Una parte extra los espera.

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Flashback..

En una tarde lluviosa con la neblina baja, los jóvenes jugaban una ronda de "Yo nunca nunca".

—Yo nunca nunca he sido infiel.— hablo Carlos mirando curioso el movimiento de cada uno de sus amigos.

Chad fue quien tomó.

—¿Has sido infiel?— volvió hablar viendo como Chad no le importaba en lo absoluto.

—¿Quién no?— soltó sin ningún problema.

—El truco es hablarle a todas, coquetearles pero nunca llegar a ser nada... — Jay habló con él único afán de molestar a Lonnie.

Quién obviamente se lo devolvió con un golpe.

—Yo nunca nunca he sido mala copa en las fiestas.

Jay, Harry, Uma, Mal, Evie y Audrey tomaron.

—¿¡Evie!?— soltó de un grito Doug.

—El alcohol y yo somos eternos enemigos. — dijo en defensa.

—Pero si tu...

—Shh.. Es mejor que no enteres cariño.

—Yo nunca nunca he besado sin ser novios— hablo Audrey tomando un sorbo.

Lonnie, Harry, Gil, Carlos, Mal, Chad e Evie tomaron.

—¿Y se puede saber con quien?— dijo celoso Jay quién no esperaba eso de us novia.

—Ya están todos muertos amor, ya no importa— se excuso Lonnie besando los labios de su novio, perfecta manera de distraerlo.

—Yo nunca nunca he recibido un baile erotico— Hablo Audrey que sin dudarlo tomo un trago.

—¿Cuenta si yo los hice?— Harry pregunto y algunos asintieron.

—¿Cuenta si fue el baile que me hizo Harry la otra noche?— habló Jay quién recordaba la canción de Carlos y el.

—¡Hook! Qué habíamos acordado— lo regaño la morena pegando en su hombro.

—Digan algo que yo haga, solo hablan de fiestas, de sexo y dea sexualidad de todos. — soltó indignada Dizzy, quien después de diez rondas no había podido jugar.

—Yo nunca nunca me he hecho pipí en la cama— soltó su hermana viendo a la pequeña pelirroja.

—¡Evie!

Pero en ese momento Ben, Carlos y Gil tomaron.

—¿Ustedes también?— dijo con cierta inocencia.

—¿Quien no?— dijo Chad para proceder a tomar.

El lugar se inundó de risas. Era uno de los pocos momentos donde los jóvenes están juntos, jugando.

Esos y varios recuerdos llegaron a la mente de los jóvenes momentos antes de dejar de respirar.

[...]

Cuando lo inimaginable pasa se le suele llamar milagro.
Cuando das todo por perdido y piensas que no habrá nada que hacer. Siempre habrá una luz brillando en el cielo, un destello lleno de esperanza.

El cielo estaba pintado de un lindo azul pastel, las nubes parecían grandes algodones blancos. El mar estaba de un azul casi cristalino logrando ver, a escasos metros, los miles de peces coloridos.

En un barco, limpio y reluciente, una mujer ya grande, de cabello castaño y facciones finas con un atuendo amarillo con azul, se acercó a un joven tirado en el piso de su barco.

—¿Como está?— habló mirando a un señor, que parecía ser un doctor por sus herramientas a los lados.

—Estable, hicimos todo lo posible— sonrió.

En la punta del barco, donde la brisa pegaba de una manera perfecta, una jovencita, preocupada e impaciente, con una toalla enredada a su cuerpo, volteo donde estaba la mujer.

—¿Seguro? estaba apunto de morir.— su voz era fuerte y firme, tensado las facciones en su cara. Por malas lenguas desconfiaba de aquella mujer y su gran interés por el chico tirado.

No era su culpa, el abandono a su novio en un infierno.

—Tranquila, el estará bien.— respondió el señor y se levanto de donde estaba.

Las dos, intercambiaron miradas.
La mujer se mantenía serena y con una expresión agradable, intentando ser amigable con la joven a su lado.
Por su parte la joven solo se mantenía junto al cuerpo del chico, intentando evitar su mirada.

En ese momento arribaron, al piso de arriba del barco, un grupo de jóvenes. Tenían toallas enredadas en sus cuerpos unos ligeros golpes en sus caras y con comida en sus manos.

Detrás de toda la bola de jóvenes había un hombre, robusto y de apariencia intimidante, cabello castaño y con lentes.

