El desfile de modas salió mejor de lo esperaba trayendo consigo un gran número de clientes de diferentes empresas. Kageyama se sentía feliz, más que nunca ya que salió a la perfección todo el plan.

El ojiazul tenía planeado ir a una fiesta donde festejaría todo junto con varios conocidos que sabían quién era el diseñador ~KT~ y lo apoyaban, entre esos conocidos estaba su hermana, su abuelo y varios amigos tales como: Atsumu, Osamu, Bokuto, Akaashi, Kuroo y Tsukishima quienes en ocasiones le ayudaban a modelar algún conjunto de ropa aparte de sus modelos.

Llamó rápidamente a su representante para avisar que pasaría por su novia para irse juntos a la fiesta. Yamaguchi apresuró a Kageyama con la excusa de que todos estaban esperando a que llegara y así fue como rápidamente se fue a casa.

Cómo hace unos meses que no pasaba por esas calles ya que había viajado a Francia cambiaron algunas cosas entre ellas, descubrió que habían puesto una florería llamada Florería Sugawara, era pequeña pero la gente entraba y salía del establecimiento con ramos bastante bien elaborados y algunos arreglos florales lindos y elegantes a la vez.

Sin pensar mucho en eso, entró al lugar y un olor a flores inundó su nariz haciéndolo particularmente feliz, con una sonrisa muy extraña entró al lugar donde del lado del mostrador habían dos personas con unas sonrisas bastante amplias y muy dulces, un chico peligris y otro castaño con un mechón rubio.

Así que se acercó al chico peligris quien era el que estaba atendiendo a su último cliente de la fila y en cuanto vio al pelinegro frente a él sonrió con dulzura.

— Bienvenido a Florería Sugawara, ¿En qué puedo servirte?

El cerebro de Kageyama dejó de funcionar por un momento ya que literalmente no sabía que es lo que quería así que volteó a ver a su alrededor y encontró una gran variedad de flores de distintos colores y tamaños así que sin ver señaló unas flores naranjas que se veían lindas.

— Oh... Cuánto lo siento, ¿Gustas que haga un ramo o un arreglo floral?

Kageyama se confundió en totalidad ¿Por qué el chico peligris lo veía con lástima? ¿Que eran esas flores?

— Un ramo por favor, es un regalo para mi novia, le voy a pedir matrimonio.

Al chico de al lado soltó una risa pero enseguida de quedó callado al ver el ceño fruncido del de ojo azul, para después salir corriendo a lo parecía ser una pequeña bodega donde se escuchó una risa más, acompañada del otro que había entrado corriendo.

El chico peligris quiso ocultar su sonrisa haciendo una mueca algo extraña pero después de respirar profundamente sonrió con la misma dulzura que cuando había entrado.

— Disculpa es que como señalaste la flor cempasúchil pensé que alguien había muerto y también perdón por la actitud de mi compañero.

Kageyama se sonrojo un poco por el malentendido, iba a corregir su error de no ser por qué un chico de cabellera naranja salió corriendo hacia el chico peligris y decir prácticamente gritando.

— ¡Suga, Daichi despertó!

Con ello, ahora el que sabía que se llamaba Suga se disculpo de manera rápida y con un brillo en sus ojos salió corriendo de la florería.

El chico pelinaranja se acercó con una sonrisa al mostrador mientras que el otro chico que se había burlado de él se acercaba su puesto de trabajo.

— ¿En qué puedo ayudarte? — preguntó el chico de cabello naranja amablemente.

Antes de cometer otro error decidió hablar desde un principio. — Le voy a pedir matrimonio a mi novia y quiero un regalo. — dijo con un tono algo serio.

— Claro, acompáñame... — el chico salió del mostrador para guiar al pelinegro por el lugar mostrándole algunas flores junto con sus significados los cuales uso como guía para buscar alguno que le gustará.

Después de diez minutos donde estuvo escogiendo flores, terminó siendo un ramo bastante colorido y pensó que sería un desastre pero en cuanto vio como ágilmente el chico pelinaranja acomodaba las flores quedó totalmente encantado con el pedido.

Gastó menos de lo que había pensado y después de tener las flores en su posesión agradeció y salió del lugar no sin antes darle una generosa propina al chico de ojos color marrón.

— Gracias — dijo con amabilidad el de baja altura con una sonrisa amplia y un ligero sonrojo que no paso desapercibido por nadie del lugar.

Al salir del campo de visión del pelinaranja se permitió suspirar con una sonrisa.

— Shoyou, es Hetero así que no te emociones.

Hinata volteó a ver a su amigo con un puchero.

— Ya lo se... ¿Por qué los chicos guapos tienen que ser hetero? — limpió una lagrimita imaginaria.

— ¿Irás a tu trabajo en la noche?

— Sí, es necesario que vaya... Es mi "presentación especial"

— ¿No puedes dejar ese trabajo?

— Noya... A menos que consiga un aumento sobrenatural aquí podré dejar el bar pero por el momento seguiré con ello, Natsu pronto entrará a la escuela y debo pagar la renta. — dijo con tristeza pero enseguida al ver a un señor mayor que se acercó a la florería con vista de que tenía dinero, Shoyou sonrió con diversión. — O un Sugar Daddy que me saque de pobre...

