
Extra.
10 años despues.
—... y así es como los doce jóvenes huyeron de la isla...— habló una joven, ya adulta, asiática acariciando lo que parecía una panza de embarazo. Mirando a dos niñas enfrente de ella, sonrió.
Esta mujer, era nada más y nada menos que Lonnie. Su cara cambió ya no parecía la misma niña que arribo las costas Francesas. Era una nueva y mejorada Lonnie, con un chongo arriba, amarrado con un lápiz cruzado.
—Amor, yo recuerdo que eran catorce jóvenes— respondio su novio una vez que la mujer terminó de hablar.
Jay por su parte conservaba aún el cabello largo un poco abajo de sus hombros, que en es momento lo traía recogido en una coleta baja con mechones salidos a los lados de la cara. Su apariencia física cambió ya que un vello fácil adornaba la parte superior de sus labios, un poco más robusto y marcado que antes.
—¡Eran dieciséis!— una de las niñas habló.
—Sí, también habían dos señores con ellos... — aclaro la otra niña.
—Creo que esta vez tienen razón las niñas... — susurro Jay al oído de su novia.
—Cierto, Bella y Adam... — susurro para ella, casi inaudible para las niñas.
—¡Pero mamá se te olvidó la parte donde los jóvenes llegan a la costa de Francia! ¡Justo aquí!— una de las niña de cabello castaño claro con ojos color avellana, exclamó saltando de su asiento.
Sí, es Annie. Una niña completamente sana y feliz ya con diez años de vida. Diez años donde la joven pareja decidió adoptarla y hacerse responsable de ella, con ayuda obvia de sus amigos
—¡Si tía! Dicen muchas personas que los vieron llegar a la costa.— la niña junto de ella tenía el cabello negro con unos perfectos ojos azul claro.
—Niñas...no creas todo lo que dicen las personas. Saben que es una leyenda, mitad es verdad y la otra no.—otra mujer ingresó a la habitación guiñando el ojo hacia Lonnie.
—¡Pero mamá! Esta historia fue real, hoy cumple diez años desde que ellos llegaron— otra vez la niña de cabello negro exclamó.
—Jade, mi amor, hazle caso a tu madre.— un Carlos ya no tan niño ingresó junto a ella.
Apesar que los dos, Jane y Carlos, eran los más jóvenes del grupo -por un año- nunca desperdiciaron ese tiempo, pues en las últimos días antes de espacar de la Isla, una tal vez primera vez no salió tan bien. Pues cuando llegaron a tierra Jane resultó estar embarazada con apenas una semana.
Fue duro, pero lograron manejarlo y gracias a eso, Annie no creció sola ya que ella y Jade se tenían la una a la otra.
Un peculiar bigote y barba en forma de candado, hacían parecer más grande al joven adulto de 27 años.
Sin importar los años Jane se seguía viendo tan fresca y alegre como siempre.
—¡Ya llegó por quién tanto lloraban!—exclamó una voz masculina abriendo la puerta de entrada, era Ben.
Que en brazos tenía a un niño de aproximadamente siete años. El niño tenía ojos verdes y una mezcla de colores en su cabello, predominando el castaño pero en ocasiones se llegaba a ver rubio.
Atrás de él estába Mal, una mujer ya adulta, tenía su cabello corto con mechones morados en las puntas. Y también como Ben, en brazos a un bebé, una niña. Una versión de ella en pequeña.
—¡Adam!— dijeron casi gritando las dos niñas acercándose al niño.
Pues en memoria de su padre, Ben nombró así a su hijo. Ellos, los ex reyes al tratar de remediar su error, guió a lsa fuerzas de policías e investigadores a la Isla para por fin acabar con el virus que tanto la amenaza.
No resultó tan bien como hubiesen querido, pues terminaron tambien contagiados, un posible karma.
