Ha pasado una semana desde que vi a Susana.

Sí, y a Diana, y a su novio Alan.

Diana no me ha hablado, lo cual me preocupa un poco, así que me encuentro en la sala del hotel en Sidney con el teléfono en la mano. Michael se encuentra en el escenario dando su último ensayo, falta algunos minutos para que llegue y vayamos a comer.

Suspiro por última vez y agarro el teléfono para marcarle a Diana. A los pocos segundos suena y contesta.

Diana: ¿ Diga ?

Amanda: Hola, soy Amanda.

Diana: ¡ Mandy ! Estaba a punto de llamarte.

Amanda: Oh, ¿ en serio ?

Me sorprendo un poco pero más que nada me alivio.

Diana: Sí, quería llamarte y contarte lo de... bueno primero decirte que siento mucho lo que pasó la última vez que nos vimos.

Suspiro.

Amanda: Lo sé, en realidad... jamás pensé que actuara de tal forma. Pero... aunque no lo quiera admitir ella...

Diana: ¿ Ella qué ?

Amanda: Creo que me tiene envidia.

Diana se queda callada por varios segundos, lo cual hace que confirme mi respuesta.

Amanda: Lo sabías, ¿ verdad ?

Diana: Sí, fue lo primero que pensé. Pero no lo quiero admitir... aunque lo estoy haciendo.

Ruedo con los ojos y rasco mi frente.

Amanda: No me gusta pensar eso de ella, pero se ve tan claro como el agua que... ¡ agh !

Diana: Mira, creo que sería mejor que... ya no se vieran y se hablaran, bastante fue lo de esa noche, y sí, se vio tan claro como el agua.

Me entristece un poco en oir eso. Pero es verdad, no tengo porqué seguir con eso.

Amanda: Tienes razón.

En ese momento aparece Michael, me busca con la mirada y me topo con sus ojos color marrón. Me sonríe y se acerca a mí, me da un beso corto y se sienta.

Diana: Pero dejemos ya eso. Quería invitarlos a un lugar bien especial, a ti y a Michael.

Amanda: Ah, ¿a dónde ?

Veo que Michael agarra el menú y se acerca una mesera medio coqueta.

Diana: A una discoteca por allá en Sidney, de hecho en una horas llegaré allá, y sé que allá están.

Amanda: Me parece perfecto.

Digo con seriedad. Mi mirada se posa en él y en la de pelo negro y largo, con una piel muy blanca, ojos verdes y súper guapa que me hace sentir mal. Yo me pongo de pie y me alejo de ellos y me acerco al minibar.

Diana: ¿ Qué pasa ? ¿ no te agrada ?

Amanda: No, no es eso. Una chica de pelo negro, ojos verdes y piel blanca anda de coqueta con Michael...

Los miro y veo que Michael le dedica una sonrisa, eso me enfurece.

Amanda: Y ese... Por no decir baboso, está sonriendole.

Diana: Oh, oh... ¿ pero sonriendole como ?

Amanda; Se están...

Diana: A ver tranquilizate, tal vez Michael está siendo amable con ella.

Amanda: Pues no creo, se ve bien a gusto con ella.

Mi sangre hierve y comienzo a sentirme mal, desvío la mirada, pido una bebida con alcohol y me la dan.

Diana: A ver, concentrate en mi propuesta y ya después resuelves tus celos, ¿sí? Ahora la discoteca se llama Túlyd, nos veremos allá a las siete de la noche con Alan, irán dos amigos más. Dile a Michael que no se preocupe, estará casi oscuro y no lo reconocerá nadie.

Tomo de la bebida en un solo trago y trato de tranquilizarme.

Amanda: De acuerdo, te veo allá.

Le cuelgo y miro de reojo a Michael. Veo que la chica se va y yo me encamino hacia él.

Michael: ¿ Con quién hablabas, cariño ?

Amanda: Con Diana.

Respondo cortante.

Michael: Oh, ¿ qué dijo ?

Este... baboso no se ha dado cuenta.

Amanda: ¿ Acaso te importa ?

Michael me mira con confusión. Yo agarro el menú y finjo leer, a los pocos segundos le pido al mesero la comida que quiero y se va.

Michael: ¿ Estás molesta ?

Lo miro.

Amanda: ¿ Tú qué crees ?

Michael: Bueno, lo estás. ¿ Por qué lo estás ?

Amanda: Déjalo, no estoy de humor para reclamarte sobre la chica que se acercó a ti.

En eso se acerca la misma chica de hace un momento, entonces yo vuelvo a agarrar el menú y finjo leer.

X: ¿ Ya ordenaron ?

Michael: Ya, gracias.

Miro de reojo a ambos y noto que ella hace a un lado su cabello con coquetería, Michael le sonríe de una forma tímida y le dice que se puede ir. Ella lo hace y Michael me mira, rápidamente poso mi vista en el menú.

Michael: No hay porqué molestarse, tú eres mi novia.

Amanda: Sí, que yo sepa no le ando sonriendo a los meseros.

Michael se queda callado y le agradezco por eso. Llega el mesero y nos trae la comida. Después de media hora de comer terminamos, sin esperar a Michael me pongo de pie y comienzo a dirigirme al elevador. Cuando estoy dentro de él, Michael aparece y se mete, se pone a lado de mí sin decir nada. Yo trato por todo los santos de decirme que es una bobería estar molesta por un simple gesto, pero no puedo quitar la escena en donde él le sonríe de una manera angelical. Y eso, aunque no quiera admitirlo, me hace querer decir que ella gustó de él.

Las puertas se abren y yo salgo primero con pasos algo rápidos, abro la puerta de la habitación, Michael entra y la cierra a sus espaldas.

Michael: ¿ Qué harás hoy en la tarde ?

Amanda: Diana nos invitó a una discoteca llamado Túlyd, es a las 7:00, así que iré a bañarme.

Lo miro por fin y se encuentra con las manos en los bolsillos recargandose en la pared.

Amanda: Allá tú sí quieres ir, pero yo si iré.

Michael: ¿ Puedes escucharme, por favor?

Amanda: No, y no insistas.

Agarro la toalla y me dirijo al baño y cierro la puerta con algo de fuerza. Me recargo en la puerta unos segundos y siento que quiero llorar. Pero no lo hago, me trago el nudo de la garganta y abro la llave del agua y comienzo a desvestirme.

¡ Hola ! Espero que les haya agradado este capítulo jaja.
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