Ambos rieron y regresaron a sus puestos para atender a la gente que había llegado a la florería.

Por otro lado cuando Kageyama estuvo listo, se dirigió a su departamento donde estaba su novia esperándolo así que se apresuró en llegar pero sin necesidad de correr ya que no quería llegar todo sudado y oliendo mal, así que solamente camino y agradeció el clima ya que era fresco así que no sintió que estuviera sudando en exceso como cuando hacía calor.

Abrió la puerta con sumo cuidado y al no escuchar nada más que algún ruido proveniente del cuarto, pensó que ella estaba escombrando o barriendo así que caminó a paso lento por las escaleras hasta subir a su habitación donde se escuchaban unos ruidos algo extraños: el rechinar de la cama constantemente y unos... Gemidos.

Pensando en lo que estaba sucediendo y ya lo tenía más que claro, abrió la puerta de golpe sorprendiendo a los dos que estaban en la cama.

La chica palidecio junto con el otro chico que no conocía y antes de salir del cuarto, le aventó el ramo al suelo junto con la caja donde venía el anillo.

Las lágrimas de ella no tardaron en salir en cuanto vio el anillo y rápidamente se cambió para salir corriendo detrás del pelinegro quien ya había salido de la casa y ya no se veía cerca.

Kageyama en cuanto estuvo fuera de su casa, corrió hasta pasar mínimo dos calles lejos del lugar. Se sentía frustrado y traicionado en gran manera, se reprendio el mismo al darse cuenta que había aventado el anillo.

— Mínimo lo hubiera vendido en Amazon.

Cuando estuvo lo suficientemente lejos para que lo encontrará la que actualmente era su exnovia, se sentó en la banqueta, quería llorar y a la vez no por que más era su enojo que la tristeza, pero aún así se sentía decepcionado.

Llamó a Yamaguchi para avisarle que no se sentía de humor, le contó vagamente lo que había pasado y su representante comprendió así que después de darle su pésame colgaron.

"Tal vez sí hubiera pedido las flores de cempasúchil o como se llamarán"

Enseguida recibió una llamada de su mejor amigo y estaba más que seguro que era por lo que había pasado.

En la llamada:

— ¿Diga?

— ¡Al carajo las relaciones, tu y yo nos vamos a ir a divertir! — contestó su amigo con gran entusiasmo.

— ¿Otra vez terminaste con Kiyoomi?

— No... — dijo en susurro — Bueno sí, por eso voy a pasar por ti y vamos a ir a un lugar a pasarla bien.

— Tsumu... No es-

— Sí es necesario, antes que nada lo siento mucho hermano y también quería pedirte un favor... — Kageyama estaba seguro que Atsumu estaba sonriendo con timidez debido a su tono de voz.

— Está bien, te ayudaré a empacar...

— Kags... Creo que me acabo de enamorar de ti

— Sí, sí... Estoy en el parque que está cerca del supermercado, te espero por qué no pienso gastar dinero para ir hacia tu departamento.

— Ya me desenamoraste... Pero ahorita nos vemos mi rey ¡Muuaa!

Fin de la llamada.

Atsumu colgó antes de que le regañara por llamarle así, suspiró con cansancio y se dejó caer en una banca del parque, cerró sus ojos buscando un poco de paz en sí mismo pero esa "paz" se vio interrumpida por un llanto de un niño así que abrió los ojos para ver qué realmente era una niña con el cabello naranja, que le recordó al chico de la florería.

Vio que la niña estaba llorando mientras se abrazaba una de sus piernas donde claramente se veía que se había raspado y estaba brotando poca sangre de su herida.

A regañadientes se acerco a la niña quien volteó a verlo con un poco de temor.

— ¿Puedes levantarte? — se agachó para ver mejor a la niña quien negó un poco avergonzada dejando de llorar.

— ¿Y tus padres? — preguntó Kageyama buscando a alguien que se pareciera a la niña.

— ... Ellos-

El habla de la niña se vio interrumpida por alguien más.

— ¡Natsu!

La niña en cuanto escuchó el llamado se puso a llorar y agarrando la ropa del pelinegro se levantó con dolor y caminó lo mejor que pudo hasta esa persona quién para su sorpresa sí era el chico de la florería.

El chico de la florería se agachó para revisar a la niña y sonrió con ternura para cargarla y llevarla a la banca donde anteriormente estaba sentado.

Kageyama con curiosidad se acercó a la banca observando todo con curiosidad al ver qué el chico sacaba una pomada y una pequeña venda la cual termino en la pierna de la niña. El chico sintió la mirada del contrario y sonrió con sorpresa al verlo.

— Él me cuido mientras llegabas — habló la niña llamando la atención del chico pelinaranja.

— Gracias chico de los ojos bonitos... — dijo el de baja estatura pero al darse cuenta de lo que había dicho se tapo la boca y se sonrojo hasta las orejas. — L-lo siento.

