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🌼 Capítulo 13 🌼

Al llegar a casa encontraron a un muy preocupado Atsumu que les aplicó la ley del hielo por tres minutos.

Regañó a Kageyama por llevarse su coche a mitad de la noche sin su permiso y más aparte no contestaron ni una sola llamada que les hizo desde las 5:00 am, hasta las 8:30 am.

El teñido le dio su espacio a Shoyou quien desde que llegó a casa había tenido un gesto triste y asqueado (eso era de todas las veces que llegaba de ahí). Aunque en esta ocasión le sonrió un poco antes de meterse a su habitación y comenzar una larga ducha de tal vez dos horas.

— ¿Tu no irás a trabajar? — preguntó Atsumu viendo al pelinegro que buscaba algo para comer.

Sí, pero más tarde. Tu si deberías irte ya... Pueden despedirte y a mí no por que soy el presidente.

— Rey — corrigió Atsumu saliendo corriendo de la cocina antes de que Kageyama le cortará la yugular por llamarle así. — De todos modos, gracias por ir por él... Se ve diferente... ¿Ocurrió algo?

Kageyama bajó la cabeza y soltó un suspiro cansado, para después comenzar a untar mantequilla en un pan.

Si quieres saberlo, debes preguntarle... Yo no tengo derecho a contarte esto si es que no lo sabes... Prefiero que él te lo diga a qué yo vaya de chismoso y se enoje conmigo... — guardó silencio un momento — Más de lo que ya se va a enojar posiblemente — murmuró entre dientes.

— ¿Mmh? ¿Dijiste algo?

No, nada... Yo me ocuparé de él, debes irte a trabajar. — más que un tono tranquilo, sonó como una orden.

— A la orden... Su majestad.

Si no te largas te romperé toda tu majestad.

Atsumu salió corriendo del departamento después de despedirse y Kageyama comenzó a buscar algo que pudiera darle de comer a Hinata por que seguramente estaría hambriento.

Al no encontrar nada, únicamente pan y mermelada aunque realmente estaba exagerando por qué tenía el refrigerador lleno de comida. Decidió que pediría algo por internet.

Al haber echo el pedido, subió a su habitación para preparar su ropa de trabajo junto con sus utensilios de aseo ya que tenía que bañarse sí o sí.

Cuando sonó el timbre, salió de su habitación y al ser comida fría la dejó en la cocina para meterse a bañar rápido.
Aunque cuando subía la escalera, vió a Shoyou saliendo de su propia habitación.

¿Y Atsumu? — preguntó con la garganta algo ronca.

Ya se fue. — contestó suavemente mientras se quedaba parado en las escaleras.

Ah... — dijo en susurro — ¿P-puedo pedirte un favor?

Lo que quieras. — respondió casi gritando inmediatamente provocando una pequeña risa en el pelinaranja.

¿M-me... Me puedes ayudar a poner medicina en mi espalda?

Kageyama asintió con la cabeza y permitió que Hinata entrará primero a su habitación para que se tranquilizara un momento.

El más alto se quedó en el umbral de la puerta hasta que el menor le dió permiso para entrar.

Puedes entrar.

El pelinegro a pasos lentos se acercó a Hinata que le daba la espalda sentado en su cama vistiendo únicamente una bata de baño.

La medicina es está — dijo Hinata estirando una pomada y unos curitas.

Con dudas y temblores, el pelinaranja comenzó a deshacerse de su bata en la parte superior mostrando su espalda.

Kageyama frunció el ceño con molestia y sus dientes rechinaron al tensar su quijada.

"Malditos idiotas, pronto se les acabará su teatrito " pensó el pelinegro viendo la espalda de Hinata donde resaltaban unos hematomas, rasguños, mordidas y hasta golpes que iban nada de la mano al placer.

Voy a comenzar — dijo Kageyama recibiendo un asentimiento de cabeza.

Con delicadeza decidió comenzar con su espalda alta, hombros y cuello.
Hinata se estremecía al sentir el tacto del mayor y al poco tiempo se empezaron a escuchar sollozos e hipeos provenientes del llanto que soltaba Hinata siendo amortiguados por su mano que cubría su boca

Con los dedos dudativos, bajó un poco más para llegar a su cintura donde se notaban varios dedos marcados en su piel.

Ti-tienes una marca un poco más abajo... ¿Quieres hacerlo tú o... — la pregunta quedó a medias.

Hazlo tú... Confío en ti.

Kageyama bajó un poco más la bata sintiendo como Hinata respiraba con más velocidad y entrecortadamente... Decidió ponerse frente a él para que se tranquilizara. "Esta teniendo un ataque" pensó.

Hinata... — habló tranquilamente.

N-no... No puedo respirar.

Kageyama suspiró y lentamente tomo las manos del menor.

Mírame... — sus ojos conectaron — Respira conmigo ¿Bien?

Hinata asintió con la cabeza y comenzó a igualar la respiración del mayor hasta que logró tranquilizarse al punto de respirar con normalidad.

No te tocaré si no quieres...