Después de ese insidente, la Isla fue cubierta en cuarentena. Nadie podía entrar ni salir. Ya nunca dieron noticias al respecto, unos aseguran que ya terminaron con todos los caminantes, otros dicen que la explotaron por cualquier riesgo a los países alrededor.
Aunque hoy en día en los medios y en la prensa se sigue contando la historia como si apenas hubiera pasado, el secreto de que ocurrió con con la isla, sigue siendo un verdadero secreto.
Asi también como el paradero de los catorce jóvenes -y la niña- sobrevivientes, o como todo el mundo los llamaba los niños perdidos. Cuando arribaron la costa diez años atrás, la prensa los llegó a conocer, los responsables que la historia se hiciera conocida.
Ellos respetaron su decisión del anonimato, pero hasta la fecha se decía que esos chicos huérfanos podían estar conviviendo a tu alrededor, sin saber que de verdad eran ellos, los famosos niños perdidos.
—Mamá tu no sabes contar la historia. ¡Tía Mal tu lo cuentas más interesante que ellos!
Vio con cara indignada a sus padres.
—Si mamá— dijo el pequeño Adam.
—Niños han escuchado esa historia miles de veces... — musito Ben.
—¡Estuvimos apunto de una apocalipsis zombie!— grito de emoción Adam.
Niños, jamás cambiaran.
Pará ellos guardar ese secreto fue duro al inicio y más al adaptarse a su nueva vida. Un pequeño secreto que guardarán hasta el día de su muerte.
—Tia Mal, cuenta la parte donde encuentran a la bebé perdida. Dicen que cuando llegaron aquí, la fueron a dejar a una casa de hogar, al orfanato "Blossom"
Y esa era una de las consecuencias de que la prensa hablara, ya que la historia se modificó al punto donde llegaban a contar que sólo sobrevivieron cinco de los dieciséis.
—¿Quien te dijo eso Ann?— preguntó su papá suavizando su voz.
—Mi maestra me dijo eso cuando vio que era adoptada. Me dijo tal vez podía ser yo, ¡La bebé perdida!
Todos los presentes se quedaron viendo mientras que Jade comenzó a reírse.
—¿¡Tu!? Es imposible eso— dijo entrerisas.
—Ya hablamos de eso amor— Jay despeino su cabello.
—¿Quien está listo para ver el monumento?— interrumpió emocionado Ben viendo a sus amigos, estos tenían una cara de odio hacia el, pues no le habían dicho nada a sus hijos
—¡Si! ¡Si! ¡SI!— gritaban los tres pequeños emocionados, que en poco tiempo se retiraron de la sala para ir por sus cosas.
—Enserio que nunca dude de tu idiotes, Ben— dijo enojado Jay.
—¡Estas demente!— grito Jane al mismo tiempo.
—¿Enserio te quieres casar con el M?—grito esta vez Carlos mirando a su amiga.
—Desde que comenzó hablar Annie no se ha sacado de la cabeza esa estúpida historia— habló Lonnie tensado sus manos.
—¡Tampoco Jade!— grito su padre.
—¿Ustedes creen que Adam ha superado esa historia? Ayer no durmió emocionado por el monumento que le harán a los "Niños perdidos" que arribaron la costa hace diez años.
—Olvidaste el mínimo detalle que esos jóvenes somos nosotros, diez putos años cultando la verdad.
—Amor tranquila, es solo un monumento. ¿No creen que sería lindo ir al lugar donde nuestras vidas reiniciaron? como dijimos al inicio, nadie se debe de enterar, será un secreto hasta la muerte.
Los jovenes adultos dudaron no tan seguros. Siempre escaparon de esas historias, de los periódicos y las noticias. Aprendieron a vivir con eso, fue algo que quedó marcado por siempre en la historia del mundo. Y aúnque fue una triste y traumatica aventura también fue divertida y emocionante, algo tan espontáneo que no creían que iba a cambiar sus vidas por completo.
