🌼 Capítulo 9 🌼
Al sentir la motocicleta acelerar, Hinata se aferró a un más a Kageyama sintiendo el poco aire que llegaba a su rostro.
Hace unos cuantos kilómetros habían salido de la ciudad y ahora lo único que se veía era bosque.
De no ser por qué conocía el camino y le estaba confiando demasiado su vida al pelinegro ya se hubiera aventado de la motocicleta debido a que cualquiera pensaría que lo van a secuestrar y vender sus órganos por Mercadolibre o por eBay.
Pero en cuanto vio casas del gran conocido pueblito se permitió respirar con tranquilidad.
Volteó a ver a su alrededor observando cada persona que había. Nadie lo reconocía debido al casco que traía pero aún así mantenía una sonrisa tranquila.
No paso mucho tiempo en cuanto llegaron al lugar donde comerían, así que con máximo cuidado, se bajó de la motocicleta y sintió un alivio en cuanto sus pies pisaron el suelo.
Tobio bajó poco tiempo después de acomodar correctamente la motocicleta y con todo listo, se dirigieron en silencio hasta entrada del gran restaurante donde llegaron.
En cuanto abrieron la puerta, llegó a ellos el olor del exquisito sazón de Tendou Satori
Dieron dos pasos dentro donde había una chica que los recibió con una sonrisa algo deformada por haber estado sonriendo todo el tiempo.
— Bienvenidos a Satori's Restaurant mi nombre es Yukie y seré su mesera.
Ambos chicos hicieron una ligera reverencia antes que el pelinegro hablara.
— Hice una reservación... Kageyama Tobio.
La chica llamada Yukie, dirigió su vista a la revista donde tenían los nombres de las reservaciones y en cuanto la halló sonrió y dirigió su vista a los chicos.
— Claro... Por favor siganme.
Sin decir nada, siguieron a la chica hasta el segundo piso del lugar. Llegando a una mesa pegada a la ventana donde se lograba ver las pocas casas ocupadas por el pueblo, destacando el campo y los árboles que aún habían.
Hinata sonrió al observar aquello y por un momento olvidó la razón por la cual dejo de comer en precisamente este restaurante.
Los chicos tomaron asiento, uno frente al otro. Hinata aprovechó el momento en que Yukie agarraba su libreta para observar la carta donde traía el menú.
¡Todo había subido de precio! ¡Era extremadamente caro! Tal vez un vaso con agua estaría bien.
— Aparte de lo que está ordenado en la reserva ¿Les gustaría algo más? Un postre, vino, chocolate... — habló Yukie.
— Yo así estoy bien gracias... — dijo Hinata inmediatamente después de que Yukie dejó de hablar.
Kageyama no dijo nada y solo siguió viendo la carta en la parte de los postres y bebidas.
— Trae un Vega-Sicilia y dos chocolates Chocopologie de Knipschildt... Sería todo.
Hinata dirigió automáticamente su vista hacia lo que había pedido su acompañante y abrió los ojos en sorpresa al ver qué gastaría más de 100,000 ¥... Iba a negar automáticamente pero Yukie ya se había ido.
— Oye eso es demasiado dinero...
— No veas el precio de las cosas... Solo aceptalas. — contestó restandole importancia.
— Te pagaré lo que gastes... Solo deja-
— Yo te invite a comer, no tienes nada que pagarme.
— ¿Esto es por lo de la resaca? ¡Kageyama es demasiado dinero!
El mencionado alzó los hombros, para después sacar su celular y ver cualquier cosa que se le apareciera en redes sociales.
Hinata suspiró con agobio y puso su brazo en la mesa para después apoyar su cabeza en su mano.
— ... En parte es por eso, pero realmente lo hice por qué quiero conocerte más. — dijo Kageyama después de unos momentos de haber estado en silencio.
— ¿Qué?
Yukie llegó poco tiempo después para quitar las cartas y poner los platillos que habían sido reservados, los cubiertos y unos palillos... ¡La vajilla parecía de una porcelana demasiado cara!
— Gracias por la comida — agradecieron al unísono.
Shoyou espero a que Tobio diera el primer bocado para que pudiera empezar pero pareciera que el pelinegro no lo quería hacer.
Se estuvieron observando por unos segundos hasta que el hambriento estómago de ambos rugió exigiendo comida.
— ¿No vas a... Comer? — preguntó Shoyou ganando que el contrario ladeara la cabeza confundido.
— Yo estaba esperando a que tú empezarás.
El pelinaranja soltó una carcajada llamando la atención de prácticamente todo el segundo piso debido al eco pero eso no impidió que siguiera riendo.
Empezaron a comer mientras charlaban de algunos temas que se les hacían interesantes. Descubrieron que tenían algunas cosas en común: a ambos les gustaba el voleibol, leer mangas y Manhwas, jugar voleibol, el cielo despejado... Por qué podían jugar voleibol, la ropa de última moda (deportiva) para jugar voleibol... Si, prácticamente terminaron a hablando de voleibol.
Bueno... Hasta que se les ocurrió cambiar de tema y hablar sobre trabajo.
