Cuarenta y uno
Capitulo dedicado a mis
bellas lectoras que me han apoyado mucho ❤️
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Kim Yongsun arrugó su ceño al
ver la casa frente a ella, no tenía nada en contra de los modestos hogares de las poblaciones de clase media, pero esa casa en particular era la más fea de la calle. La pintura estaba resquebrajada, no tenía flores o árboles a la vista, había una buena cantidad de material en desuso frente a la propiedad.
Definitivamente no había ni una pizca de cariño en ese lugar.
—Disculpe ¿Busca a alguien?
La rubia se giró y un chiquillo la miró descaradamente. A ella no se le movió ni una pestaña mientras era observada, estaba acostumbrada a ese tipo de miradas, ya había tenido que batallar contra su hijo cuando viajaron para que no saltara como león furioso cuando algún hombre la miraba de manera indecente.
Quiso sonreír ante el recuerdo.
—¿Tú vives aquí?
Mingyu sonrió y asintió —Si.
—¿Tus padres están?
—Creo que si... ¿Quién eres?
Yongsun suspiró exasperada. Hizo una mueca con su boca y volvió a mirar en dirección al impertinente chico —Llama a alguno de tus padres, por favor.
Mingyu entró a la casa y luego de varios minutos salió una mujer mayor o por lo menos así se veía a ojos de Yongsun.
—Mi hijo me dijo que usted necesita hablar con nosotros ¿Qué necesitas?
—Hola, buenas tardes, mi nombre es Kim Yongsun, ¿Tú eres Hye soo?
—Si.
—Soy la madre de Jin, creo que tenemos una conversación pendiente.
A la mujer se le desfiguró el rostro. Se acercó hasta la reja y dejó entrar a la elegante mujer a su casa. De pronto la vergüenza la embargó, su casa era muy modesta para recibir a una mujer con ese porte. Yongsun no quería ser irrespetuosa, pero ese lugar no podía llamarse hogar, sintió una punzada de dolor en su pecho al saber que su hijo había vivido tantos años en aquel sitio.
Hye soo se quedó en medio de la sala mientras la rubia miraba el lugar.
—¿Quiere un vaso de agua?
—No, gracias... Jinnie me dijo que dejó unas cosas en este lugar hace años, yo quiero saber si esas cosas están disponibles.
La mujer arrugó el ceño claramente molesta —Las tiramos a la basura, Seokjin se fue hace muchos años.
Yongsun respiró —¿Usted está consciente que los puedo demandar por maltrato? Me bastaría un informe de la Psiquiatra de Seokjin para hundirlos más de lo que ya están.
—Nosotros hicimos lo que pudimos... No era nuestro y le dimos techo y comida.
—Si y también le dieron inseguridades y humillaciones gratis ¿No? —la rubia buscó su celular —te voy a preguntar de nuevo Hye soo ¿Las cosas de mi hijo están en algún lugar?
La dueña de casa tragó y se movió nerviosamente por la sala. Balbuceó unas cosas y luego llamó a gritos a su hijo. Mingyu no tardó en aparecer y ambos intercambiaron palabras sin mirarla.
Yongsun estaba perdiendo la paciencia en esa casa. Suspiró.
—La habitación de Seokjin está por acá.
Madre e hijo caminaron por la sala y abrieron una puerta que Yongsun no había visto al entrar. Los siguió y trató de no llorar cuando vio que el cuarto era tan pequeño como la casa de su perro. Apenas cabía una cama y un armario tan viejo y destartalado que le dieron ganas de quemar todo.
¿En esas condiciones había vivido Seokjin toda su vida?
La rubia fue dejada sola en ese pequeño lugar y miró por la habitación que no tenía ventanas y solo una luz artificial iluminaba el lugar.
Habían unas cuantas cosas en las paredes. Fotografías.
Yongsun pudo distinguir claramente a Taehyung en una de ellas, las otras eran Seokjin en su adolescencia, lo pudo distinguir por sus facciones más aniñadas.
Tomó su celular y sacó fotos por la habitación, al parecer nadie había entrado en un largo tiempo, estaba todo lleno de polvo y Yongsun estaba segura que más de una araña saldría de tan oscuro lugar.
Luego de mirar y tomar las fotos, mandó un mensaje y pocos minutos después estaba entrando por la puerta de la "habitación" su asistente personal y amiga.
—Oh por dios, ¿Qué es este basural?
Moonbyul ex contadora de la empresa de seguros de vida de los Jeon hizo ingreso con dos cajas de cartón apiladas una encima de la otra. Las dejó sobre la cama y se dedicó a mirar por el lúgubre espacio.
—Aquí hicieron dormir a mi pequeño Jinnie.