—Aparte, hoy llegan Harry, Uma y Gil después de su viaje a Europa.
—¡Audrey deja de gritar que no te entiendo!— espetó otra persona llegando a la casa— Aja... sisi te entiendo... — dijo al teléfono.— ¡Enserio! No puedo creerlo, ¡Eso es magnífico!— la mujer de mechones en las puntas azules ingresó a la habitación donde estaban todos, junto con unas bolsas en sus manos. — No se que haría sin ti Audrey.
Colgó el teléfono con una sonrisa de oreja a oreja.
—Creo que alguien tendrá una tienda de ropa en España— grito emocionada— Me dijo Audrey que la pasarela de moda Evie's 4 heart fue un éxito total, arrasó con toda la ropa.
—¡E, eso es fantástico!— exclamaron todos emocionados por el logro de su amiga.
—No es que me moleste pero pudiste haber tocado... — dijo divertido el papá de Jade.
—Esta abierta la puerta... — dijo el prometido de Evie llegando con otra bolsa en su mano.
Diez años después de la llegada, Evie y Doug construyeron su vida, logrando por fin el sueño de Evie, ser la mejor diseñadora de Europa.
Con la ayuda obvia de Audrey y Chad lo lograron, pues ellos al principio fueron sus primeros modelos, luego se encargaron de promociar, y al último como la línea estaba creciendo impresionantemente, Evie los nombró como jefes ejecutivos y ahora ellos manejan la línea.
Ahora Evie tiene otras prioridades que no la permiten trabajar. Pues apenas hace unas semanas Doug le pidió matrimonio y quiere que su boda salga lo mejor posible.
—¡¿Porque los niños están tan inquietos?!— exclamó la joven Dizzy entrando con los odios tapados.
—¿Y Evan?— habló el papá del pequeño.
—Fue corriendo con Adam cuando lo vio— aclaró Dizzy.
El pequeño Evan es igual que su padre, cabello castaño y con lentes. Bastante tierno. Con solo cinco años alegró y cambió la vida de Dizzy que lo cuidaba y amaba demasiado.
Ella por su parte acababa de cumplir 20 años, ya no era la inocente y tierna niña que arribo Francia, era toda una mujer. Su cabello estaba amarrado a una coleta alta, sus característicos lentes y un lindo vestido para la época de verano.
Mentira, siempre seguirá viéndose tierna.
[...]
Era simple y sencillo, el escudo de Auradon cubierta de oro puro, con un vidrio protegiendo tan valioso y significativo emblema. Abajo de ella escrito lo siguiente:
"Tu peor pesadilla puede convertirse en tu sueño jamás imaginado"
En memoria de Auradon.
xvii.
(frase sacado del libro de frases de Descendientes)
Pensaron que al llegar encontrarían tranquilidad y no fue así. Volver a pisar el muelle les traía varios recuerdos, un extraño cosquilleo paso por la espalda de los jóvenes, por alguna razón se sentían expuestos al estar frente a la escultura de dorado.
Era un mundo de gente, todos impacientes por ver el dichoso monumento.
—diecisiete...— leyó Dizzy soltando una mínima sonrisa, pues nadie contemplaba a la pequeña bebé como una persona.
—¿No eran dieciséis?— vivió a decir Jade leyendo el escrito.
—¡Pensé que no iban a llegar!—dijo una voz detrás del grupo
Ahí estaba Harry, parado con maletas a sus lados dando una de sus mejores sonrisas, el solo cambio de físico pues estaba lleno de vello facial, adornando su bella cara con una peculiar barba, pero a pesar de eso el seguía siendo el mismo.
Detras de él, una Uma con una mochila cubriendo su parte delantera. Su cabello más corto con un negro intenso, adornado con una que otra trenza de color turquesa.
—¡Tío Harry!— los niños gritaron emocionados corriendo hacia el.
La emoción era tanta ya que el recién nombrado siempre les traía algo de sus viajes por el mundo.
