🌼 Capítulo 16🌼
— Tobio...
— ¿Mmh? — dijo algo nervioso al haber sido llamado por su nombre.
— ¿Te enojarías sí te beso?
El pelinegro no respondió... Y no por grosero, simplemente no le salían palabras. Su nerviosismo no le dejaba articular la única palabra que quería decir...
— Es broma... — comentó con una risita Hinata rascándose su nuca algo avergonzado — Tu nunca me besarías so- — "sobrio" quiso decir antes de ser interrumpido.
— Bésame.
— ¿Q-qué? E-estas bromeando ¿C-cierto? — dijo poniéndose rojo.
De la nada Kageyama jaló a Hinata para que se sentará a horcajadas sobre su regazo para tenerle aprisionado en sus brazos.
No se habían dado cuenta que las luces habían estado apagadas hasta que notaron que la luz de la luna era su única iluminación junto con el brillo de sus ojos que se dirigían mutuamente.
— T-tu... Amm... ¿Quieres hacerlo? — preguntó el pelinegro desviando su mirada.
— Sí — contestó inmediatamente — ¡Digo, no es como si estuviera desesperado! Aunque no me quejaría en intentarlo contigo, es decir eres guapo, tienes muy buen cuerpo, tu voz es linda... Y el querer no me falta... ¡Pero no es como sí realmente te trajera ganas!
— ¿Okey?...
Hinata quiso desaparecer de la faz de la tierra pero las manos de Kageyama acariciando nerviosamente su cintura lo trajo de regreso... ¿Realmente estaba pasando? ¿Y si se golpeó la cabeza?, La respuesta era segura: Si estaba pasando y no se golpeó la cabeza...
Con un poco de nervios, el pelinaranja llevo sus manos a la nuca del pelinegro para enterrar sus dedos entre sus hebras lacias.
Kageyama apretó un poco más su agarre provocando que poco a poco se acercarán más y más sus rostros.
El más alto paso su lengua por sus labios viendo los rosados y carnosos labios del pelinaranja que se sonrojó al ver aquello por parte del contrario.
— ¿Realmente quieres hacerlo? — preguntó Hinata a centímetros de los labios de Kageyama.
— Sí... Pero nunca he estado con un hombre... ¿Y si te lastimó? — preguntó el pelinegro cada vez más cerca.
— Yo puedo enseñarte, To-bi-o... — jugó con las sílabas de su nombre
Su conversación quedó terminada en cuanto juntaron sus labios con desesperación. Ambos suspiraron al sentirse finalmente de ese modo...
Hinata jaló los cabellos de Kageyama para atrás sin ejercer fuerza suficiente para lastimarlo, simplemente para profundizar el beso enredando sus lenguas como si quisieran luchar entre ellas.
Algo en el cerebro del menor hizo clic y se separó del mayor que lo observo algo desorbitado y confundido.
— Y-yo, he estado con muchas personas... Hombres y Mujeres... ¿No sientes asco?, Literalmente vendo mi cuerpo. — dijo algo cabizbajo.
— Hinata, mírame... — el llamado le obedeció sorprendiéndose al ver una sonrisa en el rostro de Tobio — ¿Crees que si me importará estaría queriendo arrancarte la ropa y follarte en este preciso momento?
Bien, tal vez no pensó demasiado en sus palabras pero al ver el rostro de Hinata llenándose color rojo y brillo en sus ojos ¿Valió la pena?, Claro que sí.
Kageyama se acercó un poco más par alcanzar la boca del menor pero este se volvió a alejar dejándolo un tanto confundido.
— ¿Estas seguro? Se supone que eres Hetero...
— Pues creo que no era tan Hetero como pensaba... Eres el único chico que me ha atraído.
El pelinaranja sonrió y acercó sus labios nuevamente para ser atacados inmediatamente por el pelinegro que no perdió ni un segundo en tomar un poco de más confianza y meter sus manos por debajo de la ropa del más bajo.
Tobio bajó sus besos hasta el cuello de Shoyou creando un caminito donde varias marcas de personas extras a él estaban en la pálida piel del pelinaranja. Con enojo y celos, succionó su piel dejando una nueva marca que seguramente no se borraría en días.
El miembro del pelinegro reaccionó completamente en cuanto escuchó el primer gemido por parte de Shoyou provocado por él.
