Capítulo 27. Nada Volverá a ser Normal
Maratón 4/5
Los pasos y movimiento se volvían cruciales en el tiempo que tenían. Rodeados de pocos caminantes sus corazones latian rápido, todo dependía de aquella rubia que decidía haber descifrado la carta. No sabían a donde iban, solo corrían.
Llegaron a aún no muy alejado muelle, un lugar donde solían estar ellos pesqueros y las personas que poseían algún barco. Era sencillo, hecho de madera con un largo de apenas 100 metros. Lindo y pequeño.
Mina se colocó enfrente de todos, justo detrás tenía unas escaleras de madera que te llevaban al inicio del muelle.
-Confíen, solo pido que confíen-repetía mirando a todos lados.
No podían dudar, pues era lo único que se acercaba a las palabras escritas en la carta.
La tensión volvió a aparecer justo cuando volvieron a por otro disparo, esta vez de Hoseok que tenía casi encima a un caminante. Esas criaturas iban apareciendo cada vez más rápido, no quedaba más tiempo.
Jungkook fue el primero en subir, con la intensión de ayudar a las chicas en las escaleras.
Mina fue la primera en correr hacia el final del muelle, le siguieron todas. Jungkook se quedó ahora para ayudar a los chicos.
El pobre volvió a extender su mano. Los chicos aún abajo se miraron asintiendo entre ellos, Kook no parecía entender que tramaban y su paciencia acabó cuando los caminantes estaban a escasos metros de ellos-¡Suban no hay tiempo!.
-No tendremos tiempo si los dejamos vivir-habló Taehyung sacando la pistola que tenía guardada.
-¿A que demonios te refieres? ¡Carajo, suban de una maldita vez!.
En ese momento, sin mirar al pobre chico, Yoongi, Hoseok, Namjoon y hasta Jin corrieron un poco lejos del muelle, matando a todo caminante que aparecía.
-Jimin...-espetó enojado tratando de conseguir una respuesta ante esa acción de sus amigos.
-Salvalas, has todo lo necesario.
-Hyung... ¿que mierda dices?-Jungkook no comprendía el porqué ellos se arriesgaban a luchar cuando estaban más cerca de lograr su objetivo.
-Ayudalas a escapar, nosotros nos encargamos. Si pasa algo cuidalas y guialas... -le pasó a Dahyun, él la tomó y la cargó. Por más que le doliera tenía que quedarse y matar a los caminantes sino serían también un problema más grande-Sé el líder que siempre quisiste ser.
Lo vaciló una última vez.
-¡Jimin!-gritó Yoongi matando a un caminante justo detrás de él, Jimin volvió a mirar hacia Jungkook y le sonrió antes de irse.
Jungkook tenía toda la responsabilidad ahora, tenía toda la confianza de los chicos y si quería salvarlos tenía que resolver el ultimo acertijo.
Él corrió junto a Dahyun en sus brazos, al final del muelle estaban todas las chicas mirando aún sin entender porque sus novios no subían.
-Rápido, pensemos rápido. No hay explicaciones-ordenó Jungkook y le entregó a la niña a Jeongyeon.
-¿Estará bien?-dudó Jihyo viendo con tristeza como su novio se quedaba peleando.
El perrito que hace días rescataron asomó la cabeza de la mochila que tenía cargada Jihyo, viendo a lo lejos a su querido amo.
Las chicas querían ir arrastrar a sus novios hasta donde estaban, pero no era el momento ni el lugar para hacerlo, habían prioridades.
Y ellos tenían su prioridad que era que ellas estuvieran a salvo.
-Depende de nosotras escapar. ¿Mina que sigue después?.
-"hasta el final te detendrás y un salto de fé darás, a tres metros del cielo te undiras y al gran guardián deberas enfrentar...-aún con su voz temblorosa y agitada leía, la presión de encontrar la salida era peor cuando su novio que tanto ama estaba arriesgando su vida sólo por unos minutos para ellos.
Todos se quedaron callados.
-Por favor alguien diga algo...-Mina cerró sus ojos empezando a preocuparse.
-Al final te dentendras...-Jungkook repitió y se puso justo en la orilla del muelle, las puntas de sus pies salían-Y un salto de fé darás.... -miró hacia el mar justo abajo y cerros sus ojos.
-¿Entonces?-habló Jihyo.
-Me tendré que enfrentar al gran guardián...-habló con firmeza y se quito la camisa seguido de sus zapatos.
Tzuyu lo detuvo antes de que el diera un brinco al mar-No sabes que hay allá abajo.
-Acaso importa en estos momentos-espetó molesto ante su acción.
-No quiero perderte, Jungkook.
-Tzuyu, es la única salida. Puedo con esto.
Si no fuera por la linda voz de Haeun, Tzuyu y Jungkook comenzarían una inoportuna discusión-No debe ser todo tan literal. No creo que haya algo abajo con lo que debas luchar.
