—Actualmente.—

Instituto mental INSIDE.

Nader Dewey.

Estoy bien.

Estoy bien.

Estoy sano.

No hay nada anormal en mi.

Escribo una y otra vez cada noche antes de dormir y reprimo esos impulso agresivos que aveces salen de mi.Recuerdo también que todo es gracias a mis padres,mi madre quien intento ocultar todo lo que mi padre le hacía y el que siempre era cruel y hostil conmigo.

Todo eso sumándole al trastornó psicópata hereditario,y que ahora tengo que ser cuidado por mi tío Jonathan.Me recuesto en la cama blanca y miro hacia al techo,tengo tantas ganas de salir al exterior y saber que va a pasar en mi futuro saber que voy a hacer ahora que ya supere las muertes de mis padres,del shock mental del que había quedado.Cierro los ojos hasta quedar dormido.

***

Avanzo por los pasillos de INSIDE,y me encuentro al doctor Tomlinson,el líder de el sitio.Lo saludo y sigo a mi enfermero.Después me deja libre para pasear por mi antojo como siempre,tomo un bloc de dibujo y me encamino hacia el campo,en lo más lejano intento trazar algo pero nada viene a mi cabeza.Solo la imagen de mi madre,varias veces y es lo que tengo que hacer cuando acabo.Vuelvo de nuevo al campo pero está por los rosales del instituto y me quedo a medio camino al verla,es la tercera vez está semana.

Veo como su doctor le quita la máscara de hierro,y la desata de las manos,le libera las muñecas de esas gruesas cadenas.
Mientras que le libre los pies y ella se gira,empieza a mirar las rosas,su rostro es bellísimo es la primera vez que la veo siendo liberada de eso que la aprisiona siempre.

Ella toca todas las rosas con sus largos y finos dedos,su rostro es tan fino que encanta,su rostro es alargado,su nariz recta,una mirada asesina con ojos de sirena adornados por dos faros color grises,un cabello obscuro como la noche y una piel pálida por qué nunca le da el sol.Y unos perfectos labios definidos.

Ella es Jade Kavannagh.

Una preciosura,es una joven chica que creció con un hogar disocial,fue recogida a los doce años de una casa hogar y a los trece internada en este instituto,lleva más años que yo aquí.Pero es la única que eh visto solo tres veces y me a cautivado.Recorro sin pensarlo su cuerpo con mis ojos,su doctor está distraído con otra enfermera,es grande y fuerte.Para mantenerla a raya.Suponiendo que es peligrosa,todos dicen que es letal.Pero no la eh visto hacer absolutamente nada.

Mis ojos bajan a su cuerpo es bastante delgada debo admitir,no tiene pechos,y poco trasero,incluso se le ve mucho el pelvis y la clavícula,no parece lo suficiente fuerte como para asesinar a alguien.Pero aún así es magnífica para mí.

Me encanta.

Y no lo se por que,siempre desee ocultarle este sentimiento a mi madre para que no pensara que soy un monstruo pero al parecer no funcionó nada,se que ella murió creyendo que yo no era bueno,y no hará nada para romper eso,ante ella soy bueno,y no he tocado ninguna otra vida aunque la de mi padre,es todo.No hice más.No soy un asesino a sangre fría,tampoco disfruto el dolor,mucho menos quiero herir gente solo...si lo hago,no siento nada.

La chica desaparece y tengo que moverme un paso para encontrarla—¿Por qué me miras?

Su voz suave pero peligrosa me hace girar la cabeza,encontrando la a un lado de mi pero a una distancia prudente,lleva una rosa y está a cortado su mano,de ella escurre sangre.Sus ojos me miran fijamente pero tiene una expresión triste.

Mis ojos bajan de sus ojos a sus labios,luego ella hace lo mismo pero escruta mi rostro,mi cuerpo todo a detalle,aunque no hay mucho que ver gracias a los trajes del hospital,una pijama gris.Me gustaría desnudarme para que me mire,y vea que tan bueno estoy.Aun que...sonara raro esto,pero,ella me gusta quiero tenerla.

La quiero.

—No te miraba¿Que te hace creer eso?

