La puerta se abrió, Uma la alzo y justo en ese momento un fuerte olor insoportable salio del lugar. Todos ahí se taparon la nariz, Jay hizo un ademan indicando que él seria el primero en bajar. Tomo aire y aguanto la respiración, habían escaleras de pared y lentamente bajó, una mano en los tubos de acero y la otra con la pistola. 

Al bajar observo todo el lugar, era un pasillo estrecho, oscuro y con poca luz, hasta el fondo se visualizaba una puerta de acero junto con una ventana con rendija. A los lados habían botes rectangulares, unos tres al alrededor de ellos.

Todos bajaron y se taparon la nariz. 

—Creo que estamos en el cuarto de basura.—indico Jane una vez que ayudo a Dizzy a bajar.

—¿La basura tiene sangre?— dijo Harry señalando el suelo y las paredes con varias manchas de sangre, gotas y caminos de esta. 

Lonnie llevo una de sus manos a los labios de Harry callando lo que iba a terminar de decir, ella se quedo un momento tratando de escuchar el lugar— Alguien viene.—indico una vez que escucho un constante ruido arrastrando algo, seguido de pasos. 

Los chicos no se podían arriesgar peleando o matando a lo que fuese que se acercara, arruinaría todo su plan. 

Harry hizo un ademan y señalo uno de los botes que había alrededor, los chicos no tuvieron de otra que arrojarse a ese bote todos. Al mismo tiempo lo hicieron y justo cuando el ultimo entró, en la puerta por la rejilla se vio a una persona con un paliacate cubriendo la mitad de su cara seguido de un ruido y una luz verde que indico que la puerta estaba abierta.

Harry se agacho y vio la cara de todos sus amigos; estaban aterrorizados, las caras que tenían sus amigos era indescriptible, era una cara atónita. Harry no entendió nada, hasta que vio a su alrededor y notó que no era un simple bote de basura, si no eran cuerpos sin vida, tanto de humanos como de caminantes, las paredes del bote estaban llenas de sangre. 

Ahora entendían ese olor de putrefacción. 

—¡Otra vez la maldita puerta abierta! ¡Si un día llega a entrar un caminante será toda culpa de Had...—La voz del hombre fue interrumpida por otra llegando también al lugar. 

—¡Guarda silencio!— lo regaño la otra voz.-¡La jefa se va a enojar!

Necesitaban un plan rápido, antes que los descubrieran. 

Jay volteo a ver a Harry, los dos asintieron al verse, ellos tenían un plan y era mas que obvio que los dos pensaron lo mismo. 

Harry comenzó a sacar su pistola pero Uma lo agarro del antebrazo— ¡Eso es absurdo!.— musito en su oído extendiéndole un cuchillo de bolsillo.

—Necesitamos llevarlo a la hoguera, ya no sirven.— dijo una de las voces y comenzó arrastrar hacia adentro el bote de basura en donde se encontraban los chicos.

Jay dio un golpe en una de las paredes y justo cuando las dos personas se asomaron a ver que sucedía, ellos dos salieron de sorpresa de la caja y al mismo tiempo  enterraron los cuchillos que tenían, en el pecho de cada persona. Los dos hombres no tuvieron ni tiempo de gritar y se desvanecieron en el suelo. 

—¡Ese era su maldito plan!— exclamo Jane paranoica una vez vista la escena, pero fue callada por Carlos y su mano. 

—Linda, es mejor que te calles— dijo aun con un tono de ternura y la tomó de la mano.

—El plan apenas comienza.— dijo Jay saliendo del bote junto con Harry.

—¿Que se supone que vas hacer?— interrogo su novia mirándolo extrañada. 

—Pasar desapercibidos- contesto Harry agarrando algunas prendas que tenían los recién muertos. 

Un chaleco negro, junto con unas gafas negras y dos paliacates negros, era lo único que necesitaban para que no los reconocieran.

—¿Y nosotros?— cuestiono Audrey asqueada al ver que Jay boto los cuerpos hacia otro bote. 

—No se muevan y actúen como muertos. Tu entenderás muy bien ese concepto Doug.— Harry le guiño el ojo divertido y el recién mencionado solo se cruzo de brazos.

—¿Saben que van hacer?— interrogo Ben. 

—Buscaremos un lugar seguro.