Kageyama negó con la cabeza con una tímida sonrisa y después de revolotear el cabello de la niña continúo caminando por el lugar hasta que Atsumu se digno a aparecer después de varias horas detrás de su llamada viendo que ya había oscurecido.

— Lo siento tuve que atender unas cosas en la oficina de emergencia, no pude llamar. — dijo Atsumu mientras Kageyama se subía al auto.

— No hay problema — respondió con una extraña tranquilidad.

Atsumu lo vio con un poco de pena y puso su mano en el hombro del contrario mostrándole su apoyo. Kageyama sonrió un poco y negó con la cabeza.

Con ello, salieron del lugar en un silencio algo incómodo pero Atsumu puso música en el auto para comenzar a cantar a voces ganando una que otra risa del pelinegro debido a su desafinación.

Cuando llegaron al departamento comenzaron a terminar de empacar las últimas cosas que habían en el departamento para subir las cajas hacia el siguiente piso del mismo edificio, no le veía la lógica de su mudanza pero aún así apoyó a su amigo en subir las cajas ya que ese departamento sería ocupado por uno de sus amigos del teñido.

Al terminar de empacar, Atsumu obligó a Kageyama a darse un baño y cambiar su ropa. Cómo ambos compartían las mismas tallas, no fue difícil encontrar algo que le quedará... Pero para que le gustará, estaba en chino.

Kageyama al ser diseñador de modas tenía un gusto algo diferente al de Atsumu, al final decidió un suéter de cuello alto negro, un pantalón gris oscuro ajustado y una gabardina color beige.

Uso los mismos zapatos que traía y después de acomodar cepillar sus dientes con un cepillo desechable, salieron del departamento para dirigirse a un lugar lejano a la ciudad donde vivía, estaba seguro que casi llegaban al distrito rojo pero se quedaron frente aún lugar que claramente era un bar el cual se veía un poco de mala muerte causando un escalofrío en Kageyama pero terminó por salir del coche por qué Atsumu lo jalo hasta que saliera y entrará al establecimiento.

La música claramente no era de Japón ya que era un idioma diferente el cual terminó por entender cómo Portugués y Español con un ritmo que era bastante pegajoso.

— ¿Quién te dijo de este lugar? — preguntó Kageyama casi gritando debido a la música ya que veía como todos saludaban con alegría a Atsumu.

— Mi hermano

Kageyama abrió sus ojos con clara sorpresa — No pensé que Osamu viniera a estos lugares.

— Todos tenemos cola que nos pisen y mi hermano tiene una cola demasiado laaargaaa

Tobio asintió comprendiendo y después de ordenar una bebida al barman del lugar se dedicó a darle una vista al lugar.

Varias personas, mujeres y hombres bailaban encima de mesas con movimientos bastante provocativos.
Vio a una chica con curvas no muy pronunciadas pero aún así se veía linda y sexi bailando.

— Ella es Yaya... — dijo Atsumu al ver qué Tobio mantenía la vista en la chica rubia.

Kageyama asintió y dio un sorbo a su bebida... Para después dirigir su vista a otra chica de cabello negro pero con curvas más marcadas haciéndola ver bastante atractiva.

— Ella es Shi-sempai... ¿Quieres que le hablé a alguna de ellas? — preguntó Atsumu con una sonrisa traviesa.

Kageyama negó con la cabeza y Atsumu alzó los hombros sin darle importancia pero enseguida llamó al barman susurrando algo en su oído y enseguida ese chico asintió con la cabeza para ir a buscar a alguien.

En seguida llegó el barman para seguir con su trabajo mientras que a paso rápido llegaba alguien por detrás de Atsumu y tapaba sus ojos.

Atsumu sonrió y destapó sus ojos para encontrarse con el chico más lindo del lugar según Atsumu después de una una pequeña plática algo estúpida "¿Quién soy?. El chico más lindo del lugar" fue lo que escucho Kageyama, los contrarios se saludaron de beso en la mejilla para que después el chico subiera al regazo de Atsumu abrazándolo.

Kageyama observaba con curiosidad al chico que vestía un diminuto traje de maid pero lo que resaltaba era su cabello naranja, algo se le hacía conocido pero no lograba ver del todo su rostro ya que un antifaz ocultaba la mayoría de su cara.

Atsumu le dijo algo al chico en su regazo quien volteó a verlo con sorpresa e inevitablemente se removió en su lugar con un poco de incomodidad.

— ¡Ah! ¡Eres el chico de los ojos bonitos!  — dijo con alto entusiasmo.

Kageyama lo observo con curiosidad al no reconocerlo del todo pero en cuanto el chico pelinaranja se levantó el antifaz mientras le guiñaba un ojo, vio al chico de la florería y abrió los ojos en sorpresa.

— Mucho gusto, soy Sho-chan... — dijo gritando debido al ruido pero se bajó del regazo de Atsumu después de susurrar algo a su oído para acercarse al oído de Kageyama quien aprecio el olor dulce que desprendía el chico — Mi nombre es Hinata Shoyou, mucho gusto.