Ella frunce sus cejas,y se da la vuelta es todo,avanza hacia su enfermero.No dice nada,se acerca a él,y le susurra algo,el me mira asiente y empieza a encadenarla de nuevo,la arrastra hasta adentro de el hospital.

Camino a paso lento y encuentro a mi enfermero este me guía hasta mi cuarto,donde me recuesto y empiezo a trazar el rostro de la chica.La que me ah robado el corazón.

***

En la cita con el médico el me hace preguntas—¿Dime cómo te sientes hoy?

Mi dedo repiquetea el sofá,mi mirada está perdido recordando a la chica,no eh podido sacarme la de la cabeza,me gusta tanto.—¿Quién es la de el cuarto rojo?

El doctor se detiene en su escritura y me mira extrañado—¿Que?

—La chica,la que está en el cuarto rojo.

El doctor asiente—No deberías saberlo como paciente.

—Solo dilo y ya está,mi tío te paga para eso.

El doctor resopla irritado—El Jade Kavannagh,es la chica que llegó a corta edad por asesinato a su familia,la internaron para que supere sus trastornos—Eso si me interesa y mucho.

—¿Que tantos tiene?

—Tiene trastorno Psicópata, trastorno de identidad disociativa.Asesino serial y manipulación,también dicen que tiene déficit de atención.

Mis cejas se elevan un poco asombrado,la chica es todo un caso,pero aún así me gusta—¿Tu puedes conseguirme una cita?

—No.Nader.

—Vamos...inténtalo

—No,es mi última palabra.

—Wade,por favor....

El rueda los ojos—Lo intentaré.

Sonrió abiertamente y preparo algo para conocerla,tomo un dibujo camino a paso lento para llegar a dónde quiero y al final soy interceptado por mi tío.

—Sobrino....que grande estás.—Murmura evitando que pase a su lado,tira de mi suéter regresando frente a el.

Ruedo los ojos—¿Que haces aquí?

—Preparando tus papeles este año sales de aquí,según el doctor estás más sano para vivir en el exterior e integrarte a lo normal.Despues de todo ya tienes veintidós,podrás estudiar una carrera decente.

Camino a paso lento para intentar huir pero me jala del suéter,me regresa frente a el—¿Y si no quiero?

—Tienes que vivir en el mundo real.

—Pero Jonathan....

—Por favor,quiero que seas alguien de bien,no quiero que estés aquí toda la vida.

Hago una mueca y no lo miro—Es que ahora que recuperaste tu puesto,y la mansión.No quiero volver ahi,regresar me trae malos recuerdos.

—No lo harás,vendí la mansión y instale una residencia nueva para nosotros.Es un inicio juntos,un ciclo que ambos debemos cerrar es lo que Isabella quería,que fueras feliz.

Suspiró por qué es cierto,así que sin pensarlo más asiento—Esta bien tío,lo haré.

—Vale muchacho,te veo más tarde.

Avanza tan seguro,apesar de tomar su lugar sigue siendo el,usa camisas negras polo,jeans y tenis,su cabello perfectamente peinado,no usa barba para tener cuarenta y tantos,y después de todo.Sigue solo.

Corro para llegar a los rosales,esconderme y ver a mi chica.Ella de nuevo se esconde y me encuentra .—Sigues mirándome.

—Eres preciosa.

—Estas ciego.

Río por qué es linda,desdobló el dibujo y se lo extiendo,ella dudosa lo toma y lo abre,sus cejas se elevan asombrada y después me mira—¿Soy yo?

—¿Verdad que eres bonita?

Ella asiente—¿Es para mí?

—Si.

Ella no dice más,guarda el dibujo como si fuera un tesoro importante y me mira—¿Cuál es tu nombre?

—Nader Dewey.

—¿El que se extravió?¿Al que acusan de asesinato?

Asiento con pesar—¿eso dicen?pues supongo.

—Eres...lindo.—Dice ella.

Después camina y empezamos a charlar tan cómodamente,que al final no quiero irme.No cuando la conocí a ella.

Mi tío al final,me indica que en un mes saldré de aquí,y que instalará todo para mí regreso,según el se encargo de limpiar mi nombre y que yo soy una víctima de asesinato y robo.Es todo,aún nadie sabe lo que hice...nadie sabe la nota que deje aquella tarde.

Y nadie lo sabrá.