Capítulo Especial III
Beomgyu y Yeonjun se miraban en silencio mientras escuchaban a sus padres discutir en la cocina.
No era tan a menudo que eso sucediera pero cuando sucedía ellos no lograban concentrarse en nada más ya que era muy extraño ver enojado a su papi Seokjin.
—¿Crees que cenaremos en algún momento?
—No lo sé —Yeonjun se encogió de hombros y volvió a reproducir un tutorial sobre crochet en Youtube que estaba viendo desde que había despertado.
—¿Cuando jugaremos videojuegos, Junnie?
—Espera, quiero enseñarle a la abu Sun a hacerse una bonita mandala.
Beomgyu rodó los ojos entendiendo cada vez menos a su mellizo. Él no lograba a comprender por qué a su hermano le gustaba tanto pasar sus horas entre madejas de lana e hilos interminables que Jjanggu trataba de masticar y que jamás quería soltar una vez que entraban a su hocico.
Negó con su cabeza y dejó a su hermano en la sala. Caminó hasta la cocina pero paró de golpe cuando casi al llegar escuchó a su papi Seokjin susurrar. Él sabía que era malo escuchar conversaciones ajenas, pero tenía hambre por lo que se quedó fuera de la puerta de la cocina escuchando a sus padres discutir.
***
—¿Desde cuando te ves con él?
—¿Estás bromeando, cierto? —Taehyung se cruzó de brazos y luego recordó que una colega le había dicho que jamás hiciera eso cuando estuviera discutiendo algún asunto importante, entonces los bajó y los dejó sobre su cintura —Él llegó ayer a la consulta ¿Que querías que hiciera, que lo echara?
Seokjin tomó un poco de lechuga lavada y la tiró sobre la tabla para picarla. Tomó un cuchillo enorme y comenzó a cortar enojado.
—No lo sé, quizá no salir a tomar un café con él…
—Jinnie —Tae intentó por tercera vez desde que había entrado a la cocina acercarse a su esposo pero este no dejaba que lo tocara.
—Él desapareció, no es como si quisiera tomar té todos los días con él, pero no tuvo las ganas de hablar conmigo cuando tuvimos oportunidad ¿y ahora cree que puede venir y mandar a su voluntad por que es él? ¡Que se joda!
Taehyung suspiró y lo tomó por la cintura. —Amor, han pasado tantos años... Nosotros tenemos una vida preciosa aquí, él solo quiere ver a sus sobrinos.
—No son sus sobrinos.
Taehyung resopló —Bien, no llegaremos a ningún lado. Iré a ver a los niños.
Seokjin no dijo nada mientras terminaba de cortar la lechuga, cuando la puerta se cerró dejó el cuchillo de lado y cerró sus ojos. Apoyado en una de las encimeras de su cocina lamentó que Jungkook volviera a su vida, él realmente no tenía nada en su contra, pero a Seokjin todavía le pesaba el secreto de su nacimiento.
Él siempre había sido repudiado por los Jeon y no podía confiar en Jungkook de la noche a la mañana, ¿que pasaría si solo se estaba acercando para hacerle daño a sus hijos?
¿Y si Jungkook era como la matriarca de los Jeon?
Seokjin negó y suspiró molesto por el curso de sus pensamientos, estaba temeroso de tener que contar la otra parte de su historia a sus pequeños, él no quería que sus hijos lo vieran con lástima por la mierda de crianza que había tenido. Tampoco quería decir abiertamente que los Jeon lo habían desechado como si hubiese sido basura, pero con la llegada de Jungkook las cosas estaban por cambiar.
Seokjin lo presentía.
Se movió por la cocina y sacó el pollo del horno que cenarian esa noche. Luego tomó las fuente con ensaladas y salió de la cocina rumbo al comedor.
Al llegar allí sonrió al ver todo puesto en su lugar sobre la mesa, Taehyung siempre se encargaba de aquello.
Lamió sus labios buscando a su marido por el lugar pero no lo encontró. A lo que se sumó que sus niños parlanchines y desordenados tampoco estaban haciendo ruido.
Seokjin volvió a la cocina y dejó el horno en mínimo. Luego tapó la fuente con papel aluminio y la metió de nuevo al horno para que mantuviera el calor y se terminara de cocinar. Se quitó el delantal y sonrió cuando lo colgó.