Harry se coloco las gafas y entre los dos comenzaron a empujar el bote gracias a las ruedas que tenían en la parte de abajo. Jay deslizo la tarjeta que robo del hombre que mato y este les dio el acceso a entrar.

Todo salió bien alparecer...

[...]

Evie se levanto,  estaba en el suelo tirada con un fuerte dolor de cabeza, llevo su mano hacia su frente y noto que tenia abierta una pequeña parte de su frente, del cual salían pequeñas gotas de sangre, se levanto y vio un lugar demasiado oscuro, camino escasos centímetros y choco con unas rejas de metal.

Vio a su alrededor y noto que estaba encerrada en una celda y comenzó a moverlas con brusquedad. Dio pasos de reversa y se impulso para chocar contra las rejas, hizo eso tres veces seguidas provocando varios estruendos en todo el lugar.

—Es inútil, hice eso antes que despertaras.— dijo una voz atrás de ella sentada en la cama que tenian, es solo Mal recostada.

—¡Mal!— Evie corrió hacia ella y la abrazo fuertemente.— M, ¿Qué paso?

—No tengo ni la menor idea, pero me alegra que hayas despertado. 

Evie sonrió y la volvió abrazar, pero se separo rápidamente una vez que recordó algo.— ¡Annie!— ella comenzó a ver por todas partes pero no la veía.

—¡Tranquila! ella esta aquí.— dijo Mal y se levanto de donde estaba y justo detrás de ella estaba la nenita profundamente dormida, ella soltó un suspiro aliviador.—E ¿recuerdas algo?— ella negó e hizo una mueca.

—Solo recuerdo que luchaba por que me soltaran...tengo miedo.— Evie soltó preocupada mordiendo su labio inferior.— ¿Crees que vengan a buscarnos?

Mal tomo la mano de su mejor amiga y sonrió.— Tranquila, escaparemos de aquí. 

En ese momento las luces del lugar se encendieron, las chicas se soltaron y se acercaron a la reja viendo mas detalladamente el lugar donde estaban secuestradas. No era la única celda del lugar, a su alrededor habían otras dos y frente de ellas otras tres, un total de seis celdas pero la de ellas era la única ocupada, las demás se encontraban vacías pero con inmensas manchas de sangre.

El piso parecía ser blanco, claro que esto se confundía gracias a las grandes manchas de sangre que tenia, en el centro del inmenso cuarto había una mesa de metal que arriba de esta habían varios instrumentos de consultorio medico, varias jeringas grandes, pinzas, cuchillos y lo mas interesante un frasco de vidrio con una nota que decía "Prueba 51".

—Quee demonios...— susurro Mal al ver el lugar.

La puerta del lugar se abrió y entro un hombre con chaleco negro, un paliacate del mismo color cubriendo la mitad de su cara, unos guantes que hacían juego, junto con unas gafas y con un curioso cabello color azul, que para ser precisos, era de diferentes tonos azulados que daban a su cabello un estilo electrizante y chillante.

Este hombre no venia solo, pues traía sujetando con brusquedad el antebrazo de una niña que tenia la cara tapada, ella trato de zafarse pero el tipo abrió una de las celdas y la empujo hacia adentro, la pequeña se quito la bolsa de tela que tenia y cuando intento correr hacia la salida de la celda, el sujeto la cerro rápido y le puso llave. 

—¡No debiste de haber escapado!— exclamo enojado. 

Evie lo miro detenidamente, él era el sujeto que la había agarrado.

—¡TU!— soltó ella, señalándolo. El se volteo y se quito las gafas. 

—¿Me hablas a mi niña?— hablo con un tono serio y firme.

—¿Que demonios te pasa? ¡¿Cómo puedes tratar a una niña así?!— soltó bastante enojada y hecha furia, el hombre se acerco un poco mas a su celda.— ¡Que quieres de nosotras! ¡¡¿Por qué estamos encerradas aquí?!—gritoneo moviendo con brusquedad la reja. 

—No soy la persona indicada para hablar de eso, querida.— dijo sereno acercándose a la reja de Evie.—Y créeme que no querrás saber quien es esa persona.— susurro una vez cerca de la cara de Evie, abrió sus ojos e hizo una mueca divertida, se alejo de ahí, abrió la puerta y la cerro una vez que salió del lugar. 

La niña seguía llorando en el suelo, con sus piernas abrazadas a su pecho. 

