Kim-Park y un leve escalofrío recorrió su espalda.

Esa noche iba a ser una prueba para ambos.

—¿Estás listo? —preguntó el médico cuando estuvo a su lado.

—¿Para fingir que no dormimos juntos todas las noches?

Un suspiro escapó de la boca de Taehyung.

—Jinnie...

—Lo sé, no es lo mismo tomar mi mano delante de un extraño al que no vamos a ver más a que sea con tu familia ¿Cierto?

—Dame tiempo... No es tan fácil. Es Nam el que está dentro.

Seokjin se obligó a relajarse. Taehyung tenía razón, ellos habían acordado mantener todo en secreto por un tiempo pero Seokjin se estaba preguntando si sería una buena idea.

—Vamos.

Avanzaron hasta la casa y el castaño rogó porque esa noche saliera todo bien como lo habían planeado.

Namjoon fue quien abrió la puerta y los invitó a su hogar.

—¿Cómo están?

Seokjin se quitó la chaqueta y atrapó a Taehyung mirándolo con la boca entre abierta y como no, si esa noche había decidido ponerse una camisa blanca ajustada.

Se veía malditamente bien y Seokjin lo sabía.

Sonrió mientras le entregaba los vinos al dueño de casa.

Jimin salió de la cocina con un delantal amarrado a su fina cintura.

—¡Qué bueno que llegaron!

Se abrazaron y todos se acomodaron en la grande isla que estaba en medio de la cocina.

—¿Y qué tal las cosas en casa? —preguntó Jimin mientras guardaba los postres en el congelador.

Taehyung se rascó la nuca y articuló un rápido bien, mientras Seokjin fue un poco menos obvio y respondió.

—Todo bien, no estamos mucho en casa, los horarios y todo eso. Pero va bien.

Jimin les dedico una enorme sonrisa con ojos en medialuna y todo.

Namjoon estaba con los ojos entrecerrados mientas buscaba las copas.

—¿Y ustedes cómo han estado? —Seokjin sentía la mirada de Namjoon sobre ellos.

—Bien, yo estoy con unos días libres.

—¿Dónde fuiste de viaje esta vez Jiminnie?

—Italia.

—Oh, que genial.

—Asi es —Jimin levantó la cabeza ya que estaba terminando de aliñar las ensaladas y miró a Taehyung —¿Y tú porque estás tan callado?

El médico negó con su cabeza.

Seokjin quería darle un golpe por lo mal que estaba actuando.

—Solo sé tú Tae —susurró cerca de su oreja cuando Jimin volvió a lo suyo y Namjoon ya no estaba cerca de ellos.

—Esto está listo, vamos a comer.

Jimin se sacó el delantal y llevó las dos fuentes a la mesa que ya tenía mucha comida sobre ella. Namjoon fue por la carne que estaba en el horno y se sentó junto a su marido.

Taehyung y Seokjin se sentaron frente a ellos. Muy cerca el uno del otro.

Conversaron de todo, deportes, los viajes de Jimin, los pacientes de Taehyung, intercambio de recetas etc. Era una velada tranquila.

—¿Cuando van a la granja?

—La otra semana, tenemos unas cosas que ver aquí todavía.

Nam asintió pero los estaba mirando demasiado. Seokjin estaba casi seguro que el ingeniero sabía todo lo que estaba pasando entre ellos y eso lo tenía un poco nervioso.

Por años Namjoon había sido el perfecto hermano mayor, siempre considerado y preocupado. Taehyung sabía que si alguien sabía lo que estaba pasando en su casa ese era su hermano mayor.

Namjoon quería a Seokjin, pero nunca había estado contento en el pasado cuando Taehyung llegaba llorando del colegio por qué había visto a Seokjin besando a otro chico. Él fue su paño de lágrimas cuando su hermanito sufría por un amor imposible.

—¿Postre? —Jimin se levantó y Seokjin también lo hizo.

Recogieron los platos y fueron a la cocina.

—Deja todo ahí y siéntate, hoy eres invitado Jin.

El castaño volvió a su lugar y Namjoon se levantó para ayudar a su marido en la cocina.

—¿Te sientes bien? —Seokjin acarició la mejilla del azabache.

—Si. Pero creo que esto fue una mala idea.

—¿Porqué? La cena estaba deliciosa Tae.

El médico sonrió y le robó un rápido beso —Eso no... El escondernos. Creo que no es lo mejor.

—Yo creo que tu hermano no va a estar contento, nunca me ha mirado bien...