Yeonjun realmente era bueno cociendo con la máquina que habían comprado para él. Y a pesar de que muchos de sus compañeros de clases molestaban a su pequeño en el colegio por sus aficiones, su niño no parecía importarle demasiado. Bueno también había que sumar el factor Beomgyu que no dejaba que nadie se acercara a su hermano, ya varias veces habían tenido que asistir con Taehyung a hablar con el profesor de ambos por las peleas constantes en las que se veían envuelto ambos hermanos Kim.
Sonrió más amplio mientras salía de la cocina.
Amaba a su familia, amaba profundamente lo que había construido con Taehyung y quizá por eso se estaba mostrando demasiado protector con todos ellos, pero no quería que ningún Jeon tuviera siquiera un mínimo acercamiento a los suyos y lamentablemente Jungkook era un Jeon y él no podía confiar.
Y también eso pesaba en Seokjin ya que él mismo también tenía la sangre de esa familia.
Caminó hasta la sala en donde encontró a sus hijos cada uno haciendo lo de siempre.
—¿Han visto a su papá?
Yeonjun negó sin dejar de mirar el vídeo que estaba reproduciendo desde temprano, esa técnica se le estaba haciendo muy interesante.
—Está en la terraza. —Beomgyu dijo levantando su mirada de su tablet —se ve triste papi ¿Ustedes se van a separar?
Seokjin negó de inmediato —¿De donde sacaste eso, bebé?
El niño se encogió de hombros y la conversación capturó la atención de su mellizo —en nuestro colegio dicen que los padres se separan siempre.
—Uh si — Yeonjun dejó su vídeo en pausa y miró a su papi —en nuestro salón solo hay tres niños que sus padres están así como ustedes.
Seokjin tomó asiento en uno de los sofás de la sala y miró a sus hermosos mellizos —los adultos a veces tenemos problemas pero si se conversan y se solucionan todo se hace más llevadero. Yo amo a su padre desde siempre prácticamente —el castaño sonrió y sus niños también lo hicieron —solo hemos tenido un pequeño desencuentro pero lo vamos a solucionar.
—¿Es verdad que papá dijo que estarían juntos hasta que fueran muy abuelitos?
—Así es cariño. Juntos para siempre.
A Yeonjun le brillaron los ojos.
Beomgyu por su parte solo quería cenar, tenía tanta hambre.
Seokjin se puso de pie —en cinco minutos cenaremos, laven sus manos por mientras y si llega Sophie me avisan —el castaño caminó hasta la puerta corrediza y la deslizó lentamente. Se abrazó a sí mismo cuando el viento despeinó sus cabellos. Observó como los tenues rayos de sol iluminaban su jardín. Avanzó lo suficiente hasta encontrar a Taehyung apoyado en la baranda de la terraza mirando hacia el mar.
Cuando llegó hasta él lo abrazó por la cintura y apoyó su mentón en el hombro de su compañero de vida. Su alma gemela.
—Siento haber sido tan terco. —Jin dejó un beso en el cuello de Taehyung y lo estrechó un poco más fuerte oliendo esa fragancia tan familiar que tenía su esposo en su ropa.
—Ser terco es tu esencia, amor.
Seokjin rió —Lo siento, creo que exageré un poco.
—Yo puedo entender, de verdad, pero Jungkook tiene un poco de razón. Y quizá yo no me expliqué bien, pero él no es que quiera ver a los niños a la fuerza, primero quiere hablar contigo —Taehyung se giró y observó los bonitos ojos de su esposo. Los años seguían pasando y él seguía anhelando ser quien le diera toda la felicidad que se merecía. Toda la felicidad que le arrebataron cuando nació —tampoco te puedo obligar, nadie podría, él es parte de tu triste historia y yo no soy quien para forzarte a aceptar aún si él tiene algún parentesco con nuestros niños.
Seokjin sonrió sin mostrar sus dientes. Su corazón mucho más tranquilo ahora que había hablado de mejor manera con Taehyung.
—¿Crees que él está haciendo esto de corazón? —el castaño mordió su labio unos segundos —¿Crees que podría ser una buena idea?
—No lo sé, la verdad es que a mí también me tomó por sorpresa, pero se veía sincero.
—Mi mamá me llamo en la mañana para contarme que Jungkook había vuelto, al parecer al primer lugar donde aterrizó fue a tu consulta.
Taehyung sonrió —bueno supongo que pensó que si hablaba conmigo yo podría ser una especie de mediador.
Seokjin rodó los ojos —¿Coqueteó contigo? —preguntó curioso.
—Solo dijo que me veía igual de impresionante que hace nueve años... O algo así.
Seokjin asintió —lo haces, te ves increíblemente sexy. Aunque tengas algunas canas aquí.
Tae se tocó la sien y rió —supongo que nos hacemos viejos —sus manos apretaron la cintura del otro y el poco espacio que había quedado entre ellos se hizo nada cuando Taehyung besó a su esposo.
Seokjin pasó sus brazos por el cuello de su hombre y cuando sus lenguas se encontraron él se derritió un poco más ante ese ataque.
Las manos de Taehyung descendieron hasta el trasero de Seokjin tratando de acercarlo mucho más.
—Mhm, ¿Quieres repetir lo de anoche?
Taehyung jadeó —si fuera por mí lo haría todos los días. Como antes.
—¿Como cuando éramos solo nosotros dos?
—Si, ¿recuerdas que lo hacíamos en todos lados?
Seokjin se rió sin dejar el cuello de su esposo —supongo que teníamos mucho tiempo acumulado en nosotros en esa época.
—Uh si, no me hagas recordar en los hombres que hubieron antes de mi.
—¡Eres un descarado! —Seokjin lo besó dulcemente —si hay alguien aquí que debería estar ofendido por el historial de uno de nosotros, ese sería yo.
—Tienes razón, pero tú siempre has sido mejor persona que yo —Tae sonrió de lado —aunque hace mucho que solo eres mío y solo mío.
—Siempre lo fui bebé, solo que fuimos muy tontos para no hablar de nuestros sentimientos antes.
Tae lamió sus labios —siempre he pensado que hicimos las cosas mal, pero que nos sirvió para darnos cuenta de que estábamos destinados a estar juntos. Hicimos muchas cosas por separado, nos hicimos daño sin quererlo realmente pero al final de todo llegamos a lo que tenemos hoy y no hay día en que no agradezca por aquello.
—Tan lindo siempre. —Jin juntó sus labios y suspiró cuando Tae lo giró para que estuviera ahora él apoyado en la baranda —te amo Taetae.
Taehyung metió su lengua y saboreó la boca ajena. Jamás se cansaba de besar a su hombre.
No sintieron los pequeños pasos acercándose hasta que alguien tosió.
Se separaron solo para ver a Yeonjun con sus manos sobre sus ojos.
—Papis —llamó — llegó Sophie.
—Oh cariño —Seokjin se movió primero y se rió al ver a su hijo así —ya puedes mirar, solo estábamos hablando con tu papá.
—Uhm —Yeonjun quería decir que él había visto como parecía que su papá Tae se comía a su papi, pero era mejor no decir esas cosas. De todas formas había visto sólo un segundo antes de taparse los ojos.
—Vamos por la princesa entonces —Taehyung avanzó por la terraza y esperó a que ambos entraran para él también hacerlo.
Seokjin observó la pantalla de seguridad y apretó el botón para que la enorme reja de entrada se abriera y así dejar entrar el vehículo en donde venía su pequeña. Luego de eso corrió a la cocina por que había olvidado el maldito pollo dentro del horno.
Esa tarde la hija mayor de los Kim había sido invitada a la casa de una de sus amiguitas. Sophie era muy amistosa y no tenía grandes problemas para que las personas a su alrededor de encariñaran con ella.
Taehyung abrió la puerta justo cuando su pequeña estaba frente a esta.
—Hola bebé.
—Hola papá, la tía dice que no se puede bajar por que tiene que ir rápido a otro lugar.
Taehyung levantó su mano para despedirse de la mamá de la niña y cerró la puerta —menos mal que tiene cosas que hacer, sino iba a querer quedarse a cenar.
Sophie rió y se quitó su chaqueta para luego colgarla en el pequeño armario de la entrada.
—¿Donde está papi?
—En la cocina seguramente, lava tus manos.
Taehyung le gritó a los niños que fueran hasta el comedor y él se metió en la cocina para ayudar a Seokjin con la cena. Todavía no entendía por qué su esposo no quería contratar a alguien para que cocinara.
Ya tenían a una persona que iba día por medio a hacer aseo, otra para el jardín que era lo bastante extenso. Pero Seokjin se negaba a tener una cocinera o cocinero en casa.
—Los niños ya están en la mesa.
Seokjin asintió mientras trozaba el pollo. Era una preparación bastante sencilla pero él amaba cocinarla para su familia.
—Ya está listo.
Ambos salieron de la cocina y cuando se sentaron junto a sus niños confirmaron una vez más la maravillosa vida que llevaban juntos. Podían tener muchos problemas y también discusiones pero la comprensión que sentía el uno por el otro ayuda enormemente a que fuera todo mucho más llevadero.