—Linda, ¿Estas bien?— la dulce voz de Evie hizo que la niña la mirara por el rabillo de su ojo, ella solo negó con la cabeza.

—Ven, no te haremos daño.—añadió Mal y camino hacia las rejas que la dividan de la niña, por uno de los huecos saco su mano. 

La niña se levanto, seco sus lagrimas y camino hacia ellas, tomo la mano de Mal y sonrió.— Gracias...—agradeció viéndolas fijamente. 

La niña tenía unos pantalones negros bastantes sucios, una camisa morada con pequeñas rasgaduras en sus hombros, un chaleco que hacía juego con su pantalón, botas color vino y un interesante paleacate verde, amarrado alrededor de su cabello, que de este salían pequeñas extensiones rosado oscuro.

—Evie..—se presento la peliazul.— Y Mal.— señalo a su amiga.—¿Y tu eres...?

—Celia.— la niña sonrió tímidamente.

—Por lo que esucuche, ¿Escapaste?— dijo Mal con mucha curiosidad.

—¡Mal, la acabamos de conocer!— la regaño su mejor amiga.

Celia solto una escasa risa.— Si, pero solo logre escapar de la celda y me volvieron atrapar.— hizo una mueca.—Cuando llegue aquí una persona entro y me analizó de pies a cabeza, me hizo varias preguntas y antes de irse se le olvido poner llave a mi celda...—se alzo de hombros.

—¿Preguntas?—custiono Evie.

—Sí, tipo "¿Quien eres?" "¿Donde esta tu familia?"

—¿Sabes para que las quieren?—interrogo Mal. 

—No, solo se que experimentan con las personas, no se para que, pero por eso te secuestran, para inyectarte sustancias.—hablo nerviosa y modio su labio.—¡No quiero morir!—exclamo inquita. 

—Hey, tranquila, nada malo te pasara.— Evie saco su mano y agarro la de Celia.— No tengas miedo, aquí estamos contigo.—ella acaricio la mejilla de Celia y le sonrió.—Solo espero que la ayuda no tarde mucho.— musito para ella.

[...]

Al parecer el plan de Jay y Harry estaba llendo a la perfección, los pasillos que recorrían con el bote de cuerpos, eran grandes y estrechos veían el lugar detenidamente, las paredes eran de un tono verde oscuro con poca luz, en cada pasillo habían dos puertas que decía "Laboratorio de prueba" que de estos cuartos salían dos personas con batas y cubre bocas, lentes de laboratorio y con una libreta en sus manos y en esos mismos pasillos también pasaban personas igual a como ellos estaban vestidos, algunos los saludaban y otros solos los veían raro.

Ellos aún no sabían a dónde ir, solo buscaban, intentando encontrar a las chicas.

—¿A dónde llevan ese bote?— una voz enfrente de ellos detuvo el carro con su mano, impidiendo que ellos siguieran avanzando.

—Ahh... —Jay comenzó tartamudear nervioso y volteo a ver a Harry.

—¿Son para la hoguera? Por que si es así, este no es el camino—cuestionó dudoso el hombre, los miro detenidamente, sospechaba de ellos.

—Lo sabemos, es que estos cuerpos serán llevados a mantenimiento— contesto Harry sin una mínima idea de lo que acababa de decir.

—¿Matenimiento?—dudó el señor.

—Si, la gefa lo ordenó, y ya sabes como se pone cuando no acatas sus órdenes— el hombre dudó y se acercó a ellos, los dos amigos contenían la respiración, en ese momento de tanta tensión el hombre se quito las gafas, dejando ver un color verde en sus ojos.

—De acuerdo, lo menos que queremos es que ella se enoje— dijo entredientes volviendo a ponerse las gafas, les sonrió y les dio un golpe amistoso en sus hombros.— No olviden que esta prohibido ingresar más allá del quinto pasillo, la jefa enfurese si interrumpen uno de sus experimentos.

—¿Experimentos!?— dijo en voz alta Jay.

—¿Acaso son de los nuevos? Los experimentos son en los cuartos 99, 100 y 101. Aúnque la mayoría de los que estaban ahí ya murieron, pero por lo visto hoy llegaron nuevas personas al cuarto 101, esperemos y hoy sea nuestro día de suerte— sonrió inocentemente, sin notar que le acaba de dar a los chicos mucha información.