Hinata fue empujando poco a poco a Tobio para que quedara totalmente recostado en la cama para después irse despojando de su primera prenda de ropa.
Cualquier rastro de cordura que le quedaba a Tobio se fue volando al nunca jamás...
En ese preciso momento Hinata puso sus manos sobre el pecho aún cubierto del peligro para acariciarle sobre la ropa sintiendo como el cuerpo bajo de él se estremecía y la respiración se hacía más pesada.
Sin decir alguna palabra y no es como que faltará, Shoyou comenzó a mover sus caderas al son de su propio ritmo sintiendo la erección del contrario rozando contra la suya.
Poco tiempo faltó para que se semidesnudaran quedando únicamente en ropa interior sintiendo la humedad en sus entrepiernas.
— Hinata... ¿Estas seguro? Es decir, tú no tienes muy buenos recuerdos de esto...
— D-de hecho... ¿Puedo pedir un par de cosas? — preguntó algo apenado.
— Claro, lo que quieras.
— S-sí quieres que esté abajo de ti... Por favor no me pidas que te vea a los ojos, no me digas que me veo lindo y normalmente pido ser tomado de espaldas...
Kageyama suspiró y sonrió para tranquilizar al contrario...
— De acuerdo... Lo que tú pidas, así será.
Shoyou asintió con una ligera sonrisa algo apenada por ser específico pero sabía que Tobio podría entender así que tuvo la confianza para decirle.
El más bajo, se acercó nuevamente para presionar sus labios en un beso codicioso y necesitado. Sus manos se acariciaron con mayor confianza aunque las manos más traviesas fueron las de Kageyama al despojar completamente a Hinata de su última prenda de ropa para poder apreciar completamente su cuerpo desnudo.
— Simplemente hermoso... Eres hermoso, Shoyou
Hinata sonrió y volvió a besarle para quitarle a Kageyama su última prenda... Quedando completamente a merced de ambos.
El pelinaranja fue dejando un camino de besos desde sus labios hasta su abdomen donde sintió como se estremecía bajo su boca y lengua que disfrutaban de cada centímetro de piel que estaba puesta para él como un festín.
Kageyama se recargó en sus brazos para poder observar al pelinaranja que estaba de rodillas en el suelo, en medio de sus piernas viendo su entrepierna como su fuera un dulce que un niño anhela.
— ¿Puedo?
No tuvo caso que preguntó, sí no esperó respuesta cuando ya tenía al pene del mayor entre sus manos dejando pequeños besos en la punta escuchando la respiración y jadeos de quién le estaba dando placer.
Realmente no espero mucho tiempo cuando metió el miembro en su boca sintiendo el sabor poco común pero nada desagradable para él que poseía el pelinegro queriendo más y más de él... Definitivamente lo necesita dentro de él, YA.
Decidió apresurar su tarea profundizando un poco más, succionando con más fuerza sintiendo como cada vez se hacía más grande y largo...
Se sintió afortunado de escuchar como Kageyama estaba cerca de su añorado orgasmo lo cual no tardó en suceder llenando su boca de su esencia la cual estaba algo dulce, succionó aún más buscando más de ese sabor logrando que Kageyama volviera a reaccionar a su boca.
El más bajo, desvió una de sus manos a su boca donde chupó tres dedos ante la atenta mirada del pelinegro viendo su mirada cargada de deseo y pasión.
Su mano de dirigió a su entrada donde no tardó en meter un dedo a la vez para quedar completamente listo para recibir al de ojos azules.
Hinata volvió a sentarse a horcajadas en Kageyama para posicionarse sobre el miembro del mayor para bajar poco a poco.
El de ojos azules sintió la estrechez de la entrada del pelinaranja lo que lo hizo gruñir un poco, la sensación era diferente y por la lentitud que bajaba le hacía sentir completamente la textura envolviendo su pene.
Los quejidos de Hinata en su oído lo hizo apresurar la tarea agarrando sus caderas y entrar rápida y profundamente sacándole un gritó al más bajo sintiendo como un líquido escurría en su pecho y abdomen.
No le tomo mucha importancia cuando Hinata comenzó a moverse dando unos círculos, se balanceaba de adelante hacia atrás levantando un poco su cadera buscando aquel punto dulce que lo hacía gritar como gata en celo.