***
—Estoy cansado y eso que hoy no hice nada —Taehyung se metió en la cama e inmediatamente abrazó a su esposo por la cintura.
—El lunes los niños deben llevar materiales, mañana saldré a comprar con ellos.
—Bien —Tae besó el cuello de Seokjin —Sophie quiere ir al cine, la llevaré.
—Mhm… —Seokjin se giró y atrapó los labios del azabache —¿Estás listo para mi? —acarició los mechones húmedos que caían sobre la frente de su marido.
—Si, estuve jugando en la ducha.
El castaño lamió la mandíbula del otro y deslizó sus manos por todo ese pecho color caramelo, sus uñas rasguñando suavemente todo el torso desnudo. Cuando sus manos llegaron a la cinturilla del boxer Seokjin lo bajó lentamente y lamió sus labios como si no hubiese probado esa polla jamás en su vida.
Se deslizó un poco más abajo y lo tomó entre sus labios haciendo gemir de inmediato al hombre bajo él. Su lengua se deslizó lentamente por la extensión y repitió muchas veces haciendo que Taehyung respirara con dificultad ante lo lento del movimiento.
—Jinnie amor, por favor.
—No —susurró el castaño mientras volvía a chuparlo —no te puedes correr Tae —se lo llevó hasta la garganta mientras su esposo maldecía echando su cabeza hacia atrás sobre las almohadas.
—Maldición. Amo que mandes.
Seokjin se incorporó y se movió por la cama hasta su mesita auxiliar en donde estaba el lubricante que después de esa noche tendría que ser escondido junto con los otros elementos que sus niños no podían ver.
Volvió a la cama y dejó el lubricante a un costado. Se acercó hasta el rostro de Taehyung —No te acostumbres a que sea dócil aquí, ya sabes que me encanta amarrarte y hacerte rogar amor mío.
Tae asintió mordiendo su labio mientras sentía la mano de Seokjin acariciar su polla. —Oh mierda.
El castaño volvió a su lugar entre las piernas de su esposo. Echó un poco de lubricante sobre la palma de su mano y luego la deslizó por su polla. Siseó cuando el líquido hizo contacto con su dura extensión. Tomó otro poco y abriendo las piernas de su hombre deslizó dos dedos por la abertura ya dilatada haciendo mucho más fácil su trabajo. No necesitó demasiado para enterrarse de una vez dentro de él apretando su mandíbula como cada vez que lo tomaba.
Taehyung gimió buscando las estocadas de su esposo, la cama se movía y chocaba levemente contra la pared sin hacer ruido alguno, gracias a los tapones acolchados que había puesto en aquel lugar el azabache días antes. Su garganta se secó mientras resistía las estocadas salvajes de su esposo. Una sonrisa se dibujó en sus labios al sentir como Seokjin sin mucha delicadeza hacia que su cabeza chocara a su vez contra el respaldo de la cama. Y es que hacía mucho tiempo que no sentía a Seokjin de esa manera, más rudo y salvaje. Gimió y su boca fue tomada por su esposo.
—¿Hace cuanto hace que no acabo en tu lindo rostro bebé?
Tae se obligó a respirar adecuadamente pero su orgasmo se estaba construyendo más rápido de lo que él quería.
—Quiero que lo hagas amor, todo tu semen en mis labios. Dámelo —dijo en un lastimero pedido.
—Tócate bonito. —Seokjin lo embistió una vez más gruñendo en el proceso —pero no puedes acabar.
—Maldición —Taehyung cerró sus ojos unos segundos antes de comenzar a bombear su polla.
Seokjin lamió sus labios, el sudor recorría su cuerpo, pero se sentía satisfecho con lo que estaba sucediendo en su habitación. Hace mucho tiempo que no había podido tener esa clase de encuentro con Taehyung. Y es que al convertirse en padres habían olvidado un poco lo que podían llegar a hacer en la cama.
No era como si sus otros encuentros no fueran satisfactorios, nada de eso, solo que al volverse más adultos algunas veces olvidaban en algún momento que podían seguir siendo salvajes y sexys en la cama a pesar de los años que llevaban juntos y de todo lo hogareña que resultaba la vida de ambos.
—Bien bebé, me queda poco —Jin lo besó nuevamente sin dejar de moverse.