—Definitivamente no merecen el perdón de Jinnie.
—No. Saquemos las cosas que se puedan rescatar. —Yongsun miró a su amiga —gracias por haberme acompañado.
—Ni que lo digas, conozco a Seokjin hace muchos años. Es triste que se haya criado en estas condiciones... Pero ahora vive bien, él lo hizo muy bien ¿No?
—Lo hace y se merece lo mejor del mundo.
Ambas sonrieron y comenzaron a meter varias cosas en las cajas. Yongsun abrió el armario y había muy poca ropa que rescatar. No llevaría eso, su hijo tenía dos armarios enormes en la casa en la que ahora vivía con su esposo Taehyung.
Observó una caja cerrada y la levantó, la abrió despacio porque estaba segura que algún bicho saldría de ahí. Moonbyul se acercó y ambas miraron en el interior.
—¿Qué es eso?
—No lo sé... Creo que es como un cuaderno.
—¿Lo llevamos? —preguntó la castaña.
—Creo que sí, si está aquí debió ser importante para mí Jin.
Cuando ambas cajas estuvieron medias llenas y las fotografías de las paredes arrancadas; ambas mujeres salieron de la casa hasta la camioneta de la rubia.
Antes de irse Yongsun volvió a pararse frente a la mujer que tantos años atormentó la vida de su hijo.
—No quiero que lo llamen más, sabía que caerían como buitres cuando lo presenté como mi hijo legítimo... Tengo mucho poder Hye soo, que no se te ocurra andar ventilando la vida privada de mi hijo, ya sabes. Estás advertida.
Yongsun se montó en su camioneta y ambas mujeres ajustaron sus cinturones de seguridad, partieron rumbo a casa de Yongsun sintiéndose un tanto mejor por haber hecho un poco de justicia para su hijo.
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Taehyung bufó molesto, estaba tan tenso tratando de encontrar su maleta que la mandíbula le dolía. Su padre o quien en el pasado lo fuera, había tenido una falla renal y una hemorragia posterior a eso, no había muerto pero si estaba muy grave en el hospital.
Seokjin miró a su marido y trató de relajado acariciando su espalda, pero este estaba ido. Completamente enojado por haber tenido que interrumpir su luna de miel.
—Tae, amor.
El azabache lo miró y una fina línea se dibujó en sus labios.
—Sé que esto no es culpa de ninguno de los dos, pero ahora mismo estoy muy enojado Jinnie.
El castaño lo dejó, no quería discutir con su marido, por lo que buscó su teléfono y le respondió el mensaje a Jihyo que temprano le había enviado preguntando la hora de llegada de su vuelo.
Luego de casi cuarenta minutos ambos salieron del aeropuerto cargando sus maletas, no alcanzaron a comprar nada para regalarle a la familia, apenas habían estado dos días en Santorini y tuvieron que regresar. Jin tenía un poco de pena por la interrupción, pero a pesar de que todo relacionado a Kim Samuel lo ponía ansioso, trataría de acompañar a Taehyung, aunque este parecía querer matar a alguien en vez de estar preocupado por la salud de su padre.
—¿Si? —Taehyung contestó su teléfono con la furia marcada en su voz.
—Tae... ¿Vienes en camino?
—Quiero pasar a dejar las maletas antes a la casa ¿Porqué?
—El doctor acaba de decirme que ya no hay nada que hacer... Hay que entrar a despedirse.
El tono de voz de su hermano fue neutro pero él sabía que Namjoon seguramente se estaba aguantando un sollozo. Su corazón se sacudió un poco ante esa información, no iba a negar que una parte de él tenía pena por como habían terminado las cosas con su progenitor.
—Iré para allá —dijo finalmente.
La llamada finalizó y el azabache buscó la mano de su esposo para calmarse un poco. Seokjin lo miró y apoyó su cabeza en el hombro de Taehyung.
—Se va a morir... Iré al hospital enseguida pero te ayudaré a bajar las maletas en casa.
Seokjin negó —Vamos al hospital, podemos tener las maletas cerca de nosotros.
—Cariño... No, no lo hagas.
—Lo hago por ti amor, no te voy a dejar solo en un momento como este.
Taehyung cerró sus ojos y volvió a negar pero sabía que cuando Jin decía algo lo cumplía a cabalidad y estaba tan agradecido de tenerlo en su vida. A pesar de la incomodidad su Jinnie estaría ahí para él y eso llenaba su pecho de amor.
Seokjin le dio la nueva dirección al taxista y se enrolló nuevamente en el torso de su esposo.
Luego de media hora estaban bajando del vehículo con sus maletas y sus estómagos revueltos.
