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🌼 Capítulo 4 🌼

La primer semana viviendo juntos paso volando:

El primer día no se dirigieron la palabra para nada, solo para dar los buenos días y buenas noches. El ambiente era incómodo pero ni uno ni el otro tenía la intensión de hablar a menos que fuera muy necesario ya sea para preguntar en donde estaba la sal o para ponerse de acuerdo en donde pondrían la llave de repuesto.

El segundo y tercer día, hablaron un poco. Para conocerse superficialmente, por ejemplo: el color favorito, si eran alérgicos a algún alimento o condimento, el tipo de género de música y películas que más les gustaba pero ni uno ni otro abría una brecha como para indagar más a fondo.

Y a los días restantes, volvieron a su ley del hielo inconscientemente.

El pelinegro descubrió varias actitudes del menor, entre ellas:

Solía practicar su elasticidad durante varias horas del día junto con su hermanita quien intentaba imitar las posiciones de Yoga que hacía su hermano mayor.
También supo que tiene una doble personalidad, cuando lo conoció en el bar era un chico con una gran confianza en su mismo pero cuando estaban en casa, era muy tímido y usaba ropa holgada... No sabía cuál era la verdadera personalidad del chico así que lo confundía un poco.

El pelinaranja también descubrió que Kageyama era muy sensible al momento de ver películas o leer algún libro, siempre escuchaba que lloraba por qué se murió el protagonista o un personaje secundario que apenas apareció cinco minutos.

También supo que cuidaba demasiado de su imagen, en especial con sus uñas. Siempre estaban perfectamente recortadas y brillantes.

Por el momento al ser lunes en la mañana Hinata se levantó temprano ya que sería el primer día de escuela de su hermanita Natsu y estaba súper emocionada tanto que se despertó antes para ir a alistar su uniforme y mochila.

Cuando terminó de hacer el desayuno y preparar el bento de su hermana, fue a ayudarle a peinarse con dos colitas. El peinado favorito de ella.

Natsu emprendió una carrera hacia el piso de abajo cuando todo estaba listo y Hinata la seguía tratando de no hacer ruido.

Natsu, recuerda que no solo vivimos aquí nosotros. No hagas tanto ruido — dijo Hinata un poco bajo pero aún así fue totalmente audible para un pelinegro que trataba de dormir.

Los dos pelinaranjas salieron del departamento para irse a la escuela de la menor y en cuanto la puerta estuvo cerrada. Kageyama pensó muy seriamente en volver a dormirse... Tenía que ir al trabajo pero ¡Era el jefe! Podría llegar tarde si así lo quisiera aunque sabe que Yamaguchi podría ir a jalarlo de los pies para llevarlo arrastrando a la agencia... Aparte tenía la última junta del mes y si todo salía bien, pronto podría hacer su nueva aparición en las pasarelas de Japón y aunque le gustaba, lo andaba matando mentalmente.

Dios ya no quiero ser tu mejor guerrero.

No se dio cuenta que había tardado tanto tiempo acostado hasta que escucho la puerta siendo abierta y ruido en la cocina. Así que después de ver la hora se levantó y fue al baño fuera de su habitación para comenzar con su rutina diaria.

Se bañó, se cambió con un conjunto de ropa de su misma marca y bajo las escaleras encontrándose con el pelinaranja que bailaba al son de la musica mientras cocinaba.
Ya lo había visto bailar pero no con tanta ropa y es que. Esta vez parecía un oso en hibernación haciéndolo ver más bajo de altura y tan tierno que estuvo a punto de apachurrarlo con sus brazos en un abrazo.

Buenos días — habló Tobio antes de perder el control de su cuerpo, llamando la atención del menor.

Oh... buenos días Kageyama. — respondió con una sonrisa. — siéntate, el desayuno casi está listo... Le quite la Yema para evitar que te haga daño

Ese gesto lo puso feliz pero al ser las 7:30 am no pudo mandarle el mensaje a su cara y solo asintió con la cabeza y se sentó en la barra para esperar su desayuno. Hinata rodó los ojos pero aún así le ofreció lo mejor que pudo al pelinegro su desayuno acompañado con una taza de leche caliente con un poco de chocolate.