—¡Y para mí no hay abrazos!— hablo Gil quien estaba terminando de amarrar la cuerda del barco.
Jay y Dizzy, junto a los niños fueron los primeros en abrazar al rubio. Solo cuando eran fechas especiales estaban todos reunidos, aún que faltaban Audrey y Chad la alegría ahí seguía.
—¡Dios mio! ¿que es eso brillante que adorna tu mano?— hablo Evie a quien no se le pasaba ningún accesorio no antes visto.
—Digamos que alguien me pidió matrimonio en las playas de Grecia— chillo de emoción.
Todas las jóvenes adultas chillaron junto de ella, dando un sonoro grito.
Parecían adolescentes.
—Y eso no es todo... — hablo quitándose la mochila que tenía en su pecho.
Dejando ver una pequeña y linda panza de embarazo.
—¡Eso es todo amigo!— dijo Jay felicitando a Harry.
—No perdieron el tiempo— habló Ben quién le dio un abrazo a la morena.
—¡Que romántico!— dijo en voz alta Evie.
—Con esas hermosas playas de Grecia... — dijo en un suspiro Mal.
—Tomen nota chicos— dijeron al unísono Jane y Lonnie quienes eran las únicas que aun no tenían un anillo en su mano.
—Y más cuando lo haces con la vista al mar... — musito Uma aguantado su emocion y acariciando su pequeña y tierna panza.
—¡Que romántico!— volvieron a canturrear todas las mujeres.
—No debió ser tan romántico para sus vecinos— musito Dizzy.
—Si de sorpresas hablamos, Doug, Evan y yo les queremos decir algo... — habló Evie tomando la mano de su prometido.
—¡Mamá está embarazada!— dijo con cierta emoción el niño.
Los gritos no faltaron junto con las felicitaciones. Aunque ya la mitad de las personas que estaban en el muelle se habían enterado de las noticias, no les importo que volvieran a oír sus gritos.
—¡Vamos por una nenita!— dijo Evie acariciendo su panza, que aún no estaba tan grande, pero ella aseguraba que era una linda princesa.
—¿Tres bebés en camino? ¡Culo si no vas por el tercero Mal!— hablo Jane divertida.
—¡Pero si mira! también esperamos el segundo ojitos— habló en burla Mal haciendo realce al apodo que le decía Carlos.
—Las sorpresas nunca faltan— Jay interrumpió el momento provocando la insistente mirada de sus amigos— Ahora les podemos confirmar que el sexo de nuestro bebé, es varón— interrumpió Jay quien sostuvo la mano de su novia.
—¡Alfin otro niño!— se escucho de parte de sus amigos.
—Mi nene— hablo Lonnie quien acarició su panza de ya cinco meses.
Entre el escándalo, una miradita llena de tristeza veía fijamente a sus padres, era Annie. Que se limitó decir o expresar una sonrisa ante la noticia.
[...]
La tarde se convirtió en un paseo por el muelle, los niños jugando y riendo. No podían pedir nada más.
Mientra los niños estaban a una distancia alejada, Ben volvió a tocar el tema que estaba prohibido de hablar recordando anécdotas graciosas de toda su aventura.
—... o la vez que encontramos a Lonnie y Jay en su cuarto apunto de tener sexo— habló entre risas Dizzy. Quien nunca se le pudo borrar esa traumatica escena, que después de años ya se podía reír de su torpe inocencia.
—O cuando secuestramos a Ben— Rieron Gil y Harry recordando el pobre rostro que tenía el chico.
—Eso no fue gracioso— Ben fue el único que no río.
—Amor acepta que si lo fue, y más tu cara— se burló su prometida.
—El quien se lleva el premio eres tú Harry, ¿A quién se le pierde una bebe en una casa?— lo humilló su prometida.
Todos rieron, Jay negó la cabeza mientras veía a los niños de lejos.
—A quién se le ocurre incendiar una casa— lo reto Harry.