—¿Ya abrió los ojos Ben? — habló viendo a su hijo.

[...]

—Nos salvaron la vida, gracias— no importaba cuando tiempo llevaban en el barco, Evie seguía agradeciendo, era un milagro que ellos llegarán al momento cuando se hundieron y los ayudarán a salir a todos.

—No hay por qué agradecer, estábamos en el momento indiciado— sonrió la mujer de nombre Belle.

Ben soltó un quejido al tratae de moverse de la silla donde estába sentado— Mamá, por favor habla. Dijiste que cuando se escondiera el sol nos iban a decir.

Las dudas y preguntas que los jóvenes tenían a los padres de Ben eran bastantes. Al momento que los rescataron tenían miedo de confiar en ellos, pues aún faltaba ese pequeño misterio que estaba detrás de la carta de Ben.

—No es por nada tía, pero tengo mucha preguntas que hacer— la interrogó Jane alejando el brazo de Carlos para rescomodarse en su asiento.

En sus piernas tenía a Chico quien se encontraba dormido y con una toalla rodeando su pequeño cuerpo canino.

—Pensamos que nunca iba a pasar, vimos tan lejano ese pequeño error... —con sutileza comenzó hablar la mujer.

—Al comenzar mi mandato me vi envuelto en una serie de problemas, tanto financieros como sociales entre los demás países, su capital de cada país era tanta que iba a llevar a la quiebra en sólo meses de poder. Por tratar de buscar una solución y una posible arma por cualquier guerra, pedimos ayuda los Laboratorios de Investigación en el Bosque, conocidos como "Aura 101" una pequeña asociación de científicos.

La voz del padre de Ben, Adam, era fuerte y firme.

—Nunca pensamos que llegarían hacer ese virus, al principio la pruebas se hicieron exitosas en el bosque. Pero hubo una pelea con la jefa, ella y sus compañeros de trabajo la ambición de poder crear esos mounstros era tanta que llegaron a perder la cabeza.— Belle camino hacia los barandales del barco mirando el mar.

Se pudo notar una cierta tensión por parte de los hijos de esos dementes científicos, Mal Evie Jay y Carlos. Aunque lo que hicieron estuvo mal y descabellado, los padres de Ben no tenían el derecho a hablar de esas personas con una "ambion grande" cuando ellos iniciaron ese proyecto.

—Fueron días de peleas continuas, amenazaron por expacir el virus. Tu madre y yo por tratar de buscar ayuda nos fuimos de la isla y le encargamos a Lumieer que cuidara de ti y de Jane y que cualquier cosa usaras el plan de escape.

—Pensamos que no serían capaces de hacerlo, no tan pronto, pero la noticia sacudió al mundo y ahora nos vemos afectados en una bola de prensa.

—Estan apuntó de ir varias personas a la isla acabar con todo el error que cometimos.—Aclaró Adam.

Era mucha información para procesar. Aunque también era necesaria pues todo ahora tenía sentido.

—Lo siento hijo, debímos haberte dicho.

Ellos se acercaron a Ben y a sus amigos.

—Ya no importa padre, lo importante es que estamos bien, sobrevivimos.— cierto enfado había en las palabras de Ben

—Arriesgue tu vida y la de todos. Mate a todo mi pueblo.— espeto con decepción Adam.

—¿Acaso eso sigue importando? miles de personas murieron y hasta apenas te estas lamentando... — Mal se cruzó de brazos su enojo era notorio ya que aún era difícil asimilar lo de su madre.

—Hablando de eso, ¿No pudieron hacer su plan de escape más complejo?— interrumpió Jay con un notorio sarcasmo.

—Cuando estuvimos asociados con ellos, nosotros construimos ese fuerte abajo de la playa creando así los planes de escape secretos por si llegaba a pasar algo.— aclaró Belle.

—Quiero decir que todo tiene sentido, pero primero lo de los padres de Mal Evie Carlos y Jay, después ustedes. Me siento bastante confundída.— hablo de su pequeño transe, Jane. Llevando sus manos a su cabeza. Y no era la única que intentaba procesar tal información.

—Lo principal es que sobrevivieron.— Belle acarició el cabello de su sobrina.

—Cón su ayuda, gracias.— Dizzy sonrió.