Durante el desayuno estuvieron en silencio, cada quien en su respectivo teléfono viendo cualquier cosa que se apareciera en su inicio de Facebook, Instagram o Twitter.

Cuando el pelinaranja terminó con su desayuno, se levantó en silencio y lavó sus trastes que uso y subió a su habitación para cambiarse e irse a la Florería.
Ya después de su turno regresaría a casa para probar el nuevo traje que llegó por paquetería para la noche.

Hinata salió de su habitación y tocó un par de veces la habitación que se encontraba frente a la suya así que espero pacientemente a que saliera el dueño de esa alcoba.

¿Sí? — habló el pelinegro al ver qué Hinata estaba frente a su puerta.

Amm... Yo me voy al trabajo, hay un poco de comida para ti en el microondas... No te preocupes por dejar comida para Natsu ella va a quedarse en casa de un amigo de total confianza. — habló jugando con el anillo que traía en su dedo anular.

Kageyama asintió con la cabeza para después hablar.

Está bien, cuídate Hinata. — dijo mientras alzaba su mano y sin pensarlo mucho revolvió el cabello naranja del menor quien se sonrojo ferozmente al tacto del más alto.

Adiós Kageyama.

Con esas palabras Hinata salió echa la bala para la florería ya que iba tarde por cinco minutos, lo único bueno es que solo debía doblar la esquina y llegaba a su trabajo.

Entró corriendo, disculpandose con Suga quien lo miraba con un poco de reproche pero aún así se rindió a los pies del pelinaranja cuando vio su carita de perro regañado bajo la lluvia así que no tuvo mucho que luchar para evitar que lo dejaran salir más tarde.

Se puso su mandil y caminó a la barra para saludar a Noya quien sonreía tontamente al celular... Le preguntaría el porque pero tenía más que claro la razón y esa razón entró en ese preciso momento a la Florería.

— A-Asahi-san... ¿Co-como está? — habló el de baja altura sonrojandose sutilmente ante el mayor.

— Noya, todo bien... ¿Y tú? ¿Que tal? — habló con seguridad regalándole una sonrisa impregnada en ternura al menor que estaba a punto de sufrir un desmayo o un ataque al corazón... Lo que ocurriera primero.

Hinata fingió hacer cualquier cosa pero aún así estaba al pendiente de lo que hablaba su amigo con ese chico que tenía pinta de ser un pandillero de aquellos que te encuentras en un callejón y no apareces hasta después de dos años en un río. Aunque según Yuu, él era todo un osito apachurrable.

Después de un rato, "Asahi-san" se despidió con un beso en la mejilla de Noya quien enrojeció furiosamente pero trato que ese chico no viera su gesto así que fingió que se le caía una pluma y se agachó para recogerla hasta que escuchó que la puerta de la Florería era cerrada.

— Shoyou... ¿No crees que es lindo? — dijo Noya mientras recargaba sus codos en el mostrador para apoyar su rostro en sus manos.

Super lindo — dijo con claro sarcasmo.

El pelinaranja volteó a verlo y solo hizo un sonido afirmando lo que decía su amigo, ya estaba más que acostumbrado a que su amigo dijera que era lindo el chico de cabello largo y brillante sonrisa.
Pensó que solo le faltaba conocer su Curp para saber toda la información de Asahi. Ya que Noya se encargaba de notificar todo lo que hacia el castaño, hasta cuándo iba al baño o agarraba una uva rancea.

Durante una hora y media estuvieron platicando sobre lo lindo y perfecto que era Azumane, Noya le contaba a Shoyou como lo conoció, cuando hablaron por primera vez fuera de la universidad, cuando se pidieron información de contacto y lo más importante... Descubrió que era Gay y más aparte gustaba de él.

Hinata se sabía más la historia de amor de su amigo que la propia, pero como buen amigo se sorprendía y opinaba como sí fuera la primera vez que hablarán de él. Aunque siempre se le añadía algo nuevo así que en algunas ocasiones si reacción era natural.

La puerta de la florería fue abierta y la campanita sonó avisando un nuevo cliente, ambos chico dirigieron su vista al frente para ver al cliente que había llegado.

Ambos al ser empleados sonrieron, uno con naturalidad y el otro con una sonrisa forzada... Una sola cosa paraba por su mente "¿No es suficiente que tenga que ver tu cara de estreñimiento en el departamento todos los días?"

El pelinegro se acercó a la barra más específicamente donde estaba el pelinaranja quien comenzó hacer un arreglo floral para que no le dirigiera la palabra. No es que le cayera mal -o tal vez si era un dolor de muela-, sinó que habían unas actitudes del chico que no le agradaban, con decir que una vez escuchó sin querer una llamada donde criticaba a su trabajo de noche diciendo que parecía una "puta" al bailar así y eso termino por quitarle todo el encanto que alguna vez vio en el chico.

Hinata. — habló llamando la atención del pelinaranja quien más a fuerzas que de ganas levantó su vista para ver al chico quien traía un extraño brillo en los ojos.

Buenas tardes, ¿En qué te puedo ayudar? — dijo lo mejor que pudo para que no se notará su molestia al recordar cómo criticó a su trabajo.

Amm... — volteó a ver al otro chico que los miraba con gran atención queriendo saber de lo que fueran a hablar. — ¿Podemos hablar en privado?

Hinata suspiro y se recargó en el mostrador — Si es por el bar, él sabe perfectamente de ese lugar así que no hay problema.

El rostro de Noya parecía que tenía tatuada una pregunta "¿¡Se conocen del bar!?"; Eso decía su cara.

Kageyama solo asintió con un poco de incomodidad pero aún así habló.

El caso es que: tengo una junta y si todo sale bien en el trabajo, Atsumu me dijo que podíamos ir allá... Como festejo o en caso de que no salga bien como un premio de consolación — No se le ocurrió otra idea ya que su única razón por la que iría sería para ver el nuevo número del pelinaranja. — Y quería saber si debo pagar algo a la entrada.

¿Tus amigos saben que tipo de bar es? Por qué no quiero que estén molestando.

Oh sí, lo saben. Atsumu contó todo de esa noche en la última junta así que lo saben y no faltarán al respeto.

Hinata suspiró y anotó un par de cosas en un papel para después leer en voz alta lo que había escrito.

La entrada es gratis sí es que consumes alcohol, en caso de que no, se cobrará al salir una cuota de 20 dólares por persona... El servicio especial es aparte como ya sabes así que eso depende de cada uno de los que vaya... No se puede llevar a otro lado a los trabajadores a menos que sea al Motel del mismo bar, por seguridad del trabajador y cliente. No pueden pedir información de contacto, ni los verdaderos nombres. — terminó por leer el papel ante los ojos del pelinegro quien solo asentía con la cabeza — Ah y por último para ti: NO me conoces, NO me llames por mi apellido o nombre. Simplemente di "Sho-chan" y tampoco menciones que vivimos juntos.

Noya golpeó el mostrador y ambos se sobresaltaron y voltearon a verlo con sorpresa.

— ¡Viven juntos! ¿¡Por qué no me habías contado que el chico de los ojos bonitos vivía contigo!?

¡Noya! — Hinata se sonrojo ferozmente y bajo la mirada — Larga historia.

— Debes contarme.

Hinata asintió con la cabeza y después de que Kageyama se fue le contó absolutamente todo aunque omitía algunas cosas ya sea por qué eran algo incómodas como la llamada en qué claramente lo llamo "puta" o demasiado vergonzosas como cuando se llegaba a complacer el mismo con el nombre de "Tobio" entre sus gemidos.

Esa noche, en caso de que fuera... No sabría cómo tratarlo aunque debería de sonreír y ser coqueto como siempre... Si vida no era...

"Nada fácil"

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