Está bien... Hazlo. — respondió Hinata soltando un suspiro.

El mayor regreso a la espalda del pelinaranja quien sintiéndose un poco más tranquilo, le permitió curar la mordida que estaba en su espalda baja.

Está listo. — dijo Kageyama levantándose de la cama dispuesto a salir de la habitación.

Gracias... — contestó Shoyou tapándose nuevamente dándole la espalda al mayor para que no le viera llorar.

No hay de que... — dijo tranquilamente — Y Hinata... — llamó la atención del menor que seguía dándole la espalda — No tienes por qué contenerte conmigo.

Esas palabras bastaron para que Hinata comenzará a llorar con fuerza abrazándose a si mismo. Soltó unos gritos cargados de frustración mientras aventaba sus almohadas a todos lados de su habitación sintiéndose desesperado.

El asco que sentía en esos momentos hizo que corriera al baño y vomitara mientras seguía llorando y gritando insultos hacia el nombre Akuno Kenshin.

El pelinegro estuvo a punto de cerrar la puerta para darle privacidad al chico pero una mano impidiendo que la cerrará hizo que abriera la puerta nuevamente.

Estuvo a punto de hablar cuando Hinata abrazó con fuerza a Kageyama llorando en su pecho.

Simplemente pudo devolverle tranquilamente el abrazo tratando de no tocar demasiado y espantar al chico que se aferraba a él.

Al paso de unos minutos Hinata dejó de llorar y lentamente se separó del mayor que lo miraba con un gesto serio pero por sus ojos podía ver más que claro que estaba preocupado y muy molesto.

Kageyama... Gracias... Me siento mejor.

No te preocupes... Yo amm... no quisiera dejarte pero debo ir a trabajar... Ya falte dos días y me atrase de trabajo.

Hinata soltó una risita y asintió con la cabeza para después ponerse de puntitas y por sus impulsos le dio un beso en su mejilla al mayor dejándolo estático.

¿Llegarás tarde? — preguntó apoyando su mejilla en su pecho del mayor, abrazandole por el cuello.

Llegaré antes de la cena... Debo apurarme — respondió acariciando el húmedo cabello del menor.

¿Lo prometes? — puso su barbilla en el pecho del mayor viéndolo directamente a los ojos con un hermoso brillo desprendiendo de ellos y haciendo un tierno puchero con sus labios

Lo prometo. — respondió Kageyama dejando un pequeño besito en la cabeza del más bajo.

Se separaron del abrazo y después de que Kageyama le dijera que había comida abajo, se fue a bañar rápidamente sintiendo todo su rostro rojo por responder a su impulso de besar la cabellera naranja del chico.

Al llegar a la empresa todos se quedaron absolutamente cayados al ver al presidente entrar con el ceño fruncido murmurando entre dientes.

El único valiente de acercarse fue Yamaguchi.

— Llegas tar-

Ya se, no me digas nada... — dijo interrumpiendo al peliverde que suspiro cansado.

Subieron al elevador para llegar al último piso donde Kageyama observó a varias personas esperando por él.

Cierto... Son las entrevistas. — suspiró cansado y dedico una vista rápida a las personas que estaban ahí antes de entrar a su gran oficina  — Yamaguchi... Necesito tu ayuda.

— Claro, en qué puedo ayudarte.

Corre a todas las personas que están ahí y diles que se les llamará para una nueva entrevista.

— Kageyama, enserio necesitamos a otra persona.

Lo sé... Ya tengo a alguien y necesito ese puesto libre... Ya se, desde ahora serás el Director general de mi hermana y la persona de quien estoy hablando tomara tu lugar.

— ¿¡Qué!? ¿¡Director general de Miwa!? ¿Tan fácil me cambias?

Sí, ahora corre a esas personas.

El peliverde asintió con la cabeza sintiéndose ofendido y en el cielo a la vez, aunque seguramente el trabajo sería más exhaustivo debido a que nadie dura en ese puesto cuando se trata de la reina de la empresa.

Kageyama hizo a un lado todo el papeleo que tenía para despejar un poco su escritorio y comenzó a buscar entre sus contactos de trabajo a una persona que no encontró.

Yamaguchi... Ven un momento — habló el pelinegro por el intercomunicador

— Claro — respondió para abrir la puerta inmediatamente.

No hagas preguntas y obedeceme... Necesito que busques a unas personas.

El pecoso tomo asiento y observó seriamente al presidente...

Necesito toda la información que puedas conseguir de un hombre apellidado Akuno

— ¿Akuno? ¿Akuno que?

Kageyama hizo memoria sobre los gritos del pelinaranja dirigidos a la "persona" llamada..

Akuno Kenshin...

— Vaya nombre... — burló Yamaguchi al escuchar el nombre con el significado de "Maldad encarnada"

Necesito toda su información y llama al banco para solicitar un retiro.

— ¿De cuanto estamos hablando?

100 millones de dólares... Lo necesito para este fin de semana... No más, no menos... Que sea retiro, no un préstamo.