—Eso tiene una razón cariño —susurró para que no los escucharan desde la cocina.

—¿Y esa cual es?

Jimin hizo un extraño ruido y llegó con los postres. Eso ayudó a que ellos se separaran antes de que él llegara hasta la mesa.

—Esto se ve delicioso, gracias por acordarte que amo el pastel helado.

—De nada cuñadito.

Seokjin se terminó su copa de vino y aceptó con gusto su plato con pastel.

Los cuatro siguieron conversando sobre muchas cosas y cuando dieron las doce los supuestos mejores amigos se despidieron de la pareja y retornaron a su hogar compartido.

Taehyung suspiró cuando ya estaban dentro de su casa. Sentía que todo el peso de la cena se iba de sus hombros.

Se acostó en el sofá mientras Seokjin se quitaba su chaqueta y la dejaba en el colgador.

—Creo que pasamos la prueba —se dejó caer al lado de Taehyung y acarició perezosamente su muslo.

—Espero... Aunque ya no quiero esconderme Jinnie.

—Solo llevamos un mes juntos Tae, yo no quiero que me odien.

—Nadie podría odiarte cariño.

Buscó su boca para un beso tierno y dulce. Succionó su labio y chupó un poco antes de separarse.

—Donde tus padres va ser diferente.

—Si.

—¿Crees que ellos nos apoyaran?

Taehyung apoyó su cabeza en el amplio pecho del castaño sus dedos comenzaron a hacer círculos sobre su abdomen plano y sexy.

—Yo creo... Jamás he llevado a ningún novio a la casa grande, nunca les he mostrado ese lado de mi.

—Lo sé —el castaño acarició los cabellos negros, sus ojos se comenzaron a cerrar.

Una sonrisa tiró de su boca al saber que él sería el primer novio para Taehyung.

Taehyung también se sintió flotando mientras se quedaba dormido en los cálidos brazos de su ¿Novio? ¿Amante? No importaba que era Seokjin para él pero estaba claro que era lo mejor que le había pasado en toda su vida.


∘◦♡◦∘

Namjoon terminó de guardar el último plato y se estiró en medio de la cocina, estaba realmente cansado después de la velada con su hermano y su mejor amigo.

Apagó la luz y se dirigió hasta su habitación en donde su esposo ya estaba acostado esperándolo.

—Todo en orden corazón.

Jimin dejó su libro en su mesita auxiliar y le dió una sonrisa a su marido.

—¿Me vas a decir porque has cargado con esa cara toda la noche?

—¿Qué cara?

Jimin rió —¿Qué pasa?

—Nada.

Namjoon se sacó su camisa y su pantalón. Solo en bóxer entró a su baño para cepillarse los dientes.

Cuando terminó buscó su pijama y solo se puso el pantalón. Entró en la cama.

—No sé qué pasa entre esos dos.

Jimin asintió —Sabía que algo te tenía así.

—No me enoja sabes... Pero me hubiese gustado que lo dijeran. No tienen dieciséis años ¿De qué se están escondiendo?

—Seguramente no quieren que los juzguen, ellos han sido mejores amigos la mitad de sus vidas, es normal que tengan miedo... Además tú tampoco has sido muy considerado con tu hermano.

—¿De qué hablas Minnie?

—Digo que cada vez que Taehyung ha llegado donde ti llorando por Seokjin has sido un tanto insensible amor.

—Yo no quiero que sufra.

—Por supuesto que no, yo tampoco quiero eso, pero tú mismo has dicho que ya no es un adolescente. Tienes que dejarlo que tome sus decisiones y debes apoyarlo siempre.

—Lo hago, siempre lo he hecho.

Jimin acarició el dorso de la mano de su marido —Y lo seguirás haciendo, lo sé. Pero trata de no ser tan ¿Pesado? Con el tema de Seokjin. Si ellos se quieren dar una oportunidad nosotros debemos apoyarlos.

Namjoon suspiró y miró a su hombre —Te amo. Eres tan asertivo siempre.

—Lo sé. Ahora bésame y hazme el amor.

Namjoon lo tomó de la cintura y lo subió a horcajadas sobre sus muslos.

Jimin comenzó a moverse lentamente mientras pequeños gemidos llenaban la habitación.

Sería una larga noche en la casa de los Kim-Park.

🖤🖤

No tengo nada que decir solo que me gusta mucho leer sus comentarios 💜.

Qué tengan bonita noche 😘

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