Namjoon y Jimin estaban abrazados mientras miraban por la ventana del pasillo, muy cerca de ahí estaba la UCI, en donde su padre se debatía entre la vida y la muerte.
Cuando Taehyung y Seokjin llegaron se saludaron los cuatro y Nam tomó del hombro a su hermano para alejarlo de sus respectivos esposos.
—¿Tú ya pasaste?
—Si. Aún está despierto, balbuceando y llamándote.
Taehyung lamió sus labios y su mirada se fue hasta Seokjin que estaba apoyado en la pared con su semblante triste. Y no era extraño, para nada, su esposo tenía un corazón enorme, incluso Taehyung estaba seguro que Seokjin podría perdonar a Samuel, pero él no estaba muy seguro de poder lograrlo.
Una enfermera salió, preguntó por los familiares de Kim Samuel. Ambos se acercaron y ella les informó que el hombre había comenzado el doloroso tránsito hacía la agonía y que estaba llamando desesperadamente a su hijo menor.
Namjoon preguntó si le estaban dando algún fármaco y ella asintió.
Taehyung tragó y entró a la UCI en compañía de su hermano.
Jimin invitó a Seokjin a ir por un café, no era necesario quedarse en ese lugar mientras el azabache se despedía de quién fuera en el pasado el hombre más importante de su vida.
Seokjin quería ir rápido por el café y volver para cuando su marido saliera. Sabía que por muy enojado que estuviera Taehyung con su padre; el estado del mayor no era algo para seguir siendo rencoroso. Él mismo se sentía con ganas de perdonar ¿Quién era él para no aceptar unas sinceras disculpas?
Aunque Kim Samuel jamás lo buscó para pedir disculpas por su nefasto comportamiento. Jamás trató de enmendar su error y Seokjin estaba seguro que ese era lo que más le dolía a Taehyung.
Ambos cuñados se sentaron en la cafetería y tomaron su café conversando de diversas cosas mientras esperaban a los hermanos Kim.
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Taehyung aclaró su garganta y Namjoon fue el primero en hablar cuando estuvieron al lado del hombre.
—Taehyung está aquí —Nam tocó su hombro suavemente odiando la sensación de vacío que se estaba expandiendo en su pecho.
El azabache tragó y dio un paso más hacia la camilla. El hombre parpadeó y le dio una pequeña sonrisa cuando sus ojos se conectaron.
Ellos eran un poco parecidos, mientras Namjoon había heredado su altura y una gran capacidad para aprender todo tipo de cosas fácilmente, Taehyung heredó sus ojos gentiles y profundos.
Por eso dolía tanto verlo casi moribundo y tener la enorme necesidad de mandarlo a la mierda por sus acciones en el pasado.
Tae todavía sentía rabia dentro de él y no era bueno que, si su última conversación iba a darse en ese lugar; su padre se fuera sin el perdón de su hijo.
—Tae —murmuró —gracias por venir... Pensé que no lo harías —tragó saliva sintiendo su garganta demasiado seca.
El azabache no dijo nada más y el hombre cerró los ojos.
Namjoon y Taehyung se miraron.
—Cometí grandes errores en mi vida, algunos de los cuales me llevaron a perder a mi familia, a mi hijos —tosió —hay algo que ustedes no saben y estará bien si no me... Si no me perdonas Tae.
Taehyung quería que el hombre abriera los ojos.
—Yo supe en algún momento, en la adolescencia de Seokjin que él era un Jeon... Y saqué provecho de ese secreto.
El azabache arrugó su ceño y miró a su hermano mayor nuevamente, Nam estaba tan sorprendido como él.
Taehyung comenzó a sentir esa horrible opresión en su pecho cuando algo relacionado con Jin sucedía. No podía dar crédito a lo que había escuchado.
Dio un paso atrás y negó con su cabeza incapaz de sentir lástima por el hombre que estaba muriendo en esa camilla.
Miró a su hermano y susurró las palabras más difíciles que había tenido que decir en toda su vida —No puedo... No puedo perdonarlo Nam —lágrimas cayeron por sus mejillas.
Samuel abrió los ojos y susurró con su último aliento —Lo siento hijo.
Namjoon gritó y se tiró sobre el cuerpo de su padre. Lloró mientras le hablaba sobre sus futuros hijos que no conocería, le susurró palabras de amor y agradeciendo por haber sido un buen padre con él.
Taehyung estaba como una piedra viendo la escena. Se sentía abrumado por lo que a pasos vacilantes caminó hasta la salida y cuando sintió el aroma tan familiar de su marido se arrojó a sus brazos mientras Jimin entraba corriendo a ver a Namjoon.