— ¿¡Que harás con ese dinero!? ¡Es demasiado! ¿No estás metido en algo ilegal verdad?

Sin preguntas y no — "espero" — necesito ese dinero así que llama al banco y que no se entere mi abuelo ni mi hermana.

— De acuerdo — asintió Yamaguchi

También contacta al mejor abogado que puedan conocer tus contactos... En especial pregúntale a Akane.

— ¿Akane? ¿Tu ex novia?

Sí, ella... Si es posible que su padre sea quien esté contratado. Y un psicólogo.

Yamaguchi asintió con la cabeza anotando todo lo que le era solicitado.

Al paso de media hora, Yamaguchi salió de la oficina comenzando con el trabajo que le era solicitado u ordenado por el Rey de la empresa.

Kageyama observó la hora y asintió poniendo una alarma a las 6:30 de la tarde para poder llegar a la cena con el pelinaranja.

Se puso sus lentes para leer y comenzó con el exhaustivo papeleo de dos días que no fue a trabajar. Pese a que eran solo dos días, el papeleo de esa última temporada se vio en aumento después de bajar un poco los precios y los colores se hicieron más llamativos.

Observó con detenimiento los maniquíes que tenía en su oficina y vio su última creación... Era un conjunto unisex pero iba más de la mano al público femenino.

Un crop top de color negro, cuello de tortuga y mangas largas. Una chamarra corta de cuero igual de color negra y unos pantalones ajustados de cuero de tiro alto asentando la cintura de las personas.

A pesar de que era negro absolutamente todo el conjunto, se sintió orgulloso y a gusto en cuanto quedo terminado.

Quién seguramente usaría esas prendas sería Tsukishima ya que él tiene el cuerpo más delgado y no tan tonificado. Así que quedaría perfectamente...

Aunque... — Kageyama hizo más bajo el maniquí y sonrió con solo imaginarlo — ¿Que dirá sí le pido que modele?

— ¿Quién va a modelar? — preguntó un tercero llegando a la oficina, sacándole un susto al pelinegro que se pincho el dedo con un alfiler.

— Perdón por la interrupción Tobio-san... — habló el acompañante — Bokuto-san le pedí que tocará la puerta antes de entrar.

— Detalles... Aparte a Tobio no le importa ¿Cierto?

Un poco mucho. — dijo Kageyama provocando que el semi albino hiciera un puchero — ¿Que los trae por aquí? — caminó hacia su silla giratoria detrás del escritorio.

— Como sabes, Akaashi aquí presente y yo aquí presente también... Haremos una película la cual se estrenará el 2 de febrero yyy... Obviamente tú tienes que ir, te traje tu boleto y dos extras por si quieres llevar a alguien.

El pelinegro de ojo azul agarró los boletos y los guardó en su escritorio para no tenerlos encima de todo y perderlos en algún momento.

Gracias por la invitación — respondió con simpleza viendo a ambos chicos que le sonrieron.

Al paso de una hora aproximadamente Bokuto y Akaashi salieron de la oficina del presidente para seguir con su trabajo.

Kageyama suspiró con alivio en cuanto sonó su alarma, aún le quedaban varias cosas que terminar pero prometió llegar a la cena así que sí o sí debía estar en el departamento en menos de media hora.

Después de ser el único que quedaba en la empresa, bajó por el elevador hasta el estacionamiento donde su motocicleta era el único automóvil que quedaba ahí.

Subió y arrancó hasta su hogar donde se atraso por el tráfico que había en la calle.

Al llegar a su departamento subió arrastrando los pies por las escaleras por qué al elevador se le ocurrió descomponerse una vez más y en cuanto abrió la puerta fue recibido por una motita de color naranja que saltó hasta abrazarlo por su cabeza.

Estoy en-

— ¡Bienvenido Ojos bonitos!

Natsu, bajate de Kageyama...

Kageyama no dijo nada y solo cerró la puerta con cuidado de no tirar a Natsu que había comenzado a hablar de todo lo que ocurrió en el día.

Desde que llegó a casa, un aroma delicioso llegó a su nariz y simplemente pudo dejar su mochila en el sillón para caminar a la mesa donde le esperaba una gran comida.

El pelinaranja y el pelinegro se sentaron a la par, uno al lado del otro quedando Natsu frente a ellos.

No esperaron mucho para cenar, disfrutando el sazón del pelinaranja que en esa ocasión se notaba más feliz y habló más de lo que hablaba normalmente.

Al ver su sonrisa sincera solo pudo pensar en lo que está a punto de hacer.

"Pero todo por verte sonreír de verdad... No pienso curar ese tipo de heridas una vez más, no pienso escucharte llorar de esa manera y no quiero que para poder abrazarte tenga que ser por consuelo... Quiero abrazarte por qué ambos queremos." Pensó antes de posar su mano en la cabellera del pelinaranja que lo volteó a ver con un sonrojo en su rostro haciéndolo ver demasiado tierno.

En ese momento Kageyama se prometió a su mismo hacer todo lo posible por ayudarle... Y lo hará.

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