—Me siento fatal por haberte dejado, hijo— volvió hablar Adam.

—Ya no hables por favor— Ben aún seguía enojado y decepcionado. Era cuestión de tiempo en que logrará sobrellevar todo.

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—¡Ahí está!— soltó la pequeña Dizzy apuntando a lo que parecía ser una nueva tierra.

Del barco todo se asomaron dejando libre sus rostros para que el agua del mar les salpicara.

—Esto debe ser un sueño— hablo Lonnie sonriendo, pero su expresión cambió cuando un dolor en su hombro se hizo presente.

—Creo que no es un sueño— hablo Jay quien le había dado un pellizco en el hombro de Lonnie, ella estaba apunto de hacer algo cuando el la callo con un corto beso.— Lo hice para que te dieras cuenta de la hermosa realidad que quiero a tu lado— hablo dando otro beso, pero fue interrumpido por Annie quien los separó apenas cuando sus labios chocaron.

—Alguien se pone celosa— habló Lonnie cuando la niña fue abrazar a Jay después de separlos.

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—¡Lo ves Chico, ese es nuestro hogar!—exclamó Jane con el perro en su manos, el can movía feliz su colita.

Detrás de ella Carlos la abrazo y le dio pequeños besos en todo su cachete y cuello.

—Te amo, jamás me cansaré en decirlo— hablo.

En ese momento la romántica escena fue interrumpida por un mareo de la joven.

Vómito hacia el mar.

—Ya casi llegamos— susurro en su oído. Ya que hace unos cuantos minutos también le había pasado lo mismo, el creé que es por la marea.

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—Papá estaría orgulloso de mi— susurro Doug cerca de Evie con sus manos entrelazadas.— Tengo una hermosa novia y logre sobrevivir a lo imposible ¿me prometes que pisando tierra no terminaras conmigo?

—Amor, ni loca terminaría con el papá que quiero para mis hijos— se besaron lento, disfrutando cada segundo esa pequeña intimidad que compartían.

—Iug, dejen de hacer eso— habló asqueada la niña llendo donde estaba Gil. —¿Listo para explorar el mundo?

—Más que listo.— el joven tomó a Dizzy y la coloco en sus hombros provocando una risa en ella.

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—Esta decidido, quiero un barco— hablo Harry viendo feliz a su nueva tierra.

—¿Y como porque? — Uma alzó una ceja.

—Para que conozcamos cada lugar de este mundo— dijo con cierto brillo en sus ojos y miró a la morena. —Aparte, quiero conocer el paraíso.

Uma abrió sus ojos con un ligero sonrojo.

—¡Harry!

—Claro si tu me lo permites.

Hook jamás cambiará.

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—Lo ves, te prometí que te sacaría de ese infierno— hablo Ben sentado en una silla.

—Lo sé, jamás dude de ti— dijo Mal pasando sus brazos por detrás, abrazando ligeramente el cuello de él.

—¿Ahora si podremos tener esa cita?

—Jamás te la rechace— terminó besando su cachete.

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—¡Dios mio! habrá prensa una vez que bajemos del barco y yo no tengo mi maquillaje— chillo Audrey tratando de verse en el reflejo del mar.

—Eres perfecta— dijo coqueto el rubio.

—¡Aléjate Chad! Quiero que me conozcan soltera, apuesto que me conseguiré a alguien de dinero.

—Siempre estaré aquí mi bella Audrey— y sin avisar, Chad tomo las magillas de ella y le plantó un lindo e inesperado beso.

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—Todo lo que solía llamar hogar, ahora era un pudrite y desalmado lugar.— dijo Dizzy platicando a su fiel amigo que tenía en sus brazos.

—¿Lista? para nada, mi vida será diferente, un cambio que jamás pedí ni desee. Aveces solo quiero despertarme y volver a ese día donde iba a la escuela, donde me despertaba mi hermana, sin saber que ese maldito dia cambiaría mi vida, ese día donde nada volvería a ser nomal. ¿Crees que me podré adaptar Chico?

Dizzy le hablo al perrito que estaba cargando, el can solo movió su cabeza.

—También espero eso.

Ella miró hacia el punto donde el mar y el sol se juntan, visualizando un pequeño punto donde una bandera estaba izada. Una bandera azul, rojo y blanca.

Un nuevo comienzo les espera.

FIN.

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Nos leemos luego.