Harry se volteo y tomó un mechón de su cabello para comodarlo atrás.— Hablando de eso, ¿Cuál era el pasillo a mantenimiento?— cuestionó sereno y tranquilo.

—Un pasillo antes.— el hombre contestó volviendo a sonreír.— Suerte en su primer día.

Los dos jóvenes se voltearon y volvieron arrastrar el bote.

—¡Dios mio casi nos descubren!—soltó una voz dentro del bote, al parecer de Audrey.

—Te voy a coser esa maldita boca.— soltó harta Lonnie.

—¿Acaso no entienden el concepto de guardar silencio?— otra voz que venía de Doug provocó varias voces hablando al mismo tiempo.

—¡Callense de una maldita vez!— grito Jay en todo el lugar, las personas lo voltearon a ver.

—¡Como el musical!—soltó divertido Harry viendo a las personas, estos solo volvieron a lo que estaban haciendo.—La próxima vez nos van a descubrir—dijo entredientes entrando al cuarto pasillo.

Entraron a un cuarto vacío y oscuro. Harry prendió las luces y notaron que era un lugar donde hacían varios experimentos, había una camilla en el medio junto a varios instrumentos de laboratorio, pero lo impresionante era que la sangre abundaba en ese lugar. Jay se detuvo e iba a decir algo pero Harry le dio un ligero golpe y señaló en una esquina del cuarto.

—Hay cámaras.— susurro a su oído y siguieron empujando la caja hasta llegar a al punto cero del cuarto.

—No hagan ruido—dijo Jay y comenzó ayudar a las chicas a bajar de donde estaban escondidas.

—¡Dios mio mi ropa!— exclamó Audrey una vez abajo.

—¡¿Ahora nos dirán el plan que tienen!?— cuestionó Carlos ya harto de tanto misterio.

—Les dimos un descanso; el plan es ir donde hacen experimentos; en la sala 101 deben de estar Mal e Evie—aclaro Harry bajando el paliacate a su cuello permitiéndole volver a respirar. Pero esa acción fue interrumpida después de volver a oler ese desagradable olor que ahora sus compañeros tenían penetrado en sus prendas.

—Pero necesitamos una distracción...— Jay volteo a ver la cámara que estaba en el cuarto, Lonnie imitó su acción y sabía a que se refería.

—Uma y yo nos encargamos.—Lonnie asintió y volteo a ver a la primera.

—¿Como?— las subestimo Chad, no convencido en que ellas fueran.

—El centro de control no es una tarea bastante complicada—Uma agarro unas batas que estaban colgadas a un lado de ellas junto con unas mascaras de respiración, perfectas para encubrir su identidad, sin antes de amarrarse el cabello con un chongo alto.

—¿Seguras que pueden con esto?— interrogó Ben temeroso de dejarlas ir.

—Tranquilo Ben, es por ellas—soltó Lonnie y guardo en su bata su pistola despues de recargarla.

—Uma piensa bien tus movimientos, no te quiero perder... — inesperadamente hablo Harry acercándose a ella.

Uma hizo cara de asombrada y llevó a su pecho una de sus manos. —Nunca creí provocar esto, al tan codiciado Harry Hook.—dijo burlona.

—Siempre lo provocaste... —dijo sonriendo.

—¡No tenemos todo el día! ¡EVIE ESTÁ EN PELIGRO!— exclamó Doug separando a los dos jóvenes.

—¡Vamos Uma!—dijo Lonnie y se coloco la mascara.

—¡Lon! Busca darnos ventaja y cuiden sus espaldas— Jay grito y le guiño el ojo a Lonnie antes de que ella saliera por esa puerta.

—¿Y nosotros?

—Audrey me temo decirte que volverás al bote— dijo sonriendo Harry y empezó ayudar a meter a las chicas.

—¿Estan seguros que esto funcionará?— interrogó Jane.

—¡Iugh esto es desagradable!—grito Chad volviendo a ver los cuerpos muertos del bote.

—¡Guarden silencio! Solo tenemos una oportunidad.—grito Jay y entre el y Harry volvieron a salir del lugar para ahora dirigirse al pasillo cinco.

Harry iba silbando la canción que hace poco canto dejando traumado al pobre de Jay.

Justo frente a ellos estaban dos puertas grandes donde arriba decía "Pasillo cinco NO PASAR" estaba todo silencioso solo se escuchaban la respiración de los chicos que tenían en el bote, los dos jóvenes amigos se voltearon a ver y asintieron. Estaban a punto de entrar cuando la misma voz que los interrumpió hace unos cuantos minutos se volvió a ir.