Tae bombeo más rápido y fuerte su polla. Quería gritar por lo bien que se sentía hacerlo de esa manera. Sintió el hormigueo subir por su zona baja y él mordió su labio fuerte para no gritar mientras eyaculaba en su mano y abdomen. Su mano libre y limpia se fue hasta el rostro de Seokjin para quitar el cabello húmedo de su frente y así mientras se miraban sonrieron.
Seokjin respiraba con dificultad mientras lo embestía, ahora, más despacio.
—Te amo Taetae —Jin se movió y lo penetró un poco más profundo haciendo gemir alto a su esposo.
—Las paredes insonorizadas fueron realmente un buen gasto.
Seokjin se rió y salió del interior caliente de su marido —¿Estás listo bebé?
—Siempre, Jinnie.
Tae lamió sus labios al ver los ojos encendidos y feroces de su esposo. Amaba verlo así, lo hacía rememorar sus mejores encuentros cuando eran solo ellos dos.
Seokjin hizo un ruido desde el fondo de su garganta mientras se masturbaba cerca del rostro de Taehyung. El primer chorro cayó cerca de sus labios y lo restante en el mentón y su cuello.
Agotado Seokjin dejó caer su cabeza en el respaldo de la cama mientras este sonreía completamente exhausto.
—Deja que te limpie —Jin estiró su brazo hasta la mesa auxiliar y tomó un pañuelo para luego limpiar todos los restos que quedaron en el rostro de Taehyung y en el abdomen de este. Cuando hubo finalizado dejó un besito en sus labios sintiéndose satisfecho y malditamente feliz.
Se acomodaron y apagaron la luz de la lámpara más grande, dejando solo una que iluminaba tenuemente la habitación
—¿Deberíamos revisar el cuarto de los niños?
Seokjin asintió tomando su teléfono. —Mira, están durmiendo.
Tae miró la pantalla y asintió sus ojos cerrandose por toda aquella deliciosa actividad física. —Vamos a tener que quitar esas cámaras en algún momento —dijo con sus ojos ya cerrados a esa altura.
—Lo sé, démosle unos años más y luego le damos la privacidad que necesitarán… ¿Tae? —Seokjin dejó el teléfono en su mesita auxiliar y se acomodó en el pecho de su amor —creo que a Sophie le gusta un niño.
—¿Que? —todo el sueño del azabache se fue al carajo en ese minuto —¿Mi Sophie?
Seokjin rió entre dientes —Si… está creciendo muy rápido no ¿crees?
—Oh dios, no estoy listo.
—Bebé por dios.
Taehyung se cruzó de brazos sobre su pecho odiando el hecho de no poder meter a su niña en una cajita de cristal.
—Es mi niña, no quiero que le hagan daño, bueno a ninguno de ellos.
—Es inevitable. —Seokjin mordió su lengua. Estaba a punto de decir el nombre que su pequeña le había confiado, pero el castaño sabía que a Taehyung no le gustaría escuchar.
—Al primer imbécil que le haga daño lo partiré a puñetazos.
Seokjin se rió más fuerte y luego negó con su cabeza divertido.
Luego de la cena con sus niños habían jugado y ese había sido un bonito momento que no siempre podían lograr por los horarios de ambos y las obligaciones de sus hijos. Pero aún así Seokjin no había dejado de pensar en Jungkook y ese anhelo de conocer a sus pequeños.
—¿Tae?
El azabache había vuelto a cerrar sus ojos pero aún le quedaba un resto de energía para hablar con su esposo como cada noche —dime amor.
—¿Tienes algún número para comunicarme con Jungkook?
Taehyung miró a su esposo en la oscuridad de la habitación la tenue luz que había hacia que él pudiera ver claramente los ojos inquietos de Seokjin. Las dudas sobre aquello.
—¿Estás seguro?
—Si… Los niños son de los dos y yo decidí por ambos y eso no estuvo bien. Hoy estuve pensando que yo crecí solo, sin primos, ni tíos, ni nada. Los niños tienen a sus abuelas y sus tíos... Tienen a Jihyo pero no sé, quizá no sea tan malo que lo conozcan.
—No es necesario que lo llames enseguida, dale una vuelta más al asunto si quieres.
—Si, eso haré. —Seokjin besó por última vez a su esposo y se giró en la cama —buenas noches bebé.
Tae sonrió y se giró para abrazar a la otra mitad de su corazón. Dejó un beso en su nuca y respondió —Buenas noches amor.
***
El cuarto capítulo especial será el final de todo y nos despediremos para siempre de esta historia
(。•́︿•̀。)
Tengan un bonito día (≧▽≦) ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro