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🌼 Capítulo 18 🌼

Natsu no quería subirse al avión.

Lo que se les hizo tan extraño por qué estaba tan emocionada por subir a la bestia gigante de metal pero cuando pasaban por la entrada no quiso seguir adelante.

— ¡Es que lo vamos a lastimar!

Eso era lo que había estado repitiendo por algunos minutos retrasando el vuelo.

Natsu, no vamos a lastimar a nadie... Por favor entra ya — rogó prácticamente Hinata

— Disculpe, debemos de iniciar el vuelo ya... Se está retrasando demasiado.

Kageyama como última opción fue agacharse y susurrarle algo al oído donde simplemente asintió con la cabeza y caminó cómodamente hasta adentro del avión.

¿Que le dijiste? — preguntó Hinata entrando detrás de su hermana.

Que le compraría ropa de su marca favorita y una pelota de voleibol— dijo con una palabra en mentira. "Prácticamente no me va a costar nada" se dijo al pensar en la ropa.

Cuando estuvieron dentro del avión, Natsu pidió irse en medio de ambos por lo que Shoyo a muy regañadientes accedió.

Natsu se quedó dormida en cuanto el avión comenzó a volar por arriba de las nubes pero Shoyou al ir en la ventanilla no podía evitar sonreír con gran amplitud al estar arriba por primera vez en un avión.

Quería gritar de la emoción pero al ser de madrugada simplemente atinó por observar atentamente cada nube que apenas si se lograba ver por la oscuridad de la noche, la gran luna que se veía aún más hermosa desde la distancia donde estaban... Prácticamente quería llorar de la emoción.

Sintió una mano posarse sobre la suya así que volteó a ver y vio a Kageyama quien le sonreía ligeramente viéndolo con cariño y amor.

Gracias — susurro Hinata entrelazando sus dedos con los de Kageyama

El pelinegro negó con la cabeza restandole importancia y solo cerró sus ojos un momento ya que en menos de unos minutos estarían llegando a Seúl.

Hinata no despegó la vista de sus manos entrelazadas sintiendo aquella calidez que no era capaz de sentir. Las palabras de ese hombre llegaron a su mente "Tu no puedes ser amado"... Pero al sentir la mano de Kageyama como le apretaba un poco y con su pulgar acariciaba sus nudillos simplemente se disiparon ese pensamiento.

"Tal vez sí puedo ser amado"

La voz de la señorita que hablo en coreano le asustó y aunque no entendió ni "hola" vio como todos se abrochaban los cinturones así que él imito su acción. Iba a abrochar el cinturón de Natsu pero Kageyama se adelantó así que solo se quedó sentado sintiendo como el avión descendía hasta llegar al suelo.

Natsu ya llegamos — dijo el pelinaranja moviendo a su hermanita.

No la despiertes... La cargo — comentó Tobio agarrando una cobija que traía en su mochila y acomodó correctamente a Natsu entre sus brazos quien se aferró a su gabardina queriendo a comprarse.

Bajaron del avión en silencio, no tardaron ni un segundo en encontrar sus maletas así que caminaron a la salida donde Hinata prácticamente temblaba de los nervios al estar a punto de conocer a la familia del pelinegro.

A lo lejos vio a tres personas con un cartel que decía "Bienvenidos Tobio, Shoyo y Natsu"

Kageyama soltó algo parecido a un chasquido de lengua y tuvo la intención de casi correr hacia el avión para que le llevará de vuelta pero al sentir a Hinata que prácticamente le jalaba para llegar a aquellas personas no tuvo más opción que dejarse llevar.

— ¡Feo! ¡Bienvenido! — habló la chica pelinegra totalmente igual que Kageyama. — ¿Quién es? ¿Tuviste un hijo y no me dijiste? ¡Tu debes ser Shoyo! ¡Mucho gusto mi nombre es Miwa y soy hermana de este alien! ¿Y Natsu?

— Miwa, creo que deberías hablar más lento... Tenemos todo el día para conocernos — comentó un hombre de edad avanzada quien al sonreír se le marcaban más sus tiernas arrugas del rostro

— ¡Tobio! Que gusto verte de nuevo. — comentó un tercer pelinegro que nunca había escuchado en conversación.

Ehh... Disculpa pero ¿Quién eres tú? — preguntó Tobio sintiéndose algo confundido al no conocer al tercer rostro.

— ¡Soy yo! ¡Nicollas!

¿Nicollas?... — se quedó pensando un momento — ¡Oh! Nicollas... Claro.

— No me recuerdas ¿Cierto?

no

Hinata soltó una risita llamado la atención, solo pudo avergonzarse y esconderse detrás de Tobio quien seguía trayendo en brazos a Natsu.

Si quieres dame a Natsu... Es pesada. — dijo acomodando su bolso en su hombro

No, está bien... Yo la cargo... Mejor vayamos yendo y ahorita nos ponemos al día.

Todos aceptaron la petición del pelinegro pero eso no quitó que acaparara Miwa a Shoyou quien respondía una de 20 preguntas que le eran lanzadas de golpe.

Al subir al auto Kageyama descubrió que el tal Nicollas era un amigo suyo de la infancia y aunque se llevarán algunos años de diferencia fueron casi como uña y mugre.

Lamento no haberte recordado — dijo Kageyama desviando su mirada al sentirse avergonzado

— No te preocupes, eras demasiado niño como para recordarme... Aparte únicamente estuvimos juntos el mes que estuviste en Italia.

¿Estuviste en Italia? — preguntó Hinata metiéndose a la conversación.

Sí... Por una actividad escolar — respondió casi sin importancia el pelinegro.

Wow... Que buena infancia tuviste — dijo el pelinaranja algo decaído.

— Ni tanto eh — dijo Miwa metiéndose a la conversación — Nuestros "padres" — hizo comillas con los dedos — nos abandonaron cuando teníamos 4 años por trabajo, planeaban dejar a Tobio en Italia para que se valiera por si mismo ¡A los cuatro años! Ahí fue donde conoció a Nico y su familia prácticamente lo acogió hasta que nuestro papá/abuelo descubrió las intenciones de nuestros padres y fue por el a Italia.

¿Y tu como sabes eso? — preguntó Tobio.

— Pues por qué le pregunté al abuelo.

Tobio asintió con la cabeza y volvieron a la conversación sin mucho que comentar. El abuelo en ocasiones intervenía pero nada más allá de alguna corta anécdota.

Unos veinte minutos después llegaron a la casa de los Kageyama donde aparentemente tenia un estilo bastante tradicional.

Natsu comenzó a despertar y al tener cómo primera vista a Tobio quien le sonrió solo pudo devolverle el gesto y acurrucarse nuevamente en sus brazos.

Bajaron del auto y se adentraron a la casa donde Hinata pudo percibir un aura pacífica donde se sentía acogido, aceptado y hasta querido.

Hinata, te mostraré tu habitación. — dijo el pelinegro acomodando a Natsu nuevamente.

— De hecho — escuchó a su abuelo hablar —La habitación que era de invitados está siendo ocupada por Nicollas. Si no les importa duerman en la habitación de Tobio.

Los restantes eran ajenos a los mil y un pensamientos que traían Shoyo y Tobio en sus mentes al estar solos en una misma habitación así que solo asintieron con la cabeza.

Sacaré el futón — dijo Tobio caminando hacia algún lugar de la casa

— Anoche llovió y se mojaron los futones — dijo Nicollas entrando a la casa con las maletas

Mi cama no es lo suficientemente grande como para dormir tres personas en la misma... — Kageyama suspiró — supongo que dormiré en la sala.

— ¡No!... Yo puedo dormir en el sofá. — dijo Hinata.

— ¿Quién dijo que dormirían tres en tu cama?... Natsu dormirá conmigo. — dijo Miwa — solo hay que despertarla para que me conozca y no se vaya a espantar.

El mayor de los Hinata asintió con la cabeza y se acercó a Tobio quien seguía con la niña en brazos.

Natsu... Despierta...

La pequeña despertó enseguida y se tallo su ojito derecho tratando de enfocar su vista.

— Muchos ojos bonitos — dijo la pequeña llamando la atención de todos los pelinegros. — son como los tuyos — menciono señalando a Tobio — Me gustan.

Buenos días Princesa — dijo Kageyama como costumbre al saludar a la pequeña pelinaranja por las mañanas.

— Buenos días Príncipe — respondió la pequeña estirandose para bajar de los brazos de Tobio.

— ¡Que lindo se saludan! — chillo Miwa emocionada. — Mucho gusto, me llamo Miwa y soy hermana de Tobio.

— Hola... Me llamo Natsu y soy hermana de Shoyou — respondió la pequeña acercándose a la pelinegra. — ¿Puedo volver a dormir?

— ¡Claro! Vayamos a mi habitación... Tengo muchas muñecas que mostrarte.

Los restantes en la sala sonrieron hasta ver desaparecer a ambas chicas y sin mucho que esperar, Tobio prácticamente jalo a Hinata para que fuera con él.

En la tarde nos podremos al día, ahora solo quiero dormir — dijo el pelinegro llamando la atención de su abuelo y Nicollas.

— Está bien, descansen — dijo amablemente el abuelo viendo desaparecer a su nieto.

Oye ¿No es grosero que solo nos vayamos? — preguntó Hinata siendo jalado por Kageyama.

No le importa... Vamos.

Ambos entraron a la habitación donde parecía que el tiempo no transcurría, aún habían algunos carritos de colección, posters de bandas musicales que ya casi no sonaban o fotos del pelinegro en sus épocas de adolescencia.

No has cambiando nada Kageyama — dijo el pelinaranja viendo atentamente las fotos pero no recibió respuesta así que dirigió su vista hacia la cama donde vio al pelinegro prácticamente muerto del sueño.

Hinata soltó una risita y se acercó a la cama para acostarse a un lado de Kageyama y observarlo atentamente.

Pocas veces podía verle sin el ceño fruncido y ahora fue una gran oportunidad de verlo relajado y poco faltaba para que saliva saliera colándose entre sus labios.

El pelinaranja estiró su mano hasta llegar a la mejilla del más alto quien solo se relajo aún más dejando que saliera un ligero ronquido.

Simplemente pudo sonreír con ternura el verle así, tan vulnerable.

¿Enserio no estás jugando conmigo? ¿Si te gusto? — preguntó en susurro sin recibir respuesta

Realmente no tenía sueño así que se levantó y se puso a ver prácticamente la habitación. Encontró un álbum de fotos donde en todas las fotos familiares habían dos rostros los cuales estaban recortados y no se lograba ver ni un solo ojo de aquellas personas.

Estaba tan sumergido en ver a un Tobio chiquito que no se percató que alguien había entrado a la habitación.

— ¿No tienes sueño?

El habla del abuelo le saco un susto terrible que casi pega un gritó pero solo pudo tocar su pecho buscando calmar su corazón.

— Lo siento, no quería asustarte. — dijo el abuelo con una sonrisa.

No se preocupe — respondió el pelinaranja — Lo siento... Me gano la curiosidad ver el álbum

— No hay problema — respondió el abuelo sentándose a un lado de Hinata quien se notaba un poco nervioso. — Ella es mi hija — dijo el hombre señalando a uno de los rostros recortados.

Hinata solo asintió con la cabeza sin saber que decir realmente.

— No era una buena mamá... Pero aún así la quise mucho.

¿Quiso?

— Falleció hace unos tres años... Ella y su esposo se vieron involucrados en un accidente y lamentablemente fallecieron.

Lo siento mucho

El abuelo soltó una risita cansada y Hinata dirigió su vista hacia aquel hombre... Ojos azules, más claros que los que Tobio pero aún así se veía que fue una persona atractiva de joven.

— Creo que un no me presento, soy Kazuyo Kageyama... Encantado de conocerte.

Los colores subieron al rostro de Hinata al percatarse que ¡El que se debió de haber presentado era él y no el abuelo!

El gusto es mío... Soy Hinata Shoyou y perdón por no presentarme yo primero, señor...

— Por favor, no me digas señor... Dime abuelo

Hinata asintió con la cabeza y junto con el abuelo comenzaron a ver aquel álbum ignorando a los rostros recortados de algunas fotos.

—... Y en esta fue cuando la línea de ropa llegó por primera vez al número uno en tendencias.

— Tobio tuvo que modelar ese día y para el fue el peor día de su vida.

Hinata observo atentamente la ropa y como si su cerebro hiciera clic reconoció aquellas prendas de ropa.

Disculpe... Menciono ¿Línea de ropa?

— Sí... En el segundo año que debutaron fue una gran venta llegando al número uno... Hasta este año que ganó el Johzenji

El pelinaranja dejo caer el álbum en el suelo despertando a Kageyama quien se sobresalto por el repentino ruido.

¿La línea de ropa en la que trabaja Kageyama es ~KT~?

— Eh... Sí... Mis nietos son los presidentes...

— Abuelo... — habló una voz femenina entrando a la habitación

— ¿Que sucede Miwa?

— Amm... Vino Akane... Dice que está buscando a Tobio.

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