—¿Creen que soy estúpido?—un enorme frío recorrio la espalda de Jay y Harry, los dos tragaron saliva en seco y voltearon. Junto del hombre que los había interrumpido habían otros dos más, pero estos tenían batas de laboratorio y palieacates subiendo su rostro.—En todo este maldito tiempo ¡Nunca an habido nuevos!— los dos chicos sabía que estaban en grandes problemas, solo unos pasos más y estarían adentro del tan anhelado quinto pasillo.

—Creo que hay un error.— Harry habló y se acercó al señor.—Porque yo recuerdo muy bien que... —antes de terminar su frase aprovecho la oportunidad y le dio un golpe en rostro al hombre dejándolo noqueado en el suelo.

—¡CAMBIO DE PLANES, Salgan CORIENDO!— grito Jay y comenzó empujar el bote.

Abrió las puertas, y justo cuando entró habían otros cinco hombres esperándolos listos para luchar.

Los del bote comenzaron a salir rápidamente, Harry se encargo de los otros dos que habían.

—¡QUE MALDITO PLAN TAN MAS MIERDA!—exclamó Jane dándole una cachetada a Jay.

—¡SE SALIÓ DE CONTROL!— intentó tranquilizar las cosas pero en ese momento las personas que estaba esperándolos comenzaron acercarse a ellos, solo el bote en donde estaban escondidos dividía ese espacio que tenían entre ellos.

Al momento que Harry entró al pasillo grito. —¡Vienen más!

Y justo detrás otras cinco personas de  entraron, pero había una persona que resaltaba de esos diez, y era el mismo que había secuentrado a Mal e Evie, y había encerrado a Celia.

—¡Impostores! ¡ATRPENLOS!

Los chicos se voltearon a ver y corrieron por un pasillo que tenían justo detrás de ellos, entre Harry y Carlos empujaron el bote de metal contra las personas intentando ganar tiempo.

—¡Busquen el maldito cuarto 101!— repetía Ben corriendo, pero llegaron a un pasillo sin salida.

—¡Perfecto!— exclamó sarcástico Gil.— ¿Y ahora?

—Solo nos queda pelear— habló Ben golpeando con rabia la pared, prometió hacer todo lo posible por salvarlas, por salvar a Mal— This could get a little sticky, how to win this battle could be tricky... —Comenzo a entonar  mirando con seguridad a sus compañeros, sacó de su sudadera un cuchillo y lo agarro con fuerza.

—But I know the best way... —le siguió Harry y antes de que Jay avanzará lo detuvo con su mano—Fall back let me lead, you hold the line and we'll bring them to their knees...—lo miró y le dio un ligero empujón hacia atrás.

—Knives in the air if you're with me... — canturreo Jay levantando su cuchillo, hizo un ademán a las chicas para que estuvieran alertas—They got us outnumbered one to fifty... — Se acercó a Harry y lo miró serio—But victory is ours 'cause I got a strategy, you take the left and the rest of you can follow me... _Harry soltó un bufido antes de voltearse, Jay lo tomó del antebrazo y lo obligó a voltear—This is my crew.

—This is my squad—Harry lo quito de su agarre y se acercó a su cara apretando sus labios de enojo.

—This is my turf... —cantó Jay antes de ser interrumpido.

—¡Oh my gosh!—Carlos los separo una vez que escucho varios pasos próximos a llegar a donde estaban, en escasos segundos iba a comenzar una verdadera pelea—Look guys we've got bigger fish to fry, put your differences aside 'cause right now we're on the same side!!...—finalizó cantando Carlos intentando apasiguar el ambiente.

—Until the night falls, everyone..— Dizzy canto justo cuando al inico del pasillo se asomaron cinco hombres.

—We'll stay together 'til the battle is done... — Jane tomó la mano de Dizzy y la puso detrás de ella, protegiendola.

—Watch your back, watch your back
Watch your back, watch your back— cantaron al unísono una vez que los hombres comenzaban a a dirigirse hacia ellos.

—We can counter their attack. Hit 'em 'til the armor cracks... —finalizo Chad, Carlos le extendió otra cuchillo, no le quedaba de otra que pelear, algo que para el no estaba muy acostumbrado.