— ¿No es pesado tu trabajo? — preguntó Kageyama dando un sorbo a su bebida.
— ¿Cual de los dos? Bueno... Ambos son pesados pero yo creo que el que más me agota es el bar. — dijo con simpleza.
— ¿Y por qué no lo dejas?
Hinata rió amargamente mientras negaba con la cabeza.
— Quisiera dejarlo... ¡No es que me estén obligando a estar ahí! Me gusta de algún modo... Pero es donde más recibo dinero y no me puedo dar el lujo de "dejarlo" — hizo comillas con sus dedos — Simplemente no puedo... Hasta que conozca a alguien que me saque de pobre podré hacerlo. — aquello dicho fue en clara broma pero el pelinegro se veía demasiado serio.
— Deja ese trabajo.
— No es tan fácil... Nada fácil para decir verdad.
— Yo puedo ayudarte con dinero si eso es por qué no dejas ese lugar.
Shoyou soltó una genuina carcajada — La vida no es "Mujer bonita", Kageyama... No es como que me vayas a sacar de ese lugar para mantenerme... — dijo sonriendo divertido.
— No se que es "Mujer bonita" pero no te estoy diciendo que te voy a mantener, te voy a ayudar... Son cosas diferentes, aparte podría ayudarte a conseguir trabajo.
— ¿¡No has visto es "Mujer bonita"!?— recibió una negación — Es una película extranjera de un hombre millonario y una mujer que trabaja vendiendo su cuerpo... Natsu ama esa película... Sabes que. Mejor veamos esa película cuando lleguemos a casa.
— De acuerdo — dijo Kageyama volteando a ver a través de la ventana.
— ¿En qué trabajas, Kageyama? — preguntó el pelinaranja comiendo el último chocolate que había en el platito.
— En una empresa de moda.
Hinata abrió su boca sorprendido y Tobio se regañó internamente al revelar aquello, solo esperaba por todos los cielos que no preguntará en...
— ¿Enserio? ¿En cuál?
"Cual" esa es la pregunta que no quería que hiciera. Pero su cerebro y él no se llevaban del todo bien así que simplemente iba a dar la información necesaria pero no demasiado reveladora.
— En-
Su habla se vió interrumpida por alguien más.
— ¡Shoyou! ¿Por qué no me dijiste que vendrías?
Ambos dirigieron su vista hacia aquel chico altísimo, pelirrojo que se acercaba con un gorro enorme de chef, con los brazos alzados al cielo.
— T-tendou-san... ¿Cómo está?
El mencionado jaló una silla y se sentó al lado de ambos.
— Muy enojado contigo, ¡Hace mucho que no venías! — dijo haciendo un mohin con su boca
— L-lo siento... N-no había podido venir.
Kageyama observaba en silencio el lugar hasta que cayó en cuenta que era hora de volver a casa.
— Iré a pagar. — dijo metiéndose a la conversación.
— ¡Oh sí!, Espera... — habló el pelinaranja buscando su cartera pero una mano impidió sus movimientos.
Volteó a ver quién era y vio al chico de ojos azules que tanto le habían encantado desde el momento en que los vio, sonriendole tranquilamente.
— Como dije, yo te invite a comer así que guarda tu dinero por favor.
Hinata asintió con un sonrojo en sus mejillas y dejó ir al pelinegro para después soltar un suspiro enamorado. Todo ante la atenta y divertida presencia del pelirrojo.
— No sabía que estabas saliendo con alguien — dijo Satori con una sonrisa
El pelinaranja explotó en rojo y tapó su rostro con sus dos manos.
— No estamos saliendo.
— Pero te gusta... — Satori le dio un amistoso empujón al pequeño pelinaranja que no dejaba de temblar por los nervios.
— ¡No!... Bueno sí pero... — guardó silencio y quitó sus manos de su rostro. — Es algo así como un amor platónico.
— Adivinare, le gustan las mujeres. — dijo con obviedad. — tiene todas las pintas heterosexuales... Pero todo puede cambiar. Te recuerdo que Ushiwaka no estaba seguro de su homosexualidad antes de estar contigo.
— Por favor no me recuerdes eso... Fue un error. — volvió a esconder su rostro entre sus manos.
Tendou soltó una risita cansada, acompañada de un suspiro.
— Deberias de haberme prohibido la entrada o mínimo deberías odiarme por eso. — volvió a hablar el pelinaranja.
— ¡Hey! Eso ya tiene años... Aparte de que me abriste los ojos para descubrir que no me amaba tanto como decía... Y jamás podría odiarte, tú no sabías que estábamos saliendo. Se que no lo hiciste con intensión de lastimarme.
Hinata asintió con la cabeza gacha y Tendou paso su mano por el esponjoso cabello naranja del contrario.
— Lo siento mucho enserio...
— Me voy a enojar de verdad si sigues pidiendo perdón... — advirtió el pelirrojo con una sonrisa tranquila — Dime que al menos te pago bien.
— No lo hizo pero a cuida de Natsu una vez a la semana. Tienen una extraña amistad.
— ¿Ushiwaka niñero? ¡Necesito una foto de eso!
Ambos sonrieron divertidos para después comenzar a platicar de algunas cosas hasta que Kageyama hizo aparición y avisó que ya había sido echo el pago.
Satori acompañó a los dos chicos hasta la salida llamando la atención de todos por ver al Chef de aquel lugar paseando por los pasillos.
— Debes venir a verme más seguido Shoyou, hay muchas cosas que quiero contarte. — dijo el chef sonriente — Y recuerda, si sabes jugar... Solo debes darle la vuelta al tazo. — guiñó un ojo.
Hinata asintió avergonzado y salió del lugar después de despedirse del pelirrojo con un abrazo.
— Gracias por visitarnos, Kageyama-san... Esperamos prontamente su visita — despidió el chef con una reverencia.
— Debo felicitarlo, todo estuvo exquisito — regreso el gesto el pelinegro haciendo una reverencia.
— Hasta luego a ambos... Cuida de Shoyou, es un buen chico. — pidió con una sonrisa enternecida.
Kageyama asintió no muy convencido de entender y después de una última despedida, salió del lugar para subir a la motocicleta donde Shoyou lo esperaba.
— Kageyama... ¿Será mucha molestia que me dejes en la escuela de Natsu? Debo hablar con el profesor de Voleibol.
Kageyama asintió con la cabeza y después de que su acompañante se pusiera el casco y subiera al vehículo, emprendió el camino hacia la escuela de la menor.
Tardaron aproximadamente media hora en llegar a la escuela donde Hinata bajó y agradeció al pelinegro.
— Gracias, si quieres puedes regresar a casa, yo trataré de no tardar.
— Esperaré... No tengo nada que hacer.— dijo con simpleza mientras estacionaba la motocicleta y sacaba su celular para distraerse.
— Bueno... No tardó.
— Tómate tu tiempo.
Hinata sonrió y después de notificar su entrada al guardia y enseñar su credencial de "tutor". Caminó hacia el gimnasio de voleibol donde se escuchaba que los niños seguían practicando.
Se asomó por la puerta y vió a Natsu pegándole a una pelota mientras daba un gran salto.
Sonrió inevitablemente... Definitivamente haría de todo por cumplir el sueño de aquella chiquilla de color naranja.
El profesor encargado se acercó a Shoyou.
— Buenas tardes... ¿En qué puedo ayudarte? — preguntó amablemente.
— Buenas tardes... Mi nombre es Hinata Shoyou, hermano mayor y tutor de Natsu — enseño su credencial al profesor. — venía a preguntar todo lo esencial sobre el club.
— Ah claro... Natsu es una gran alumna y sería un placer el tenerla en el equipo. El costo extra es de 5000 ¥, incluye el uniforme, una beca en las mensualidades dependiendo de su desempeño y aprovechamiento. También se le dará un reconocimiento al terminar la escuela y los paseos están incluidos, contando comidas y alojamiento. — indico el profesor observando a los niños que jugaban — Toma — ofreció el profesor un formulario — durante los viajes irá la fraternidad de padres de familia de la escuela, así que todos los niños tendrán un tutor independiente para los viajes, para su seguridad. También incluye el seguro de accidentes y el descuento del hospital.
Hinata se limitaba a asentir con la cabeza mientras llenaba el formulario totalmente seguro.
Finalmente hicieron el cierre del "contrato" y le notificaron a la pequeña pelinaranja que había sido aceptada en el club.
Obviamente el abrazo de oso -llamado así por Natsu- no se hizo esperar hacia su hermano mientras agradecía muchas veces con una gran sonrisa en su rostro.
Después de ello le permitieron irse a la pequeña y después de notificar su salida de la niña, caminaron hacia Kageyama quien los esperaba hablando por teléfono de algo que parecía malo ya que estaba molesto.
Al verlos, cortó la llamada y respiró profundamente.
— ¡Ojos bonitos! ¡Shoyou me inscribió en el club de voleibol! — notificó la pequeña hacia Kageyama quien solo sonrió de lado.
— Felicidades pelusa. — felicitó el pelinegro revoloteando el cabello de la llamada.
Hinata ladeó la cabeza en confusión al ver la amistad que tenían aquellos dos pero solo sonrió y le puso el casco a la pequeña para sentarla detrás de Kageyama y él detrás de Natsu. Quedando la pequeña un tanto aplastada para evitar accidentes.
Kageyama manejó con cuidado y lentamente para dirigirse al departamento no sin antes pasar por golosinas para ver la película que habían quedado.
Al llegar, Natsu corrió a su habitación y se cambió a la velocidad de la luz para bajar las escaleras y acompañar a los chicos a ver la película "Mujer bonita"
Veían la película con tranquilidad y total atención hasta el final donde los hermanos Hinata cantaban la canción que salía en la película a todo pulmón provocando risas en el pelinegro.
"es divertido" pensó Kageyama el ver bailar torpemente a los dos hermanos pero mantenía más la vista al mayor.
Notando sus movimientos inocentes al lado de su hermanita mientras reían y saltaban por todos lados pareciendo chapulines o ranas... Pero era divertido...
Shoyou es divertido y brillante.
— Como un sol...
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