-¿Otra opción Eun?-preguntó curioso Jungkook.
-Si tomamos esa oración a una adivinanza, ¿a qué se asimila él sujeto "Guardián"?.
-¿Una persona?-dudó el.
-Si era parte del lugar secreto, ha de estar más que muerto-recordó lo de días pasados.
-¿Un tiburón?-habló Jihyo.
Haeun miró hacia el mar y luego a la costa-A esta distancia de la costa, con el único peligro que lidiaras seran los cangrejos.
-¿Entonces?.
-¿Algo grande?-ayudó Nayeon.
-Lo dudo...-se asomó al final de los tablones de madera y todos la siguieron.
-¿Algo pequeño?-preguntó su hermana.
-Esa es la cuestión-sonrió al encontrar una mente que sabía a que se refería.
Ellas miraron a Mina, recordó al instante qué tenía guardado en su mochila-Un candado-miró sacando la llave.
Ella le entregó la pequeña cosa a Jungkook, él se la guardó y se alistó para bajar.
-Si no subes en un minuto, bajaré-se escuchó decir a Tzuyu una vez que Jungkook tomó aire para después adentrarse al mar.
Justo a tres metros de ellas bajó Jungkook, nadando lo más rápido posible. Cuando creyó que la distancia era la correcta decidió abrir los ojos. Las sales le quemaban sus ojos, no sabía cuánto iba a aguantar.
Vio a pocos centímetros una cueva, un arrecife el pensaba, pero al undirse vio que esta misteriosa cueva tenía una reja de metal.
Varias algas enredadas con peces entrando y saliendo. Con su último aliento, sacó la llave de su bolsillo y ubicó la cerradura.
Metió la llave y la giró.
Al momento de que el candado abrió, lo tomó y comenzó a nadar hacia la superficie.
Las chicas ya estaban alteradas pues Jungkook no salía y los chicos comenzaban a cansarse de tanto pelear.
La mano de Kook salió con la cerradura y la llave en su mano.
Sacó su cara con un respiro, casi sentía que se moría. Era tanta presión allá abajo.
Acomodó su cabello y nadó un poco más cerca de ellas.
-¿Lo tienes? ¿Qué es?-preguntó Mina curiosa.
-Es una cueva, con una reja. Aún no logro saber que es-dijo entrecortada su respiración-Tzuyu necesito tu ayuda.
La mencionada sonrió y sin pensarlo se aventó al mar. Se sentía tan bien cuando él confiaba en ella, era lo que más le enamoraba de Jungkook. Él tomó su mano y después de tomar aire, volvieron a bajar al mar.
Jihyo, al igual que todas, estaba angustiada e impaciente, constantemente movía su anillo de dedo a dedo, intentado calmarse. Veía a su novio a lo lejos y después miraba al mar susurrando que Tzuyu y Jungkook se dieran prisa. Y la cabeza de Chico constantemente se asomoba impaciente por volver a ver a su dueño.
Chaeyoung y Jeongyeon estaban juntas con las manos entrelazadas abrazando a las dos niñas. Mina intentaba quitar esa ansiedad arrugado y desenvolviendo el pergamino, quería gritar, liberar toda esa insertidumbre. El tiempo pasaba cada vez mas lento y la espera de Tzuyu y Jungkook se volvía eterna.
Ellos debajo de ellas, estaba lidiando en quitar las algas que impedían que abrieran la reja. Iba ser en vano volver a la superficie cuando los segundos eran contados.
Lograron abrir la reja con difícultad, gastando casi todas sus fuerzas. Al despejar la entrada vieron que salían dos cuerdas, sin dudarlo jalaron de ellas.
El peso era nulo, pues en el agua todo se aliviana. Fue fácil sacar lo que había dentro, y vaya que si era algo muy bueno para ellos.
En la superficie salieron las cabezas de Tzuyu y Jungkook tomando nuevamente aire, y unos centímetros alejados de ellos, había una especie de cosa flotante metálica, con una puerta redonda.
-¿Acaso es eso...?-Jihyo se interrumpió, incrédula a lo que veía.
-Sí-dijo Tzuyu subiendo encima de lo que salía del mar.
Era un submarino, con las letras en la puerta "Aura 101".
-Qué esperan, suban.
Gritó Jungkook y con la llave que logró abrir la reja, la introdujo en la cerradura de la puerta del submarino.
-¡Namjoon!-se alcanzo a oír el grito de Haeun en el comienzo de muelle-Es hora de irnos.
Los chicos lograron uir de lo que tanto los lograba matarlos.
Su respiración era bastante agitada, sus piernas les temblaban. Miraron hacia atrás y vieron que los caminantes intentaban subir al muelle.
Corrieron hacia el final viendo cómo Chaeyoung, que era la última, entraba al submarino.
Después de todo, si lograron uir.
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