Seokjin lo abrazó fuerte y dejó que llorara en su hombro. Acarició sus cabellos negros suavemente mientras sentía el cuerpo de su marido temblar en sus brazos.
Minutos más tarde Taehyung dejó de sollozar y se armó de valor para levantar la mirada y mirar a su esposo a los ojos para decirle que su padre había encubierto la gran mentira que envolvía su nacimiento y posterior adopción irregular.
Sintió tanta vergüenza al ver esos ojos bondadosos que nunca hacían daño, Seokjin jamás hacía daño y la vida había sido tan dura con él, las personas habían maltratado tanto su persona que Taehyung realmente estaba orgulloso del hombre que tenía a su lado, Seokjin era un gran hombre.
—Jinnie... —Tae sorbió su nariz tratando de encontrar las palabras para que el peso de las mismas no fueran tan devastadoras. —Él... Ese hombre que alguna vez fue mi padre ayudó a encubrir tu verdadero origen —su voz se quebró —Lo siento amor... Lo siento mucho.
Seokjin tensó la mandíbula pero no dijo nada, simplemente volvió a abrazar a su marido y alejó todo rencor de él.
Samuel ya estaba muerto.
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Dos meses después del fallecimiento de Kim Samuel todos parecían haber encontrado la calma que sus corazones necesitaban.
Ambos hermanos Kim arreglaron el funeral de su padre y Namjoon fue el encargado de dar unas palabras a nombre de la familia. El discurso fue escueto y corto. Los Jeon tuvieron la desfachatez de llegar a la ceremonia.
Seokjin no asistió al funeral a petición de Taehyung y ese día había salido con su amiga Jihyo.
Ahora, Seokjin admiraba su nueva casa con una sonrisa en su boca. Esa tarde habían decidido hacer la inauguración, un poco tarde pero eso no fue impedimento para que su cuñado Namjoon y Jimin llegaran en compañía de la madre de los Kim.
Por otra parte estaba Yongsun siendo tan bella como solo ella podía serlo conversando de lo más animada con Jihyo, quién había decidido retomar su relación con Sana y ahora ambas estaban de la mano conversando y riendo en su sala.
Seokjin jamás pensó que cumpliría sus más grandes sueños. Nunca pensó que se casaría con el hombre que amó desde su adolescencia y que cada día amaba un poco más, no pensó que podría tener una familia que lo quisiera y ahora la tenía... Tenía a toda esas personas maravillosas que compartían con él cada logro de su vida.
—Cariño —Taehyung lo abrazó por la cintura y apoyó su cabeza en su hombro —Jihyo quiere hablar con nosotros.
Seokjin asintió mientras veía a la mujer moverse por el lugar y pasar por la sala de juegos para luego salir hacia la terraza.
—¿Te dijo que quería? —preguntó el castaño mientras se movía de su lugar. Se excusó con sus invitados y de la mano de su esposo salieron hacia la terraza.
—No dijo nada —Taehyung sintió la fría brisa, quedaba muy poco para que llegara el invierno.
Vieron a la morena mirando hacia la costa y cuando sintió que los hombres se acercaban a ella se giró y entrelazó sus dedos un tanto nerviosa por la decisión que había tomado.
—¿Qué pasó Ji?
La mujer sonrió y miró a su mejor amigo con cariño —Yo he estado pensando estos meses en algo... Jinnie, tu sabes lo importante que eres para mí, eres como el hermano que no tuve y siempre has estado conmigo... Yo les quiero hacer un regalo a ustedes, sé que me van a tildar de loca, pero les aseguro que estoy muy consciente de esto.
Taehyung no entendía nada pero la chica seguía sonriendo dulcemente por lo que el azabache pensó que no podía ser tan malo lo que les quería decir.
—¿Qué es Ji? Dilo por el amor a Dios.
Ella rió y tomó una mano de cada hombre —Quiero darles un hijo... Quiero darles la posibilidad de ser padres legítimamente y eso lo podemos lograr con-
—Vientre subrogado —interrumpió Taehyung atónito.
Seokjin abrió su boca en una perfecta O y sintió sus piernas débiles.
Jihyo siguió sonriendo dulcemente mientras veía los ojos de esos fuertes hombres cristalizarse ante el regalo que ella les estaba ofreciendo.
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El próximo es el último capítulo y luego el epílogo.
Vientre subrogado es una muestra de amor, es muy diferente al vientre de alquiler, con la gestación subrogada no hay dinero de por medio, por eso es un acto de amor infinito. Se usa mucho entre madre e hijas o mejores amigas como Jihyo.
No se qué más decir aquí...
Viva el JintaeJin ❤️
Lxs amo un montón 🤧❤️
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