Ben dio el primer golpe, uno de los hombres le golpeo el estómago y lo aventó hacia una pared.

Sí tal vez subestimaron un poco la fuerza de estas personas.

Jay, Harry y Carlos empezaron a golpear y a los cinco hombres tratando de impedirles el paso hacia las chicas, Harry golpeó el rostro de uno y le dio una patada a otro, mientras que Jay se impulsaba para  saltar sobre la espalda de uno de los hombres para poder enterrarle un cuchillo.

Carlos aún que no tuviera tanta fuerza como Harry, el era igual de ágil que Jay, esto le permitió esquivar varios golpes de los hombres, y en una de esas tuvo la oportunidad de enterrar el cuchillo a dos de ellos.

Cuando sólo quedaba uno, los otros cinco hombres que faltaban se hicieron presentes.

Harry le hizo un ademán a las chicas y los otros tres hombres; necesitaban ayuda si querían que el plan resultase.

Así que Jane y Audrey se unieron a la pelea, ella dos se encargaban de un hombre. Gracias a las patadas y golpes que la chica rubia con pequeñas extenciones rosas daba, Jane aprovecho en enterrarle un cuchillo en su pierna al hombre y este  cayó de rodillas.

Doug, Chad y Gil también estaban en la pelea, entre ellos tres se encargaban de dos, era algo complicado pero para ser la primer pelea de Chad supo ocupar bien el cuchillo y justo antes de que el hombre atacará a Doug, Chad lo supo lanzar y se enterró justo en el cráneo del atacante.

Ben por su parte, cuidaba de Dizzy mientra peleaba con un hombre, la niña también participó en el ataque, dándole una patada en la entrepierna del tipo, este se desvaneció en el suelo, así dándole ventaja a Ben.

Todo resueltaba ir bien, Harry volteo a ver a Jay, el primero asintio con su cabeza y esto significaba que Jay debía de continuar, el tenía que encontrarlas.

Y sí, tal vez todo dependía de él.

Una vez que todo estaba un poco más tranquilo Jay corrió hacia el inico del pasillo para buscar la puerta 101, pero antes de eso, él no se dio cuenta que su mejor amigo, Carlos, lo acompañó.

—No te iba a dejar todo el crédito.— Carlos dijo divertido corriendo.

Hasta el fondo del pasillo principal visualizaron la puerta "101" los dos voltearon felices y antes correr una persona les impidió el paso, era el hombre con cabello azul.

—¿A donde con tanta prisa?— dichas estas palabras el hombre dio un golpe sin aviso alguno provocando que Jay quedara tumbado en el suelo.

Carlos sin sbser que hacer, corrió al pasillo que tenía junto y se metió a la primera puerta que vio, que estaba arriba decía.

"Cuarto 99".

El lugar estaba todo oscuro, también con un desagradable aroma y no tuvo tiempo de prender las luces ya que solo buscaba esconderse.

Escucho unos pasos afuera de la puerta y rápidamente se puso detrás de un buro que estaba tirado en el suelo, se acostó en el suelo para si no ser visto, justo cuando sus manos tocaron el piso, una especia de líquido pinto sus manos de rojo.

—Mierda...— soltó casi en susurro.

Alzo su vista al lugar, y otra vez ese horrible aroma se hizo presente.

No, no venían de personas muertas, ni de caminantes.

—¡Oh por dios!—se llevó una de sus manos a su boca una vez que vio el cuarto detenidamente.

En todo el cuarto habían partes de animales muertos.

Específicamente de perros.

Carlos estaba atónito, era desagradable ver a esas pobres criaturas muertas.

La puerta se abrió y Carlos pudo ver que se trataba de ese hombre que hizo desmayar a Jay.

Se escondió cerca de otro buro, se recostó nuevamente en el suelo, pero una presencia en la esquina de la pared, hizo que se levantará.

Notó que en esa esquina que le quedaba a escasos dos metros, había un perro vivó, estaba hecho bolita en la pared, tamblando de miedo y con su carita viendo a Carlos fijamente.

Tomó aire, sus manos le temblaban y aún que perdió de vista al hombre, se levantó de donde estaba y salió corriendo a donde estaba el perrito. No podía dejarlo ahí sufriendo.

Se puso de cunclillas y lo cargo. El perro al principio no quería, pero Carlos lo acarició y le dio un pequeño beso en su cabecita.

—Tranquilo amigo, no te haré daño— musito Carlos y el perro se acotó en sus brazos.

Un horrible frío pasó por la espalda del joven, él cerros sus ojos con miedo al sentir la presencia de alguien detrás de él.

Sus manos comenzaron a temblar en el momento que escucho el arma de fuego recargarse.— Si te mueves te mató.

Escucho la voz de hombre, Carlos aun con el perro cargando, se volteo lentamente quedando con la punta del arma en su frente.

El no quería abrir los ojos, su vida dependía de esa manija.

—Levántate, y con el mínimo movimiento, disparo—ordenó el hombre y Carlos hizo lo indicado.

Al levantarse Carlos vio que Jay estaba junto de el, pero el chico de cabello largo estaba amarrado de sus brazos con una cinta en su boca.

—Caminen—ordenó el hombre.

Carlos sintió que sus ojos se llenaban de espesas e infinitas lágrimas, tenía miedo de que podía llegar a pasar y más cuando esas personas le hicieron cosas inhumanas a indefensos perros.

Al salir del cuarto, notaron que sus amigos ya no estaban en el pasillo donde los habían dejado.

—No debieron irse... —habló el señor viendo por el rabillo de su ojo a los jovenes.—Este es un lugar demasiado grande para las personas que no lo conocen.

—¿Donde están?— habló Carlos inquieto, quería saber a que habían hecho con  sus amigos y a su novia.

—¿Quieres morir?— volteo el hombre de cabello azul y abrió una puerta.

Jay subió su mirada y notó algo que lo hizo tranquilizarse... "Cuarto101"

Las luces estaban apagadas, los dos jóvenes, ahora prisioneros, caminaron sin darse cuenta que el hombre peliazul los empujó hacia una celda.

—Tendrán nueva compañía- dijo divertido el hombre y volvió a cerrar la celda. —Sin ningún ruido, la jefa vendrá a verlos.- dicho esto el hombre salió por la misma puerta.

Carlos y Jay calleron de cara al suelo, al levantar la vista, se toparon con unos zapatos bastante familiares.

—Idiotas... —soltó entre risas Mal al ver a sus amigos en el suelo.

—¡Dios mio! Los extrañe demasiado— Evie se fue abrazarlos, ellos imitaron su acción.

—Nunca dude en que vinieran a salvarnos pero... ¿Este es su plan? —dudo Mal uniendose al abrazo.

—Tranquila Malsy, todo está bajo control—dijo Jay una vez que Carlos lo ayudó a liberarse.—¿¡Y Annie!?

Jay se levantó repentinamente y su vista se posó en la cama donde ella dormía.

—Nena... —dijo aliviado y fue donde la niña yacía dormída.

La levantó y la cargo, ella entreabrio sus ojos una vez que volvió  sientir el calor que producia Jay.

—Te doy a la nena y la secuestran— dice de juego el.

Evie rodó los ojos —¿Dizzy? ¿Y los chicos?

Los dos mejores amigos se voltearon a ver y alzaron sus hombros.—El plan se salió un poco de control, nada que no puedan arreglar ellos— sonrieron no tan convincentes.

—¿Y que sigue? Esperamos a que también ellos los aresten— dijo Mal rodando los ojos.

—Bueno el plan es... —antes de Jay dijera algo más las luces del lugar se encendieron, y la puerta se abrió.

Los cuatro chicos se levantaron y fueron a las rejas para ver de que se trataba.

Era una persona con una mascara de respiración cubriendo todo su rostro, traía una bata de laboratorio junto con una libreta en su mano.

—¿Tu eres la jefa?— cuestionó Evie.

La persona camino hacia su celda y se quito la mascara.

La cara de Evie estaba en shock, no lo creía.

—Me halagas Evelyn.

Jay, Mal y Carlos se quedaron atónitos viendo a la señora que tenía todos los rasgos físicos de Evie, era muy hermosa para su edad con ligeras extensiones azul oscuro que se asomaban en el chongo trasero que tenía.

—De hecho, la jefa soy yo—dijo una voz entrando por la misma puerta, se trataba de otra voz femenina.

Se paro justo en el marco de la puerta y camino lentamente hacia ellos.

—¿Mamá?—dijo casi incrédula Mal.

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Pará qué se hagan una idea de nuestra bebita❣️

Mañana próximo capítulo

Nos leemos luego...