En definitiva Tobio era grande y le estaba costando más trabajo que con otras personas, aún dolía un poco por la profundidad pero tal era su deseo de sentir el por qué Yachi llegó tan feliz la primera vez que lo vio que no tardó en dar algunos saltitos sobre el pelinegro viendo como trataba de controlarse, podía verlo en sus ojos.
— Tobio... Por favor, no te contengas y follame tan duro como te plazca.
Al ver la sonrisa del mencionado tal vez pensó que es buen momento para rogar por el bienestar de su cuerpo pero no paso mucho tiempo cuando estaba con el pecho pegado a la cama con las caderas levantadas, sintiendo como Tobio entraba fuertemente dentro de él para comenzar con un vaivén que lo hizo gemir sin poder controlar su voz... Si lo escuchaban abajo no era su problema por qué lo estaba disfrutando y bastante.
El dolor que en algún punto sintió, se había transformado completamente en placer provocando que su gesto se deformara, rodando sus ojos para dejarlos en blanco, la saliva de su boca se deslizaba por la comisura de sus labios manchando sus sábanas.
Tapó sus labios tratando de acallar su voz pero no sirvió de nada en cuando tuvo sus manos siendo aprisionadas bajo una mando de Tobio inmovilizandolo por completo.
Debido a la posición, la profundidad a la que entraban las estocadas de Tobio se hizo mayor privandolo un momento de su voz al sentirse completamente lleno.
— ¡A-ah! ¡M-más! — pidió entre gemidos el pelinaranja.
— Tus deseos son órdenes.
Aumentó su velocidad dando en el punto exacto donde se encuentra el punto h del pelinaranja haciendo que se viniera por segunda vez manchando todo a su paso.
— ¿Se sintió bien, Shoyou? — preguntó susurrando a su oído. Hinata solo pudo gemir en respuesta, su boca no articulaba palabra alguna pero asintió con la cabeza lo que hizo que Tobio bajara la velocidad pero sumando la profundidad si es que aún era posible — Respóndeme... ¿Eso se siente bien? — mordió el omóplato del menor sacándole un pequeño gritito.
—¡A-ahí! ¡S-sí! ¡Se siente bien!... ¡S-sigue!
— Así me gusta... Solo por eso te daré un pequeño regalo. — En ese preciso momento Hinata acaba de conocer una nueva personalidad del pelinegro dejando en claro que él es el dominante y se le hacía tan sexi como le hablaba al oído que aceptaba ser sumiso para él.
Kageyama alcanzó algo así como una bufanda y tapó los ojos del pelinaranja dejándolo algo confundido por la perdida de visión.
— ¿P-por que?
— No preguntes y disfruta.
El más alto hizo que Hinata quedaba boca arriba para posicionar sus piernas en sus hombros y volver a entrar nuevamente rápidamente dando en el punto exacto.
Debido a que tenía los ojos tapados, sus otros sentidos se agudizaron provocando que se sintiera aún mejor y es que era posible, arqueó su espalda apretando la sábanas bajo sus manos y echando su cabeza hacia atrás.
Kageyama bajó su torso para besar uno de los pezones del pelinaranja notando que es aún más sensible de ahí, en su mente lo anoto para la próxima vez...
¿Próxima vez? Pero claro que sí y lo haría mil veces más.
Un tiempo después, Kageyama comenzó a tener unas inmensas ganas de orinar, sabía a qué se debía así que trató de salir del pelinaranja pero Hinata lo atrapó en sus brazos.
— Puedes venirte dentro
No tuvo que decirle dos veces cuando se libero finalmente dentro del pelinaranja quien sintió como era llenado completamente por la esencia del pelinegro.
Finalmente Tobio salió del pelinaranja acostándose a su lado sintiendose agotado queriéndose rendir ante el sueño.
Pero no podía, tenía invitados abajo y aunque tuviera vergüenza debía bajar para terminar con el reto.
El más bajo se acercó al pelinegro y se inclinó para darle un beso en los labios siendo correspondido gustosamente y después rozar su nariz con la contraria dando un dulce beso esquimal, provocando una pequeña risita tonta en el pelinegro.
— No quiero bajar — confesó el pelinaranja recostandose en el pecho del más alto.
— Yo tampoco...
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Nota:
¿Que les pareció? 👀👀
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