—¿Si recuerdas que nos querías matar?— dijeron al mismo tiempo Doug y Carlos recordando esa escena en la gasolinera.
En toda su travesía, hubieron momentos inolvidables que serán muy difíciles de borrar.
—¡Mamá Evan no me quiere prestarme su pelota!— llegó Adam llendo a los brazos de su madre con una expresión apunto de llorar.
La pobre Mal ya estaba harta de sus peleas diarias, aunque le daba cierta nostalgia pues ellos se parecen a ella y a Evie cuando estaban en Auradon.
—¡Evan!— se levantó su madre junto a Mal llendo a resolver la pelea de sus hijos.
—Hay cosas que jamás cambiaran— dijo Ben quién tenía a su hermosa niña en sus brazos. La pequeña Maddison.
Ella chupaba su dedo pulgar, viendo fijamente a su padre con esos expresivos ojos color verde. Parecía una muñeca de porcelana por lo perfecta que es.
Y justo cuando pensaron que los llantos se habían esfumado, la hija de Jane y Carlos soltó otro grito.
—¡Mamá, Annie no quiere jugar conmigo!
Desde hace tiempo la hija adoptada de Jay y Lonnie estaba distante, y más cuando su mirada estaba perdida viendo algún punto fijo en el agua.
Su madre, Lonnie, conocia muy bien a su hija como para intuir que algo estaba mal. Se acercó donde Annie estaba, cruzada de brazos.
—Pensé que estarías feliz al venir al muelle.
—Y lo estoy, que no ves— hizo una inocente y forzada sonrisa.
—Ann, te conozco amor... — dijo en tono dulce y tranquila Lonnie.— ¿Que pasa?
Se acercó tratando de agacharse a la altura de ella, cuidando su embarazo.
—Me prometes que no me vas a dejar de querer... — soltó con las lágrimas apunto de salir.
—Amor, yo siempre te voy querer ¿de dónde sacaste eso?— hablo con una lijera sonrisa abrazando a la pequeña.
—Es que sé, que cuando tengan tu y papá a ese bebé, lo amarán mucho y a mi me olvidarán.
—Annie, papá y mamá, jamás te dejaremos de amar. Eres nuestra princesa, por ti tu papá y yo estamos justos, tu nos uniste amor.
—Pero yo no soy su hija, soy adoptada. No soy importante para ustedes.
Espetó sollozando aferrándose a los brazos de su madre, ella acariciaba la cabecita de Annie tratando de aguantar esas lágrimas que la estaban consumiendo. Sabía que llegaría ese día, y por suerte estaba preparada.
Pasaron minutos para que la niña se calmara de tanto llorar, Lonnie la volvió a poner enfrente de ella y alzó su mentón.
—Mi quería Annie, tu eres muy importante en nuestras vidas, tanto como para mi, para tu padre, para la vida de tus tíos y de tus primos, todos te amamos. Eres ese rayo de luz que vino alumbrar cuando mas lo necesitábamos, eres valiente y audaz, y no importa quien esté aquí metido en mí, los amaremos mucho a ambos.
La niña se abalanzo sobre su madre y la abrazo, ella la levantó con esfuerzo y la cargo con sus piernas enredadas en su cintura.
—Y recuerda, si algun día hay una invasión zombie, estoy cien por ciento segura que tu serás la única sobreviviente.
[...]
Entre risas finalizó el día, concluyendo con otras anécdotas fuera de la Isla.
Diez años ya habían pasado.
Y los chicos no podían estar mas agradecidos, pues si no fuese por ese incidente, su vida no sería tan alegre como la que estaban viviendo.
Llena de plenitud.
Y ahora, soltando una carcajada pueden afirmar que algo salió bueno después de ese infierno.
Fin del extra.
Fin de la historia.
—————
Ahora sí la siguiente parte, es la despedida❣️
Nos leemos luego.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro